En la antigüedad y con más presencia a lo largo de la época
medieval, la alquimia pretendía encontrar la piedra filosofal que convirtiese
en oro todos los metales. Precisamente de la rama más científica de la alquimia
nació la química como disciplina que conocemos hoy en día.
La leyenda nos cuenta la posibilidad de que los templarios hallaran
dicha piedra filosofal, con la que transformaban el metal vulgar en noble.
Podría ser una explicación a la inmensa fortuna que manejaban, cuya procedencia
ha sido siempre objetivo de diversas especulaciones.
Lo cierto es que más allá de la leyenda templaria, no
tenemos mayor constancia de la existencia de la alquimia… Hasta la actualidad.
No es precisamente la alquimia que convierte el metal vulgar
en oro, sino “La Alquimia Financiera”, aún más interesante y lucrativa si cabe
en los tiempos que corren.
¿En qué consiste la Alquimia Financiera? La alquimia
financiera es la operativa perfecta que han hallado determinadas organizaciones
para ganar dinero sin límites gracias a la especulación en el mercado
financiero día tras día.
Por la mayoría de nosotros es conocido, por lo menos en
términos básicos, cómo funcionan los mercados financieros. Son mercados donde
cualquier agente económico (una persona como tú o como yo, una empresa, un
estado etc…) puede comprar un activo (acciones, monedas, materias primas,
futuros etc…) a un precio determinado, y mantenerlo o venderlo en el tiempo.
Durante ese tiempo, el activo puede subir o bajar de precio. El juego es
puramente especulativo y el precio se moverá, independientemente de su valor de
uso o coste de producción. Este movimiento atiende a infinitas variables
relativas al contexto socioeconómico y político imperante y al performance del
propio activo.
Una de las características de los mercados financieros es
que son imprevisibles a corto plazo.
Es imposible prever lo que va a hacer la bolsa mañana o al
mes que viene. Uno de los acontecimientos más sonados en el mundo de las
finanzas de los últimos tiempos fue la quiebra del Hedge Fund “Long Term
Capital Managment”. Vamos a analizar lo que paso con este vehículo de inversión
ya que nos servirá para entender muy bien la imprevisibilidad de los mercados
financieros.
Corría el año 1994. John Meriwether, trader de bonos y
gestor estrella de Salomon Brothers, decide irse por su cuenta y montar
"La liga de los hombres extraordinarios". Así, junta en su equipo a
un par de premios Nobel, un ex-vicepresidente de la Reserva Federal, él
mismo... Y levantan un fondo, al que llaman Long Term Capital Management
(LTCM), con un capital de $1,300 millones, en el que entran 80 inversores. LTCM
llegó a controlar el 5% del mercado de
renta fija mundial.
Este hedge fund llegó a obtener una rentabilidad para sus
partícipes del 40% en 1995 y 1996, y de un 27% al año siguiente.
El equipo perfecto, el mejor trader del mundo, dos premios
nobel, un ex vicepresidente de la reserva federal. Se decía que habían creado
el modelo matemático perfecto para prever el movimiento de los precios de los
activos negociados en el mercado financiero de renta fija. La fórmula de la
coca-cola. Y al principio así fue, hasta que el mercado hizo gala de su imprevisibilidad;
Rusia, afectada por el petróleo barato devalúa el rublo y declara una suspensión
de pagos. El mercado financiero entra en pánico y vende el bono ruso con riesgo
para comprar el bono USA más seguro, en uno de los movimientos más violentos
que se recuerdan.
La estrategia de LTCM era ir a corto (apostar a que baja)
el bono USA y a largo (apostar a que sube) el bono ruso. Pasó justo lo
contrario.
El resultado fue la catástrofe absoluta del fondo. El
modelo matemático no funcionaba.
Pérdidas de más de 550 millones de dólares en un día. Los modelos
matemáticos de riesgo de LTCM aseguraban que la probabilidad de quiebra del
hedge fund era altamente improbable de suceder en toda la vida del universo
(según ellos, la posibilidad era de 1 entre 1000 millones). Pues bien, ocurrió
en menos de cinco años.
Por un momento se pensó que el LTCM, con su equipo de las estrellas
había descubierto “La Alquimia Financiera”, es decir, una operativa perfecta
que te permita ganar dinero sin límites en el mercado financiero, mediante la
especulación, apoyado por tu capacidad de predicción sobre los precios de los
activos. Pero se vio que no, y se volvió al sistema de creencias imperante
anterior: no se puede predecir el movimiento de los precios de los activos que
se ofertan en los mercados financieros a corto plazo. No hay modelo matemático
que pueda predecir tal movimiento, ya que hay infinitas variables a tener en
cuenta.
Pero esto ya no es cierto hoy en día. A la chita callando
(no se habla mucho de ello ni sale en los medios), hay 4 bancos que han logrado
“La Alquimia Financiera”.
Esos cuatro bancos son: JP Morgan, Bank of America, CItadel
y Goldman Sachs.
Para entender como estas entidades han conseguido tan lucrativo
descubrimiento, tenemos que explicar primero como funciona la especulación en
los mercados financieros.
Como hemos dicho antes, los mercados financieros son
lugares (no físicos, sino informáticos), donde se realizan compraventas de
activos financieros. Están a disposición de todo el mundo. Su nacimiento viene
derivado de una necesidad que siempre ha estado latente en la lógica del sistema
capitalista; poner en contacto a los ahorradores que tienen un excedente de
capital, con los que no tienen ese excedente de capital pero tienen una idea de
negocio y quieren plasmarla. Digamos que es el instrumento que permite que el
dinero no este ocioso, y esté siempre buscando la mejor oportunidad.
Pese a que los mercados financieros cumplen un papel fundamental
en el día a día de los ciudadanos (especialización de los individuos en
trabajos específicos, que cobremos nuestra nómina en cuentas corrientes, que
podamos contratar una hipoteca etc.), lo cierto es que, derivado de la
voracidad del sistema y su lógica de maximización del beneficio a toda costa como
objetivo principal y por encima de cualquier cosa, estos beneficios del día a
día han pasado a un segundo plazo, y los mercados financieros son hoy en día
herramientas de especulación pura y dura. Palancas para el sistema y su lógica
de generar el mayor volumen de beneficios posible de manera constante y cuanto
antes mejor.
Todo el mundo tenemos acceso a participar en esta especulación
(de manera voluntaria, ya que involuntariamente ya participamos todos, por
ejemplo teniendo el dinero en el banco). Un liberal te dirá que ahí esta el
mercado financiero, para todos, y que tienes las mismas oportunidades que
cualquier otra persona de beneficiarte de el. Sin embargo, como suele pasar con
los liberales, esto es una verdad a medias. Es como cuando se pone el foco en
que en los últimos años hemos vivido la mayor reducción de pobreza a nivel
global de la historia de la humanidad, y sin embargo, recientemente se han
desviado fondos de las arcas públicas europeas para salvar a las banca privada
por 13 billones de euros, un montante de dinero que hubiera erradicado el
hambre en el mundo durante los próximos 250 años. Algo no cuadra.
Dentro de esta espiral de especulación de los mercados
financieros actuales, JP Morgan, Bank of America, CItadel y Goldman Sachs han
encontrado “La Alquimia Financiera”. La operativa perfecta. Gracias a los
recursos de los que disponen estas entidades (prácticamente infinitos), han
conseguido contratar a los mejores programadores cuánticos, tener servicio
instantáneo a noticias económicas en cuestión de décimas de segundo, tener el
mejor equipo informático existente, mucho más rápido que cualquier equipo que
pueda tener un ciudadano de a pie (seguramente con tecnología que ni
conocemos), y gracias al Day Trading (especulación diaria en el mercado
financiero), son capaces de ganar ingentes cantidades de dinero todos los días del
año.
Hasta tal punto ha llegado el performance de esa operativa
perfecta, que estas entidades dividen los días del año en aquellos en los que
ganan mas de 25 millones de dólares, y los que ganan menos. Normalmente el 75%
de los días ganan más de 25 millones, y muchos de ellos ganan bastante más de
25 millones. Si hay algún día que pierden, muy inusual, como mucho pierden 3
millones. (Datos extraídos del informe trimestral de 2015 de Bank of America publicado
en la SEC).
Cuando un ciudadano de a pie quiere hacer Day Trading, se
enfrenta cara a cara con estas entidades y su alquimia financiera. El Day
Trading no es un juego de suma cero, si no que para que unos ganen, otros
tienen que perder. El liberal te dirá que el mercado está ahí para todos, pero
no estaría mal también poner el foco en quien es tu competidor si decides
intentar beneficiarte tu también de la especulación más cortoplacista.
Esto lo saben muy bien los que juegan al póker de manera profesional.
Esta gente, los que viven del juego de cartas, están desenado entren novatos a
los campeonatos y casinos. No quieren enfrentarse a gente de su mismo nivel,
quieren gente que no sepa jugar para llevarse el dinero de manera más sencilla.
Estos bancos están deseosos de que te hagas un curso de Day
Trading e intentes ganar dinero en los mercados financieros y su especulación
cortoplacista. Eres carnaza fácil. Así que sí, el liberal tienen razón en que
los mercados están ahí para todos, pero como ves, es otra vez una verdad a
medias. Tu no tienes la piedra filosofal, no eres alquimista y ellos, gracias a
sus recursos, sí.
Lo ideal sería desconectar de esta sistema y su lógica de
maximización del beneficio por encima de todo. Esta lógica es la que impulsa la
especulación. Sin embargo, vivimos en este mundo, ahora, en este sistema, y
convivimos con esta lógica.
La única manera que tenemos los ciudadanos de a pie de
aprovecharnos (en nuestros términos, a años luz de los términos en los que se
mueven los que manejan el cotarro), es con la especulación en los mercados
financieros a largo plazo. En ella el sistema es todavía benevolente y nos deja
sacar algo de tajada.
Mientras expandimos nuestra consciencia y eliminamos esta
lógica de maximización del beneficio como razón de ser del sistema, que esta
destruyendo el hábitat de supervivencia del ser humano y hace que nos
auto-explotemos voluntariamente, si tienes algo de ahorros y quieres ponerlos a
trabajar, prueba con el Value Investing (inversión a largo plazo), pero nunca con
el Day Trading y la operativa del día a día.
La especulación cortoplacista es para los amos el mundo y
su alquimia financiera.
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REFERENCIAS:
- Vídeo “El Arte de Invertir – EL 90% de los Day Traders
Pierden Dinero”
https://www.youtube.com/watch?v=DDzbmDtf4M8&t=196s
- Libro “Consciencia” Emilio Carrillo
- Página de la SEC
https://www.sec.gov/
- The New York Times – “4 Big Banks Score Perfect 61-Day
Run”
https://www.nytimes.com/2010/05/12/business/12bank.html
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Autor: Vicente
Marcos López (Asesor
Financiero)
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