31/5/17
"Los animales de granja consumen más antibióticos que nosotros": entrevista a Philip Lymbery
Interesantísima entrevista a Philip Lymbery, publicada en La Vanguardia con fecha 8 de mayo de 2017, donde se ofrecen datos e información sobre los "campos de concentración" donde 70.000 millones de animales sufren actualmente crueldades de todo tipo antes de ser asesinados para su consumo como carne por el ser humano:
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30/5/17
Charla en directo de Emilio Carrillo en Mindalia TV: 1 de junio de 2017
1 DE JUNIO, jueves, 21:00 horas, Mindalia TV
Charla-coloquio en directo de Emilio Carrillo a través de Mindalia TV: "Consciencia y conocimiento de uno mismo"
Podrá ser seguida desde cualquier parte del mundo. Para ello, es imprescindible la inscripción previa (gratuita y con un número de plazas ilimitado) a través de este enlace:
https://www.mindaliatelevision.com/010617-consciencia-y-conocimiento-de-uno-mismo-emilio-carrillo-2/
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Impertenencia
No pertenezco a nadie
Ni a nada…
Nada me pertenece.
No estoy atada ni apegada.
No tengo nada ni a nadie.
Solo me tengo a mí.
Eso no quiere decir que esté sola.
Quiere decir que no dependo de nadie.
Ni ellos de mí.
Es una confluencia pasajera
Y así la disfruto.
Mi “Reino” no es de este mundo.
Aquí no tengo nada ya.
He perdido tanto…
Que ya no quiero tener más…
Si no viene sin intervención mía.
Si viene y lo tengo que tener…
Bienvenido sea.
Nada me sostiene
Pero eso me hace estar
mucho más segura.
La seguridad, no viene de fuera.
Ya no me asusta perder
Todo lo he perdido ya.
Solo me he ganado.
A mí.
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Autora: María Ferrer (mariafconciencia2@gmail.com)
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29/5/17
Junio 2017: Emilio Carrillo, charlas y actividades
1 DE JUNIO, jueves, 21:00 horas, Mindalia TV
"Consciencia y conocimiento de uno mismo": charla-coloquio en directo a través de Mindalia TV. Podrá ser seguida desde cualquier parte del mundo. Para ello, es imprescindible la inscripción previa (gratuita y con un número de plazas ilimitado) a través de este enlace:
https://www.mindaliatelevision.com/010617-consciencia-y-conocimiento-de-uno-mismo-emilio-carrillo-2/
https://www.mindaliatelevision.com/010617-consciencia-y-conocimiento-de-uno-mismo-emilio-carrillo-2/
2 DE JUNIO, viernes, 17:30 horas, LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Taller (4 horas): "Crecimiento personal, equilibrio físico, emocional y mental y desarrollo espiritual"
Hotel Cristina Las Palmas (C/ Gomera, 6)
Información y reservas: por WhatsApp: 687 798 849 o a través de este email: uacosta@congresointernacionaldelmisterio.es
Información y reservas: por WhatsApp: 687 798 849 o a través de este email: uacosta@congresointernacionaldelmisterio.es
2 DE JUNIO, viernes, 01:20 horas aproximadamente, Canal Sur Radio
Entrevista en el programa "La Noche más hermosa”
La entrevista podrá ser seguida en el dial de la emisora o entrando en la web de Canal Sur Radio:
(Redifusión: al día siguiente, sábado 3, a las 01:30 horas aproximadamente)
20, 21 y22 DE JUNIO, martes, miércoles y jueves, 18:30 horas, SEVILLA
Taller (7,5 horas): "La constitución septenaria del ser humano"
Rincón de Kiko (C/ San José, 21-23 Pasaje)
Es imprescindible la inscripción previa (gratuita) escribiendo a este email: rincondekiko@gmail.com
23 DE JUNIO, viernes, 19:00 horas, RONDA
Charla-coloquio: “Consciencia, conocimiento de uno mismo y diálogos con Abul-Beka” (Homenaje a Cayetano Arroyo en el 25º aniversario de su fallecimiento físico)
Organiza: Centro Baba
Instituto (IES) Pérez de Guzmán, donde Cayetano dio clases (C/ Dolores Ibarruri, 3)
Entrada libre y gratuita hasta completar el aforo (370 plazas). Para más información:
24 DE JUNIO, sábado, 11:30 horas, MÁLAGA
Charla-coloquio: "Consciencia y conocimiento de sí mismo”
Salón de actos del Colegio Doctor Fleming (entrada por Avenida de la Aurora)
Organiza: Asociación Somos Uno
somosunomalaga@gmail.com
Entrada libre y gratuita. Para una mejor organización y evitar problemas de aforo, se ruega reservar plaza enviando un emial a esta dirección de correo: emiliocarrilloenmalaga@gmail.com
30 DE JUNIO Y 1 DE JULIO, viernes y sábado, 16:00 a 21:00 y 09:00 a 14:00 horas, respectivamente, BARCELONA
Seminario: “Espiritualidad en la Vida Cotidiana” (En el “Máster de Desarrollo Personal y Liderazgo”)
Salón de actos de La Convalescencia (C/ Sant Antoni María Claret, 171)
Para asistir al Seminario es imprescindible estar matriculado en el máster:
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28/5/17
Algunos aspectos interesantes de la Meditación (Enseñanzas Teosóficas: 15)
La palabra "meditación" incluye una gran variedad de
ejercicios mentales practicados por personas que se sienten animadas por algún
tipo de ideal espiritual y se han propuesto realizar dicho ideal en su vida,
por lo menos hasta cierto punto. Dado que la actividad y la disciplina de la
mente que comprende la meditación abarcan un muy extenso campo, no es fácil
tratar aquí el tema en forma sistemática ni en toda su amplitud. Se considera
que todos cuantos lean este artículo estén familiarizados con los aspectos
generales de la meditación; y por lo tanto, aquí nos limitaremos a tocar unos
pocos aspectos interesantes de la misma que no son de comprensión general, pero
que, a la vez, encierran interés vital para quienes aborden con plena seriedad
los problemas de la vida interna y no quieran practicar la meditación como mera
rutina.
Tampoco es fácil definir el propósito de la meditación, ya que
depende de la base mental del individuo, de su temperamento y de su evolución
espiritual. Pero puede indicárselo, en los términos más generales, diciendo que
dicho propósito consiste en llevar la personalidad inferior a contacto
consciente con el Yo Superior, haciendo, de este modo, que dicha personalidad
perciba cada vez mejor su origen, destino y naturaleza, que son todos divinos.
Todos aquellos que meditan regularmente –porque consideran dicha ciencia como
parte de una disciplina espiritual sistemática– necesariamente han de creer que
tras el mundo físico se oculta otro, real, espiritual, de inimaginable
esplendor; y que es posible para el ser humano ponerse en contacto, por medio
de la meditación, con ese mundo interno, en medida cada vez mayor. Porque, de
no ser así, no habría motivo para entregarse a esta clase de actividad mental.
El mundo de la Realidad se halla oculto dentro de la mente de todo
ser humano, y puede conocerse más y más, al penetrar progresivamente en niveles
más profundos de la mente. Por eso es necesario, en toda verdadera disciplina
espiritual, no sólo ejercitar el principio pensante de diversos modos, sino
también entrar en sus profundidades por medio de la meditación.
El conocimiento ordinario puede adquirirse mediante la actividad
mental que se limite a lo que puede llamarse la superficie de las cosas, a la
observación de los fenómenos físicos, al acopio de datos
sensoriales, y al trabajo sobre dichos datos mediante procesos intelectuales de
comparación, razonamiento, etc. Pero el conocimiento acerca de los mundos
invisibles y más sutiles, de naturaleza mental, que se encuentran ocultos tras
del mundo físico, no puede adquirirse de ese modo. Es necesario introducirse en
las capas más hondas de la mente y de la conciencia, por medio de técnicas bien
definidas que forman parte de la disciplina del yoga.
La diferencia que existe entre estos dos tipos de actividad mental
puede comprenderse comparándola con las técnicas de la natación. El individuo
que haya aprendido a nadar por la superficie del agua puede explorar todo
cuanto se encuentre en ella; la totalidad del mundo que se halla en contacto
con la extensión de los océanos está abierto a su observación e investigación.
Pero muchos otros mundos, en variedad infinita, se ocultan bajo la superficie,
en diferentes lugares y a diversas profundidades, y sólo podrá ponerse en
contacto con esos mundos e investigarlos cuando aprenda a sumergirse, a pasar
del exterior a las honduras del agua; el proceso de nadar por debajo es algo
distinto de la natación corriente, presenta problemas diferentes y necesita
técnicas diversas. La diferencia entre la actividad mental corriente y la
meditación es de índole análoga a la que existe entre las dos clases de
natación.
El proceso ordinario del pensar, aunque sea profundo y se proponga
un fin determinado, implica solamente movimientos mentales a nivel de
superficie. En el razonamiento riguroso, que representa quizás la forma
superior y más difícil de este tipo de actividad, la mente actúa de modo
disciplinado, pero su movimiento sigue siendo por encima, si podemos
expresarnos así; no es un movimiento que lleve a un nivel cada vez más hondo de
la mente; ésta puede entregarse a una actividad concentrada y prolongada, pero
mientras actúe de ese modo solamente estará en relación, y por lo tanto podrá
conocer, únicamente, lo que se relaciona con la vida externa. Todos los logros
en el reino de la razón, hasta los de más notable índole, son asequibles a esta
clase de actividad mental, pero los mundos más sutiles y reales que se ocultan
en capas más profundas, no pueden explorarse ni conocerse por tales medios.
Porque ello requiere una diferente clase de actividad, que puede definirse como
movimiento de la mente en profundidad. En este tipo de funcionamiento, también
actúa la mente, por supuesto, pero el individuo trata, al
mismo tiempo, de ingresar progresivamente en su naturaleza íntima. Lo que
significa este movimiento de la mente en profundidad se entenderá plenamente al
estudiar los Yoga-Sutras de Patanjali.
Esta idea contiene probablemente la clave del éxito en la meditación,
y muestra por qué, en la mayoría de los casos, esta disciplina no alcanza a
lograr su verdadero fin, a saber: el contacto progresivo con las zonas más
ocultas de la mente gracias a un poder de percepción cada vez mayor. Ese
movimiento hacia lo recóndito, necesario para el éxito de la meditación,
requiere, naturalmente, no sólo una clase de movimiento algo distinto, sino
también un esfuerzo mayor.
Casi todos los que hemos aprendido a usar con eficiencia nuestra
mente, no nos damos cuenta que ejercitarla en un tipo determinado de actividad
llega, después de cierto tiempo a no necesitar casi esfuerzo alguno; en
realidad, no llegamos a ser realmente eficientes hasta que esa actividad se
realiza sin ningún esfuerzo. El orador ya bien dotado de experiencia, una vez
que ha dominado la técnica de escoger y ordenar sus ideas, puede levantarse y
hablar durante el tiempo que quiera, con toda fluidez, sin ninguna
interrupción. El periodista ya ducho en sus tareas toma la pluma y llena página
tras página de comentarios, casi sin esfuerzo alguno; le basta con elegir sus
ideas de entre el diluvio de material escrito que fluye de las prensas, y
expresarlas en forma vívida, llamativa. Porque una vez que se ha dominado la
técnica de poner en orden las ideas y de expresarlas con efectividad, el resto
es cosa fácil.
Esto, como bien salta a la vista, no se diferencia mucho del
aprendizaje de la natación. Una vez que la persona ha adquirido la destreza
necesaria para mantenerse a flote, nadar se reduce a una simple cuestión de
resistencia física y de ejecutar ciertos movimientos corporales; ya no se
necesita especial esfuerzo, en el verdadero sentido de la palabra, para seguir
nadando.
Casi todas nuestras actividades mentales pertenecen a este tipo.
Nuestra mente avanza por los surcos habituales, o se ejercita, casi sin
esfuerzo, en hacer las cosas cuya técnica tiene ya dominada en mayor o menor
grado; no tiene que mantenerse concentrada ni impulsada en una determinada
dirección por un movimiento de la voluntad o por la dominadora atracción de un objeto a lograr, o de un problema a resolver. Por tanto, no
se la emplea habitualmente para un esfuerzo sostenido, encaminado hacia un
objetivo bien definido, y motivado por la presión continua de la voluntad o de
la atracción que es, precisamente, todo lo que se requiere para el éxito de la
meditación.
Así pues, el mero hecho de sentarse en determinada postura y de
hacer que el pensamiento produzca una serie bien hilvanada de ideas sobre un
determinado tema, no es verdadera meditación, aun cuando esto es lo que casi
todo el mundo realiza. Es evidente que este tipo de ejercicio mental es, en
realidad, lo mismo que escribir un artículo sin pluma ni papel o como dar una
conferencia sin hablar. Tampoco puede considerarse como meditación, en el
verdadero sentido de la palabra, la práctica corriente de permitir que la mente
se mueva a lo largo de acostumbrados y ya muy recorridos surcos creados por la
repetición de textos religiosos, aunque esto es lo que hacen casi todas las
personas religiosas cuando "meditan" durante su diaria observancia.
Es tendencia general la de convertir todo tipo de actividad
necesaria en una rutina, a fin de que la mente no se vea obligada a un gran
trabajo ni tampoco tenga que elegir entre diferentes modos de acción o entre
diferentes ideas.
Esto es lo que motiva, también, la gran popularidad de los rituales
en el cumplimiento de los deberes religiosos; el propósito consiste en tener,
por lo menos las formas de la vida religiosa, aunque carezcan de sustancia.
Pero, cualquiera puede darse cuenta que, en tales condiciones, el estancamiento
resulta inevitable. Acaso, no haya, en el sendero de desarrollo espiritual,
obstáculo mayor que el falso sentido, de logro y seguridad que engendra la
rutina.
Y, ¿por qué no es posible producir el estado mental necesario,
cuando nos sentamos a meditar? Primeramente porque nuestro interés por las
cosas sobre las cuales queremos meditar carece de la necesaria intensidad y
profundidad. Probablemente, nos imaginamos que queremos hallar la realidad que
creemos escondida dentro de las capas profundas de nuestra mente y conciencia,
pero se trata de un mero pensamiento vago, motivado por un deseo igualmente
vago; no hay propósito claramente definido y dinámico; no hay intensidad de deseo,
en el trasfondo, de resolver los problemas de nuestra vida interna y de
descifrar los misterios de nuestra existencia.
Para hacernos una idea cualitativa de este tipo especial de estado
mental necesario, hemos de recordar la tremenda intensidad de propósito y de
concentración que caracterizaba, por ejemplo, a un hombre de ciencia como
Edison cuando trabajaba en alguno de sus inventos; su pensamiento se hallaba
tan profundamente absorto en la consecución de su propósito, que hasta se
olvidaba de comer y de dormir. Esa es la clase de estado mental necesario para
la verdadera meditación, y cuando existe, los resultados se producen
rápidamente, como queda señalado en los Yogas-Sutras I, 21.
Y no existe semejante estado, porque no hemos cumplido con ciertas
condiciones básicas para hollar el sendero de desenvolvimiento espiritual por
medio de la meditación. No nos damos cuenta realmente de las tremendas
ilusiones y limitaciones en medio de las cuales vivimos nuestra vida actual; y,
por consiguiente, no existe en nosotros el impulso necesario para salir de tal
condición. Las atracciones de las cosas de aquí abajo son demasiado poderosas,
y generan una fuerza irresistible para distraer la menta. A su vez, ésta no ha
sido adecuadamente adiestrada para realizar tareas de calidad que nos hayamos
propuesto. El ideal no nos atrae con suficiente fuerza. En suma: no poseemos
los requisitos esenciales.
Precisamente con objeto de que se produzcan las condiciones
adecuadas para el éxito en la práctica es por lo que todos los verdaderos
sistemas de cultura espiritual insisten en la disciplina preliminar de la mente
y el carácter. En el bien conocido Sadhana-Chatushthaya, el sistema cuádruple
de perfeccionamiento de sí mismo, es necesario adquirir, ante todo, los cuatro requisitos
básicos para hollar el Sendero. Estos se llaman en sánscrito Viveka, Vairagya,
Shattsampatti y Mumukshuttva. Sólo cuando se llega a un estado bastante
avanzado de progreso es cuando se emprende la práctica intensiva, a fin de
abrir los canales entre lo inferior y lo superior y establecer el centro de
conciencia en los planos superiores de manifestación.
Al recorrer el sendero de Raja-Yoga reseñado en los Yoga-Sutras, el
aspirante tiene que practicar primero el Bahiranga o Yoga Externo, a fin de entrenarse
para llegar a la meditación en sus tres etapas de Dharana, Dhyana y Samadhi; no
se espera de él que ni siquiera comience con Dharana hasta que haya dominado la
cuarta técnica, Pranayama, según se evidencia en el Sutra II, 53. En todo
sistema de Yoga, se cuenta con que el candidato posea ya los
requisitos básicos para la práctica, aunque ello no se menciona
específicamente; si no los posee en grado suficiente, primero se le obliga a
someterse a rigurosa preparación, a ese objeto. Solamente en pseudosistemas de
Yoga es donde ciertos llamados Gurús toman discípulos y los inician en los
misterios de la "meditación trascendental" o Samadhi, sin enterarse
siquiera de si poseen las calificaciones o la capacidad necesaria a ese objeto.
Porque, si lo hicieran, ello afectaría gravemente la magnitud de su clientela.
Aquellos de nosotros que no logramos éxito en la meditación,
deberíamos hacer un buen examen de conciencia y un buen autoanálisis. Ello nos
capacitaría para ver, con nuestros propios ojos, que la causa fundamental del
fracaso reside, probablemente, en una grave carencia de fervor y de diligencia;
hemos emprendido el método antes de querer, de anhelar de veras aquellas cosas
que son objeto de la meditación. Es como poner el carro delante del caballo.
Tenemos que darnos cuenta que existen problemas, antes de emprender la solución
de esos problemas. El objeto de la disciplina consiste en resolver los
problemas de la vida interna por medio de la introducción en los estratos
escondidos de la mente y la conciencia, que es donde únicamente puede hallarse
la solución de dichos problemas; pero si ellos no existen para nosotros, es
inútil sentarse a meditar día tras día en cómo resolverlos. La meditación no es
un fin en sí misma; es meramente un medio para lograr un fin.
Recuerdo, a este respecto, la mentalidad de muchos estudiantes que
vienen a la universidad para dedicarse a la investigación; quieren llevar a
cabo investigaciones, pero si se les pregunta cuáles son los problemas que
quieren resolver, dan el silencio por respuesta. Es preciso entonces,
presentarles un problema para que trabajen sobre él. En la vida académica es
posible primero querer dedicarse a la investigación, y buscar el asunto
después, porque el objeto que persiguen esos estudiantes no es realmente esa
investigación en sí, sino lograr la preparación que les permitirá efectuar
investigaciones después que salgan de la universidad. Pero para el aspirante a
la vía superior, que tiene que penetrar en los campos desconocidos de la mente
en virtud de sus propios esfuerzos, semejante actitud es evidentemente
imposible, porque en su caso no habría incentivo y, por tanto, no existiría
–para la mente– el impulso de abandonar el reino de lo conocido
y adentrarse en sí misma para descubrir lo que yace oculto en el interior de
los estratos más hondos de su conciencia.
Solamente cuando estos problemas son reales, y se han planteado
como resultado de nuestra reflexión profunda y de nuestra experiencia; cuando
no son interrogantes que hemos creado artificialmente, o que hemos tomado de
los demás, es cuando nuestra facultad intuitiva comienza a actuar en la
meditación, y empieza a brotar naturalmente de nuestro interior el conocimiento
espiritual que arroja luz sobre tales problemas.
No debiéramos olvidar que al emplear la mente en la meditación
real, estamos tratando de habérnoslas con las realidades de la vida, y que
debiera haber en nosotros, no solamente problemas reales, sino un empeño
también real por resolverlos. La intuición no puede funcionar sino en este tipo
de atmósfera de autenticidad, y si no existe en nosotros el grado necesario de
sinceridad, de verdadero empeño, nos faltarán precisamente las calificaciones
esenciales para lograr el conocimiento intuitivo que viene de adentro, y
necesariamente la meditación será estéril y se convertirá en una frustración.
Cuando los problemas de la vida interior cobran realidad para
nosotros, no solamente saturan toda nuestra vida, sino que su solución adquiere
carácter de urgencia. Hasta cuando la mente inferior se halla ocupada en
actividades externas, la mente superior, en el trasfondo, está cavilando
constantemente sobre estos problemas y buscándoles solución. Esta constante
consideración sobre un problema se llama en sánscrito Bhavana, y forma parte –
necesariamente– de la verdadera meditación que pone en juego la facultad
intuitiva; el efecto de este constante cavilar se realza aun mas por medio de
Japa, por la cual la potencia presente en el "sonido" se utiliza a
fin de reforzar el efecto del pensamiento. A la luz de lo que se ha dicho
anteriormente, podrá comprender el estudiante la significación del aforismo I,
28 de los Yoga-Sutras.
Es necesario tener cuidadosamente en cuenta que todo conocimiento
referido a las realidades espirituales de la vida se obtiene, no por medio de
la facultad intelectual de la razón, sino mediante la facultad de la intuición,
poco conocida en general, y sospechosa para muchos. La verdadera intuición no
es, como suponen las personas de mentalidad esencialmente materialista, una
capacidad de barruntar la verdad de modo misterioso pero no digno de confianza. Es la facultad de percepción directa de la verdad
que se produce cuando, en alguna forma, la conciencia del buscador se sintoniza
con la conciencia Divina. En esta última todas las realidades de la existencia
se hallan externamente presentes en su verdadera forma; al ejercerse la
intuición corriente en las primeras etapas, la conciencia del investigador
salta, como si dijéramos, por encima de las barreras del intelecto, y mediante
la percepción directa puede aprehender cualquier realidad, por lo menos
parcialmente. En Samadhi se produce el mismo resultado de manera controlada y
científica, y, por consiguiente, la percepción es entonces completa y libre de
defectos. La naturaleza misma de todos los hechos espirituales de la existencia
es tal, que no es posible entenderlos por ningún otro método. Aquellos que
buscan los secretos fundamentales del universo por medio de los telescopios, y
los secretos esenciales de la vida humana a través del microscopio, jamás
hallarán lo que buscan; la naturaleza misma de las cosas frustrará sus
designios.
Dado que la intuición es la facultad de captación directa, sin
ayuda de instrumentos intermedios, se halla libre del error y de la inevitable influencia
deformante que en aquella introducen los vehículos de conciencia. Toda
imperfección que pueda presentarse en su ejercicio se deberá a los defectos de
la mente transmisora a través de la cual se ejerce y que interpreta el
conocimiento; si la mente es pura y se halla bien armonizada, carece de
importancia la escasez de su desarrollo, salvo cuando es preciso interpretar y
formular dicha percepción en términos de intelecto a fin de comunicarla a los
demás. Así, muchos santos que alcanzaron alto desenvolvimiento espiritual eran
iletrados; la falta de un intelecto bien adiestrado les impedía interpretar y
transmitir de modo satisfactorio a los demás las verdades de la vida interior,
pero no afectó nunca la percepción que de tales verdades habían alcanzado.
La efectividad de la facultad intuitiva depende de su poder de
penetración; mientras más fuerte sea la misma –llamada Viveka-Khyati en los
Yoga-Sutras– más profundas serán las verdades que alcanzará a percibir, y más
amplia será su visión, a la vez que más profunda. Alcanza la cima de su poder
de penetración cuando puede traspasar todas las complejidades y la aturdidora
variedad de la existencia condicionada y percibir que todo ello procede de la
Realidad Única y que en ella existe. Así pues, el desarrollo de
la intuición no es cuestión de agregar, de acumular, de ir construyendo algo;
es cuestión de aguzar la facultad de percepción de modo que pueda atravesar la
intrincada maraña de ilusiones y obstrucciones que oscurecen nuestra visión
espiritual. Es por eso que la purificación, la renunciación y la armonización
desempeñan un papel más importante en el avance por el Sendero de Santidad que
la adquisición de conocimientos.
Dado que la intuición es elemento tan decisivo en la meditación,
convendrá detenernos un tanto en la consideración de la manera cómo aparece en
la conciencia el conocimiento intuitivo, en las primeras etapas. La visión
directa de las realidades de la vida espiritual, en el sentido más pleno de la
palabra, solamente se alcanza en Samadhi, pero el estudiante no necesita
esperar hasta entrar en esa avanzada etapa de la disciplina del Yoga para
obtener alguna experiencia cualitativa del conocimiento intuitivo. Es posible
lograr experiencias bien definidas de este tipo de experiencia, siempre que
existan, al menos hasta cierto punto, las condiciones necesarias al
funcionamiento de dicha facultad. De hecho, no solamente es posible, sino
necesario, llegar a este tipo de experiencia, porque nos demuestra que ha
comenzado a abrirse el canal entre la naturaleza intelectual y la espiritual y,
con ello, que ha empezado a realizarse por lo menos parcialmente la finalidad
de la meditación.
Es cosa extraordinariamente alentadora obtener experiencias de este
género, aunque sea en forma ocasional, porque nos aseguran de modo muy preciso
que existe dentro de nosotros una fuente inagotable de conocimiento espiritual,
y que nos es posible aprovechar de esa fuente, mediante una progresiva
sintonización con ella. Por supuesto que ya creíamos todo esto como posibilidad
teórica, pero es cosa muy distinta darnos cuenta de un modo tan vívido, que
nuestra creencia se basa en un hecho real, y que es posible utilizarla en la
práctica. Una vez lograda esta positiva certeza, cada vez nos volvemos más
hacia nuestro interior en busca de todo lo que necesitamos para nuestro
progreso, y así echamos los cimientos de la auténtica vida oculta, centrada en
nuestra Divinidad.
Para comprender cómo funciona la facultad intuitiva en las primeras
etapas del adelanto espiritual, es necesario formarse alguna idea de la
diferencia existente entre el conocimiento superior tal como vive en los planos
del Espíritu y tal como aparece en los planos de la mente inferior. En los
planos superiores, existe desembarazado de la mente inferior
y vive en su Svarupa o forma verdadera. En los planos inferiores, se reviste de
la mente concreta, y solamente puede existir en su Rupa, o sea, en forma de
conceptos y de ideas. Por consiguiente, cuando la sabiduría desciende a la
región de la mente inferior, tiene que tomar como cuerpo un concepto o un
conjunto de ideas, lo mismo que Atma, o el espíritu, tiene que revestirse de un
cuerpo cuando ha de funcionar en el plano físico. En tales condiciones, el
verdadero entendimiento espiritual sirve de alma al concepto intelectual
presente en la mente inferior; pero hay una tremenda diferencia entre ese
concepto, animado e iluminado por la sabiduría, y un concepto formado por la
mente como resultado del mero estudio intelectual y desprovisto de toda
percepción espiritual; el primero de dichos conceptos es cosa viva, es dinámico
y de gran significación para el aspirante; el segundo es un mero conjunto de
ideas, divorciado de la Vida e incapaz de proporcionar inspiración o
satisfacción al individuo.
Las anteriores consideraciones ofrecen una explicación de cómo el
saber surge de nuestro interior como resultado del funcionamiento de la
facultad intuitiva; parece venir como de ninguna parte, sin aviso, y en su
primer impacto sobre la mente aparece como un simple vacío, sin forma ni
sustancia; pero pronto parece, como si dijéramos, cristalizarse siguiendo un
patrón consistente en ideas que le dan forma y sirven para corporizar su
significación. Esta manera de expresarse de la mente inferior recuerda la de un
cohete que, en una función de fuegos artificiales, asciende hacia el cielo
surgido de no se sabe dónde, y luego estalla en una lluvia de chispas de
colores que relucen espléndidamente sobre la negrura del cielo nocturno. Hay un
momento en que es apenas una delgada línea de luz sobre las tinieblas, pero ese
delgado fulgor anuncia un exquisito despliegue de brillantez y color, y poco
después se ha transformado en verdadera lluvia de estrellas que ilumina el
firmamento, revelando todo el esplendor que guardaba en su seno.
Es característica propia del conocimiento intuitivo, al aparecer de
este modo, que inmediatamente quede encerrado en un receptáculo mental, apenas
toca con su primer impacto a la mente. Lo único que se necesita para lograr tal
resultado es dirigirla hacia él con plena atención; entonces, queda registrado
y toma forma, de modo natural, rápido y sin esfuerzo. Esta expresión diáfana y como espontánea revela su origen intuitivo y forma parte
inherente de su naturaleza. Pero esa expresión necesita de una mente alerta y
receptiva que posea la pronta disposición y la capacidad necesarias para
revestirlo de una forma adecuada, y, al mismo tiempo, ponerse a un lado, sin
intervenir por el momento. El poeta convertirá inmediatamente ese chispazo de
intuición en un poema inspirado, el músico en una sinfonía, el matemático en un
teorema, el filósofo en un concepto, el artista plástico en una bella forma
concreta; toda demora o falta de atención se traducirá en que el celeste
visitante retroceda, se aleje y quizás haga menos frecuentes sus visitas. Este
proceso que acabamos de indicar no representa sino una de las maneras cómo
puede aparecer el conocimiento intuitivo en la mente del aspirante. Misteriosos
e imposibles de predecir son los caminos del Espíritu; no siempre se ajustan a
un patrón fijo, ni tampoco responden a idéntico grado de intensidad o de
iluminación. Pero siempre que el conocimiento desciende de esas elevadas
regiones, lleva el sello distintivo del Espíritu, y quien lo recibe puede
siempre identificarlo; no hay confusión ni aturdimiento cuando el espíritu se
comunica; solamente puede haber iluminación, aunque sea ésta de diferentes
grados, lo que dependerá de la capacidad de quien la reciba.
El saber que en esta forma aparece en la mente no deberá confundirse
con las experiencias de índole psíquica que adoptan la forma de visiones o
sonidos de diversas clases, y que se originan en la naturaleza psíquica del
hombre; aunque generalmente resulten espectaculares, estas experiencias carecen
de certidumbre, de la seguridad y la confiabilidad que caracterizan a todas las
manifestaciones del Espíritu; el hecho de que frecuentemente produzcan
excitación e ideas de vanagloria acerca del propio progreso espiritual basta
para mostrar su origen inferior. Todas las expresiones del Espíritu van
asociadas a imperturbabilidad e impersonalidad indescriptibles, y aunque las
acompaña un influjo de paz y poder, no hay excitación de ninguna clase.
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Autor: I. K. Taimni
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Las Enseñanzas Teosóficas se publican en este blog cada domingo, desde el
19 de
febrero de 2017
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26/5/17
Vídeo del coloquio abierto compartido por Emilio Carrillo el 26 de abril de 2017
Vídeo (duración: 02:01:50) del coloquio abierto compartido por Emilio Carrillo el 26 de abril de 2017, en la sede de la Fundación Espató. Fue emitido por Recuerda TV con fecha 12 de mayo.
Durante el coloquio abierto, Emilio responde en directo a las preguntas que formulan los asistentes y a las que han sido remitidas a la Fundación Espató a través de este email: infofe@fundacionespato.com
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25/5/17
"Pecado" y "Ho'oponopono"
Los
términos “pecado” y “Ho'oponopono” tienen un significado dual
que, al tiempo, se funden en la No- dualidad.
Según
la Real Academia “pecado” tiene los siguientes significados entre otros:
Según el
griego, el concepto “hamartia es el nombre que traducimos pecado...En
el griego clásico, hamartia expresa básicamente la idea de yerro.
Hamartanein empezó significando errar el blanco, como, por ejemplo,
cuando se dispara una flecha, que no acierta...”
En el
Nuevo Testamento, adquiere un significado más serio: “...el pecado no es como
una de esas enfermedades que algunos hombres contraen y otros no. Es algo en lo
que todo ser humano está envuelto y de lo que todo ser humano es culpable. El
pecado no es una simple erupción esporádica, sino el estado, la condición,
universal del hombre” (Palabras Griegas del Nuevo Testamento de William
Barclay).
Por lo
tanto, según su etimología, el “Pecado” nos quiere decir que estamos atrapados
bajo el velo del error de percepción generado por la falta de atención al
funcionamiento de nuestra mente concreta desde la percepción original (unión
masculino-femenino). Cuando apuntamos a una diana y no damos al blanco (a la
unidad) es posible que alguna distracción nos desvíe del acierto (los pensamientos)
y, entonces, cometemos el pecado (error de percepción). Así, “el Pecado
Original” oculta un sentido de gran sabiduría si observamos las dos acepciones
de la RAE:
1. m. Según la doctrina
cristiana, pecado en que es concebida la persona por descender de Adán y Eva.
2.m. coloq. Defecto de
origen.
Es
decir, desde que se separó lo masculino de lo femenino, el origen quedó
defectuoso.
Este
sentido profundo queda confirmado por la revelación que me proporciona la suma
de todas las letras que componen las palabras: Pecado, Culpa y
Hamartia. Absolutamente los tres conceptos quedan cada uno de ellos
reducidos al los dígitos 10. Esto es la Unidad. El uno en punto cero es el
instante presente que te permite detectar el error de percepción si lo
observas, como dicen las enseñanzas budistas, si permites que tu mente descanse
sobre su naturaleza original se pone de manifiesto el espacio infinito de tu
consciencia donde todo surge y se desvanece, vivencia que proporciona la
práctica de la meditación.
Un error
de percepción no es una equivocación. Es simplemente una oportunidad para
observar como nuestra mente crea continuamente pensamientos, creencias y
experiencias fuera para llevarnos al máximo punto divergente y así llevar,
luego, toda la información, de vuelta a casa. Entonces, todas las respuestas
son vistas porque en el origen, en este “0” las preguntas y las respuestas
están unidas, fusionadas.
Cada vez
me encuentro con más personas que me dicen: “¡Ya lo veo! ¡Ya lo comprendo! No
soy lo que creía ser”. Esta información es proporcionada por la mente abstracta
que atraviesa como una espada tu plano físico-biológico, emocional y mental.
Para
comenzar a cultivar lo abstracto es importante observar la carga emocional,
física y mental que nos produce escuchar lo establecido como ocurre con el
término “Pecado” y soltar todo su contenido ficticio y obsoleto en el vacío
cero que lo envuelve. Cada “Pecado” es una oportunidad para escucharte mientras
uno está escuchando y para observarte mientras uno está observando. “El que
tenga ojos que vea y el que tenga oidos que oiga y comprenda”.
Es ahí,
en ese instante, cuando te llega un conocimiento y comprensión de lo que todos
los seres del universo compartimos: nuestra real naturaleza. El espacio
infinito que todos respiramos y del que formamos parte. Cultivemos las semillas
del vacío en nuestra vida cotidiana, como alude la Parábola del Sembrador Mateo
13:1-9.
Veamos
que nos dice el término Ho'ponopono: según “Ojos Nuevos” de Emilio Carrillo, proviene
de tradiciones indígenas del Pacífico, en general, y de la cultura hawaiana, en
particular. Literalmente significa acertar el paso o corregir el error.
Lo que
esta sabia y ancestral enseñanza quiere corregir es “el error de percepción”
con el que vivimos la vida cuando no estamos con-centrados. Por eso el pecado
da 10, para situarnos junto al cero en cada instante y hacernos responsables de
todo lo que sentimos y pensamos. Se sabe que Ho'ponopono es asumir la
responsabilidad de cada instante de tu vida al 100 por 100 y así vamos sumando
ceros, sembrando semillas de vacío para ver lo esencial.
Las
letras que forman la palabra Ho'ponopono suman 4. Según David Williams en
“Mirar desde el Vacío” basado en la aplicación de la Ley del Desdoblamiento del
Tiempo y la Lógica Global Convergente para el despertar del ser humano, el
número 4 nos está referenciando al diseño -programa sobre el cual se construye una realidad concreta.
Es el aspecto que nos va a dar una identidad particular para operar adentro del
espacio -tiempo.
Ahora
bien, ¿Cuál es la identidad particular con la que queremos funcionar adentro
del espacio-tiempo?
Según
Morrnah Nalamaku Simeona, tú eres el creador de tu vida y de tus
circunstancias. Cualquier acto incorrecto es memorizado dentro de uno mismo y
reflejado en cada entidad y objeto que estuvo presente cuando la causa ocurrió.
Como las leyes de causa y efecto predominan en todo lo vivo y todas las vidas,
el propósito de su versión es principalmente "liberar experiencias
infelices y negativas en reencarnaciones pasadas y resolver y quitar traumas de
los 'bancos de memoria'.
Si
accedemos en cada momento de nuestra vida a este campo cuántico desde la
Gratitud, la Confianza y el Amor, observando desde nuestra real naturaleza, el
dado nos muestra la jugada perfecta. En vez de “actos incorrectos”
comprenderíamos que esto que Morrnah llamó incorrecto es simplemente el
resultado de una distorsión de la percepción por elegir identificarnos con la
mente concreta. Entonces, cuando accedes a este conocimiento, el pecado 10 y el
Ho'ponopono 4 se fusionan (10+4=14=1+4=5) dando lugar a una vida en 5ª dimensión
y bajo un nuevo decreto: “GRACIAS,
TE AMO, PRESENCIA INFINITA”.
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Autora: Raquel García (raquelin101@gmail.com)
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24/5/17
Valencia, 27 de mayo de 2017: charla de Emilio Carrillo
27 DE MAYO, sábado, 18:30 horas, VALENCIA
Charla de Emilio Carrillo: “Consciencia y Felicidad”
Hotel Senator Parque Central (Plaza Manuel Sanchís Guarner)
La entrada es libre (aforo: 500 plazas) y se solicitará una aportación de 10 euros para sufragar entre todos los asistentes los costes de alquiler del local, megafonía y grabación. Se aconseja reservar plaza llamando al teléfono: 652 803 027
Para más información:
https://allevents.in/valencia/conferencia-de-emilio-carrillo-consciencia-y-felicidad/1229161837181059#
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23/5/17
El gran secreto
Voy a contarte una
pequeña historia.
Historia que trata
sobre ti.
La de tú vida.
Hace mucho tiempo
decidiste experimentar la separación de ti mismo.
Eras Totalidad
Perfecta y Serena
Dicha y Gozo sin
nombre ni forma.
Por AMOR te mostraste
como forma
Y a esa forma le
concediste nombre.
Pero para que fuese
más completa esta experiencia,
Decidiste olvidarte
de quien eras realmente.
Y te diste apariencia
de separación creándote un ego.
Este se encargaría de
sumergirte en la dualidad,
De crear diferencias
y que apareciera la sensación de individualidad.
Y creaste un tiempo y
espacio para que este desarrollara todo su potencial.
Y así se dio la gran
ilusión de la separación individual.
De que existían
entidades separadas.
Cada cual con su
propio ego y vida ajena.
Desarrollaste todo
esto en Ti y a través de Ti.
Y realmente lo
conseguiste,
Lo llevaste acabo de
manera perfecta.
Pero dejaste una
semilla de Ti,
Un leve y lejano
recuerdo,
Como una fragancia
que viene a tu pensamiento.
Una sensación que se
despierta con un amanecer,
Con el canto de un
pajarillo,
Con el abrazo de un
árbol,
Con el batir de las
olas en un tranquilo atardecer.
Y vuelves la mira
hacia dentro.
Y escuchas el latido
de TÚ SER.
SER que siempre has
sido.
Pues Todo se ha dado
en Ti y Gracias a Ti.
Es el instante en el
que Recuerdas quien ERES.
Te Entregas a Ti.
Retornas al estado
primigenio,
El cual nunca
abandonaste,
Tan sólo te sumiste
en Tú Olvido.
Ese es el secreto de
tu vida.
ERES AMOR
QUE POR AMOR
SE TRANSFORMÓ EN
MULTIPLICIDAD APARENTE,
SIENDO UNO
CONSTANTEMENTE.
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Autor: Matías Márquez (gaudapada@hotmail.com)
Fuente: De su próximo libro Crisol
de Amor
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