Me despido, amig@s, hasta la tarde del próximo jueves 24. Hasta ese momento no volveré a efectuar publicaciones en este Blog. Y es que dentro de un rato parto hacia el Monasterio de Las Escalonias, entre las localidades cordobesas de Palma del Río y Hornachuelos, donde estaré unos días en retiro espiritual y practicando la actividad contemplativa en compañía de la pequeña comunidad de monjes cistercienses –trapenses, más concretamente- que lo habita y vivifica. Como aproximación a lo que la contemplación es y supone, pueden consultarse las entradas sobre
Permaneceré allí hasta primera hora del jueves 24, cuando viajaré a Granada para impartir la conferencia a la que se refiere la entrada anterior de este Blog. Y en principio, salvo que
No es la primera vez que me refiero aquí al citado recinto conventual (ver, por ejemplo, las entradas Retiro en el Monasterio de Santa María de Las Escalonias o De vuelta de Las Escalonias: ¡civilización ciega!, del 16 y 20 de julio, respectivamente). En él, una comunidad de hombres santos me da cristiana hospitalidad y me envuelve en su hondo misticismo cada vez que quiero y puedo alojarme entre ellos, cosa que con la aquiescencia de mi familia, hago cada vez con más frecuencia.
Desde
Hasta el jueves, con Amor.
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