Durante la primera parte de agosto inserté en el Blog una serie de entradas dedicadas a la posible organización de la élite económica mundial en sociedades secretas –“Chuleta” para ver el telediario (día 14), Preguntas sobre la élite mundial secretamente organizada (16), ¿Quiénes son los Illuminati? (16), ¿Qué diferencia una sociedad secreta de las logias masónicas? (16)-, su papel en la generación artificial de conflictos bélicos y teóricas pandemias –Conflictos locales y enfermedades globales (15), Enfermedades globales: manual de uso (15), Apostillas a la entrada anterior (15)-, la verdadera entidad y causas de la crisis económica -¿Dónde está el dinero perdido por los bancos? (04), Es largo, pero aconsejo que lo leáis para entender muchas de las cosas que están pasando (07), ¿Ha provocado voluntariamente la élite mundial la actual crisis económica? (16)- y sus impactos directos en las personas –De subastas, ejecuciones de hipotecas y liquidaciones de empresas (04), “Al filo de lo imposible” (05), Ejecuciones de hipotecas: datos concretos sobre la magnitud del asunto (10), Soluciones ante la subasta de hogares familiares (10), Ciudadanos de categoría inferior (12)-.
Tras ellas, el último día antes de las vacaciones, deje abierta la pregunta sobre qué hacer -¿Qué hacemos con los Illuminati? (17)-. Y planteé, para abrir boca y colaborar con vuestra propia reflexión, unas breves aportaciones de Meli Iglesias, Jan Van Helsing y Gilliam Macbeth-Louthan.
Pues bien, concluido el paréntesis vacacional, es momento de volver al asunto. Lo voy a hacer con una aportación algo extensa que, por ello y para su mejor incardinación en el Blog, dividiré en seis partes, además de esta primera, en forma de entradas independientes, aunque totalmente interrelacionadas:
+¿Qué hacer? (II): Del “qué tenemos que hacer” al “qué hago yo ahora”.
+¿Qué hacer? (III): ¿Qué me lleva a plantearme hacer algo ante los “males” del mundo?
+¿Qué hacer? (IV): Sensibilidad ante el dolor ajeno.
+¿Qué hacer? (V): Ojos nuevos para un mundo nuevo.
+¿Qué hacer? (VI): Yo elijo.
+¿Qué hacer? (y VII): Vivir... ¡para vivir!.
Vamos a ello. Y ten en cuenta que las casualidades no existen. Si lees lo que continúa es porque llegó la hora de que lo hagas. Saborea tus propias intuiciones e inspiraciones a la luz de lo que leas. Hazlo despacio, que vienen curvas. Te conducirán, te lo aseguro, a un lugar donde nunca nadie pudo llegar usando la razón.
Tras ellas, el último día antes de las vacaciones, deje abierta la pregunta sobre qué hacer -¿Qué hacemos con los Illuminati? (17)-. Y planteé, para abrir boca y colaborar con vuestra propia reflexión, unas breves aportaciones de Meli Iglesias, Jan Van Helsing y Gilliam Macbeth-Louthan.
Pues bien, concluido el paréntesis vacacional, es momento de volver al asunto. Lo voy a hacer con una aportación algo extensa que, por ello y para su mejor incardinación en el Blog, dividiré en seis partes, además de esta primera, en forma de entradas independientes, aunque totalmente interrelacionadas:
+¿Qué hacer? (II): Del “qué tenemos que hacer” al “qué hago yo ahora”.
+¿Qué hacer? (III): ¿Qué me lleva a plantearme hacer algo ante los “males” del mundo?
+¿Qué hacer? (IV): Sensibilidad ante el dolor ajeno.
+¿Qué hacer? (V): Ojos nuevos para un mundo nuevo.
+¿Qué hacer? (VI): Yo elijo.
+¿Qué hacer? (y VII): Vivir... ¡para vivir!.
Vamos a ello. Y ten en cuenta que las casualidades no existen. Si lees lo que continúa es porque llegó la hora de que lo hagas. Saborea tus propias intuiciones e inspiraciones a la luz de lo que leas. Hazlo despacio, que vienen curvas. Te conducirán, te lo aseguro, a un lugar donde nunca nadie pudo llegar usando la razón.
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