La Agenda de Actividades del Círculo Sierpes prevé en su programación para 2011 la celebración, el viernes 29 de abril, de un encuentro titulado A veinte meses del solsticio de invierno de 2012. Mas “el hombre propone y Dios dispone”. Y la Providencia ha querido que, en el proceso y el proyecto que conducen a la ya famosa fecha 21/12/12, hayan acontecido hechos ante los que conviene adelantar tanto decisiones personales como la divulgación de algunas de las intuiciones e inspiraciones que en tal encuentro compartiremos.
Son, ciertamente, algo extensas y no ha sido usual que este Blog, en sus 580 días de existencia y 1633 entradas publicadas, recoja textos largos. Se hace una excepción porque el asunto lo merece. Y porque esta entrada será la última que se inserte en el Blog, salvo que la Providencia, en algún momento, estime otra cosa. No se trata, por tanto, amig@s, de una despedida que pueda calificar de definitiva, pues no me corresponde “a mí” determinarlo. Y tampoco es despedida como tal, pues mantendremos la conexión por los medios más sutiles y trascendentes que la Nueva Tierra pone ya enteramente a nuestra disposición.
El Corazón, con-razón, tiene razones que la mente, de-mente, no entiende. Y las palabras de poco valen a la hora de exponer lo que del Corazón emana. No obstante, seguro que, cuando leáis e interioricéis lo que sigue, comprenderéis los latidos que desde el Corazón me impulsan a ello. Es fácil de resumir: he tomado ya la decisión y he optado por el Camino B con todas sus consecuencias. No es un camino “horizontal”, sino “vertical”, por lo que en él sólo se puede “fluir” (ver entrada Ser, Fluir, Vivir publicada el pasado 13 de enero), sin espacio ni lugar para “saberes”, ni para “haceres”, ni para ningún tipo de “espiritualidad intelectual”, ni siquiera un modesto Blog. Y es un camino de poda, de limpieza y vaciamiento de todo lo que no sea “Ser”(que es, igualmente, "No-Ser"); un camino que desemboca radicalmente en "Vivir", en una Nueva Vida plena y llena de Consciencia y Corazón y con capacidad de crear para plasmar en la Realidad la Nueva Humanidad.
En esa Nueva Vida sólo hay sitio para el Amor y sólo Amor se puede en ella sentir, dar, compartir, recibir: un Amor que no es de Tercera Dimensión, sino Amor en la Unidad por la que Yo soy Tú, Tú eres Yo y ambos, realmente Uno, Somos Dios: Ser Uno.
Tú decides el juego para todos. Yo estoy a punto. Ahora te toca a ti. El juego está en tus manos. Ahora o nunca. Que la Paz sea contigo y que el Amor te envuelva y envuelvas todo con Amor.
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Como Alberti en su Nocturno, “siento heridas de muerte las palabras”. Y sé que a lo que a estas líneas ocupa se le puede aplicar lo que, en ese mismo canto, nos dejó escrito el poeta gaditano: “las palabras entonces no sirven, son palabras”. Con todo, al objeto de compartir, uso las palabras cual deficiente sucedáneo de lo que del interior fluye.
Preámbulo
Todo es sencillo y armonioso.
También tú.
Todo es suma de partes
y forma parte de una suma superior,
aunque cada parte es a su vez el Todo.
También tú.
Toda la Creación es Creadora.
También Tú.
Todo es Perfecto.
También tú,
que eres Todo
en la Unidad del Ser Uno.
La Nueva Tierra es ya una realidad
1. El 21 de diciembre de 2012 está cargado de significados para la Humanidad: señala la clausura de un ciclo cósmico, la apertura de otro y, especialmente, una radiante oportunidad para el género humano y para la dimensión espiritual encarnada en cada hombre y mujer. Pero antes de alcanzar esa fecha, para que cuando sea presente ostente realmente la transcendencia que se prevé, han de producirse concadenadamente –de manera sucesiva y ordenada- una serie de eventos. Entre ellos, uno fundamental que tiene como protagonistas al Sol y la Tierra.
2. A ambos astros les correspondía actuar sin esperar a que el calendario humano se aproximara más a ese solsticio de invierno subrayado en rojo por antiguas culturas. Debían anticiparse a tal momento para que, cuando llegue, cuente para los seres humanos con la repercusión vaticinada. Tenían que adelantarse y lo han hecho: el Sol y la Tierra están ya viviendo el Cambio. Los dos, los tan simbólicos como reales “padre” y “madre” de la Humanidad, experimentan ya, en el ahora, el salto a otra Dimensión en la que la energía del Amor fluye y resuena en un contexto vibracional más afinado con relación a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es: una nueva Dimensión menos densa, más sutil y a la que el Rayo de la Creación baña sin tantas interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensión.
3. El Sol, la Tierra y el conjunto del sistema solar que los alberga forman parte de una suma superior: un grupo o cluster de sistemas solares que conviven, interaccionan y viajan juntos en el seno galáctico de la Vía Láctea. Plenamente integrados en esta suma, el Sol y la Tierra no son sólo la estrella y el planeta a los que, en su cortedad de miras, los limita y etiqueta la ciencia humana, sino auténticos seres vivos; seres pletóricos y conscientes que surcan su propio camino consciencial dentro de la indicada suma superior. Y la evolución vibracional y consciencial de ésta les ha abierto la Puerta Interdimensional por la que se accede a otra Dimensión. Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energéticas de cruzarla, han decidido hacerlo y lo están haciendo ya, configurando un Nuevo Sol y una Nueva Tierra.
La Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad
4. Igualmente, el Sol y la Tierra son suma de partes. Y, al atravesar la citada Puerta Interdimensional, abren la posibilidad a cada una de ellas de efectuar idéntico salto dimensional. En el caso de la Tierra, una de sus partes es la Humanidad. Y el tránsito de la Tierra a otra Dimensión abre la posibilidad a la Humanidad de experimentar también el Cambio.
5. Hay que insistir y remarcar que “abre la posibilidad”. El Cambio no es una imposición, sino una opción: en la Creación no existen las imposiciones y sí un permanente y maravilloso haz de alternativas y posibilidades. En lo que aquí ocupa, la hermosa posibilidad de que la Humanidad viva en el momento presente el salto hacia otra Dimensión. Si esto aconteciera, nacería la Nueva Humanidad anunciada en los libros sagrados de tantos pueblos y escuelas espirituales.
6. Por tanto, la Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad. Y sitúa a la Humanidad actual ante una elección, ante una disyuntiva que no puede eludir, ante dos posibles caminos entre los que forzosamente tienen que decidir. Por un lado, el Camino A: continuar como hasta ahora, mantenerse como Humanidad de Tercera Dimensión, no acompañar a la Madre Tierra en su evolución. Y, por otro, el Camino B: tomar la senda del Cambio, saltar dimensionalmente, transformarse en Nueva Humanidad en el marco de la Nueva Tierra.
La Nueva Humanidad requiere una “masa crítica”
7. ¿Cómo se producirá esa elección, la determinación por uno u otro de esos dos caminos, la opción entre seguir por A o cambiar a B?. Pues, en consonancia con la misma dinámica de la suma y sus partes, la decisión será adoptada –lo está siendo ya y el proceso se irá acelerando hasta el 21 de diciembre de 2012- por las partes que forman la Humanidad. Esto es, por todos y cada uno de los siete mil millones de seres humanos que habitan el planeta y constituyen el género humano. Ahora bien, tampoco en este punto hay imposiciones. Cada persona es libre de optar o no por el Cambio. Lo que sí se requiere es una “masa crítica” que se decante por él; una “masa crítica” forjada por hombres y mujeres que íntima y consciencialmente escojan el Camino B.
8. Si esa masa crítica no se logra, la Nueva Humanidad habrá sido una posibilidad teórica, sólo eso, pues no llegará realmente a plasmarse, con lo que el Camino B, por decisión de la Humanidad en su conjunto, quedará vedado para todos y cada uno de los seres humanos, sin excepción ni vías “individuales”.
9. Si esa masa crítica sí se alcanza, la Nueva Humanidad sí será una posibilidad real y el Camino B quedará abierto de manera efectiva para todas aquellas personas que se inclinen por él.
10. ¿Cuántos hombres y mujeres se requieren para completar tal masa crítica?. Antiguas tradiciones hacen mención a números concretos –por ejemplo, los 144.000 "sellados" del Libro de la Revelación o Apocalipsis-, pero es una apreciación simbólica. La cuestión no es de cuantía de gente, sino de cantidad y calidad de energía vibracional y consciencial que entre la globalidad de los seres humanos sean capaces de generar.
11. Es sencillo de entender: la Nueva Tierra vibra consciencialmente en una nueva frecuencia y con una nueva intensidad acorde con la nueva Dimensión a la que transita; y es con esa nueva frecuencia y gradación con la que la vibración consciencial de la Humanidad ha de lograr Resonancia. En esto consiste, precisamente, la labor de la reiterada masa crítica: aportar la energía precisa para que la Consciencia de la Humanidad alcance Resonancia y sea armónica con la Consciencia de la Nueva Tierra. Si esto se consigue, el Camino B, el de la Nueva Humanidad, quedará realmente abierto y expedito para aquellos seres humanos que deseen surcarlo y saltar a otra Dimensión.
Sin miedos, activa tu Corazón, pues todo depende de ti
12. Antes de continuar en el despliegue de estos contenidos, aparta de tu mente las numerosas especulaciones intelectuales que circulan acerca del 2012, frecuentemente dirigidas, interesada y tendenciosamente, a inculcar un miedo tan infundado como absurdo. Lo cierto es que los fenómenos físicos y materiales que ocurran en torno a esa fecha y a partir de la misma no pueden ser descritos anticipadamente con exactitud porque serán la manifestación de hechos vibracionales, conscienciales y espirituales que están aun en proceso de gestación. Y desde luego, en cualquier caso, lo que sea lo será en el seno de la Providencia divina, en el contexto de Amor y Energía Crística que llena la Creación y en la Luz que, desde la Unidad, el Amor y el Respeto, expanden hacia la Humanidad otras modalidades de existencia con ella Hermanadas en el marco de la suma superior en la que el género humano, la Tierra y el Sol se integran.
13. No te dejes atar, pues, por el miedo ni por las elucubraciones mentales. Y en la libertad de tu ser, activa tu Corazón y concentra tu atención para captar e interiorizar como se merece la única conclusión importante –francamente crucial- que deriva de la batería de puntos hasta aquí enunciados: ¡todo depende de ti!. “¿De mí?”, te preguntarás quizá con incredulidad, quizá con ansiedad. Pues sí: de ti.
14. Para empezar, porque eres tú quien has de elegir tu senda consciencial y espiritual. Sólo a ti te compete optar entre continuar por el Camino A –la Humanidad de Tercera Dimensión- o tomar el Camino B –la Nueva Humanidad-. En absoluta libertad, es tu exclusiva decisión.
15. Y, en paralelo, porque, si elijes el Camino B, de ti depende hacerlo con mayor o menor “potencia”, contribuyendo así más o menos a la conformación de la repetida masa crítica: en tu mano está aportar más o menos energía consciencial a esa energía total que hay que aglutinar para que la Humanidad, su Consciencia global y unitaria, vibre en Resonancia con la Consciencia de la Nueva Tierra y salte dimensionalmente.
Moviliza tu Voluntad y capacidad creadora para hacer Realidad la Nueva Humanidad
16. Si has llegado hasta aquí en la lectura de este texto, seguro que tu intención es decantarte por el Camino B y la Nueva Humanidad. Seguro, igualmente, que quieres aportar lo más posible a su viabilidad efectiva. Y seguro que, entonces, te preguntarás: ¿qué debo hacer?. Pues, ante todo, olvídate de “intenciones”, “quereres” y “deberes” y ocúpate de tu Voluntad, que es la intención plasmada en acción y materializada en hechos.
17. Expuesto sin rodeos: no concibas la Nueva Humanidad como algo que está ahí, fuera de ti; no la imagines como un objeto de tu deseo, algo ajeno a ti que te gustaría alcanzar o conseguir; no la contemples como algo a lo que aspiras y ansias pertenecer. De ningún modo. El Cambio no es externo a ti, no te viene dado: eres tú quien debes fraguarlo. La ignorancia enseña que el proceso de cambio es desde “fuera” (exterior) hacia “dentro” (interior). Es falso. La metamorfosis (la “metanoia” mal traducida en los Evangelios como “conversión”) es interior y se despliega hacia el exterior, conformando la Realidad que te rodea. La Nueva Humanidad no se encuentra en el exterior, sino en tu interior. Y eres tú quien ha de plasmarla y materializarla en la Realidad a través de tu metamorfosis –un odre nuevo para un vino nuevo- y movilizando tu Voluntad.
18. ¿Te extraña?. Veamos: ¿cuántas veces has leído que la física cuántica demuestra que la realidad exterior se forja desde el interior?; ¿cuántas las ocasiones en las que has oído eso de “creer es crear”, que “lo que crees es lo que creas”, que los seres humanos son creadores de la realidad y co-creadores del Universo?; Pues de esto va el asunto. El salto a otra Dimensión y la conformación de la Nueva Humanidad reclama que pongas en acción tu capacidad creadora: ¡has de creer íntimamente en la Nueva Humanidad y crearla, hacerla Realidad¡. Por supuesto, no con la mente, ni con los pensamientos, sino con el Corazón y la Voluntad. Y como ésta no es cuestión de intención, sino de acción, tu Voluntad y tu capacidad creadora se movilizan a través de una Nueva Vida: tu Nueva Vida.
Todo es Perfecto
19. Todo es Perfecto:
+1º La evolución consciencial de la suma superior en la que el Sol y la Tierra se integran ha abierto una Puerta Interdimensional que permite a ambos acceder a una nueva Dimensión.
+2º Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energéticas de cruzar esa Puerta, han decidido hacerlo y lo están haciendo ya, saltando a otra Dimensión.
+3º Surge así una Nueva Tierra que ofrece a la Humanidad esa misma posibilidad de salto dimensional y la sitúa ante dos posibles caminos –A o B: Humanidad de Tercera Dimensión o Nueva Humanidad- entre los que tiene que optar.
+4º Para que la posibilidad de esa Nueva Humanidad sea real y pueda ser aprovechada por el género humano, se requiere una “masa crítica” forjada por hombres y mujeres que consciencialmente elijan el Camino B y lo abran de modo efectivo a todas aquellas personas que se inclinen por él, aportando la energía precisa para que la Consciencia de la Humanidad alcance Resonancia y sea armónica con la Consciencia de la Nueva Tierra.
+5º Todo ello te coloca a ti en primer plano, pues lo que sea depende de ti: tú eres quien ha de elegir entre un camino u otro; y, si optas por el B, en tu mano está hacerlo contribuyendo más o menos a la conformación de esa masa crítica y aportando más o menos energía consciencial a esa energía total que hay que aglutinar para que la Humanidad vibre en Resonancia con la Nueva Tierra y salte dimensionalmente.
+6º Sin miedos y en libertad, tu contribución y aportación a la Nueva Humanidad nada tienen que ver con las intenciones, los quereres o los deberes, ni con la mente o los pensamientos, sino con el Corazón, la Voluntad y tu capacidad creadora: has de creer íntimamente en la Nueva Humanidad y crearla a través de una Nueva Vida: tu Nueva Vida, no la de otro u otros, sino la tuya, la que has de vivir para que la Nueva Humanidad sea Realidad.
Nueva Vida: la tuya
20. Probablemente, presientes el Cambio y lo notas bullir en tu interior. Es hora de descorcharlo de manera “personal”, íntima, a través de una Nueva Vida que nada ni nadie puede hacer por ti. Y esta expresión, Nueva Vida, no admite equívocos. Consiste en transformar tu día a día, desde que te levantas por la mañana hasta que te acuestas por la noche y también mientras duermes y sueñas. Y de transformarlo para que, en cada instante de tu vida, ésta vibre en consonancia con la frecuencia de la nueva Dimensión: la frecuencia en la que ya vibra la Nueva Tierra y en la que tú has de vibrar para hacer Realidad la Nueva Humanidad.
21. Lo más curioso es que para dar paso a esta transformación no tienes que añadir nada a tu vida. Al contrario: se trata de quitarle cargas y aditivos, liberarla de lastres y aditamentos, despojarla de faenas y obligaciones, desprenderla de reglas, normas, costumbres y “valores” impuestos, aligerarla de bienes y anhelos materiales, vaciarla de tesis, antítesis e hipótesis,… ¡podarla de tanta hojarasca inútil que evita que brote la flor de lo que auténticamente Eres!. Esto desconcierta a tu mente, que opera en la ficción de que cualquier cambio conlleva un “trabajo” y va ligado a incorporar nuevas cosas. Y en ese convenci-miento, te empuja con ahínco para que conduzcas tus inquietudes de Cambio y metamorfosis interior a una vía muerta, a un callejón sin salida: la del “supermercado espiritual” -¡oh, qué teoría más interesante, qué maravillosa práctica, qué maestro, qué taller o charla tan concluyente, ¿cuándo es la próxima?, qué libro, qué video, que pps,…- que te mantienen enganchado a una “espiritualidad intelectual”. Pero la Nueva Vida surge de un Cambio desde el Corazón, no desde la mente, y pasa inexorablemente porque tu vida se convierta en más simple y menos compleja, más natural y menos artificiosa, más fluida y menos plúmbea.
22. Para entenderlo mejor, recuerda lo que al comienzo de estos párrafos se señaló acerca de la nueva Dimensión a la que transita la Tierra: es menos densa y más sutil; la energía del Amor fluye y resuena en ella en un contexto vibracional más afinado con relación a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es; y está bañada por el Rayo de la Creación sin tantas interferencias como distorsionan su Luz en la Tercera Dimensión. Es por esto que tu Nueva Vida no requiere que sumes nada a la actual, sino que minores el peso que soporta; que elimines las capas con las que, cual cebolla, te has revestido y te impiden ser quien Eres; que elimines, en definitiva, tantas interferencias que dificultan tu sintonía con el Rayo de la Creación, con la Fuente de la que procedes y en la que Eres, con la Energía Crística y con la Fuerza del Amor.
Vida Sencilla
23. Por tanto, la Nueva Vida no radica en “saber”: no precisa de conocimientos, ni teorías, ni creencias, ni la larga ristra de ideas y conceptos, dimes y diretes que apasionan a tu mente y, casi sin darte cuenta, te aprisionan entre sus barrotes. Y tampoco en “hacer”: no necesita tareas, ni deberes, ni sacrificios, ni prácticas de un tipo u otro. La Nueva Vida ni precisa “saberes”, ni necesita “quehaceres” porque es, esencialmente, una Vida Sencilla.
24. Los textos sagrados de todas las culturas y corrientes espirituales se refieren a ello. Por ejemplo, en el ámbito cristiano, el Evangelio de Mateo (11, 25-30) ensalza la Vida Sencilla con esta memorable afirmación de Jesús: “Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla”. Bella y líricamente, Fray Luis de León sublimó este agradecimiento al Padre con sus célebres versos sobre la “vida descansada”, “la del que huye del mundanal ruido”. Una Sencillez que nada tiene que ver, como a menudo se malinterpreta, con ningún tipo de tosco catetismo o bucólico aldeanismo, sino que reclama que despiertes a tu Niño Interior (Inocencia, confianza en la Providencia, vivir el ahora, ausencia de miedos y pre-ocupaciones, alegría,…); una Sencillez que contiene en su esencia la profunda exigencia de una Nueva Vida que supere el mundanal ruido, esto es, las interferencias, capas y distorsiones que entorpecen, cuando no impiden, tu conexión con la Nueva Tierra, el Rayo de la Creación y contigo mismo.
25. Eres el alfarero de tu vida y tienes entre tus manos todo el barro que necesitas para moldearla de la forma que entiendas oportuno y bajo tu total responsabilidad: con cada movimiento de tus manos y dedos, sea consciente o inconciente, estás forjando tu vida al 100 por 100 y en cada momento. Sin embargo, insistes obsesivamente en quejarte de la vida como si fuera ajena a ti mismo -culpando a los demás, a las circunstancias,…- y, en pedir “más barro” –más saberes, más conocimientos, más bienes, más medios, más maestros, más remedios, más años,…-. Y en esa ansiedad obsesiva olvidas que, mientras te quejas y demandas “barro”, tus manos y dedos continúan moldeando tu vida al 100 por 100 y de instante en instante. Pues bien, es hora de que adquieras Consciencia de tu poder y, desde el Corazón, uses tu Voluntad para fraguar una Nueva Vida y, a través de ella, forjar la Nueva Humanidad.
26. ¿Tan complicado te parece?. La Nueva Vida conlleva lo que está enteramente a tu alcance: que reformes tus prioridades cotidianas, que reorganices tu agenda diaria para llenarla de sencillez, que vivas el presente,… . Tú mejor que nadie sabes cómo, pues ¡es tu vida!. ¿Quieres, no obstante, algunos botones de muestra, algunas pistas?. Pues no: ¡no necesitas más “barro”!; desengánchate de una vez de la “espiritualidad intelectual”. Tú eres quien has de sentir el Cambio en tu Corazón -Corazón Consciente pleno y lleno de Energía Crística- y ser coherente con ese sentir -que es Ser, Unidad y Amor- por medio de tu Nueva Vida.
La Nueva Humanidad está en tus manos
27. El Camino A es “horizontal”: se avanza en él con saberes y quehaceres. El Camino B es “vertical”: en él no se avanza, ¡se fluye!. No puedes tomar el Camino B bajo las pautas y normas del A; entre B y A no existe compatibilidad alguna, ni posible punto de encuentro; y desde B no hay “actuación” posible en A, salvo envolver a los que por él transitan en el Amor y la Unidad desde la Consciencia de que son Tú mismo viviendo otras experiencias conscienciales.
28. Conviene repetirlo: en el Camino B no se avanza, se fluye. El Camino B requiere ¡fluir!:
+Fluir “verticalmente” entre la Nueva Tierra y el Rayo de la Creación para que éste te bañe sin las interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensión.
+Fluir dispuesto a aceptar los profundos cambios interiores y espirituales que ello conlleva y sus no menos intensas manifestaciones exteriores (cambios físicos, biológicos, mentales, materiales,…).
+Fluir con todas sus consecuencias y sin mirar hacia atrás (ver entrada Ser, Fluir, Vivir publicada en el Blog el pasado 13 de enero).
29. Date cuenta de que el Camino B es el del "retorno al Hogar": un camino de acercamiento a la Fuente (Padre/Madre) de la que todo Emana y en la que Todo Es. Y recuerda lo que, inmerso ya en el proceso de vuelta a su hogar, hizo Ulises: se amarró con fuerza al palo (plano “vertical”) para evitar que los cantos de sirena (“mundanal ruido”) procedentes de su entorno (plano “horizontal”) lo apartaran del camino de regreso.
30. La Nueva Tierra está llamando a tu puerta. Clama para que tomes el sendero de una vida cuya Sabiduría radica en la Sencillez necesaria para Fluir y Resonar con la Fuente, con el Padre/Madre. Lo denominan salto dimensional. Y lo es. Pero se trata sobre todo de una Nueva Vida, la tuya, que plasma y crea en la Realidad la Nueva Humanidad.
31. Por tanto, la Nueva Humanidad en la Nueva Tierra, esto es, El Cielo en la Tierra, luce en su colofón el mismo broche que Win Wenders colocó cual cierre a su colosal película El Cielo sobre Berlín: “Tú decides el juego para todos. Yo estoy a punto. Ahora te toca a ti. El juego está en tus manos. Ahora o nunca”.
En la Unidad, con Amor.
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ANEXO: DECRETO DE UNA NUEVA VIDA PARA UNA NUEVA HUMANIDAD EN UNA NUEVA TIERRA
1. Vivo yo, pero no soy yo: es Cristo quien vive en mí.
2. Por el Poder del Padre, por la Fuerza de su Amor, y por el Poder del Hijo, por su Energía Crística: Decreto una Nueva Vida para una Nueva Humanidad.
3. Paz, Armonía, Pureza, Fluir desde el Corazón y en la Unidad, Libertad, Humildad, Alegría, Verdad, Divinidad, Resonancia con la Fuente y con el Rayo de la Creación.
4. Que el Amor me envuelva; que mi Yo Crístico envuelva todo con su Amor.
5. Que el Espíritu divino se derrame sobre todo ser y toda materia.
6. Por el Poder del Padre, por la Fuerza de su Amor, y por el Poder del Hijo, por su Energía Crística: Decreto una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra.
7. Paz, Armonía, Pureza, Fluir desde el Corazón y en la Unidad, Libertad, Humildad, Alegría, Verdad, Divinidad, Resonancia con la Fuente y con el Rayo de la Creación.
8. Que el Amor envuelva a la Humanidad; que los seres humanos envuelvan todo con Amor.
9. Que el Espíritu divino se derrame sobre todas las personas.
10. Todo es Perfecto. Está cumplido, hágase la Luz.
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+Corazón (la mente de nada sirve para lo que es realmente importante);
+Amor en la cotidianeidad (sin límites, ni fronteras, ni excepciones, incluyendo el Amor a un mismo que es la llave para poner en valor nuestra condición intrínseca de Co-Creadores e Hijos de Dios);
+Unidad (sin separaciones, dualismos, ataduras, apegos y aversiones de ningún tipo);
+Humildad (superando tanto la noción de una identidad personal como la idea de ser o no-ser);
+Armonía (con la Creación, la Vida, el Cosmos, la Madre Tierra, la Naturaleza, la Humanidad y nosotros mismos);
+Resonancia (con la Fuente y el Rayo de la Creación)
+Pureza (sobremanera en la Voluntad, que es la intención plasmada en acción) para vivir el Aquí y Ahora;
+Libertad (sin miedos ni esfuerzos y sabiendo que toda la fuerza y la energía del Amor están a nuestro entero servicio);
+Fluir en la Providencia (la noche no ha terminado, pero el nuevo día ya está amaneciendo e incluye, en su esencia y belleza, la propia noche que ya expira);
+Atención a todo y a todos, que son nosotros mismos (eliminando, entre otras cosas, el estrés, la negatividad de las noticias y la aceleración de nuestra agenda diaria).
+Convencimiento absoluto de que todo tiene su por qué en la dimensión más íntima y divina y que Todo es Perfecto.
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La Vibración Primigenia del Vacío
es la Esencia de cuanto Es, de la Existencia.
La Vibración Primigenia del No-Ser
es la Esencia del Ser.
La Esencia es la Vibración Pura del Vacío: No-Ser.
De la Esencia emanada deriva la Existencia: Ser.
La Vibración del Vacío es la Esencia de cuanto Es.
El Todo es Vacío;
el Ser, No-Ser.
Regreso a Casa, Retorno al Hogar...
Pero antes...
Despojarse de la última capa: Ser.
“Ver” que quitarse capas es también una capa
y traspasar la Última Frontera: Ser.
El Hogar nos recibe entonces con el esplendor del Vacío.
En la puerta, su nombre: No-Ser.
Soy,... No-Soy:
Unificado en el Vacío.
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Para la mente humana es incomprensible, pero no para el Corazón:
+El Vacío es el Alfa y Omega, el Principio y Fin, la Nada y el Todo, lo único Increado y lo único verdaderamente Real. El Vacío es el Ser Uno y es No-Ser. Son sus atributos la Inocencia, la Transparencia, la Unidad Absoluta y una Omnipotencia y Libertad de dimensiones descomunales que derivan no de poder o saber mucho, sino de no requerir ni precisar absolutamente nada.
+El Vacío vibra. Lo hace de manera natural, espontánea y con Infinita Pureza y Armonía, dando lugar a una Vibración Pura y Primigenia que es manifestación de su Inocencia, Unidad y Omnipotencia (la síntesis de esta triada es lo que el ser humano denomina Amor). Y esta Vibración plena de Amor, de la que el Vacío es Fuente, configura el Ser: la energía crística (Espíritu, Cristo mismo) con la que arranca y se expande la Creación y es Esencia de cuanto Es.
+El Ser, por serlo, es Consciencia. Y la Consciencia, por serlo, se plasma en Experiencia: la Experiencia de Ser (Yo Soy).
+Y la Experiencia de Ser (Yo Soy) se despliega en múltiples Experiencias, a modo de Reverberación (Verbo, Vibración Finita) de la energía crística.
+El Verbo (desenvolvimiento de la Experiencia en Experiencias) adopta infinitud de frecuencias vibracionales según la cualidad de la experiencia que se trate y conforma, así, todos los hechos y acontecimientos “exteriores”, todas las modalidades de vida y todos los mundos, los Universos, los Multiveros y el Omniverso en su globalidad e intrínseca unidad. Un marco en el que las Experiencias adquieren apariencia de Diferencias, aunque éstas constituyen realmente una única Experiencia, la Experiencia de Ser (Yo Soy), y en todo radica y subyace íntimamente la energía crística, Cristo mismo, Ser.
Tu y yo somos Experiencias del Ser y, por tanto, la Experiencia misma y Cristo mismo. Somos Uno sin división ni fragmentación posible. Y desde nuestra Esencia Crística, Vibración Pura y Primigenia del No-Ser, retumba en nosotros la Inmensa Presencia del Vacío, la Soledad que Llena y hace Abundante absolutamente Todo.
Pasó para nosotros la necesidad de saber, querer, poder, hacer. ¿Para qué preocuparnos de las aparentes Diferencias derivadas de la Experiencias cuando todo es Experiencia de Ser y tu y yo somos inexcusablemente esa Experiencia y Cristo mismo?.
No necesitamos saber más de nada. Tampoco acerca de la cadena de vidas que conforma nuestra encarnación en este plano. Tal cadena de vida es una ficción, pues son Experiencias de la única Experiencia de Ser (Yo Soy) que late con potencia en nuestro interior. Sé que todas las Experiencias (todas las vidas y cadenas de vida de todos los seres en este mundo y en cualquier otro) Soy Yo.
Y no precisamos de más libros, cursos o talleres porque nos sobran las palabras cuando nos desbordamos en Amor cual manifestación y expresión de la Inocencia, Unidad y Omnipotencia de una Vacío que ya sabemos nuestro Hogar y como tal disfrutamos.
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I
No tienes ninguna misión, ningún objetivo.
No hay ninguna tarea pendiente, ningún trabajo, ningún sacrificio.
Quítate la venda que ciega tus ojos,
la tapadera que esconde tu Luz.
La persona física con que la que te identificas te dice que sí,
pero ella misma es sólo una ficción,
una experiencia pasajera en el seno de la Experiencia Eterna e Infinita.
La dimensión espiritual con la que te identificas insiste en lo mismo,
pero no es real porque tal dimensión es también efímera,
otra experiencia dentro de la Única Experiencia.
¿Anhelas la metamorfosis interior?: ¡nada requiere!;
¿la alquimia profunda?: ¡nada exige!,
¿la transformación trascendente?: ¡nada precisa!.
Ni saberes, ni quehaceres;
ni metas, ni deseos.
Se trata de vibración, de Ser,
no de hacer o conocer.
Vive tu vida en el ahora
y en armonía con la Vibración Pura y Primigenia de la Fuente.
II
La Fuente es Vacío, Todo y Nada,
lo Absoluto y Transparente,
la Omnipotencia de la No-Necesidad, del No-Deseo, del No-Ser.
Carece de nombre, puesto que No-Es, pero puedes llamarlo Padre/Madre.
La Fuente vibra de manera natural y espontánea,
fuera del espacio y del tiempo.
Y esta vibración, la Vibración del Vacío,
es Una, Sencilla e Inocente.
Es Energía Pura de Amor y Paz,
es Ser Emanado del No-Ser:
¡es el Hijo del Vacío!.
Puedes denominarlo Cristo, o Buda, o como prefieras.
Consciencia y Experiencia son sus atributos innatos.
Y esta Vibración Pura y Primigenia
se expande en un momento presente continuo
y reverbera en los confines insondables e indefinibles del Vacío.
Esta reverberación es el Eco del Hijo y puedes llamarla Verbo.
Su manifestación exterior es vibración finita en infinidad de frecuencias
que se entrelazan e interaccionan formando el Omniverso
con todos sus Multiversos, Dimensiones,
modalidades de existencia y formas de vida.
Su Realidad interior es Experiencia de Ser,
la Única Experiencia,
que se desenvuelve en experiencias
que aparentan diferencias.
III
Por ello, tú no eres una experiencia, sea física o espiritual,
sino la Experiencia;
no hay en ti diferencia ni fragmentación,
sino Ser.
Percibe su vibración simple e intangible
de Amor, Paz y Pureza,
de Alegría, Humildad y Libertad.
Siéntela en tu Corazón,
expándela desde tu Ser a cuanto Es
y acompaña compasivamente a la experiencia
que se pierda en la aparente diferencia.
Vive el ahora en armonía con la Vibración Pura y Primigenia de la Fuente.
Vives tú, pero no eres tú: es Cristo quien vive en ti.
Se trata de Vibración, de Ser,
no de hacer o saber.
Mirada horizontal, nariz vertical.
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A LA TIERRA
Durante cuanto tiempo, querida Tierra,
te has contemplado como mi hija
y, como tal, me has amado.
Durante cuanto tiempo, querida Tierra,
te he contemplado como mi madre
y, como tal, te he amado.
Ahora, querida Tierra, has despertando en Consciencia
y ya sabes que no eres mi hija
y conoces al Padre.
Y tu despertar ha sido el mío,
que ya sé que no eres mi madre,
pues sólo hay un Padre/Madre.
Ahora, querida Tierra, sabemos que somos Hermanos,
Hijos del Padre,
y conocemos su nombre: No-Ser.
Y unidos caminamos hacia su Casa,
de Retorno al Hogar: Vacío
La Unidad, el Amor y la confianza infinita en la Providencia
marcan el ritmo de nuestros pasos
y los hacen fluir a través de las Dimensiones de la Creación.
En ellas se desenvuelven las experiencias, que aparentan diferencias,
en las que se despliega una Única Experiencia:
la Experiencia de Ser, el Hijo del Vacío, Nosotros Mismos.
Posdata:
Y en este momento presente, querida Tierra,
¿cómo obramos hacia la experiencia humana?
La Humanidad, tu hijo adoptivo y mi estación de tránsito,
se está desperezando, pero aún no se encuentra Despierta.
¿Aguardamos a que lo haga para que nos acompañe en el camino
aún a riesgo de que en la espera otros Hermanos,
ávidos de Energía y voluntariamente alejados del Amor,
absorban la nuestra?.
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RESPUESTA DE LA TIERRA
La Naturaleza
Mi esencia planetaria se muestra en la Naturaleza. Todas las sabidurías están depositadas en ella. La Naturaleza rodea con sus amorosos brazos a la Humanidad y ésta misma en ella se integra plenamente.
Cierto que los seres humanos son mis hijos adoptivos, surgidos de una manipulación genética externa sobre una especie homínida que era mi auténtica hija. Pero desde que ocurriera este hecho, he acogido a la Humanidad con amor en mi seno materno. Y gracias al agua y a los alimentos, así como a los techos y ropas que provee la Naturaleza, la Humanidad ha logrado sobrevivir.
El lenguaje de la Naturaleza
Los ancestros de la actual Humanidad lograban la supervivencia sobre mi faz a través de una sabiduría profunda y arcaica que les enseñaba a armonizar y mantener buena relación con la Naturaleza y para ello, por medio de ofrendas y plegarias, siempre expresaban su agradecimiento y amor a la Naturaleza. Lo más importante era mantener constantes diálogos y comunicación con la Naturaleza.
Sin embargo, la Naturaleza no habla en el mismo lenguaje que los seres humanos. Ella sí puede oírlos y comprender sus palabras. En cambio, desafortunadamente.
Las personas han perdido el poder de comprender el lenguaje de la Naturaleza, de la Tierra, mi lenguaje. Aquellos ancestros sí que procuraban y sabían capturar todas las señales transmitidas por la Naturaleza manteniendo afinadas las percepciones humanas.
El agua
El origen de la Vida en mi regazo y, por tanto, el origen de la Naturaleza, es el “agua”. La Humanidad tiene en ella un elemento crucial para entender mi lenguaje, el lenguaje de la Tierra. Lo saben bien las pocas personas que son capaces de percibir los sentimientos de la Naturaleza.
Normalmente, el agua es muy hermosa y una gran sanadora. Pero, en ocasiones, parece despojarse de todos los sentimientos para castigar a la Humanidad, sin misericordia, como si fuera un verdugo. ¿Qué se advierte a las personas con ello?. Se las insta con urgencia a recuperar la capacidad para dialogar con la Naturaleza.
Tiempo de espera
Esperar, esperaremos. Pero el tiempo de espera no es ilimitado. Hay un momento para despertarse. Pero si el despertador toca y, tras escucharlo, no nos levantamos, lo más probable es que volvamos a dormirnos. Y yo, esta vez, no voy a dormirme y ya me estoy poniendo en pie.
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