Agradezco con Amor, en Amor y
desde el Amor todos los comentarios vertidos en la entrada anterior. Todos sin excepción:
desde los que se congratulan del reinicio de la actividad del blog tras el paréntesis
veraniego hasta los que han abierto un conflicto dialéctico con afirmaciones y
aseveraciones aparentemente, sólo aparentemente, confrontadas.
Tomando estas últimas como fuente
de inspiración, por lo que las agradezco de manera muy especial, comparto con
tod@s vosotr@s una serie de intuiciones e inspiraciones que transcribo a
continuación.
Consciencia de tus reacciones y
relaciones
En estos preciosos momentos en
los que se están cayendo todos los velos, donde basta con mirar para “ver”, en
estos dulces instantes que estamos compartiendo Aquí y Ahora porque tenemos el
privilegio de compartirlo, lo único que nos corresponde es movernos en la Matriz Holográfica
con un Movimiento que sea el resplandor de nuestra esencia divina, de nuestra
Quietud.
Tu Nueva Vida –y, con ella, tu
aportación a una Nueva Humanidad y a un Nuevo Mundo- no dependen de nada
exterior a ti mismo. Tu vida la creas tú y sólo tú de instante en instante, en
cada Aquí y Ahora, en tu espacio sagrado de libertad en el que generas, de
momento presente en momento presente, la actitud ante cada estímulo, acontecimiento,
suceso o situación –los estimes mentalmente importantes o no- del día a día y
de tu cotidianeidad. Y para que el Amor presida y llene cada actitud ante el
Aquí y Ahora -y, por medio de la cadena constante de actitudes que fluye en el
desenvolvimiento del momento presente, se desparrame en la realidad que creas
continuamente-, no es preciso esfuerzo alguno, sino que basta con que enciendas
la luz de la consciencia y te observes a ti mismo y cuanto te rodea de instante
en instante y a lo largo del día.
Sería suficiente, como le gustaba
afirmar a Anthony de Mello, con que te vieras reflejado en el espejo de la consciencia
del mismo modo que ves tu rostro reflejado en un espejo de cristal (es decir,
con fidelidad y claridad, tal como eres, sin la menor distorsión ni el menor
añadido) y observaras dicho reflejo sin emitir juicio ni condena de ningún
tipo, para que experimentaras los maravillosos cambios de toda clase que se
producen en ti. Lo que ocurre es que no puedes controlar dichos cambios, ni
eres capaz de planificarlos de antemano ni de decidir cómo y cuándo tienen que
producirse. Es esta clase de conciencia que no emite juicios la única capaz de
sanarte, de cambiarte y de hacerte crecer. Pero lo hace a su manera y a su
tiempo.
¿De qué debes ser consciente
concretamente?. Pues de tus reacciones y de tus relaciones. Cada vez que estás
en presencia de una persona (la que sea y en la situación en que sea), tienes
toda clase de reacciones, positivas y negativas. Estudia esas reacciones,
observa cuáles son exactamente y de dónde provienen, sin reconvención o
culpabilización de ningún tipo, incluso sin deseo alguno, y, sobre todo, sin
tratar de cambiarlas. Eso es todo lo que hace falta para que brote el Amor que
Eres.
Mi
vida y la realidad son mi creación
Abro
y los ojos y veo que todo lo que llamo “mi vida” y todo lo que en ella acontece
es mi creación. No hay excepciones.
Abro
los ojos y veo que cada ser humano contempla, concibe y experiencia la vida y
la realidad en función de su estado consciencial. De ahí que todo lo que
denomino realidad es sólo, ni más ni menos, “mi realidad”, íntegramente creada
por mí. Y mi realidad es intrínsecamente distinta a la de los demás, pues cada
cual genera “su vida” y “su realidad”.
Abro
los ojos y veo que “mi vida” y la realidad (“mi realidad”) son la manifestación
y proyección conscienciales de mi propio interior, de mi estado consciencial y
frecuencia vibracional en cada momento presente. Por tanto, “mi vida” y la
realidad (“mi realidad”) son un holograma proyectado desde mi interior (estado
consciencial).
Abro
los ojos y veo que exactamente lo mismo le ocurre a cada uno de mis congéneres:
la vida (”su vida”) y la realidad (“su realidad”) son la manifestación y
proyección de sus respectivos estados conscienciales.
Abro
los ojos y veo que cada cual genera su holograma (su vida y la realidad tal
como la concibe y experiencia) y que la globalidad de hologramas que coexisten
en el Aquí y Ahora configuran una gigantesca Matriz Holográfica en la que todos
interactúan sin merma para ninguno.
No
existe una realidad objetiva y única y no hay un “mundo”
Abro
y los ojos y veo que la pretendida y teórica realidad objetiva y única no
existe, sino que es absolutamente subjetiva y radicalmente múltiple:
+Es
subjetiva porque nada existe en ella a parte de lo que cada cual genera y
proyecta, desde el interior de uno mismo, hacia la gigantesca Matriz
Holográfica. En esta Matriz interactúan todas proyecciones y “visiones”
individuales de la vida, la muerte, las cosas, el mundo, la gente, Dios,…
+Es
múltiple porque existen muchas realidades, tantas como personas, cada una de
las cuales crea su realidad desde su respectiva dimensión interior.
Aplicando
lo anterior a lo que la
Humanidad denomina “mundo” o “mundo exterior”, abro y los
ojos y veo que tal mundo, como realidad única y objetiva, simplemente no
existe: hay tantos mundos como seres humanos, exactamente uno por cada uno,
pues lo que cada persona percibe y contempla como mundo exterior es ella misma,
su propia manifestación y proyección desde su estado consciencial y frecuencia
vibracional.
Mundo
exterior y cambio interior
Abro
los ojos y veo que cualquier cambio de la realidad y el mundo exterior pasa
inexorablemente por “mi cambio interior”, es decir, por la transformación de mi
estado consciencial y frecuencia vibracional que haga factible crear esa nueva
realidad y ese nuevo mundo que deseo.
Abro
los ojos y veo que el cambio interior es la llave del cambio exterior: ojos
nuevos para un mundo nuevo.
Todo
es verdad y nada es “Real”
Abro
y los ojos y veo que, derivado de lo precedente, en el escenario de la Matriz Holográfica
(el Gran Teatro del Mundo) todo es verdad
y nada es Real:
+Todo
es verdad, porque la realidad creada por cada ser humano, con todo lo que
implica, conlleva y representa, es ineludiblemente verdad para él (en el Gran
Teatro del Mundo, cada uno se cree a pie juntillas, firme y hasta vehemente, el
papel que decide en cada momento interpretar).
+Nada
es “Real”, pues la realidad creada por cada cual es, como se acaba de exponer,
subjetiva y múltiple, no existiendo en la Matriz Holográfica
ninguna realidad “Real”, sino multitud de realidades holográficas, la de cada
uno, que interaccionan y configuran conjuntamente la Matriz Holográfica
y el mundo exterior (en el Gran Teatro del Mundo, todo es pura manifestación
holográfica y virtual de estados conscienciales interiores que varían y mutan
-expansión consciencial- como consecuencia de las experiencias que cada persona
vivencia en el contexto de la realidad por ella misma creada).
Consecuencia
de mi decisión de ser: “yo soy”
Abro
y los ojos y veo que todo lo que en mi vida y el mundo sucede, cualquier hecho,
circunstancia, evento o situación, es mi creación. Todo es consecuencia de mi
decisión de ser (“mi papel”: el papel que decido interpretar) y manifestación
de lo que “yo soy” (mi yo y mis circunstancias derivados de “mi papel”) como
consecuencia de esa decisión, haciendo que mi vida y todo lo que me rodea, sin
excepción alguna, sean proyecciones, como espejos en los que me veo reflejado,
de lo que yo soy porque lo he decidido ser.
¿Algunos
ejemplos?. Abro y los ojos y veo que:
+Si
mi decisión de ser es “ayudar a los demás”, ineludiblemente crearé a quienes precisen
mi ayuda, a los “necesitados” de ella, dado que si estos no existieran, mi
deseo de “ayudarlos” no podría plasmarse en la “realidad” por mi generada. De
idéntica forma, crearé la “situación de necesidad o escasez (de lo que sea)”
que provoca que precisen de mi ayuda y la “situación de disponibilidad y
abundancia (de lo que sea)” que hace posible que yo se la ofrezca.
+Si
mi decisión de ser es “ser bueno”, inevitablemente crearé a quienes sean
“malos”, pues si estos no existieran, mi deseo de ser “bueno” no podría
plasmarse en la “realidad” por mi generada. Igualmente, crearé la “maldad” que
lleva a los “malos” a serlo, así como la “bondad” que a mí me hace “bueno”.
+Si
mi decisión de ser es estar “despierto”, obligatoriamente crearé a los que
estén “dormidos”, ya que si estos no existieran, mi deseo de estar “despierto”
carecería de sentido en la “realidad” desde mi engendrada. Del mismo modo,
crearé los motivos que hacen que los “dormidos” lo estén, así como las razones
que provocan mi “despertar”.
+Si
mi decisión de ser es “ser un salvador”, forzosamente crearé tanto las
“víctimas” a quienes pueda “salvar” como el “algo”, el “verdugo” o el
“perseguidor” que hostiga a las “víctimas” y del que yo, “salvador”, les voy a
“salvar”.
Cuando
no decido, incluso cuando no decido ser: “Yo Soy”
Abro
los ojos y veo que más allá de la vida (“mi vida”) y la realidad (“mi
realidad”) hay algo que no puede ser pensado ni expresado y que es ajeno a
cualquier Matriz Holográfica. Sé que siempre lo he sabido, aunque lo había
olvidado entre hologramas y proyecciones virtuales. Y siento que se trata de la Vida en toda su Pureza.
Abro
los ojos y veo la Vida
que no es “mi vida” ni la de nadie en singular, y la Consciencia, que no es mi “consciencia” ni la de nadie en particular.
Abro
los ojos y veo que lo que realmente Yo Soy fluye de manera natural y espontánea
cuando se diluye el “yo soy” y cuando no decido nada, incluso cuando no
decido ser.
Yo
Soy: Amor
Abro
los ojos y me veo: Yo Soy
Abro
los ojos y me veo: Amor
Ante los estímulos de la vida cotidiana, dejo fluir la actitud
amorosa y armoniosa que emana de la
Esencia de lo que Es y Somos. Sin rechazar ni desear nada,
sin apegos ni renuncias, sin estar de acuerdo o en desacuerdo con nada ni con
nadie y sabiendo que todo es Yo Mismo y que este Yo que Soy es ajeno a cualquier
tipo de identidad, sea personal, existencial o de ser, física o espiritual.
No
hay más. Vivir. La Vida,
manifestación del Amor, es lo único que Es: una forma superior de energía de
calidad vibracional y consciencial que se despliega en un momento presente
continuo conformando infinidad de campos de energía de infinidad de frecuencias
vibracionales en multitud de dimensiones y planos de existencia, estando todos
los campos íntimamente vinculados entre sí en una Naturaleza Creadora que se
hace a sí misma constantemente en la Perfección de cuando Es y existe.
Abro
los ojos y me veo: Yo Soy
Abro
los ojos y me veo: Amor
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