Como despedida de este blog hasta el año que viene -tocan vacaciones hasta después de Reyes- y a modo de regalo navideño, se relacionan a
continuación los enlaces para acceder a los vídeos y audios de 45 talleres, charlas, entrevistas... compartidos por Emilio Carrillo a lo largo de este año 2014 que ya nos dice adiós. En total, cerca de 100 horas de "recuerdos" sobre lo que somos y es. ¡Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo!:
13 de diciembre de 2014
Audio: "Carta a una amiga desde la no mente" (00:06:32):
Video: Taller en Granada sobre "La práctica cotidiana de nuestra divinidad" (06:51:00): 1ª Parte (03:25:28): https://www.youtube.com/watch?v=NvW3TbC5ZO4 2ª Parte (03:25:32):
========================================================= Se puede acceder tanto a estos vídeos y audios como a otros de años anteriores a través de este enlace:
Jessica ha producido un audio (duración: 7 minutos, 51 segundos), al que también ha puesto voz, basado en un texto de Emilio Carrillo acerca de cómo Mantenerte en la Frecuencia del Amor. Su puede acceder a él a través de este enlace de Reiki Nuevo:
Vídeo (duración: 00:36:20) de la entrevista realizada a Emilio
Carrillo por María Ibars (La Caja de Pandora: Vamos por Buen Camino) en el marco del encuentro Un Mundo, Una
Consciencia, celebrado en Barcelona el 15 de
noviembre de 2014:
Vídeo (duración total: 01:47:34) de la charla-coloquio compartida por Emilio Carrillo en Córdoba (VI Congreso Andaluz de Espiritismo), el 1 de noviembre de 2014:
Una mañana desperté siendo un
guerrero, viví luchando, vi la sangre correr junto a mí y morí con odio.
Una mañana desperté siendo una
esposa, rodeada de hijos, conocí el amor de las personas y morí sonriendo.
Una mañana desperté siendo una
hija, aprendí el respeto, hice lo que me dijeron y morí con dudas.
Una mañana desperté siendo un
capitán, navegué los mares del mundo, nada se escondía para mí y morí solo.
Una mañana desperté siendo un
monje, compartí mis experiencias, viví sereno y morí en paz.
Una mañana desperté siendo un
aborigen, descansé en la naturaleza, vi las estrellas brillar y morí en
silencio.
Una mañana desperté siendo un
desdichado, viví preguntando, elegí sufrir
y morí con miedo.
Una mañana desperté NO SIENDO, caminaba entre todos, estaba en todo, soltaba todo,
disfrutaba todo, comprendía todo y amando todo ya no volví a despertar… ni a
morir.
Persiste un “sentimiento-circunstancia” que destaca, de entre muchos otros, que
afligen al ser humano – desde que lo es - hacia una dirección nada agradable,
más bien desesperante, si no llega a ser irreconciliable e incluso
trastornador. El abandono, el de ser
un Ser olvidado. Desde que un alma se sumerge encarnando
en un cuerpo humano se olvida de Quien Es, de Sí, para realizar aquello que se
haya propuesto. En ese olvido de su Ser se encuentra que es un ser – humano –
olvidado y abandonado. Al menos, la inmensa mayoría de las almas juegan a este
juego que no se gana ni se pierde, sino que sólo se juega, con tal norma de
juego: olvidarse de Sí, abandonarse a Sí. Al poco de nacer empieza a conocerse por
un nombre, empieza a identificase con un cuerpo y unas formas que le rodean.
Tal cúmulo de datos procesan en el sentido, por regla general (99%), de verse
aislado en muchos eventos que le llegan y desde los cuales experimenta el sentimiento-circunstancia de abandono.
Lo de menos es que pueda ser abandonado por los que, en teoría, han de
protegerle, cuidarle, mimarle, amarle y llevarle de la mano con seguridad para
sí mismo. Lo de menos es que el amor de
su vida le abandone por otro teórico amor. Da igual por lo que sea abandonado o
por quien lo sea, pues hasta cierto punto puede llegar a recuperarse de ello.
Muchas veces es cuestión de tiempo e incluso de terapia. Pero el abandono que
puede no llegarse a superar es el del sentimiento-circunstancia
de ser un Ser olvidado por su dios (escrito en minúsculas a posta). Cuando, ese ser humano, ha sido
“educado” en una fe o en un sistema de creencia sobre un ser divino al que ha
de rendir pleitesía y como beneficio podrá esperar del mismo que le sacará de
sus apuros, de sus males, de sus dolencias, de sus enfermedades, de su pobreza
o situación social, e incluso de los abandonos que ha padecido desde otros
seres humanos… y no llega la respuesta, la solución, la vía, la alternativa…
cuando en definitiva su dios no atiende a sus súplicas… ese ser humano se
convierte en un Ser olvidado que padece el mayor abandono que pueda concebirse.
No obstante, entra en la posibilidad (1) de seguir esperando –creyendo en su
dios- por miedo a ser condenado si protesta contra el abandono experimentado.
O bien (2), abandona la fe que le abandonó, no sin resentimiento hacia la misma
y hacia ese dios que se olvidó de Sí. Tras esto, entra en el otro sector, el
del que en nada cree, ni siquiera en un dios que abandona a su prole. Pero para
el caso es lo mismo, el abandono se experimenta en continuidad y aumento. Este
es el caso del que cree en una No Fe y
en un sistema de no creencia en ningún dios. Pues al creer que nada hay tras la
muerte, cuando la misma llega, ya sea galopantemente, a hurtadillas o avisando
con tiempo de sobra, el sentimiento-circunstancia
de abandono de igual modo se padece, e incluso se agudiza por instantes que
parecen infinitos. Sea como fuere, por el sendero del que
cree como el del que no, el abandono por ser un Ser olvidado, se padece. Pese a lo expuesto, nada solventa el sentimiento-circunstancia de abandono
en un ser humano, que sólo cree en un dios que le abandonó, o el del que no
cree en ninguno al que achacarle sus instantes. Nada, nada a menos que deje de
esperar a que algo fuera de Sí le solucione lo que sea que ha de solucionar por
Sí mismo y en sí mismo. Sólo cuando se encuentra el recuerdo con certeza de
saber Quien se Es y que participa en el juego de la vida a la que se “sometió”
en libertad acatando la norma de olvidarse de Sí, es cuando el abandono
desaparece, pues sabe que Él nunca se abandonó a Sí, y que ese dios al que
pedía, no era otro que a Sí cuando se había olvidado de Sí y a Sí se había
abandonado en voluntad. Obvio que lo
mismo sucede con el que no creía en nada, pues descubre, al descubrirse,
que no hay abandono posible de Sí a menos que se olvide de su Ser, que es lo
que hizo al ingresar aquí. Si aún te sientes abandonado, es que
sigues en el olvido de Sí. Si el sentimiento-circunstancia de abandono perdura en ti, es que no recuerdas
nada de Ti porque de Ti te olvidaste para en el abandono terminar
encontrándote, sí o sí, aunque en ello te lleve toda la vida. Concluyo, sin abandonarte, con la banda
sonora de “La Misión”, donde todos se abandonaron a todos, todos se olvidaron de
todos y todo se olvido en el abandono, aunque uno, al parecer, se había
encontrado y prefería no vivir en un mundo donde la fuerza prevalecía sobre el
Amor: https://www.youtube.com/watch?v=0-fiu5umVnI
Todos los “istas” y todos los “ismos” viven anclados a un sistema de creencias. Esto no es ni bueno ni malo. Simplemente es así. Y todos los sistemas de creencias, del tipo que sean, sin excepción, son producto de la mente. Por lo mismo, son verdad para los que creen en ellos. Pero ninguno es real, porque lo real está más allá de la mente, del lenguaje y del tiempo y la mente jamás podrá entenderlo, ni vivirlo, ni experienciarlo. La mente piensa “acerca de”. Y el “acerca de” se transforma en la barrera que impide ver lo real.
Toda la gente que pasa sus días bajo el influjo de un sistema de creencias responde a un mismo patrón, que se resume en estos dos puntos:
+En ese mundo, su mundo, todo es verdad (cada uno la suya) y, sin embargo, nada es Real.
+Para ellos las cosas no son como son, sino como ellos mismos son. Y son lo que creen que son o pretenden ser.
Expresado en sentido inverso: lo que creen que son o pretenden ser lo proyectan mentalmente hacia afuera y ven el mundo como reflejo de ellos mismos, de sus creencias, juicios, opiniones, elecciones, preferencias… Y esto lo convierten en su verdad. Y sí, indiscutiblemente es verdad, pues es verdad para ellos. Sin embargo, nada tiene que ver con lo Real.
¿Y qué es lo Real? La vida sin más. Sin nada que creer, ni pensar, ni temer, ni dudar… La vida que se vive tal como es, sin nada que cambiar, ni desear, sin ninguna queja… Sólo así se contempla y vive lo real… Vivir Viviendo en un sí constante a la vida, que más da que pegue o bese. Y entonces y sólo entonces se percibe la esencia de la vida. ¿Qué es? En palabras humanas, lo que más se aproxima a esa esencia es el Amor… El Amor que glosó Pablo de Tarso en el capítulo 13 de su Primera Carta a los Corintios y sobre el que Albert Einstein, en la célebre carta a su hija Lieserl (nacida en secreto de su relación prematrimonial con Mileva Maric), afirmó: “Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras; y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el Universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el Amor. Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del Universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas”.
Amor es lo que eres; Amor es lo que Es. Se acabaron las culpas, los errores, las cargas, los karmas, los pecados, los lastres, las autolimitaciones mentales, los sueños... Nada de ello es real. Sólo el Amor lo es... Viviendo el Amor que eres, vives fuera de la mente, sin identificarte con nada, libre, sin ningún sistema de creencias. Y tomas el mando consciente de tu vida, que ya no es “tú” vida, sino la vida misma. Vives desde la consciencia, en consciencia y con consciencia... Consciencia pura, mirada limpia: sin interferencias, sin juicios, sin interpretaciones, sin deseos, sin quejas. Todo es tal como es y exactamente como tiene que ser. Tú también… Por fin, te contemplas a ti misma como realmente eres: sin identidad propia, pero siendo todo; sin percepción de sujeto, pero absorbiendo en ti la totalidad de los objetos, que dejan de ser tales para ser tú; nada y todo; todo y nada…
Ya no hay sueños ni despertares, ni preguntas ni repuestas, ni búsquedas ni encuentros, ni deseos ni frustraciones, ni creencias ni expectativas, ni caminos ni metas… Ya no nadas en el Río de la Vida, flotas en él hasta darte cuenta de que no es que flotes, sino que tú eres el Río, eres la Vida…. Se desvanece cualquier identidad: ya no sabes quién es quién, ni lo necesitas para nada; ya no sabes qué es qué, ni lo necesitas para nada. Te basta y te sobra con saborear la vida en su totalidad, sea lo que sea, traiga lo que traiga; te basta y te sobra con disfrutar de la existencia toda siendo tú misma toda la existencia… Te has transformado en el Río de la Vida y en la Vida misma. ¡Te has transformado en Dios! Nunca dejaste de serlo; aquí-ahora lo recuerdas, lo vives, lo experiencias, lo gozas…
No puedo compartir más contigo a través de las palabras...
Es todo tan sencillo, tan simple, tan fácil, tan divino… Vivir Viviendo… Mirada horizontal, nariz vertical… Esto es la iluminación: ¡tú misma!... Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo.
Economista (Licenciatura y doctorado, con Grado de Sobresaliente, en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Sevilla), escritor (86 libros y más de 800 artículos), conferenciante (casi un millar de conferencias en 23 países de los cinco continentes), Experto Internacional en Desarrollo Local por Naciones Unidas y, hasta su jubilación, funcionario del Cuerpo de Técnicos de la Administración General.
Ha desplegado una amplia labor académica, política y de gestión en Desarrollo Económico y Territorial y Hacienda Pública, materias en las que ha publicado 36 libros, y ha sido profesor de diversas universidades españolas y extranjeras, Consultor de Naciones Unidas, vicealcalde de Sevilla, vicepresidente de la Diputación hispalense y presidente de la Red de la Unión Iberoamericana de Municipalistas y del Programa de Desarrollo Local de la Organización Internacional del Trabajo (OIT-Naciones Unidas
Compaginó siempre estas actividades con el interés por otros ámbitos temáticos. Pero desde el año 2000, a partir de una serie de experiencias vitales y conscienciales, su atención se centró prioritariamente en la Filosofía, la Historia, y, sobre todo, la Consciencia y la Espiritualidad, campos en los que ha impartido cerca de medio millar de conferencias y talleres y en los que es autor de 48 libros, como “Los Códigos Ocultos” (2005), “Buscadores” (2009), “Amor: Vida y Consciencia” (2012), “Dios” (2013), “Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo” (2015), “El Tránsito: vida más allá de la vida y experiencias cercanas a la muerte” (2015), “Ojos nuevos” (2016), “Consciencia” (2017), “¿Qué hay después de la muerte?” (2018), “Conócete a ti mismo” (2019), "El Yoga: lo que realmente es y cómo practicarlo" (2019), “Consciencia y Sociedad Distópica” (2020), "La Gestión del Misterio" (2021), “El habitante del nuevo mundo” (2021), “Sabiduría de Dios Escondida: La mística de san Juan de la Cruz” (2022), ·Los Templarios" (2022), "De la distopía a la re-evolución" (2022), "Cambio climático: una aproximación consciente" (2022), "Los seres espirituales evolutivos e involutivos y sus influencias en la humanidad" (2023), "El universo según la astrofísica y la espiritualidad" (2023), "La distopía imperante: mentiras que promueve y certezas que oculta" (2024) y "La Sabiduría y el significado profundo de las enseñanza de Jesús de Nazaret" (2024).
Dirige “La Academia de la Consciencia” y el “Proyecto de investigación Consciencia y Sociedad Distópica” y es Presidente de Honor de las Asociación Hinneni y Patrono de la Fundación Espató. Imparte clases de Consciencia y Espiritualidad en másteres y cursos de experto universitario y gestiona el blog "El Cielo en la Tierra", que cuenta con más de diez millones de visitas directas:
https://emiliocarrillobenito.blogspot.com/
Relación completa de sus 83 libros, con ISBN:
https://emiliocarrillobenito.blogspot.com/2015/02/bibliografia-completa-de-emilio-carrillo.html