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SUMARIO
1. Introducción.
2. Madre Divina: la Vibración
Pura y Primigenia del No-Ser.
3. Una Vida, una Consciencia, una Experiencia.
4. Himno.
5. Práctica meditativa.
6. Mantra.
7. Letra del Himno en su versión íntegra y original.
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1. Introducción
Son numerosos los
vídeos disponibles en Internet que recogen el Himno Sagrado dedicado a la Madre Divina. A uno
de los más completos se puede acceder a través de este enlace (duración: 21:16):
https://www.youtube.com/watch?v=e35wU_FiTmI
El Himno fue elaborado en tiempos remotos
para lograr en meditación la identificación consciente con la Madre Divina y, por
esta Vía, la fusión-unificación con la Fuente y el Todo Absoluto.
Por tanto, el
Himno no es un canto ritual, ni de culto o adoración a alguien o algo, sino una
honda práctica meditativa de introspección interior.
Para facilitar su ejercicio y desarrollo,
se ofrecen seguidamente unos breves comentarios y orientaciones acerca de la Madre Divina, el Himno como tal,
la meditación a él asociada y el mantra que se despliega en su seno.
Como cierre, se transcribe la letra del
Himno en su versión íntegra y original, traducida al castellano desde el
primitivo sánscrito védico.
2. Madre Divina: la Vibración
Pura y Primigenia del No-ser
La Madre Divina no es una persona.
Tampoco una entidad o ser, del tipo que sea. La Madre Divina es vibración. Pero
no una vibración cualquiera: la Madre Divina
es la Vibración Pura
y Primigenia (VPP) del Vacío, del No-Ser, de lo Inmanifestado, de lo que ni
tiene ni admite nombre (No-Nombre).
¿Qué es el No-Ser?
No hagas conjeturas mentales y percíbelo desde tu Corazón. Lo Real es que cuando
sólo hay Amor, no hay Nada: es la propia Fuente. No busques respuestas
racionales, hállalas en tu interior. Lo cierto es que el Vacío Absoluto es el
del Todo Absoluto: cuando hay Todo, no hay Nada.
Y el No-ser, Todo
Absoluto y Nada Absoluta (Plenitud y Vacío), Vibra (“vive”).
Su Vibración es la Madre Divina, cuya
frecuencia vibracional, dada su pureza, escapa a toda medida: es la Frecuencia del Amor.
La Madre Divina, Vibración Pura y Primigenia (VPP) del Todo Absoluto y el
Vacío, fluye vibracionalmente desde esta Fuente Una y Única como Esencia Divina
(“búdica” o “crística”). En terminología cristiana, la Madre Divina es el “Hijo”
(Cristo, Amor, Espíritu) que emana vibracionalmente (“engendrado, no creado”)
del “Padre” (el Todo Absoluto) y es Uno con el Padre (Evangelio de Juan, 10,30), pues es su propia Vibración en Emanación.
Y desde la Madre Divina, Vibración
del No-Ser, se genera el Ser. Ella es la
Vía que hace factible que desde lo Inmanifestado se proyecte lo
Manifestado, que desde lo Innombrable surja -por medio de la reverberación de la Vibración Pura y Primigenia en el propio Vacío (tal como si fuera su eco)- todo lo que tiene nombre y todo lo
nombrable, dando lugar a la
Creación en su integridad (el “Verbo” de los textos
cristianos), en la totalidad de sus facetas, escalas, Dimensiones y Manifestaciones.
3. Una Vida, una Consciencia, una Experiencia
La Madre Divina es la Vida –Una y Única-, la Consciencia –Una y Única-
y la Experiencia
de Ser –Una y Única- que inundan y llenan la Creación e impulsan su
Evolución en el Tao. Y todos los componentes de la Creación y la totalidad
de las formas y modalidades de vida, existencia, consciencia y experiencia que
la conforman participan de esa misma Vida, de esa misma Consciencia y de esa
misma Experiencia.
También lo que
llamas “tú” –“tu” vida, existencia, consciencia y experiencia”- se integra
radicalmente en esa Una y Única Vida, Consciencia y Experiencia. Por ello
precisamente, puedes sentir en ti la Presencia de la Madre Divina.
De hecho, parece que vives “tú”, pero realmente no eres “tú”, es Ella quien
vive en lo que llamas “tú”. Volviendo al cristianismo: “No vivo yo, es Cristo
quien vive en mí” (Gálatas, 2,20).
Y cuando sientes y
percibes a la Madre Divina
en “ti”, entonces, en introspección interior, puedes hacerte Uno con el No-Ser
del que la Madre Divina
es Vibración; puedes fusionarte con la Fuente, “Regresar al Hogar” (el hijo que retorna
al Padre) y volcarte y unificarte con el Todo Absoluto, que es la Nada Absoluta.
¿Cómo conseguirlo?
Es tan sencillo como aparentemente complicado para la mente:
1º Guarda un Silencio íntimo.
2º Abandona los pensamientos, las ideas y los esquemas mentales.
3º Céntrate y concéntrate en la Presencia de la Madre Divina -la Vida que es “tu” vida-,
tomando consciencia de la
Consciencia.
4º Y, a partir de ahí, de la mano de la vibración Pura y Amorosa de
la Madre Divina,
déjate envolver y diluir (el “cesó todo y dejeme” de San Juan de la Cruz) en el Vacío y la Quietud que se hallan en
tu “verdadero ser” y en tu “naturaleza esencial” y divinal.
4. Himno
El Himno Sagrado a
la Madre Divina
facilita lo anterior, propiciando que te centres y concentres en Ella y en tu
“verdadero ser” como Vía para hacerte Uno con el Todo y estallar en la fusión-unificación
con la Fuente
(“Amado con amada, amada en el Amado transformada”, lo describió el santo
abulense). A partir de lo cual, volverás al Aquí y Ahora de este plano y
Dimensión (la Matrix
de la que tanto se habla), pero con plena Consciencia de lo que Eres y Todo Es sostenido
en el No-Ser. Habrás comprendido e interiorizado para siempre, más allá de los
conceptos y los conocimientos, que Dios (o como cada cual quiera denominarlo)
es yo –cada uno, todos y Todo-; y que yo soy Dios precisamente cuando ceso de
ser “yo”, es decir, cuando dejo de identificarme con cualquier tipo de
identidad, sea física, álmica o espiritual, sea individual o colectiva.
La
letra y la música del Himno proceden de la noche de los tiempos y se retrotraen
a épocas anteriores a los textos védicos, a los Mish-Ra, antecesores y maestros
de aquellos que los escribieron en la versión más temprana del sánscrito. Como
ya se señaló, más adelante se ofrece la letra del Himno en su versión íntegra y
original, traducida desde el antiguo sánscrito védico.
5. Práctica meditativa
1º Guarda Silencio interior en un contexto adecuado de Armonía.
2º Durante unos minutos, respira lenta, profunda y conscientemente para
que la Paz sea
contigo.
3º Lee la letra del Himno sin prisas y con sosiego. Hazlo las veces
que estimes necesario para que cale en tu interior. Y saborea sus contenidos
permitiendo que colmen tu Corazón.
4º Tras ello, usando el enlace de Internet que se facilitó al
principio, escucha el Himno completo una o varias veces, según lo que percibas
en tu interior.
5º En la medida que vayas poniendo toda tu atención en él, minorará
el ajetreo y el trasiego de los pensamientos que aún continúen paseando por tu
mente. No luches contra ellos. Simplemente, observa su presencia y déjalos
pasar sin engancharte a ninguno.
6º Igualmente, paulatinamente, te iras centrando y concentrando en la Madre Divina,
sabiendo que es la Vida
que se expresa y manifiesta en “tu” vida.
7º Llegado a este punto y de la mano de la vibración de la Madre Divina, permite
sin miedos que todo cese y déjate diluir en la hondura de la Quietud y la plenitud del
Vacío que se hallan en tu “verdadero ser” y constituyen tu naturaleza divinal.
8º Y cuando des por terminada la audición del Himno, no salgas de la Quietud y entra en
meditación hasta que fluya la
Consciencia que está más allá de “tu” consciencia y sientas la Vida que está más allá de
“tu” vida.
9º Se acabaron las palabras, las ideas, las imágenes,.. ¡Resplandece
el Todo! Y cuando hay Todo, no hay Nada. Sólo queda el Amor… Sólo su Frecuencia
vibracional, la Vibración
Pura… OM… Shanti.
6. Mantra
La composición del
Himno se basa en la repetición concadenada de un único mantra en medio del cual
se van introduciendo, en cada estrofa, los contenidos del Himno. Finalmente,
hay un recitativo que completa esos contenidos.
Por tanto, el
Himno tiene cinco componentes fundamentales: la melodía musical (suave, pausada,
repetitiva y con un constante transfondo vibracional); la letra como tal; el
canto (voz vibrante femenina ajustada al tono de la melodía y a la sagrada profundidad
de la letra); el mantra en sí; y el recitativo final.
Lo de menos en los
mantras es su significado literal Su valor no se encuentra en la traducción de
las palabras, sino en el sonido y la vibración exterior y, sobre todo, interior
que producen. El mantra del Himno a la Madre Divina es sencillo y puedes recitarlo
mientras lo escuchas para que reverbere en ti su vibración.
Así se escribe:
Ma Amba
Lalitha Devi
(contenido que cambia en cada estrofa)
Namastasyai
Namastasyai Namastasyai
Namo Namah
Y esta es su pronunciación:
Ma-Am-ba
La-li-tha The-vi
(contenido que cambia en cada estrofa)
Na-mas-tas-ye-he,
Na-mas-tas-ye-he,
Na-mas-tas-ye
Na-mo-ho-na-ma-ja
7. Letra del Himno en su versión íntegra y original
La Madre Divina Acontece en todo;
en todo Es, en todo está.
Ella es la Esencia Divina que Vive en la
vida de todos los seres.
-x-x-x-
Su dominio es la Vida en todas sus
Manifestaciones,
porque Ella nutre de Vida
a todos los seres y cosas, vivos o inanimados.
-x-x-x-
Su belleza es la de la Creación,
Naturaleza Viva y Divina que desde la Madre Divina se
genera,
extendiéndose en Abundancia por los Omniversos
y Dimensiones.
-x-x-x-
La Madre Divina es la
Vibración del No-Nombre,
pero recibe muchos nombres y es
reconocida
por las tradiciones espirituales de
todas las civilizaciones del Cosmos.
-x-x-x-
Ella es Frecuencia vibracional de Amor.
Y con Amor crea el mundo físico
y el Corazón y el Alma de todo ser
viviente.
-x-x-x-
En la consciencia de cada forma y
modalidad de vida
se halla presente la Sabiduría de lo Sagrado
de la Vida.
Esta Presencia es la Madre Divina.
-x-x-x-
La
Tierra
toda es una con Ella.
Todos los seres de la Tierra beben la vida de su
Vida,
porque ella es la Madre de todos.
-x-x-x-
Ella otorga la totalidad de los dones de
la Vida.
Y sus dones llegan por igual a todos,
pues el Sol no elige para quién brilla.
-x-x-x-
Ella es el Manantial por donde fluye la Bendición Divina.
Ella es el Árbol de la Vida
que regala como fruto las gracias que
colman la vida.
-x-x-x-
No la puedes ver porque es la Vibración del No-Ser.
Sin embargo, Ella es lo que llamas “tu”.
Lo comprobarás si te envuelves y diluyes
en el Vacío y la Quietud.
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Ella emerge Aquí y Ahora
como emanación vibracional de la Unidad y Unicidad
donde Todo reside y radica.
-x-x-x-
Y lo hace para Bendecir a todos,
regalando la Vida que nos mantiene con vida
incluso más allá de la vida.
-x-x-x-
A todos nos otorga los regalos de la Vida,
que se desenvuelven como Milagro
en cada uno, en todos y en Todo.
-x-x-x-
En su Creación no hay otro propósito que
el Amor.
Y este se desenvuelve en una Evolución
que en el Amor tiene su principio y fin.
-x-x-x-
En esa Evolución, todos las cosas y
seres
fluyen hacia la Unificación consciente
con la Vida
para gozarla de instante en instante.
-x-x-x-
Así en todas las Dimensiones,
en todos los planos de existencia y
consciencia.
La
Frecuencia
de Amor de la Madre
Divina lo hace posible.
-x-x-x-
Ella es la Madre creadora de esa Evolución:
un Viaje fuera del Tiempo
que se desarrolla en el tiempo que Ella teje.
-x-x-x-
Es así como todas las cosas y seres se generan;
y como todas las cosas y seres crecen y
se expansionan
en Amor y libre albedrío.
-x-x-x-
La Madre Divina es la Pauta
de Vida
para la Vida que No-Es
y vibra en el seno de lo Inmanifestado.
-x-x-x-
Y es la Pauta de Vida
para la Vida que Es porque por Ella se proyecta
reverberando en el Vacío y creando todo lo
Manifestado.
-x-x-x-
Ella, fluyendo vibracionalmente del
No-Ser y el Vacío,
es el fondo y la forma de lo que Es y de
lo que Resultara Ser:
la forma es vacío; el vacío es forma.
-x-x-x-
Sean todos Bendecidos en el Amor;
que todos hagan suyas las Bendiciones de
la Unidad Divina.
-x-x-x-
Madre Divina… Vibración Pura y Primigenia del No-Ser...
OM
Shanti, Shanti, Shanti.
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Dedicado, con agradecimiento y Amor, a mis Hermanas de Aznalcóllar: Anabella, Carmen
Mari, Esperanza, Felisa, María José y Rosi.
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