Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2023-2024

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30/9/19

Carta abierta hacia un futuro de la medicina integrativa, no integrista: (auto) gestión de la salud en tiempos revueltos (Proyecto Consciencia y Sociedad Distópica)


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El blog El Cielo en la Tierra publica todos los lunes, desde el 3 de septiembre de 2018, una entrada relacionada con el Proyecto de investigación Consciencia y Sociedad Distópica. Por medio de la web del Proyecto se puede tener información detallada sobre sus objetivos y contenidos y cómo colaborar con él:
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Soy médico, licenciado en Medicina y Cirugía, y llevo casi 40 años de profesión. No soy médico alternativo, soy médico; no soy médico complementario, soy médico; no soy pseudomédico, soy médico; no aplico pseudoterapias, sino terapias. Siempre he prescrito los mejores remedios y medicamentos para ayudar en los procesos de enfermedad; casi siempre recomendaciones en nutrición y hábitos saludables, muchas veces remedios naturales, algunas otras químicos y, en raras ocasiones, cirugía.

Terminé la carrera en el año 1979, en la Facultad de Medicina de Bilbao, en el Hospital de Basurto. Durante los 6 años de carrera, estudié la enfermedad, sus síntomas, el diagnóstico, el tratamiento… También escuché dar pronósticos fatales a mi alrededor; pero en todo ese tiempo, apenas supe, ni aprendí de salud ni de cómo favorecerla.

Las facultades de medicina suelen centrarse en la patogénesis y en el origen de la enfermedad, olvidando el estudio de la “salutogénesis”, de los factores que favorecen la salud. Tampoco en ellas se aprende mucho sobre nutrición saludable, ejercicio, respiración, contacto con la naturaleza (tierra, agua, aire, sol), gestión del estrés, expresión emocional, relajación, meditación, etc.
Desde que comencé mi práctica médica profesional, he intentado profundizar en ambas condiciones; la salud y los factores que la favorecen. De la misma manera que he ido aplicando en mi vida estos últimos, he tratado de ayudar a los pacientes “hacientes” que se acercan a mi consulta, y sigo, a que los apliquen en las suyas.

Resulta curioso escuchar cómo preguntas recurrentes, sobre todo, en primeras consultas, acaban siendo la clave de la profunda transformación que puede sobrevenir a raíz de una crisis o enfermedad: – ¿Doctor, qué puedo hacer por mi salud?, ¿qué puedo hacer para curarme? Mi respuesta siempre es la misma: ¡Cuidarte! ¡Cuidarte para curarte! Así, la palabra “curar”, que etimológicamente proviene del latín “curare”, significa “cuidar”. Creo firmemente que es en esta misma premisa donde debe sustentarse la propuesta de toda ciencia de la salud que se precie; en “cuidarnos para curarnos”.

La curación es un proceso biológico inherente al organismo vivo como parte integrante de la capacidad de autocuración de la naturaleza y del universo al que pertenece. Se pone en marcha cuando la persona se cuida. Por ese motivo reconozco, como médico, que no soy yo quien tiene la capacidad de curar. Tampoco los medicamentos son garantes de la recuperación de la salud. Pero en las facultades no nos dan ese tipo de lecciones. Lecciones de humildad; ejercicios del todo necesarios para comprender y admitir que es el paciente activo (y no el médico) quien decide, como “dueño de su propio destino” y tras haber sido debidamente informado, cuál es el tratamiento adecuado para él.

Los médicos no curamos, tan solo acompañamos al paciente, guiándolo en la práctica de unos hábitos de vida saludables, mientras su organismo actualiza su capacidad de autocuración con la ayuda de remedios naturales y/o medicinas.

En la línea de esta misma visión integrativa de la salud que defiendo, tanto en este escrito como en mi práctica médica habitual, se expresa la OMS (Organización Mundial de la Salud) cuando en su Estrategia 2014-2023, contempla y recomienda: “Fortalecer la colaboración entre profesionales de medicina convencional y de Medicina Tradicional y Complementaria (MTC), con un enfoque centrado en la persona”. Asimismo, aconseja “Promover el respeto, la colaboración y el entendimiento mutuos entre los profesionales de la medicina convencional y la Medicina Tradicional y Complementaria y “Reunir a asociaciones de profesionales de MTC y grupos de profesionales de medicina convencional para promover la utilización segura y eficaz de la MTC. Siguiendo esa recomendación, muchos países de Europa apoyan y practican una medicina incluyente que contempla remedios de la Medicina Tradicional. En una palabra, abogan por una educación para la salud y una medicina integrativa.
Atendiendo a esta misma Estrategia 2014-2023, se hace urgente denunciar que la Organización Médica Colegial de España (OMC), a la que fielmente pago y por la cual no me siento representado sino todo lo contrario, está contradiciendo las recomendaciones de la primera autoridad sanitaria a nivel mundial, cuando califica de pseudoterapias aquellas terapias integradas en la Medicina Tradicional y Complementaria. Se hace inaplazable contestar, decir alto y claro que la OMC española no tiene la potestad ni puede, de ninguna manera, arrogarse la facultad de decidir qué tipo de medicina es “la buena”. Sintiéndome atacado en los últimos meses, por esta y otras organizaciones, me viene a la cabeza una petición. Tal como dice María Quiñelen, sanadora mapuche: Por favor, doctores, no sean “diostores”.

Haciendo un seguimiento de las declaraciones públicas emitidas por dicha organización, veo cómo, al cabo de los años, ha ido incurriendo en contradicciones evidentes. Tiremos de hemeroteca

El Parlamento Europeo presentó ya en marzo de 1997 el informe Paul Lannoye sobre el estatus de las Terapias Complementarias en el que se recomendaba a los estados miembros su reconocimiento, regulación y armonización. En ese mismo contexto, aunque siete años después, en el 2004, la OMC de España emitía una declaración, con fecha 2 de octubre, que decía: “la Medicina es ciencia y arte, de ahí que… uno de los derechos irrenunciables del médico es la libertad de prescripción para el mejor tratamiento de sus pacientes”.

En diciembre, en un escrito titulado “Medicinas alternativas y terapias no convencionales”, la misma organización declaraba: “Desde los Colegios Provinciales de Médicos, deberíamos iniciar la creación de Secciones Colegiales de Terapias Médicas Complementarias con el fin de establecer un registro de médicos que ejercen en estos apartados»…“Con esto no se pretende otorgar diplomaturas ni especialidades desde los Colegios, sino acreditar el ejercicio de los médicos en este campo y otorgar un visado».

De nuevo, el 14 de diciembre del 2009, la OMC española informaba del acuerdo adoptado en Asamblea General de reconocer el ejercicio de la homeopatía como acto médico (antes hizo lo mismo con la acupuntura): “La Organización Médica Colegial ha acordado por unanimidad, en Asamblea, reconocer la homeopatía como acto médico que precisa de un diagnóstico previo, de una indicación terapéutica y ser realizada por personal cualificado y en centros sanitarios autorizados. Este paso se suma al dado anteriormente y en la misma línea con la acupuntura.”

Tras estas pruebas innegables de contradicciones profundas con las posturas actuales, las preguntas que cabe hacerse son:

+¿Qué poderes fácticos (económicos) se han puesto en movimiento para que ahora, la Organización Médica Colegial de España dé un giro de 180º en su estrategia?

+¿Qué oscuros intereses, al margen del ámbito estrictamente profesional, han provocado tanta contradicción y tanto ataque en tan poco tiempo?

+¿Cuál es el motivo que los medios de comunicación no están investigando ni explicando el proceso por el cual se ha pasado de reconocer a la homeopatía o a la acupuntura como actos médicos, a considerarlas pseudociencias o pseudoterapias?

Actualmente, en nuestro país, a diferencia de lo que pasa en Europa, todos los profesionales de la salud que, en coherencia y honestidad, apoyamos la capacidad autocurativa de la naturaleza (la vis medicatrix naturae de los médicos antiguos), estamos viviendo una nueva caza de brujas. Se desprestigia y se ridiculiza la medicina natural, se caricaturiza a la homeopatía y a la acupuntura; se humilla a los profesionales que trabajamos con Medicina Tradicional de Occidente, en mi caso, con medicina higienista y medicina antroposófica. También el yoga, la terapia gestalt o el psicoanálisis forman parte de una larga lista negra de terapias non gratas; se mete en el mismo saco a los médicos y profesionales sanitarios con titulación y a los oportunistas (que los hay, como en todo ámbito humano); se nos insulta, se nos ofende, se nos difama diciendo que formamos parte de una secta, que engañamos y que nos lucramos a expensas de los incautos que vienen a nuestras consultas. Falta que nos quemen en la hoguera para que purifiquemos nuestras almas.

La Organización Médica Colegial Española que, en teoría es una Hermandad para proteger a sus afiliados, está atacando con una falta total de ética y un olvido absoluto de su código deontológico, a los médicos que apoyamos una educación para la salud y que abogamos por aplicar una medicina integrativa; una medicina que integre lo mejor de la medicina convencional y lo mejor de la tradicional o complementaria; una medicina que sitúe al ser humano en el centro de su propio proceso hacia la salud y que se acompañe, en pleno derecho, de una información previa y una libre elección posterior. Las instituciones sanitarias de este país y la OMC, sin ni tan siquiera llamarnos a declarar ni contar con nuestro derecho a la presunción de inocencia o a una defensa justa, ha llevado a cabo un juicio sumarísimo (al igual que durante la dictadura) y nos ha declarado culpables.

Como médico, sigo las indicaciones de la OMS y espero que, una vez más, lo que hoy es difamado y calumniado, sea mañana integrado en las facultades de medicina y que éstas se conviertan, algún día, en verdaderas Escuelas de Salud. Más que nunca es preciso defender una educación para la salud y el desarrollo de una medicina preventiva que dé como resultado una reducción del enorme consumo de medicamentos en nuestra sociedad, ya que, de otra manera, nuestro sistema de salud podría perfectamente entrar en una crisis sin precedentes o en la misma bancarrota.

No debemos olvidar que antes de la aparición de la actual medicina y de recetar medicamentos químicos, elaborados en los laboratorios, la gente también se curaba. Los médicos de la antigüedad sabían que la enfermedad está íntimamente ligada a la forma de vida. Como así lo entendían, ayudaban a la persona a recuperar la armonía con la naturaleza y el cosmos y, para ello, utilizaban plantas, minerales y remedios naturales; todo aquello a su alcance para que despertara la capacidad curativa del organismo humano. No conviene caer en la arrogancia de creer que los médicos de entonces no sabían y que nosotros, los de ahora, sí sabemos. Ellos percibían y conocían cosas que, por nuestra hipertrofia mental y nuestra arrogancia hemos ido descartando. Y por lo visto, dicha inercia continua…Tampoco podemos olvidar que muchos de los medicamentos actuales se han sintetizado a partir de la naturaleza: la penicilina, la metformina, la colchicina y los derivados del tejo, la morfina derivada del opio o la aspirina, que se aisló de la corteza del sauce, entre muchos otros.

El cambio más significativo en el sistema médico desde antaño hasta nuestros días ha sido el gigantesco aumento de la química y de la tecnología, incluso podemos decir que hay cierta fascinación o seducción por la “aparatología”, con el consecuente menoscabo del trato cálido humano, además de los efectos colaterales a consecuencia del sobrediagnóstico. La ciencia ha olvidado también el estudio de los procesos inherentes a los remedios naturales y se ha preocupado por sintetizar sustancias aisladas que finalmente son reproducidas en un laboratorio, fuera de todo lo vivo y sus fuerzas.
Por otro lado, la ciencia actual es solo un intento de interpretar el mundo, una pequeñísima aproximación a la realidad; pero no es la realidad misma. Pretender imponer una única visión de dicha “realidad” nos hace retroceder a la etapa pre copernicana y, sobre todo, nos conduce a oponer resistencia a un futuro que llegará seguro; porque con hogueras o sin ellas, dentro de 30 años, la “medicina será integrativa o no será”. Creo fundamental y necesario que nos adelantemos, que sigamos practicando una ciencia con consciencia, eligiendo el camino de la “salutogénesis”. Y para ello deben dejarnos, a los médicos y especialistas de la salud (enfermer@s, fisioterapeutas, nutricionistas y otr@s terapeutas), hacer una verdadera educación para la salud. Déjennos ser médicos y especialistas en libertad.

Hace ya varios años, el British Medical Journal -revista médica semanal de la Asociación Médica Británica- decidió averiguar la eficacia real de los tratamientos convencionales, poniendo en marcha una iniciativa denominada Clinical Evidence a fin de responder, básicamente, a tres cuestiones: cuántos de los tratamientos comúnmente utilizados se apoyan en evidencias de peso; cuántos no deberían utilizarse o hacerlo sólo con mucha precaución y cuáles son las principales lagunas del conocimiento médico. Para responder a esas preguntas, se analizaron, uno a uno, los 2.500 principales tratamientos médicos convencionales, muestra que posteriormente se ampliaría hasta los 3.000. ¿El resultado? Que solo el 11% eran claramente beneficiosos, el 24% podían ser «algo» beneficiosos, el 7% estaban entre beneficiosos y dañinos, el 5% era poco probable que fueran beneficiosos y el 3% podían ser ineficaces y/o dañinos. Del otro 50% no se sabe nada… Y nada es ¡nada!

¿Para cuándo el Sistema Sanitario retirará los miles de medicamentos químicos que se consideran inútiles o, en el peor de los casos, dañinos y que ocupan tanto espacio en nuestro vademécum? ¿Cuánto daño irreparable se ha causado ya a los pacientes que han estado utilizando medicamentos prescritos por su médico y que finalmente han sido retirados? Como pequeño ejemplo, recordemos a los miles de afectados graves por la talidomida, la cerivastatina, el rofecoxib (Vioxx), la terapia hormonal sustitutoria en la menopausia (“parches de estrógenos”) o, más recientemente, Valsartán y Depakine, este último por alteraciones fetales durante el embarazo. Más de cien medicamentos que en España contenían Valsartán como antihipertensivo fueron retirados por Sanidad a principios de verano. La medicina convencional no está exenta de errores y tampoco está al abrigo de ciertos desaprensivos que anteponen el dinero y el poder personal al bien general.
La Office of Technology Assessment (Oficina de Evaluación de Tecnologías) del Congreso de los Estados Unidos ha estimado que menos de un 30% de los procedimientos utilizados actualmente en la medicina convencional han sido rigurosamente comprobados. (1). Es difícil ser garante de la ciencia médica partiendo de estas premisas.

En el año 2005, John Ioannidis escribió todo un clásico, un texto muy crítico con los actuales estudios clínicos: “Why Most Published Research Findings Are False”. Ioannidis, profesor de Medicina, de Investigación y de Política de Salud en la Facultad de Medicina de Stanford, afirma que se puede probar que la mayoría de los resultados científicos investigados son falsos.

En línea con este reconocido autor, invito a que nos hagamos la siguiente reflexión: Mientras los resultados de las investigaciones puedan ser “maquillados” o “amañados”; mientras los investigadores puedan ser comprados o silenciados; mientras el 90% de la formación médica esté en manos de las compañías farmacéuticas y éstas gasten el doble en marketing que, en investigación, ¿seguiremos pensando que la ciencia oficial es ciencia? o ¿pseudociencia? Mientras haya tanto dinero en juego y fuera de control, la buena farmacia se teñirá de “farmafia”.

Por otro lado, David L. Katz, profesor de Epidemiología, Salud Pública y Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, señala que“muchas intervenciones de las MAC (Medicina Alternativa y Complementaria) están, en realidad, validadas por estudios metodológicamente rigurosos”. A veces, no hay más ciego que el que no quiere ver…

Algunos hospitales de hoy en día llevan el nombre de antiguos médicos considerados “herejes” en su época: Arnau de Vilanova (Hospitales de Valencia y Lleida), Miguel Servet (Hospital de Zaragoza) son dos ejemplos. Ambos fueron estudiantes de medicina en Montpelier, médicos, humanistas, teólogos, astrólogos, estudiosos de las ciencias herméticas (filósofos) y ante todo, librepensadores y buscadores de la verdad (científicos). Arnau de Vilanova fue el médico-astrólogo más famoso de Europa. Servet dio a conocer la circulación menor entre el corazón y el pulmón y fue quemado “por sus ideas religiosas”, ya que no encajaban con la religión al uso del momento histórico que le tocó vivir. Estos médicos percibían los procesos ocultos que hay en la naturaleza y en el cosmos tras la materia, y los sabían aplicar. Utilizaban las sustancias y las “esencias” de la naturaleza para apoyar las fuerzas vitales del organismo humano.

Me pregunto ¿por qué se mantienen sus nombres en hospitales y nos enorgullecemos de que formen parte de nuestra historia, cuando lo que en realidad defendían y practicaban era la medicina natural e integrativa que ahora se está criminalizando? Miguel Servet defendió la necesidad de que los médicos conocieran la astrología para saber la influencia de los astros sobre el hombre sano y enfermo, aunque sabía que en aquel tiempo la pena para los que interpretaban por “adivinación” era ser quemados en la hoguera. ¿Eran ellos también pseudocientíficos? ¡No! Eran “cientificonaturales” y sobre todo, librepensadores frente al dogmatismo al uso.
Alguien al que no se puede tachar de pseudocientífico, el Dr. Joan Ramón Laporte, catedrático de Farmacología en la Universidad Autónoma de Barcelona y director del Institut Català de Farmacología señala, en “La Contra” de La Vanguadia del 24/01/2011 y en El Periódico del 20/12/2015 que: “Estudios de EEUU, Francia, Alemania y España constataron que los medicamentos son la cuarta causa de muerte en Occidente, después del infarto, el ictus cerebral y los cánceres” “Y por encima de la diabetes, las enfermedades pulmonares y los accidentes de tráfico”.

En El Periódico, Laporte comenta: “La factura por consumo de medicamentos financiados sigue siendo altísima en España. De cada 100 euros destinados a la sanidad pública, 25 van a los fármacos. Suecia gasta 8 euros en esa partida, (Gran Bretaña gasta 10,7) pero los profesionales sanitarios suecos practican una asistencia mucho más próxima al ciudadano que los de aquí. Aquí se está sustituyendo la relación médico paciente, por la adquisición de tecnología nueva, carísima”. Lo que digo, aparatología. Y dependemos tanto de los aparatos, que estamos perdiendo el ojo clínico, nos estamos quedando tuertos o directamente, ciegos.

Si España forma, efectivamente, parte de Europa, la toma de medicamentos en este país es la cuarta causa de muerte, como hemos visto. Además, La Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año, fallecen (en Europa) cerca de 200.000 personas a causa de efectos adversos de los medicamentos. La pregunta es clara: ¿Quién asume la responsabilidad de dichas muertes? Si los médicos que apoyamos una Medicina Integrativa “matáramos” a tantas personas, estaríamos en la cárcel o nos habrían quemado vivos. Como decían los antiguos médicos “primum non nocere”; antes de nada, no hacer daño, ni a los pacientes, ni a los colegas.
Como todos los gremios, también el médico se contagia de la corrupción. El Dr. Peter Gøtzsche, director y fundador del Centro Cochrane Nórdico, escribió:“Medicamentos que matan y crimen organizado: Cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud”; un libro de recomendable lectura para todo especialista que quiera acercarse, desde una visión crítica, pero basada en datos y en “evidencias”, al sistema médico-farmacéutico.
Hace pocas semanas Gøtzsche fue expulsado de Cochrane, centro que, supuestamente, mantiene el estándar de la medicina basada en pruebas y que por alguna extraña jugada, ha sido mal traducida por “una medicina basada en la evidencia”. Desde luego, no cabe duda de que corren malos tiempos para aquellos que van con la verdad por delante. En ese libro, Gøtzsche afirma que “los medicamentos son la tercera causa de muerte en los países en los que más medicamentos se toman”. En el prólogo de ese mismo libro, Laporte escribe: “La industria farmacéutica es el tercer sector de la economía, por detrás del armamento y del narcotráfico. En Estados Unido tiene unos beneficios cuatro veces más elevados que los demás sectores industriales”.

Según el Dr. Juan Gérvas, como recoge Acta Sanitaria: “El 90% de la investigación publicada en medicina es falsa”. “Se han evaluado 3.000 intervenciones habituales de la medicina científica y apenas el 11% tiene valor demostrado”. “Es imposible replicar la mayoría de los estudios sobre la medicina científica publicados en las mejores revistas del mundo”. (2)

Quizás la medicina convencional que se autoproclama a sí misma como “la verdadera”, no sea tan científica, en realidad y sí algo más comercial. De acuerdo con la opinión de Gérvas, en su escrito Malicia Sanitaria y Prevención Cuaternaria: “La medicina puede hacer mucho bien, pero puede también hacer mucho daño, más por acción que por omisión”.

Si se quiere realizar un poco de autocrítica, se puede ver el programa “Sobremedicados” de Salvados (la Sexta). En dicho espacio, donde se afirma que España es el segundo país del mundo en consumos de fármacos por habitante, Laporte señala: “En psicofármacos: medicamentos para la ansiedad, medicamentos para dormir, medicamentos para la depresión, somos primeros en el mundo”.

Parece que es norma en el ámbito humano que, a mayores sumas de dinero aparezcan también mayores índices de corrupción. Tal vez no les iría mal a los que mandan en el sistema sanitario actual levantar las alfombras de sus propias instituciones y dejar de culpabilizar y perseguir a los médicos y demás especialistas de la salud que, por suerte (o por desgracia para ellos y sus familias) no siguen el pensamiento único que determinados lobbies quieren implantar, presionando a gobiernos y grupos de comunicación.
El actual gobierno español, que se considera de izquierdas, en su reciente “Plan de acción para combatir las pseudociencias” escribe: “Un 59,8% de las personas cree en la utilidad terapéutica de la acupuntura y un 52,7% considera que los productos homeopáticos son efectivos, según la encuesta de FECYT de 2016. ¿Y quieren que dejen de creer? Una de dos; o consideran que más de la mitad de las personas tienen una mente demente o intentan que todos pensemos como ellos, con el pensamiento único del Gran Hermano. Si es lo primero, se trata de arrogancia. Si lo segundo, es fundamentalismo, integrismo o dictadura. ¿No estará sucediendo que muchos de los que creen es porque han visto su efectividad en ellos mismos o en personas de su entorno más próximo? Además, los estudios muestran que a estas terapias humanistas se acercan personas con un nivel cultural más bien alto.

En los Estados Unidos, existe actualmente un Consorcio de Medicina Integrativa y Salud que integra a las Escuelas de Salud o Centros Académicos de Salud y Medicina Integrativa. Consortium of Academic Helth Centers for Integrative Medicine (CAHCIM). (3)

En dicha organización aparecen miembros tan destacados, reconocidos y abanderados de la ciencia actual como: Boston University School of Medicine, Harvard Medical School, Johns Hopkins University, Mayo Clinic, Oregon Health and Science University, University of California, Yale University, Stanford Universitty, etc, etc… E incluso la Universidad Autónoma de Guadalajara-Méjico. La misión del CAHCIM es “Promover los principios y prácticas de los cuidados de la salud integrativa en las instituciones académicas”. Entre sus miembros se incluyen “57 prestigiosas Escuelas de Salud”.
Según este consorcio de Medicina Integrativa y Salud (CAHCIM), la Medicina Integrativa tiene como objetivo “ayudar a transformar la medicina y la salud mediante estudios científicos rigurosos, nuevos modelos de atención clínica y programas educativos innovadores que integran la biomedicina, la complejidad de los seres humanos, la naturaleza intrínseca de la curación y la rica diversidad de sistemas terapéuticos”. Tanto en la agricultura como en la medicina, el monocultivo (una sola terapia) es sinónimo de poca vitalidad y favorece el desequilibrio y la enfermedad, tanto individual como social.

Mientras los avances de la medicina oficial o convencional que vienen de Estados Unidos son bien acogidos, la apertura de las Escuelas de Medicina de dicho país a la Medicina Integrativa no se tiene en cuenta. ¿Somos quizás un país diferente?, Spain is diferent? ¿O quieren ponernos gafas especiales para que veamos, no lo que miramos, sino lo que ellos quieren que veamos? ¿Acaso quieren que tengamos estos símbolos cómo bandera: $ – €?

Además la Medicina Tradicional e integrativa se contempla en los sistemas sanitarios de países hermanos como Perú, Chile, Ecuador, Nicaragua, Cuba…etc. Y Recuerdo que Cuba, recientemente visitada por el presidente de España, ha sido punto de referencia y excelencia para médicos españoles que se han formado en Salud Pública. Muchos médicos de este país se formaron con profesionales cubanos en el Sistema Cubano de Salud, uno de los más avanzados a nivel mundial en cuanto a Salud Pública se refiere.

Mientras que la Organización Médica Colegial española ha declarado la guerra a las medicinas antiguas o tradicionales, base, por otra parte, de nuestra medicina convencional, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) se construye el primer Centro Europeo de Medicina Tradicional China (TCM-EU), medicina antigua de Oriente, que está previsto inaugurar en el 2020. En la idea han colaborado estrechamente el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. El centro se impulsará gracias a los 80 millones de inversión por parte de las autoridades chinas. Dicho espacio albergará un centro de formación, que cuenta con el apoyo de la Universitat de Barcelona (UB), donde se impartirán posgrados en medicina tradicional china y formación propia, de forma continuada y virtual. Estará preparado para acoger entre 80 y 150 estudiantes (La Vanguardia 14-05-17). Cuando leo esta noticia pienso, como Quevedo, “poderoso caballero es don dinero”, que puede cambiar la concepción de lo que es ciencia por lo que es pseudociencia, o viceversa.

¿Quién ha otorgado la potestad a los representantes de la Organización Médica Colegial para que decidan el tipo de medicina que debe aplicarse en nuestro país? ¿No se dan cuenta de que están rechazando, difamando, denigrando una medicina integrativa que ya en otros países de nuestro entorno está incluida dentro de su Sistema Sanitario?

Intentar crear el pensamiento único, yendo en contra de todas las personas que tienen diferentes maneras de pensar ha sido y es la manera de proceder de muchas organizaciones y grupos sociales a lo largo de la historia de la humanidad que podemos tildar de dogmáticas, fanáticas o fundamentalistas… No caigan en ese repetido error. La inquisición consideró que la religión católica era la única verdadera y todos sabemos lo que pasó. No hagan de la ciencia una religión dogmática más.

Los médicos que abogamos por una medicina integrativa no vamos en contra de la medicina convencional, sólo intentamos ampliar la ciencia del curar, centrándonos en la salud y no tanto en el hecho de “combatir” la enfermedad.

Mientras la medicina oficial puede ser muy efectiva en una crisis aguda, muchos pacientes “actuantes” ven mejorar su enfermedad crónica con otras terapias más naturales y con menos efectos colaterales. Les satisface descubrir que pueden jugar un papel activo en la curación de su enfermedad y además autogestionar (hacer algo por ellos mismos) en la prevención de nuevas recaídas. Cuidarse para curarse es la propuesta de una medicina centrada en la salud y en la consciencia.

A punto de cumplir cuatro décadas ejerciendo mi profesión, que se dice pronto, puedo expresar, con satisfacción, que no he matado a nadie, que no he engañado, que no me enriquecido con mi trabajo; que nunca me han tentado con las convenciones médicas pagadas en el Caribe y que tras todos estos años, sigo siendo coherente con mi idea de apoyar la salud y la vida. Por todo ello, les ruego que no me difamen, que no nos difamen, que no nos nieguen el derecho a informar a los pacientes “hacientes” para que sean ellos quienes finalmente puedan decidir con total libertad. Respeten nuestro derecho a desarrollar nuestra labor.

El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos dice así: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Pero mientras los medios de información estén en manos de poderes fácticos, comprados por poderes económicos, la información seguirá desinformando y el ejercicio de nuestros derechos (los de todos) se verán tan coartados que tendremos que recurrir a otros medios menos controlados.

Los médicos convencionales y la Organización Médica Colegial española deben saber que el rechazo al uso de las Medicinas Tradicionales y Complementarias no provoca su abandono por parte de los pacientes, sino su ocultamiento. Por experiencia sé que los pacientes que usan terapias naturales, homeopáticas, acupuntura, medicina antroposófica, terapia neural, osteopatía, etc., no se atreven a decir al médico convencional que están siguiendo tratamientos paralelos. No nos hagan volver a los tiempos de la clandestinidad.

Pedimos respeto, clamamos respeto… y que se pare esta campaña orquestada por no se sabe qué poderes económicos ocultos contra los profesionales que trabajamos en coherencia y con honestidad. De la misma manera que nosotros respetamos a los colegas que ejercen la medicina convencional, exigimos que el sistema sanitario imperante nos respete. Médicos y especialistas de la salud con ideas parecidas a las nuestras son respetados en países europeos como Alemania, Holanda, Suiza o Inglaterra en sus respectivos sistemas sanitarios. ¿Por qué nosotros no? ¿Debo creerme aquello de que Europa empieza, efectivamente, al norte de los Pirineos?

Soy partidario de una medicina integrativa que aúne lo mejor de la medicina convencional y lo mejor de la medicina natural, higienista, antroposófica, medicina tradicional china, osteopatía, terapia neural… Una medicina que actúe a favor del protagonismo del paciente activo, situándolo en el centro de nuestro sistema sanitario. Sabemos, como decía Avicena hace siglos, que“la mayoría de enfermedades; incluso aquellas que llevan al que las sufre a un especialista, son causadas únicamente por una serie prolongada y continuada de errores en la dieta y en el régimen de vida”. No nos contentemos con aliviar los síntomas, avancemos en la ampliación de nuestras capacidades como pacientes activos y como profesionales. Hagamos entre todos una sociedad más coherente, justa y solidaria, dando paso a una medicina más humanista, centrada en potenciar la salud de los habitantes de este país.

Es el momento de elegir: ¿una medicina integrativa o una medicina integrista?

NOTAS:
1.- Relman A, Weil A. Is Integrative Medicine the Medicine of the Future?
Arch Intern Med. 1999;159:2122-26.

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Autor: Karmelo Bizkarra Maiztegi (Licenciado en Medicina y Cirugía)
Fuente:
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29/9/19

Si algo salvará al hombre y a la humanidad será la consciencia (Enseñanzas Teosóficas: 137)


Van a ser difíciles los tiempos que vienen, en el mundo que les tocará vivir. No se crean el cuento de que la tecnología lo solucionará todo, que la vida del hombre del futuro será mucho mejor que la del pasado. Lamentablemente vienen tiempos muy duros.

Ustedes saben que siempre les he tratado de transmitir esperanza, que no creo que se pueda tener hijos o educar sin ella. Pero mi esperanza no está puesta afuera, en los grandes adelantos técnicos. Me temo que muchos de esos adelantos -algunos notables, es verdad- puedan ser manipulados por fuerzas destructivas o alienantes, como siempre ha sucedido en la historia. Y por eso deposito mi esperanza en otra dimensión: en la interioridad; en esa palabra tan despreciada hoy, por "vaga": la palabra "espíritu". Si algo salvará al hombre y a la humanidad será el espíritu, la consciencia, la libertad interior del hombre.

El escritor ruso Fédor Dostoievski dijo, en el siglo XIX, que el corazón del hombre es el verdadero campo de batalla entre el bien y el mal. Ahí se juega todo. Él fue el profeta de todos los horrores que devastarían el siglo siguiente, el de nuestros abuelos. Muy pocos le creyeron.

Muchas veces se reconoce a los profetas porque no son escuchados: hoy día -y tal vez con razón- desconfiamos de ellos, porque es fácil confundir a los falsos con los verdaderos. Nos falta un Dostoievski del siglo XXI. Puede que ya haya nacido y sea un muchacho de algún país periférico, como el nuestro. ¿Llegarán a tiempo sus palabras, sus visiones? Porque el desierto avanza y a una velocidad impresionante.

Yo sé que ustedes están preocupados del cambio climático. Tal vez sean ustedes y sus hijos de los últimos que puedan conocer y disfrutar la Tierra tal como la conocemos y amamos hoy: con sus primaveras, inviernos, veranos y otoños estables, claros, distintos. Tal vez ustedes sean los últimos en escuchar los cantos primaverales de los zorzales en nuestros jardines. Deténganse a oírlos y no los olviden jamás, graben los sonidos, los colores, las maravillas y milagros de la Tierra en su alma. Necesitarán volver a ellos en tiempos de sequía.

Ustedes mismos, todos los días, reciclan los papeles, los separan de los plásticos, toman consciencia de los pequeños gestos para cuidar este frágil planeta. Pero eso no basta. Porque esa desertificación es el resultado de otra, más profunda e invisible: la desertificación interior. No sacamos nada con separar la basura reciclable del plástico y materiales tóxicos si no lo hacemos también dentro de nosotros mismos.

La desertificación interior crece cuando perdemos la capacidad de asombro, cuando no nos maravillamos ante una nube que pasa, cuando nos olvidamos de abrazar un árbol, cuando creemos que todo se puede comprar y vender, cuando a todos le ponemos precio y el reino de la cantidad es más importante que el reino de la gratuidad. ¿Gratuidad? Sí, lo más esencial, lo que nos puede salvar como especie es gratis, es un don, un regalo. Todavía no le han puesto precio a las estrellas ni al aire... todavía no se venden en el mercado los abrazos que nos damos antes de dormirnos o al despertar. Pero miren alrededor, el hombre ya está haciéndose esclavo de sus propios inventos, y lo peor de todo: cree que es más libre que nunca.

En suma, hay dos desiertos que avanzan: el de afuera y el de adentro. Pero el de adentro es el que más me preocupa, porque es muy fácil no verlo. Sobre todo hoy día, en que pareciera que lo tenemos todo... ¿Qué pasaría si les dijera que estamos más indigentes que nunca? ¿Me dirían: "estás loco”? Tal vez estoy loco... Pero quisiera terminar esta carta con esperanza. Los acabo de mirar mientras duermen... ¡Y en sus rostros puros acabo de reencontrar la esperanza... sí, ahí está, intacta aún!... Más que en estas torpes palabras, en estas divagaciones  de un padre en la noche...

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Autor: Cristián Warnken
Enviado por: Angélica Hucke
Fuente:
https://www.algarrobodigital.cl/2019/08/hijos-lamentablemente-vienen-tiempos.html
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Las Enseñanzas Teosóficas se publican en este blog cada domingo, desde el
19 de febrero de 2017
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28/9/19

Emilio Carrillo en Santiago de Chile: Taller 5 de octubre de 2019




5 DE OCTUBRE, sábado, 09:00-14:00 horas

Taller de Emilio Carrillo:
"El camino espiritual"

Salón Pérgola del Hotel Plaza de San Francisco (A. Libertador Bernardo O´Higgins, 816)

Para mayor información:

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27/9/19

Conócete a ti mismo: Emilio Carrillo en "La Noche Más Hermosa" de Canal Sur Radio (7 de septiembre de 2019)


Audio (duración: 00:25:44) de la entrevista realizada a Emilio Carrillo por Pilar Muriel para el programa La Noche Más Hermosa (Canal Sur Radio), el 7 de septiembre de 2019. Su título, Conócete a ti mismo:


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26/9/19

Taller de Emilio Carrillo en Madrid (25 de octubre de 2019): “La mente no es tu enemiga: aprende a ponerla a tu servicio"



25 DE OCTUBRE, viernes, 17:00-21:00 horas, MADRID

Taller de Emilio Carrillo:
La mente no es tu enemiga: aprende a ponerla a tu servicio"

Sinopsis: Tu mente se ha hecho auto-presente y no cesa de interferir en tu vida de mil maneras, originándote ansiedad, preocupaciones, turbulencias, frustración… En fin, la "loca de la casa" a la que se refirió Teresa de Jesús.
Sin embargo, la responsabilidad de que esto sea así no es de la mente, sino tuya, por tu inconsciencia sobre lo que es y supone: su papel como interfaz entre la Consciencia, que es tu esencia, y la materia, que es tu apariencia y la del mundo que te rodea; su forma de funcionamiento, pautas operativas y prestaciones; la influencia y efectos en ella de los estimulos externos y sensoriales; la distinta frecuencia vibracional de tales efectos; etcétera. Todo lo cual te impide tomar el mando hasta conseguir que la mente esté a tu servicio y no al revés.
Con este objetivo, este Taller te mostrará que la mente no es tu enemiga, te ayudará a conocerla y te proporcionará un conjunto de prácticas para calmarla y sacarle la máxima utilidad y eficacia en tu día a día.

Ecocentro. Sala Ecosofía  (C/ Esquilache 2, 12)

Plazas limitadas (60). Aportación: 35 euros. Para mayor información e inscripciones: mj@ecocentro. es / 690 334 737

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25/9/19

“La práctica de la Meditación y el Silencio”: Emilio Carrillo en Sevilla (26 de septiembre de 2019, 18:30h: Encuentros Mensuales en la Politécnica)



EMILIO CARRILLO:
ENCUENTROS MENSUALES EN LA POLITÉCNICA
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JUEVES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2019

“La práctica de la Meditación y el Silencio”


Sinopsis:  La meditación se ha convertido casi en una moda y mucha gente quiere meditar. Pero, ¿qué es la meditación?, ¿cómo practicarla?, ¿cuáles son sus efectos?... Para responder estos interrogantes hay que tener en cuenta que la meditación es un proceso, siendo preciso recorrer previamente una serie de fases para experimentarla. Este Encuentro se dirige a analizarlas, siguiendo el esquema básico mostrado por todas las tradiciones serias:
1º. Armonización de nuestro mundo emocional y mental, moderación del ritmo de vida e inclusión, en nuestro día a día, de espacios de Silencio.
2º. Práctica de la atención: básica y plena (Mindfulness).
3º. Práctica de la concentración (Dharana): fugaz y sostenida.
4º. Práctica de la contemplación (Dhyana): observación nítida y silenciosa
5º. Meditación en sentido estricto (Samadhi): fusión con la Realidad.
6º. La transformación de la vida diaria.

Programa:
18:30 Conferencia.
20:00 Descanso
20:15 Coloquio.
21:15 Cierre.
Lugar:
Salón de Actos de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla (C/ Virgen de África 7, junto a Avda. República Argentina -Metro: Parque de los Príncipes-).

Aportación: 5 euros
Se podrá abonar a la entrada del Encuentro o, previamente, en “El Rincón de Kiko” (C/ San José 21-23, Pasaje).
Si desea reservar de plaza (aforo: 400 butacas): rincondekiko@gmail.com, indicando nombre y dos apellidos.
Ante cualquier duda o para mayor información, escribir a dicho correo electrónico.

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SIGUIENTES ENCUENTROS MENSUALES:
+NOVIEMBRE: JUEVES 7
"Permite que la mente te abandone"
+DICIEMBRE: JUEVES 12
“Para vivir y dejar de sobrevivir: la práctica del aquí-ahora y la vida sencilla”
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Las dos ovejas


Y una oveja le dijo a otra:

—¿Qué es para ti la vida?

Y la otra le respondió:

—Es un prado lleno de hierbas frescas hasta más allá del horizonte. Es un árbol donde guarecerme del sol y la lluvia. Es un arroyo de agua transparente donde poder calmar la sed.

Y de nuevo le preguntó:

—¿Tú crees en alguien superior a ti que te guíe?

Y ella volvió a responder:

—Soy una ciega en medio de muchas ciegas y lo más alto que puedo ver es la copa de los árboles. Y, sin embargo, noto como una mano invisible que por las mañanas nos trae al prado y al caer la tarde nos encierra a todas juntas. Dicen que es la madre, nuestra protectora. También dicen que cuando desaparece de nuestra presencia una de nuestras hermanas, va a ella. Y que todos los días la alimentamos de nuestra leche y la cubrimos en nuestra lana. Y tú, ¿qué dices?

Y la primera oveja le contestó:

—No creo que alguien mayor que nosotros necesite de nosotras para quitarnos, sino para darnos. Y veo más a nuestra madre en esta naturaleza que nos da el alimento sin pedirnos nada que en esas manos que nos quitan la leche y nos quitan el abrigo y nos sacrifican. Porque solo puede ser madre nuestra aquella que al darnos no nos pida nada; ¿acaso al quitarnos algo no se lo quitaría a sí misma?

Y las dos ovejas siguieron pastando.

Y decía Abul Beka:

—Por el «cómo hace» conoceréis la mano de Dios en el hombre.

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Autor: Cayetano Arroyo
Fuente: Diálogos con Abul Beka (Editorial Sirio)
Nota: En homenaje a la memoria de Cayetano Arroyo y Vicente Pérez Moreno,
un texto extraído de los Diálogos de Abul Beka se publica en este blog todos los
miércoles desde el 4 de octubre de 2017.
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24/9/19

Haz tus preguntas hoy a Emilio Carrillo en Mindalia TV



        Hoy, martes 24 de septiembre de 2019, a las 21:30 horas, Emilio Carrillo mantendrá en Mindalia TV un coloquio abierto, respondiendo en directo las preguntas de los participantes, sobre los temas que estos quieran plantear en el ámbito de la consciencia y la espiritualidad.

        Puedes apuntarte gratuitamente por medio de este enlace:




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23/9/19

Las distopías: una crítica al presente desde un futuro indeseable (Proyecto Consciencia y Sociedad Distópica)


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El blog El Cielo en la Tierra publica todos los lunes, desde el 3 de septiembre de 2018, una entrada relacionada con el Proyecto de investigación Consciencia y Sociedad Distópica. Por medio de la web del Proyecto se puede tener información detallada sobre sus objetivos y contenidos y cómo colaborar con él:
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La distopía relata mediante la ciencia ficción posibles sociedades futuras no deseables, caracterizadas por su alienación moral, el control y cástigo a las emociones humanas, regidas por la homogenidad y el pensamiento único. El término distopía proviene del antagonismo con la obra de Tomás Moro llamada “Utopía” (1516)  para describir la sociedad ideal a la que aspiraba.

Las distopías aparecieron en la primera mitad del siglo XX y pretendían alertarnos del futuro que nos podía traer por ejemplo: el “desarrollismo” capitalista con la sociedad de consumo y la alienación del trabajo que suponía la cadena de montaje, los peligros de la carrera armamentística nuclear, la fe acrítica en la tecnología, o la manipulación de los medios de comunicación y la publicidad, al dar más valor a la imagen y el espectáculo que al analizar el contenido.

La trama argumental acostumbra a empezar con un protagonista principal que le ocurre un hecho vital (fortuito o no) que provoca que descubra el verdadero funcionamiento del mundo donde vive y se rebele contra el, y en algunos casos hasta acabe por liderar la resistencia. Pese a su carácter pesimista, en muchas de las distopías,  existe un grupo de resistentes que se oponen al sistema y viven o intentan vivir al margen, como por ejemplo los hombres salvajes en “Un mundo feliz” (Aldous Huxley) o los hombres-libro en Farenheit 451 (Brad Bradbury). Los disidentes dejan entrever un pequeño rayo de esperanza en las sociedades totalitarias y homogéneas que describen las obras.

“Nosotros” (Yevgueni Zamiatin) (1924)

Novela publicada en 1924 en Estados Unidos, ambientada en una sociedad futura donde el estado controla totalmente a la población. La novela narra el diario  personal de D-503, el constructor de una nave espacial que debe llevar la razón a todo el universo. Pero se enamora, y el amor es perseguido ya que supone rebelión y libertad. D-503 vive en la ciudad de cristal y acero del Estado Único que está separada por un muro infranqueable del mundo salvaje, donde la vida y los hombres nómadas viven al margen de las duras reglas de la ciudad-estado. La ciudad es gobernada por un único hombre “El Benechor” y los hombres le deben total obediencia, los humanos ya no tienen nombres y apellidos sino que se les identifica mediante un número, visten igual y comen lo mismo (nafta), trabajan y hacen su vida en estrictos horarios fijos, no tienen ningún tipo de privacidad ya que viven en edificios de cristal, y el “yo” ha sido prohibido y substituido por el “nosotros”.  Las relaciones sexuales están reguladas por el Departamento de Cuestiones Sexuales. Los hijos que nacen pasan a ser propiedad del Estado Único.

“Nosotros” es una crítica al nuevo estado bolchevique surgido de la revolución de 1917, el autor, Yevgueni Zamiatin, vivió la revolución rusa y se desilusionó con ella al ver la represión y la falta de libertad del nuevo gobierno, fue encarcelado por los bolcheviques en 1922, en 1906 lo había estado por el régimen zarista. La novela “Nosotros” fue prohibida en la Unión Soviética y no se permitió publicarla de nuevo hasta 1989.

“Aelita” (Jakov A. Protazanov) (1924)

Por el contrario, la película muda “Aelita”, también de 1924, adaptación de una novela de Alexei Tolstoi, pariente lejano de León Tolstoi, celebra la revolución bolchevique, y la expande hasta Marte. La acción se mantiene paralela entre Rusia y Marte. Aelita, la reina de Marte, harta de vivir bajo el régimen tiránico de su padre, lanza una llamada de socorro a la Tierra. El ingeniero Loss, el soldado Gusser y un comisario, acuden en su ayuda, y le transmiten el ideal revolucionario. Aelita  iniciara un levantamiento contra su padre, el rey del planeta rojo, con la ayuda de soldados y obreros (estos al escuchar los ideales revolucionarios de los visitantes humanos, realizan el símbolo comunista con una hoz y un martillo). Pero la película también avisa  de que la revolución puede fracasar si la dirige la persona equivocada, Aelita solo se levanta para derrocar a su padre y una vez ganada la revolución con la fuerza de los obreros, ordena a los soldados que se los lleven bajo tierra, e instaura una dictadura. La película destaca por su belleza visual, donde encontramos el constructivismo, el modelo de sociedad socialista ideal y las formas geométricas.

“Un Mundo feliz”: Brave New World (Aldous Huxley) (1932)

“Un mundo feliz” nos sitúa en Londres en el año 2540 (en el libro 632 d.F, después de Ford), en una sociedad perfecta, feliz, o eso parece… En esta sociedad se ha eliminado la conflictividad social gracias a la división genética de la humanidad en cuatro clases: Alfa, Beta, Gama y Delta. Los Alfa son los más bellos físicamente  y superiores a nivel intelectual, y ocupan los puestos del gobierno. Los últimos, los Delta, se encargan de los trabajos más pesados. Ninguna clase inferior a los Alfa considera la posibilidad de ascender a una clase superior, ya que desde el nacimiento se les han inculcado unos patrones conformistas.
El matrimonio y la pareja estable no existen, el intercambio sexual con diferentes parejas y las orgías son vistas como algo normal, y recomendable para la salud física y mental. Los anticonceptivos son obligatorios y las mujeres ya no paren bebés, sino que estos nacen mediante técnicas de reproducción artificial. Como en Farenheit  451  de Brad Bradbury, tampoco hay libros, porque está prohibida toda expresión que pueda poner en duda el sistema de valores dominante.

1984 (George Orwell) (1949)

George Orwell en 1984 no sólo hace una crítica al estalinismo, sino también a lo peligros que puede traer un capitalismo sin oposición. En 1984  los miembros del Partido Interior, los privilegiados, son conscientes de su papel coercitivo dentro del sistema y de la necesidad de manipular la información para someter el resto de la sociedad mediante la propaganda y la prostitución de las palabras: “La Guerra es paz”, “La libertad es esclavitud”, “La ignorancia es fuerza”. Prostitución de las palabras que también se produjo después de los atentados del 11S en EEUU y otros atentados en países europeos, como el 11M en Madrid, donde EEUU y sus aliados europeos justificaron las intervenciones militares en el extranjero -Irak, Afganistán, Siria-, para “garantizar la paz” o “defender la democracia y la libertad”, cuando se ha demostrado que el régimen de Sadam Hussein no poseía armas de destrucción masiva, y el Baasismo de carácter laico del depuesto Sadam Hussein en Irak y del actual Al-Asad en Siria, pese a ser regímenes dictatoriales nada tienen que ver con el fundamentalismo islámico, más cercano a las petrodictaduras de países aliados de occidente como Arabia Saudí o los Emiratos Árabes.

1984 nos presenta una sociedad totalmente bajo vigilancia del “Gran Hermano”; una crítica que también nos señala al presente, que con la excusa de la seguridad hemos ido aceptando un número mayor de instrumentos de control, como cámaras de vigilancia en la vía pública (Londres sería la ciudad paradigma de la video-vigilancia), móviles con GPS, el rastro que dejamos al navegar por Internet, o simplemente la información que dejamos voluntariamente en las redes sociales.

La “neolengua” orwelliana, donde las palabras pierden su sentido para poder manipular a la población, puede parecerse a nuestro actual sometimiento al lenguaje políticamente correcto, donde damos más valor a como hablamos que a nuestras acciones reales. Otro elemento Orwelliano es la “pos-verdad” que representa el falseamiento de la historia y del presente. La “neolengua” y la “posverdad” fueron utilizadas descaradamente a través de las redes sociales en la campaña de Donald Trump a las elecciones presidenciales, también la podemos ver en las tonterías que repite Pablo Casado.

1984 ha sido llevada al cine y a la televisión cuatro veces. Las tres primeras en los años 50, en medio de la Guerra Fría: CBS’s Studio One: 1984, 1953 (Paul Nickell); Sunday Night Play: 1984, producida por la BBC en 1954 (Rudolph Cartier); la estadounidense 1984, 1956 (Michael Anderson); y la última es “1984″ Nineteen Eighty-Four (Michael Radford), estrenada el mismo año que el nombre del título.
En Sunday Night Play: 1984, 1954 (Rudolph Cartier), el motivo que parece originar una sociedad totalitaria es el miedo de la población a una guerra nuclear y la confianza en que un gobierno fuerte que imponga seguridad y mano dura frente la delincuencia. El Partido Interior no es un cuerpo social movido por un propósito sino la representación del mal de la condición humana. Sunday night Play tuvo un gran éxito en la Gran Bretaña, con siete millones de espectadores. Los británicos se sentían identificados con los miedos que mostraba la obra, ya que Gran Bretaña se encontraba después de la II Guerra Mundial endeudada, con numerosos conflictos sociales y raciales, que habían causado la victoria del conservadurismo con Winston Churchill como Primer Ministro en 1951; hecho que provocó encendidos debates parlamentarios sobre la moralidad de la obra.

La estadounidense 1984 de Michael Anderson se realizó en plena Guerra Fría y de la Caza de Brujas instigada por el senador republicano McCarthy, así que el film se limita a estereotipar al rival comunista de la época. Anderson nos muestra un Londres en que sus habitantes visten todos con uniforme, camina y hablan como robots, y obedecen ciegamente al Gran Hermano, mientras sus dirigentes viven en lujosas mansiones. Anderson además vincula el comunismo con el nazismo; los dirigentes del Partido Interior visten con un uniforme muy parecido al de las SS; durante los “Dos minutos de odio”, donde la población debe mostrar su desprecio hacía los enemigos y traidores, mientras que el orador que enardece las masas gesticula igual que el Ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbeles. 1984 se inscribe en la campaña anticomunista estadounidense, al igual que muchas otras películas de la época, como “El Telón de acero” The Iron Curtain, 1948 (William A. Wellman); The Red Menace, 1949 (R.G Springsteen); I was Communist for the FBI, 1951 (Gordon Douglas); “Cita a las once” Walk East on Beacon, 1952 (Alfred L. Welker); Red Planet Mars, 1952 (Harry Corner) o la versión cinematográfica y reaccionaria de la novela “La Guerra de los Mundos”, de 1953, dirigida por Byron Haskin. Una película curiosa, con un discurso anticomunista pero más subliminal que otras películas con el mismo fin, es “La invasión de los ladrones de cuerpos” Invasion of the Body Sanatchers, 1956 (Don Siegel), donde unas extrañas vainas copian y substituyen a los humanos reales.

Los replicantes pese a tener el mismo aspecto físico que los hombres originales, han anulado toda individualidad humana, no muestran ningún tipo de sentimiento, no piensan por si mismos y actúan solo colectivamente y de la misma forma. Tampoco sabemos si las vainas provienen del espacio o son obra de algún humano, por lo tanto el mensaje que da al público es que debemos andar con cuidado con todo el mundo, ya que hasta un vecino o un familiar podría ser un invasor de cuerpos, es decir, un comunista.

La versión del año 1984 de Michael Radford, se estrenó en un mundo más alejado de la obra de Orwell, pero guardaba algunas similitudes, como la división del mundo en bloques antagónicos o la feroz campaña anticomunista de Ronald Reagan, calificando a la URSS como el “Imperio del Mal” y reactivando la carrera armamentística. En Gran Bretaña se inició la huelga de los mineros que pretendía evitar el cierre y privatización de las explotaciones, huelga aplastada por Margaret Tatcher que inició las políticas neoliberales de privatización. 1984, tiene un discurso sutilmente antitatcheriano, los miembros del Partido Exterior visten unos monos de trabajo azules desgastados muy parecidos a los de los mineros, viven hacinados en apartamentos de barrios deprimidos. Los miedos de la Guerra Fría habían dejado de ser el argumento principal de la obra, ahora lo eran las consecuencias de las políticas neo-liberales sobre la población, el individualismo dominante, y el desprecio hacia las clases más bajas. En la película no sabemos si el “Gran Hermano” existe de verdad o es un mito, al igual que “Goldstein”, su antagonista de la resistencia. En esta versión de 1984 el Partido Interior alimenta la desigualdad simplemente para satisfacer al Gran Hermano.

Fareneheit 451 (Ray Bradbury) (1953)

Su título se debe a la temperatura a la cual se cree que arde el papel: 451 grados Farenheit, unos 433,2 grados centígrados. En un futuro cercano que en la novela inicial era 1960 y que en las siguientes versiones se ha ido modificando, los libros están prohibidos. Un grupo especial de bomberos se encarga de entrar en las casas donde se encuentran libros, incautarlos y quemarlos. Bradbury nos muestra un mundo que va camino hacía la esclavitud y el pensamiento único, a causa de la muerte de la cultura, una sociedad que prefiere mensajes televisivos simples y rápidos que el descubrimiento y el análisis. ¿No es acaso lo que también está pasando ahora con los mensajes populistas de algunos políticos o las Fake News vía Twitter, Facebook o otras redes sociales? ¿O al preferir una serie de imágenes de Instagram o las recomendaciones de un influencer, que leer, debatir y descubrir fuentes diferentes?

Guy Montag, el protagonista de la historia, es un bombero quema-libros que cumple con su trabajo, pensando que la quema de libros es necesaria para el bien de la humanidad. Pero un día Montag se enamora de Clarisse, y aunque está casado, prefiere el amor de Clarisse que le introduce a descubrir la literatura prohibida, que a su mujer, Millie, totalmente dócil y obediente, y que termina por denunciarlo. Montag después de ser denunciado por su esposa, inicia una huida hacia un lugar donde se esconden “los hombres-libro”, personas que memorizan un libro para poder transmitirlo oralmente a sus descendientes. 

La película Farenheit 451, 1966 (François Truffaut), es fiel a la obra original y ha sobrevivido bastante bien al paso de los años, aunque como es lógico se nota la estética sesentera, a diferencia del libro que se podría pensar que está escrito hace poco tiempo.

Metropolis (Thea von Harbou) (1927): pionera de la distopía en el cine 

El guión fue escrito por Fritz Lang y su esposa Thea von Harbou, inspirándose en una novela de 1926 de la misma Von Harbou. En el año 2026 en la ciudad de Metropolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, quienes viven en amplios espacios y jardines, rodeados de lujos; y los trabajadores, recluidos en el profundo suelo de la ciudad, donde se encuentran las máquinas que hacen funcionar todo, donde trabajan en condiciones de esclavitud. María, una chica que defiende la causa de los trabajadores, insta a estos a tener paciencia y a esperar la llegada del “Mediador” que unirá a los ricos y a los obreros. Frederer, el hijo de Joh Fredersen, el jefe que controla la ciudad, tras enamorarse de María, se adentra en el subsuelo de la ciudad, descubriendo las duras condiciones de vida a que están sometidos los obreros, y como los ricos prefieren substituir a los obreros accidentados por otros obreros que a auxiliarlos, por ello Freder decide unirse a la causa de María.

Fredersen ha descubierto las actividades de María, y para evitar una revuelta de los obreros, decide solicitar la ayuda del científico Rotwang,  este le muestra un robot antropomorfo que ha inventado. El robot  puede tomar la apariencia y la conducta de una persona, así que deciden suplantar a María y le mandan promover discursos incendiarios para que los obreros se lancen a la revuelta y Fredersen pueda acabar con las demandas obreras mediante una represión violenta. Pero Fredersen desconoce que el robot contiene el espíritu de Hel – la que había sido esposa de Rotwang, que tuvo un amorío con el director de la ciudad y falleció al dar a luz a su hijo Freder – y que Rotwang utilizará al robot para vengarse de Frederzen, su hijo, y de toda Metropolis.

Si bien Metrópolis se apoya en el marxismo (Fritz Lang era socialista y tuvo que huir de Alemania) al representar dos clases antagónicas y en la alienación del trabajo al mostrar el trabajo y la vida de los obreros; la película tiene más elementos reaccionarios que socialistas:

-La solución pasa por la colaboración entre clases sociales, en lugar de la lucha de clases. Cabe recordad que Thea Von Harbou codirectora del film y esposa en aquel momento de Fritz Lang, simpatizaba con el Partido Nazi. El androide maléfico que suplanta a María es el que insta a los obreros a rebelarse, mientras que el mensaje de María sería similar al de una Santa durante todo el film (¿representación de la Virgen María?): esperar a un “Mesías” para la colaboración de dos clases, que  sirve para neutralizar la rebelión de los obreros.

-Los avances científicos y tecnológicos se nos muestran como los culpables de la esclavización de la mayoría de los humanos (obreros) o que son creados por gente maligna como el inventor Rotwang que quiere destruir la ciudad.

-La película además tiene un mensaje antisemita ya que Rotwang es judío, aparece con la estrella de David, igual que algunas puertas de las casas y escaparates de los ricos.

Por su carácter corporativista y antisemita, los sectores que mejor acogieron la cinta fueron los próximos al partido nazi, si bien los nazis tenían una ideología profundamente reaccionaria, utilizaron la tecnología y la ciencia para construir su sociedad y eliminar a aquellos que consideraban inferiores. Eso no quita reconocer de la obra sus  efectos especiales innovadores, edificaciones grandiosas, maquetas detalladas, filmaciones en stop-motion y combinaciones de imágenes basadas en ilusiones ópticas. .

DISTOPÍAS ECOLOGISTAS

“Contaminación”: No blade of grass (Cornel Wilde) (1970)

Film pionero en tratar las distopías sobre problemas medioambientales. La cinta empieza bien,  con un recorrido documental a través de una sucesión de imágenes de la contaminación que causamos a nuestro planeta, mientras un voz en off que nos advierte que nos queda cada vez menos tiempo para revertir la situación. Al final, la voz en off nos informa que unos pesticidas han provocado una infección sobre las cosechas a nivel mundial. Posteriormente la acción se traslada en un restaurante de lujo donde los comensales contemplan la noticia sin prácticamente inmutarse, los comensales siguen zampándose grandes filetes mientras por la tele se anuncia la creciente hambruna. A partir de aquí, la película baja su interés en picado, narrando las peripecias de un ex-militar, John Custance (Nigel Davenport),  con su esposa Ann (Jean Wallace) y su hija Mary (Lynch Frederick), acompañado de Roger (John Hamill) un joven investigador amigo de John y novio de su hija. Ante la cercana situación de falta de alimentación y del colapso, se intentarán refugiar en el campo, donde la contaminación aún no ha llegado. En esta huída tendrán que enfrentarse a una revuelta urbana, aprovisionarse de armas y pelear con un grupo de militares y un grupo de motoristas macarras. La película que durante los primeros 15 minutos podía parecer interesante, se convierte en una película de acción serie B (en el peor sentido del término).

“Naves misteriosas”: Silent Running (Douglas Trumbull) (1972)

En el siglo XXI, la vida vegetal se ha extinguido de la Tierra, la humanidad ha salvaguardado la flora que quedaba en tres naves espaciales botánicas situadas en la órbita con Saturno. Con la esperanza depositada de que algún día se pueda repoblar de nuevo el planeta con las pocas especies existentes en las naves, el botánico Freeman Lowell (Bruce Dern) se responsabiliza de su cuidado y mantenimiento de una de ellas, el Valley Forge, hasta que recibe una inesperada orden de destruir todas las especies y regresar a la Tierra.
Ante esta situación Lowell desesperadamente acabará por secuestrar el Valley Forge, matando al resto de su tripulación y emprendiendo una huida más allá de los anillos de Saturno en compañía de Huey y Dewey, dos robots de mantenimiento que acaba re-programando también para las labores de jardinería entre otras muchas cosas en su aventura espacial por defender los últimos recursos naturales de que dispone para sobrevivir.

El fundamento de la historia tiene un cariz conservacionista, hecho influido por la época de su rodaje, en la cual el conservacionismo empezó a tener cierto peso que el cine de ciencia ficción manifestó de forma bastante clara en muchas de sus producciones de aquella década, de manera reivindicativa y preocupada por lo que pudiese suceder.

Lowel es un hombre que ama la naturaleza, y hará todo lo posible para preservar lo que queda de ella, optando por preferir asesinar a sus compañeros para salvarla, antes que colaborar en su extinción.  Sus compañero actuan egoístamente y de forma inconsciente, no les importa destruir lo poco que ha quedado de la naturaleza.

El protagonista intentará humanizar a los dos robots de mantenimiento para combatir la soledad después de acabar con la vida de sus compañeros y para quitarse la mala consciencia de los asesinatos. Pese a que los asesinatos que ha cometido han sido para salvar la naturaleza, el mensaje de la película es que ningún asesinato está justificado.

Otra película más reciente y en versión infantil (aunque perfectamente apta para todos los públicos)  pero que también tiene un mensaje anti-humano (más disimulado) es  Wall E, 2008 (Andrew Stanton). Si en Silent running,  eran los robots los que acababan cuidando la flora, aquí el robot Wall se encarga de limpiar el “Planeta Basura”, antes conocido como “Planeta Tierra” que ha quedado hecho un vertedero por culpa de los humanos; estos se han convertido en unos seres gordos y patosos en vías de extinción. En Wall-E las máquinas son capaces de enmorarse y de salvar la tierra volviendo a hacer crecer plantas.

“Cuando el destino nos alcance”: Soylent Green (Richard Fleyser) (1973)

Adaptación cinematográfica del libro Make Room! Make Room! de Harry Harrison. La industrialización del siglo XX llevó al hacinamiento, la contaminación y al calentamiento global debido al “efecto invernadero”. En el año 2022, la ciudad de Nueva York está habitada por más de 40 millones de personas, físicamente separadas en una pequeña élite que mantiene el control político y económico, con acceso a ciertos lujos como verduras y carne, y una mayoría hacinada en calles y edificios donde malvive con agua en garrafas, y dos variedades de un producto comestible: Soylent rojo y Soylent amarillo, que son la única fuente de alimentación, ya que los alimentos naturales son un privilegio solo al alcance de las clases dominantes. La compañía Soylent es una empresa que fabrica y provee los alimentos procesados de concentrados vegetales a más de la mitad del mundo. Soylent verde es el nuevo producto alimenticio sacado al mercado,  según la publicidad de la empresa, está extraído del plancton. El film no se atreve a llegar a los extremos pesimistas del libro, donde los humanos para sobrevivir llegan a practicar el canibalismo.

Un detective llamado Robert Thorn (Charlton Heston), convive con su amigo “Sol” Roth (Edward G. Robinson), un anciano ex-profesor y ayudante suyo que investiga en los libros del pasado para comprobar que hubo una época en la que el planeta era más habitable y la comida llegaba a más personas. Thorn no se acaba de creer las historias de los libros de su compañero, ya que ha vivido toda su vida en un planeta agotado ecológicamente.

A partir de la investigación del asesinato de uno de los principales accionistas de la compañía Soylent, William R. Simonson, en su casa descubre aparatos y comodidades que nunca había visto como una nevera o una ducha de agua caliente, así como una biblioteca. Pero sobre todo el descubrimiento que le cambia la vida es el de ver que Soylent Green no se hace con placton sino a partir de cadáveres humanos y que los océanos y el plancton están muriendo.

Durante la guerra fría y con el auge del comunismo en los países asiáticos, en la década de 1960 y hasta 1980 se extendió en Estados Unidos la obsesión por el peligro de un crecimiento sin freno de la población en estos países que podia acabar con los recursos del planeta, pero especialmente del peligro que suponía para el modo de vida americano. El mensaje conservacionista de la tierra de este film, en realidad se hace para conservar el modo de vida americano y sus privilegios respeto a otros países.

FUTUROS POSTAPOCALÍPITCOS Y POSTNUCLEARES

“La hora final”: On the Beach (Stanley Kramer) (1959)

Es una adaptación cinematográfica de la novela pos-apocalíptica de Nevil Shute On The Beach (1957). Después de la III Guerra Mundial, el mundo ha quedado devastado a causa de las bombas atómicas, lanzadas en el hemisferio norte, aunque la nube radioactiva producida por una bomba de cobalto va llegando a Australia, donde se encuentra la población superviviente, para evitar el dolor de una muerte lenta, el gobierno reparte veneno para suicidarse. Se trata de un film pesimista que ofrece una visión sin esperanza sobre el futuro de la humanidad. La novela y el film, al salir en los años 50, en plena Guerra Fría, hace una crítica y nos advierte del trágico final que puede traer la carrera armamentística nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

“El muelle”: La Jetée (Chris Marker) (1962)

Es una película de sólo 28 minutos, contada a través de fotos fijas acompañadas de una narración. Narra la historia de un prisionero que en un mundo devastado tras la tercera guerra mundial es utilizado por un grupo de científicos del bando vencedor para viajar en el tiempo y encontrar una solución que ponga fin a la devastación presente. En su viaje, el prisionero intentará reconstruir el recuerdo de su amada. Otra película distopíca, 12 Monos, 1995 (Terry Gilliam), se inspiró y tomó varios conceptos de La Jetée.

Anti-racismo y lucha de clases: La saga de “El planeta de los simios”

La idea original partió de la novela “El planeta de los simios” La Planète des singes, 1963 (Pierre Boulle), en 1968 fue adaptada al cine en la película “El planeta de los simios” Planet of the Apes de Franklin Schaffner. George Taylor (Charlton Heston) es un astronauta de una nave espacial que se estrella en un planeta desconocido. Talylor descubrirá que el planeta está gobernado por unos simios inteligentes que tienen esclavizados a los humanos, estos a diferencia de los simios no tienen la capacidad de hablar. El líder de los simios, el Dr. Zaius, ve horrorizado como Taylor es capaz de hablar, y decide acabar con él, ya que supone una amenaza para la dominación simiesca.

El film tuvo un gran impacto y ha ha generado numerosas secuelas, series de televisión, un remake, un reboot, algunos de los cuales poco o nada tienen que ver con la novela y película original.

La sociedad simiesca destaca por su desigualdad, basada en el darwinismo social, llena de prejuicios raciales y religiosos y contraria al racionalismo. Los simios justifican su tecnofóbia para protegerse del uso de la ciencia y la tecnología para usos militares, como hicieron los humanos, hecho que los llevó a perder su identidad, su libertad y supuso su destrucción.

La sociedad de los simios se organiza mediante una teocracia que establece su forma de gobierno a partir de los Sagrados Pergaminos, legados por el llamado “Legislador”, parecido a un profeta al estilo Moisés. Los textos tienen como fin mantener la sociedad simiesca alejada de la influencia de los hombres. En “El planeta de los simios” y “Regreso al planeta de los simios” esta teocracia simiesca representa una parodia de los orígenes de los Estados Unidos.

Otro mensaje del Planeta de los Simios será el anti-racismo, los gorilas que cazan a los humanos emplean las mismas tácticas que utilizaban los negreros sudistas para capturar a los esclavos fugitivos de sus plantaciones. También crítica el especismo, por ejemplo en la escena de los simios sonrientes fotografiándose delante de una pila de cadáveres humanos, aludiendo a las escenas de cazadores blancos. 

En Batalla por el Planeta, Battle For the Planet of the Apes, 1973 (J. Lee Thompson) lo que más destaca es la división de la sociedad simiesca en diferentes clases sociales: Los orangutanes (vestidos de color naranja) ocupan la parte más alta de la pirámide, el poder político, científico y religioso; los gorilas (de negro), son los aliados de los orangutanes y se encargan de la policía y el ejército; por último los chimpancés (de verde), son científico de bajo rango, comerciantes, funcionarios y agricultores. En “El Regreso al planeta de los simios” Beneath the Planet of the Apes, 1970 (Ted Post), los chimpancés al ocupar el rango más bajo y al tener unas ideas más progresistas, serán oprimidos por el resto. En el film, como en Estados Unidos, el racismo también es una cuestión de lucha de clases.

En “La rebelión de los simios”, Conquest of the Planet of the Apes 1972 (J. Lee Thompson) nos encontramos en Estados Unidos en 1991, donde tras una epidemia que mató a todos los gatos y perros, los hombres crean un centro para adiestrar mediante tortura a los monos salvajes y convertirlos en sus sirvientes. Armando ha criado en secreto a César, este descubre lo que hacen con los de su especie y se muestra disconforme públicamente, obligando a ocultarse. Cuando descubre que puede comunicarse con los suyos telepáticamente, empieza a organizar una insurrección. Es seguramente el film con un mensaje más anti-racista de la saga.  En este film los simios son utilizados como mano de obra barata, como la mayoría de los negros en los Estados Unido. En la parte final de la película vemos las escenas de la insurrección de los simios, aludiendo a los diferentes episodios de disturbios raciales que se produjeron en Estados Unidos en la época -York (1969), Candem (1971)-. El mensaje del film tuvo que suavizarse, por ejemplo en el discurso final de César, líder de los simios, donde repetía la palabra “revolución”, se cortaron algunos planos de tortura a los simios ya que los miembros de la Motion Picture Association of America (MPAA) creía que se parecían demasiado a técnicas policiales oficiales de algunos estados sureños. Pese a esta “censura”, la película no deja de tener un mensaje izquierdista y contestatario.

“El juego de la guerra”: The war game (Peter Watkins) (1965)

Documental ficticio producido por la BBC sobre las consecuencias de un ataque termonuclear contra Gran Bretaña. El gobierno británico prohibió su estreno por televisión, pero se pudo exhibir en numerosos cines, obteniendo el Oscar al mejor documental del año.

El documental empieza con una serie de advertencias con una voz en off simulando un reportaje, sobre la posibilidad de una inminente guerra entre las potencias occidentales y la Unión Soviética, utilizando imágenes del Berlín controlado por occidente, donde la escalada de tensión entre los dos bloques provoca el abandono del diálogo y hace aflorar el patriotismo más primitivo y la agresividad ante el desconocido, fomentado por el discurso de los medios de comunicación. Todos los entrevistados son partidarios de responder con un ataque atómico igual o mayor al que ha sufrido la Gran Bretaña.

Para narrar el ataque nuclear y sus consecuencias, Watkins utiliza imágenes reales de la ciudad alemana de Dresden totalmente arrasada después de los bombardeos aliados (bombardeo de castigo sobre la población civil que se produjo cuando los nazis ya tenían perdida la guerra). Es un documental con imágenes duras, de cuerpos mutilados y desfigurados por la radio-actividad que además serán rematados por las fuerzas del orden para que no sufran más, o la represión de estas hacia las personas que asaltan comercios a causa de la falta de agua y alimentos. Otro elemento que utilizará para dar veracidad al documental, son las entrevistas a políticos, ciudadanos y eclesiásticos británicos ficticios  pero que utilizan frases y argumentos llenos de prejuicios que se escuchaban en la época. 

“El juego de la guerra” era una advertencia de las consecuencias desastrosas que traería un guerra atómica, esta advertencia no era porque si, debemos tener en cuenta que el documental salió en 1965, en plena Guerra Fría. 

MÁQUINA CONTRA HOMBRE O MÁQUINA Y HOMBRE

Ley y orden: Robocop (Paul Verhoeven) (1987)

Aunque haya 3 películas de Robocop, la primera es la única que vale la pena ver. El film empieza con un largo plano aéreo de la ciudad de Detroit, donde observamos una ciudad semi-abandonada, la joya de la industria automovilística norteamericana, se encuentra en sus horas más bajas. Los noticiarios mostrando la visión de Detroit de la Corporación OCP, con las continuadas interrupciones de anuncios animando a la población a consumir, nos muestran una ciudad en manos del capitalismo más salvaje, como si se tratara de una advertencia a las consecuencias de las políticas económicas de Ronald Reagan, presidente en 1987 cuando salió la película.

Los directivos de la corporación OCP que gobierna la ciudad, saben que los problemas de delincuencia son causados en gran parte por el desmantelamiento industrial, pero prefieren incrementar la seguridad en vez de reconstruir el empleo y el estado del bienestar, ya que con la fabricación de robots-policía además de enriquecerse, mantienen a la población callada.

Robocop, era anteriormente Alex J. Murphy, un agente de policía  casado y con un hijo, que es transferido a un distrito peligroso de Detroit sin ser avisado, durante su primera patrulla él y su compañera persiguen a una peligrosa banda de criminales hasta una zona industrial abandonada, allí Murphy se separa de su compañera y es atacado y asesinado. Su cuerpo es entregado a la OCP para experimentación, siendo reactivado su cerebro sin memoria y convertido en el primer prototipo exitoso del proyecto RoboCop, con una fuerza sobrehumana, visión térmica, reconocimiento de voz, un radiotransmisor, y puede acceder a diferentes sistemas informáticos.
RoboCop está programado para seguir cuatro directivas:
+Servir al bien común.
+Proteger al inocente.
+Preservar la ley.
+No oponerse ni atacar a directivos de la OCP.

La cuarta directiva, fue programada para proteger a los directivos de OCP, impidiendo el arresto de algún ejecutivo de la compañía. Para controlarlo mejor se le programaron más de 600 directivas nuevas, pero Robocop va tomando consciencia de si mismo y consigue borrarlas, en la tercera película, le insertan de nuevo la cuarta directiva, finalmente en Robocop 3, 1993 (Fred Dekker) se convierte en un miembro de la resistencia contra OCP y la cuarta directiva es borrada para siempre.

Terminator, 1984 (James Cameron)

Otras películas, como Terminator, 1984 (James Cameron) y sus secuelas, también tratan la relación conflictiva entre hombre y máquina, aunque en este caso son las máquinas que vienen del futuro para evitar el apocalipsis o para ponerlo en marcha, el futuro distópico se nos muestra a través de textos y algunas pocas imágenes.  En “Terminator II: el dia del juicio final”, 1991 (James Cameron), rompe con la frase de “segundas partes nunca fueron buenas” al superar a la primera, en ambas a Arnold Schwarzenegger le va como anillo al dedo el papel de cyborg “reparte estopa”, sea malo -en la primera-, o bueno -en la segunda-. En Terminator II destacan los efectos especiales del malo, el cyborg T-1000 (Robert Patrick) encargado de acabar con el T-800 (Arnold Schwarzenegger) y al líder de la resistencia que protege, que se puede transformar en cualquier tipo de material metálico.

“Matrix” The Matrix, 1999 (Lana Wachowski, Lili Wachowski)

“Matrix” recoge ideas de “Un mundo feliz” de Adous Huxley y las pone en marcha mediante espectaculares efectos especiales. Thomas Anderson (Keanu Reeves) trabaja como programador y también como hacker con el sobrenombre de Neo. Thomas lleva toda la vida sospechando que el mundo donde vive esconde anomalías. Morfeo (Laurance Fisburne), le cuenta que sus sospechas están fundamentadas, y que en realidad la humanidad no vive en 1999 (año en que salió la película) como cree, sino en el 2199, donde después de una guerra entre nuestra especie y unas máquinas inteligentes, estas últimas vencieron y convirtieron a los humanos en baterías orgánicas que se encuentran en enormes cosechas, el mundo que es mostrado como real, no es más que un sueño colectivo con unas reglas establecidas por dichas máquinas que evitan que la humanidad conozca la verdad. 

“Matrix” nos describe la lucha contra el absolutismo de las máquinas, Neo, Morfeo y Trinityy (Carrie-Ann Moss), que han conseguido escapar mentalmente de Matrix, modificando sus reglas preestablecidas. En un mundo real devastado, Neo preferirá poder transitar por Matrix, teniendo conocimiento pleno de como funciona y siendo capaz de modificarlo. “Matrix” filosofa sobre nuestrar corporeidad y nuestra razón de ser, y como cada vez para vivir, somos más dependientes de aparatos y programas.

LA DISTOPÍA CRÍTICA CON EL NEO-LIBERALISMO Y NUESTRO SISTEMA DE VALORES

“La fuga de Logan”: Logan’s run (William F. Nolan y George Clayton Johnson) (1967)

En 1976 salió su versión cinematográfica bajo la dirección de Micahel Anderson. Nos presenta una humanidad joven y hedonista, refugiada en unas ciudades cubiertas de cúpulas debido a que se dice que el exterior es inevitable. Como en “Un mundo feliz” de Adous Huxley se trata de un mundo muy liberal respecto al sexo y las drogas. Esta sociedad se organiza mediante una máquina llamada el “Pensador” y tiene como norma que al cumplir los 30 años los habitantes deben poner fin voluntariamente a sus vidas (aunque el gobierno dice que algunos se salvan, Logan descubrirá que tampoco es así) este sistema se justifica en el control de la población y el evitar la enfermedad y la dependencia.  El control de la edad se efectúa mediante una flor implantada en la mano de cada persona al nacer, que cambia de color hasta llegar al negro que significa la edad máxima permitida.  Los ciudadanos que evitan la muerte a los 30 años, son perseguidos y eliminados por el cuerpo de policía, del cual Logan forma parte hasta que comienza a dudar del sistema y a creer que fuera de la cúpula hay un lugar llamado “El Santuario” donde se puede vivir hasta morir de viejo.

En 1965 cuando apareció la novela, en algunos países y especialmente Estados Unidos se debatía sobre el control de la natalidad, también aparecieron los primeros superordenadores. La obre aparte de mostrar ambos fenómenos, también realiza una crítica al culto a la imagen (sólo viven los más jóvenes y estos pueden modificarse el cuerpo mediante modernas técnica de cirugías estética), avanzándose al culto a la imagen y al cuerpo que se extendió más adelante mediante internet y las redes sociales.

THX 1138 (George Lucas) (1971)

Se trata del primer largometraje de George Lucas, las temáticas que plantea y como realizó la película sin un gran presupuesto, son interesantes, pero la película se hace demasiado monótona. En THX 1138, la humanidad vive en ciudades debajo del subsuelo; las drogas son aceptadas y distribuidas por el sistema, ya que así la población no se cuestiona este y además consigue una mayor concentración al realizar el trabajo; todas las personas van rapadas y vestidas con unas batas blancas, eliminado la diversidad entre los individuos. 

El pilar fundamental de la sociedad es la economía, el sistema incita a los ciudadanos a trabajar y a consumir durante toda su vida. La religión también tiene un papel fundamental a la hora de sostener el sistema, el estado es también la religión, representado en paneles de Om (una pintura de Jesucristo), delante de los cuales los ciudadanos pueden confesarse, ademas como las confesiones son gravadas, el estado obtiene información del ciudadano.

El amor, el albedrío y todo aquello considerado dañino por el cumplimiento del trabajo, es considerado inmoral y prohibido. Todo los que nos hace humanos se ha perdido, no tenemos capacidad de elegir. El protagonista de la obra que lleva el mismo nombre que esta, THX 1138, se enamora de su compañera de habitación, LUH, ya que ella le retira la medicación para que pueda sentir. Mantienen relaciones sexuales y son condenados al descubrirse que LUX está embarazada, en la cárcel THX se une a otro reo, STR, y juntos consiguen iniciar una fuga.

La película recoge críticas que ya realizaron otras obras distópicas,  como el control gubernamental de “1984” o “Nosotros”, o el tema del uso de las drogas para calmar y tener satisfecha a la población de “Un mundo feliz”. No recomendable para quien busque una película de ciencia ficción con acción, se puede hacer pesada de ver.

El cómic V de Vendetta (Alan More) (1982-1985) y la película de V de Vendetta (James Mc Teigue) (2005)

El cómic de Alan Moore e ilustrado por David Lloyd,  se publicó originalmente en la analogía de Warrior y más adelante la editorial DC Comics sacó una nueva edición. En el estado español fue publicada por Ediciones Zinco y posteriormente por Planeta de Agostini. 

El cómic es una respuesta al autoritarismo del tatcherismo que se vivía en Gran Bretaña a principios de los años 80. Estamos en un futuro próximo al que se escribió la novela, a finales de los años 90, en Gran Bretaña, donde un partido fascista ostenta el poder. Un revolucionario llamado “V”, oculta su rostro baja la máscara de Guy Fawkes (un conspirador inglés que formaba parte de la conspiración de la pólvora, un intento de volar la Cámara de los Lores en Londres en 1605), inicia una serie de acciones violentas contra el gobierno para incitar a la población a la subversión. Los actos terroristas los logra sin ser descubierto gracias a que consigue hackear “Destino”, un ordenador que se encarga de controlar Inglaterra.

El autor del cómic, Alan Moore, rechazó aparecer en los créditos de la película a causa de los cambios en el guión respeto la obra original en cambió el ilustrador David Lloyd si que participó. Moore se quejó de que el guión de la película de las hermanas Wachowski habían eliminado las referencias al anarquismo, para centrarse en un contexto norteamericano de lucha entre el liberalismo y el neo-conservadurismo. En la película el mensaje anarquista queda más difuminado, aunque fue bien recibida por parte de algunos de ellos, también fue aplaudida por algunos ultra-liberales anarco-capitalistas por su crítica al estado autoritario frente al poder de la iniciativa individual de V. Pero sobretodo fue aplaudida por movimientos de protesta como el 15M o Anonymous, este último en sus comunicados públicos optó como símbolo la máscara de Guy Fakes de V de Vendetta (también un hacker). El mensaje del cómic es crítico tanto con el autoritarismo estatal, como con el capitalismo, especialmente en su versión neo-liberal, de hecho Alan Moore se declara anarquista. El V de la película  pese a ser un revolucionario impecable también se muestra más sentimentalista, llegando a mostrar su preocupación por la perdida de una vida humana, cosa que no pasa con el del cómic. En la novela se habla que una Guerra Nuclear fuera de Gran Bretaña ha provocado un invierno nuclear, causando hambre e inundaciones y la población opta por un gobierno fascista por el miedo al caos, mientras en la película se hace referencia a una Guerra Civil estadounidense.

“¡Están vivos!”: They live (John Carpenter) (1988)

Carpenter escribió el guión de la película bajo el seudónimo de Frank Armitage. El film que combina el thriller con dosis de humor negro, se basa en un relato de 1963 de Ray Nelson titulado Eight O’Clock in the Morning.

En “Están vivos”, un trabajador sin hogar que consigue un trabajo en la construcción, John Nada (Roddy Piper), encuentra fortuitamente unas gafas que permiten ver a las personas como son en realidad, descubriendo que buena parte de los ciudadanos e importantes políticos y famosos son en realidad unos extraterrestres con aspecto de calavera. Carpenter nos lanza el mensaje de que los que nos gobiernan no son como nosotros, no son humanos, sino seres que se alimentan de nosotros. Al ponerse las gafas también se da cuenta que los extraterrestres han inundado el mundo de mensajes subliminales para que el hombre se convierta en un esclavo que solo produzca y consuma.

Detrás del argumento del film se esconde un trasfondo de crítica a la sociedad contemporánea de la época: el miedo a una recesión económica (que ya se vivía en la época en Estados Unidos, de allí las referencias al paro y a unos paisajes urbanos desolados), la crítica al capitalismo salvaje (las partes de la ciudad donde viven los trabajadores están abandonadas por el gobierno) y al consumismo (actuamos y compramos productos por impulsos publicitarios y por lo que nos dicen los medios, sin pensar si nos convienen).

Gattaca (Andrew Nicol) (1997)

En este film, las diferencias de clases quedan ya establecidas desde el nacer, mediante el determinismo genético. Como en “Un mundo feliz” o THX 1138, los niños son engendrados artificialmente. En Gattaca la ingeniera genética permite seleccionar el sexo de los niños, su aspecto físico de los niños, mejorar la salud y dotarlos de  más capacidad intelectual para que lleguen a ser seleccionados como astronautas y colonos espaciales. Los avances genéticos predeterminan que tipo de vida tendrás, sin dejar libertad para escoger tu propio camino.

Vincent (Ethan Hawke), un niño nacido de forma natural tendrá que luchar para  hacerse un sitio entre los que  fueron concebidos en vitro y recibieron ayuda genética, entre ellos, su propio hermano, el favorito de sus padres. Nace con una deficiencia cardíaca que hace que solo le den 30 años de vida, y solo conseguirá trabajos de baja calificación, pero un dia trabajando en la limpieza de una academia de formación de astronautas conoce a un hombre que le da la oportunidad de suplantar la identidad de Jerome Morrow (Jude Law),un deportista de élite que quedó paralítico,  y gracias a esta suplantación y una serie de trucos y engaños intentará esquivar los controles del sistema.

“Battle Royal”: Batoru Rowairu (Koaushun Takami) (1999)

Novela que el realizador japonés King Fuk elevó en el 2000 a película de culto. La distopía de Battle Royal, trata de un Reality Show parecido a “Supervivientes”, a las que han añadido armas a los concursantes y con las “normas” de un combate a muerte. El concurso de Battle Royal al igual que nuestro “Pan y Circo” de concursos como “Gran Hermano” o “Supervivientes” o el Circo Romano de antaño, sirve para domesticar a los ciudadanos. En “Battle Royal” Japón es representada por la República de la Gran Asia, en la cual el gobierno ostenta el poder junto al ejército. Cada cierto tiempo y para evitar insurrecciones, se escogen jóvenes al azar para llevarlos a un entorno controlado donde se verán obligados a matarse entre ellos, hasta que solo quede un superviviente.  La democracia liberal aún debe aparentar igualdad de oportunidades entre sus habitantes, así el instructor del juego cuando presenta las reglas entre los jóvenes les dice que en el campo de batalla todos tendrán las mismas oportunidades, pero lo cierto es que al salir a campo abierto, se darán cuenta que ni todos están igual de bien armados ni todos igual de entrenados para la batalla. En el 2003 se estrenó una secuela del film llamada “Battle Royal 2: Réquiem” Batora Rowairu II: Chinkonka (Kenta y Kinji Fukasku), donde los supervivientes de la anterior edición del concurso se rebelan contra este e inician una insurrección que se ha vista por la resta de ciudadanos para que se unan a ella.

Minority Report (Steven Spielberg) (2002)

La película está basada en un relato corto de 1956 de Philip K. Dick (famoso escritor de ciencia ficción) llamado “El informe de la minoría”. Como otras distopías que hemos visto, THX 1138, Gattaca, “Un mundo feliz”, etc. donde un determinismo genético impedía al hombre ser libre para elegir su destino, en Minority Report un sistema permite ver los crímenes que se van a cometer en el futuro. La obra nos traslada en Washington el año 2054, el capitán John Anderton (Tom Cruise) es el jefe del departamento de policía PreCrimen. Este departamento funciona gracias a tres mutantes  “Precognitivos”, dos hermanos gemelos varones y una mujer, con habilidades para ver los futuros crímenes. Los “Precognitivos consiguen evitar muchos asesinatos y encarcelar a sus futuros asesinos. El director de PreCrimen, Lamar Burgess (Max von Sydow), pretende que el sistema se instaure en toda la nación. Para aprobar esta operación, el Departamento de Justicia manda a un representante llamado Danny Witwer (Colin Farrell) a inspeccionar el sistema, pero una misteriosa predicción de la precog  Ágatha,  “minoría de informe”  sobre el asesinato su madre (una ex-drogadicta), podria poner en duda la infalibilidad del sistema, y provoca una nueva predicción de los precogs que pone en peligro la vida de John Anderton, que tendrá que huir y buscar que se esconde detrás de estas predicciones.

“La isla”: The island (Michael Bay) (2005)

Como en Fahrenheit 451, THX 1138, “La fuga de Logan” o Gattaca, trata de la huída de un protagonista (en este caso, dos) que busca escapar de una vida predeterminada por el sistema en que se encuentra y poder elegir que tipo de vida quiere. La isla añade también el tema ético de la clonación, aunque al ser el director Michael Blay, no es como la soporífera THX 1138 (que no es una mala película, pero se hace dura de ver toda) ni tampoco como la primera de Matrix, sino que se trata más de una película de acción (sobretodo la segunda parte), cosa que a veces también se agradece.

El film nos sitúa curiosamente a nuesto año, 2019, Lincoln Seis-Echo (Ewan McGregor) y Jordan Dos-Delta (Scarlett Johansson) viven en una especie de recinto vigilado, sometidos a duras restricciones que anulan su autonomía como personas.  La única esperanza para todas las personas que viven en esta “macro-cárcel”, es ser elegidos para ir a “la isla, teóricamente el único lugar del exterior que no se encuentra contaminado. Lincoln, a quien la vida se le hace cada vez más difícil, empieza a preguntarse si todo lo que le han explicado del exterior es cierto, llegando a descubrir la verdad por la cuál son recluidos en este recinto.

Apartheid extraterrestre: “Distrito 9”: District 9 (Neil Bloomkamp) (2009)

Que el film esté ambientado en la capital de Sudáfrica, país que vivió el Apartheid, no es casualidad. Se trata de una crítica al racismo y la xenofobia, utilizando el antiespecismo. En el film serán los extraterrestres que llegaron 28 años antes en la ciudad los que sufrirán el Apartheid,  son apartados de la humanidad y recluídos en un campo llamado Distrito 9. 

Distrito 9 también crítica el avance de las políticas de privatización y el poder de las corporaciones y las empresas militares sobre los gobiernos. Referencia a corporaciones  estadounidenses como Black Water o Halliburton. Una advertencia a los peligros de  dejar los gobiernos y las decisiones en manos de corporaciones privadas.

Black Mirror (Charlie Brooke) (2011 a la actualidad)

La Serie actual (empezó en 2011 y se está gravando la quinta temporada) que puede despertar más nuestros temores sobre nuestra relación con la tecnología, es sin duda Black Mirror. La mayoría de capítulos de Black Mirror nos sitúan en futuros distópicos (algunos muy parecidos a nuestro presente), con el trasfondo de nuestra relación con la tecnología. Hay excepciones, algunos capítulos como el primer capítulo de la primera temporada, “El himno nacional”,  donde los secuestradores de la princesa Susannah exigen al primer ministro que para liberarla debe mantener relaciones sexuales con un cerdo en directo; aquí trata más sobre hasta donde puede llegar el morbo televisivo. O en “Cállate y baila” (tercera temporada) donde un o unos desconocidos acceden a la cámara del ordenador de dos personas y los amenazan con revelar sus secretos más íntimos sino siguen sus órdenes.  “San Juperino” (tercera temporada), no se trata de una distopía, sino de una utopía, donde aquello que nos hubiera gustado realizar en vida pero no hemos podido lo podremos realizar estando físicamente muertos, pero en realidad vivos en otro mundo. Otros capítulos, nos acercan a un futuro no tan distante al nuestro: “Caída en picado” (tercera temporada), nos muestra un mundo donde la persona es valorada en todos sus ámbitos a través de la puntuación de una red social, provocando una obsesión y estrés brutal en la protagonista para estar por encima de otras personas; o “Oso Blanco” (segunda temporada), donde la justicia se ha convertido en un Reality Show donde puede participar cualquier ciudadano y grabarlo con su dispositivo móvil. Lo cierto es que cada capítulo de Black Mirror da para un debate y la serie para un artículo entero o más bien un libro, así que no voy a extenderme más.

“El cuento de la criada”: The Handmaid’s Tale (2017)

Hay otras series distópicas interesantes como “El cuento de la criada” The Handmaid’s Tale, 2017, protagonizada por Elisabeth Moss y basada en el libro de 1985 de Margaret Atwood. Nos traslada en un estado ultra-conservador, machista y fascistoide, donde las pocas mujeres fértiles que quedan son utilizadas como criadas (en realidad esclavas sin ningún tipo de autonomía) y para engendrar los hijos de los hombres ricos, los cuales sus mujeres no pueden dar a luz. Mientras exista humanidad las distopías que denuncian y nos invitan a reflexionar sobre el poder de los estados y las corporaciones, el uso de la tecnología para controlar a la población, los problemas medioambientales, el racismo, la xenofobia, el machismo, el especismo, y tantos otros, van a continuar.

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Autor: Arnau Berenguer (Licenciado en Historia por la UAB. Interesado en Historia Contemporánea, Historia social, Local y del Movimiento Obrero, corrientes socialistas, fascismo, comunismo, sociedades de posguerra y temas de actualidad)
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