Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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24/11/20

Dualidad bipolar tridimensional. Deéelij

       Empecemos por buscar definiciones, incluso la de la RAE, sobre qué es la dualidad, y dice que es la “existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o en un mismo estado de cosas” Otra de las cuestiones recogidas se enuncia como sigue: “las nociones de bien y de mal resultan ser un buen ejemplo de dualidad, porque ambas se definen por oposición una de otra y además suponen dos esencias totalmente opuestas; materia-espíritu y realismo-idealismo son algunas otras expresiones de dualismo” E incluso encontré lo que se denomina la dualidad espiritual: “El dualismo es un concepto de la filosofía y la teología, que se basa en dos realidades o dos principios supremos, increados, contornos, independientes, irreductibles y antagónicos, uno del bien y otro del mal, por cuya acción se explica el origen y evolución del mundo (dualismo teológico)”

        En lo encontrado, y expuesto anteriormente, he marcado en rojo las tres palabras siguientes: distintos, oposición y antagonismo. Siendo las misma sinónimos entre sí.

        Lo que marca la dualidad, en estas definiciones, claramente, por si no se aprecia, son dos campos que no se unen, algo así como el aceite y el agua. Dos opuestos que no poseen elementos comunes y que se repelen.

        Si no hay unión, hay desunión; por tanto, división. Por tanto, la dualidad no es inclusiva, sino que separadora.

        Divide y vencerás. Este lema, o, mejor dicho, táctica militar, desde ni se sabe, es la que se ha aplicado en esta 3D para mantenernos en la dualidad de unos contra otros. El motivo puede ser cualquiera, pero es que se le nombra motivo por lo de la motivación humana, y encima se te hace creer que la motivación humana es luchar por aquello que pienses que es lo correcto o bueno, contra aquello a lo que se le considera lo opuesto: lo incorrecto o malo. Y sí nos han tenido en toda la puñetera historia de la humanidad: divididos. Divididos por clases, por religiones, por países, por razas, por ideologías políticas, por aficiones deportivas… y en estos tiempos, más divididos con el enfrentamiento de hombres contra mujeres, por poner un ejemplo reciente.

        El puñetero y perverso incitador llamado de “Por Dios, la Patria y el Rey” nos lo metieron hasta el tuétano y así nos llevaron, como borregos, a miles de conflictos y guerras. En la actualidad, lo siguen haciendo, dividiendo a la gente entre los de la Alianza (los buenos – según ellos -) que son los que se denominan auténticos patriotas, contra los Iluminatis (- los malos –evidente a estas alturas), que son unos auténticos dementes, que no niego que no lo sean, pero al meterte en esta división, es señal de que te están alienando al bando de los buenos para que luches contra los malos. Y de nuevo, otra vez, que no escarmentamos, metidos en la dualidad, en la lucha, en la pelea, y si nos lo propusieran, en la guerra.

 

        Esto de la dualidad bipolar es lo caracteriza a la 3D. Es la división de bandos o facciones que terminan en la lucha dialéctica y luego en la violenta. Es lo que se ha aprendido desde pequeño, más cuando tus padres, por ejemplo, te apuntaron y sacaron el carnet de un equipo de fútbol nada más nacer, pues te inculcaron que ese es tu equipo; pero de seguro que también te inculcaron, es lo más probable, que los contrarios son malos, como mínimo, y que la pelea merece la pena. Así lo aprendiste, y así lo repites. Vamos, que la invitación a competir contra otro, ya viene desde hace rato, ¿verdad, Almita?

        Pongámoslo más que claro, más que evidente, más que notorio en el sin fin de momentos de nuestras vidas: la dualidad, amada Almita, se caracteriza, muy en concreto por tres puntales; (1), por querer tener la razón; (2), por quedar por encima del otro o de los demás. Por tanto, esto dos puntos anteriores conducen al (3), el de tener poder sobre otro o los demás. ¿Te ha quedado claro? Creo que no, te lo desgloso quizá un poco mejor, verás, Almita, estar y permanecer en la dualidad es:

1. Siempre importa tener la razón.

2. Siempre importa quedar por encima de alguien.

3. Consecuente a lo anterior, la relación humana establecida se basa en poder sobre alguien. Evidentemente, se establecen relaciones de poder, de uno por encima del otro.

Nota: si vas a este enlace de 02/03/2016, observarás: http://emiliocarrillobenito.blogspot.com/2016/03/ego-y-no-hacer.html

 

Sé que pese que a que lo repita o lo aclare más, no te va a quedar claro, pues, de entrada, te vas a opositar contra lo que estás leyendo, y querrás discutirlo, pelearlo, argumentar que no es así. Bien, pues hazlo, pero me importa un bledo lo que digas, pues ya sé que tengo razón con lo que expongo, pero no la voy a pelear. Solo expongo, y a quien le venga bien lo que digo, pues perfecto, y a quien no, pues igual de perfecto. ¿Piensas que soy chulillo? No, sólo soy claro.

 

Cuando entras en la dualidad, que lo sepas, entras en el mínimo de inconsciencia, y consecuentemente salta el famoso EGO. Cuando haces esto, te desconectas de tu Singularidad que es donde radica la libertad, la voluntad y el entendimiento. Y cuando te metes en la dualidad, no hay racionalidad pues no hay entendimiento. Obvio que no existe empatía. Es posible que me preguntes que por qué no existe empatía. Pues sencillo, Almita, porque no te pones en el lugar del otro que puede pensar distinto a ti, y al no ponerte en tu lugar, a palos vamos luego contra lo que piense el otro. Es evidente, también, que no hay aceptación de que otras realidades externas a ti puedan pensar de forma distinta, y cuando no aceptas, niegas, y al negar te conviertes en algo que está muy de moda hoy en día, te conviertes en negacionista. ¿Clarito hasta aquí? Ok, pero como podrás observar, por todo lo dicho, todo esto conduce al siguiente y pormenorizado listado de consecuencias a la que te lleva la dualidad. Obsérvalas:

+La dualidad lleva al negacionismo.

+La dualidad lleva a la irracionalidad.

+La dualidad lleva al enfrentamiento.

+La dualidad lleva al poder sobre el otro.

+La dualidad lleva a la no empatía.

+La dualidad lleva a la no aceptación.

+La dualidad lleva al no entendimiento.

+La dualidad lleva a la lucha, a la pelea, al conflicto, a la guerra.

+La dualidad lleva a la manifestación evidente del EGO.

+La dualidad lleva a quedar por encima del otro.

+La dualidad lleva a tener la razón y pelearla, incluso con violencia.

+La dualidad lleva a la división.

+La dualidad lleva al sufrimiento.

+La dualidad lleva al enaltecimiento de tu ego, a más soberbia. A más prepotencia, a más altanería, a más chulería, a más sin compasión con el que consideras un opositor a ti.

+La dualidad lleva a no observarnos todos como uno, pues nos vemos divididos, fraccionados, enfrentados, discriminados, diferenciados, distintos…

+La dualidad no lleva a vernos como enemigos al que combatir sea como sea y con los medios que hagan falta.

 

¿Lo quieres más claro? Pues no sé exponerlo más claro. Es vidente lo que manifiesto. Distinto es que te oposites a lo que manifiesto, y ya estás entrando en la dualidad contra mí, sin yo pretenderlo. 

Mira Almita, en la tercera película de la trilogía Matrix, cuando Neo está delante del arquitecto, este le expone una cuestión, y Neo lo niega de entrada, a lo que el arquitecto le dice: qué previsible es la condición humana, la negación es la primera respuesta que ofrece.

 Sí, se nos ha enseñado a negar lo que esté en contra de los sistemas de creencias aprendidos (ver “Empoderamiento: manifestación dimensional”). Te pongo un ejemplo, cuando le digo a muchas personas que en Sevilla hay un médico que cura el cáncer, dicen que es imposible, que no puede ser. A lo que respondo, mira, aquí tienes su clínica, y ha abierto tres más en otras ciudades, ve y pregúntale. Pero no van, no preguntan, se quedan en la negación de que eso es imposible, se opositan a una nueva realidad, entran en la dualidad de que no se puede curar el cáncer. Esto también se llama disonancia cognitiva, que conste, Almitas alojadas como cacahuetes en un cartucho, en el cartucho de la dualidad bipolar tridimensional.  

Voy por la página tres, y me quedan cinco más que rellenar, pero quiero ser breve ¿lo conseguiré? Ni idea, dejaré que mis dedos sigan adelante y a ver dónde termina esto. Por ello paso a otra dinámica de la dualidad de 3D, y es que se asegura en esta 3D, sin demostración posible, que en la 5D también existe eso del mal y el bien, es decir, más dualidad. Es lo que anunciaba la falsedad del contacto de Swaruu que ya desmonté en el serial de “Swaruu & Cía.” Pero algunos llegan ahora con el mismo anuncio de entidades malvadas en 5D, pero no lo demuestran, solo dicen que lo han visto en el astral, en sus viajes astrales. Ese es todo su probatorio. Ok, pues ofrezco, de nuevo, las pruebas y evidencias del sin número de regresiones documentadas y expuestas por Michael Newton y Brian Weiss, por no poner más autores, y las que he realizado personalmente sin evidencias alguna de esa maldad en 5D, al contrario, solo existen mundos de amor, sin maldad. Así que no puedo dar crédito a lo que otros dicen sin pruebas, y no es opositarme entrando en la dualidad opositora de me peleo contra estas personas; no, sencillamente es manifestar lo que sé sin entrar en la pelea, sin buscar una discusión o una guerra. Que cada cual piense o crea lo que le plazca, yo me baso en mis certezas, cuestión muy distinta a creencias. Y fin a esta parte de la maldad en la 5D. Pese a esto, lo que no niego, es que en la 5D cada cual piense como quiera, pero sin entrar en la discusión, en la lucha, en la pelea o en la guerra, sino que pese a que cada cual piense como quiera, se le deja SER; y si le dejas SER, estás obrando con y desde el amor incondicional que no pone condiciones a nada ni a nadie, sencillamente le deja SER sin enfrentarse a él. Y si todos somos así, ¿qué maldad puede existir en la 5D donde todo es amor incondicional?

La cuestión, ya, es si quieres o no salir de la dualidad bipolar tridimensional, de la oposición, la del antagonismo, de la lucha, del conflicto, de la irracionalidad, de la falta de empatía y de aceptación, y empezar a transitar en esta 3D a modo de 5D sin manifestar en ti dualidad bipolar alguna; y de esta forma estás contribuyendo (1), a vivir en paz contigo mismo, consecuentemente, con los demás; y (2), a crear la 5D en la 3D; y por ello ya estás en eso del proceso de ascensión a la 5D manifestándola en tu realidad personal.

 

 La dualidad bipolar tridimensional, para mayor adversidad, te desconecta de tu ESENCIA DIVINA, te hace sentir como perdido, abandonado, en manos de psicópatas criminales que se empeñan en decirte dónde y cómo ir, porque si no les haces caso, te machacan y destrozan tus aspiraciones. Por tanto, si te separas de tu ESENCIA DIVINA, pelearás contra lo que sea, contra algo. Sin embargo, el infortunio es más crítico, pues te pierdes en lo siguiente: (1), en el EGO; (2), en la desdicha; (3), en la desaprobación; (4), la desvalorización; y (5), en la desautorización a todo lo que no sea como tú piensas, o más bien crees que ha de ser lo bueno o malo, lo correcto o incorrecto, la verdad o la falsedad. Pese a ello, aunque te pierdas en la dualidad en esta vida, no hay problemas, te encontrarás en la Totalidad al fallecer. Mientras, la dualidad bipolar te arroja al sufrimiento, a una vida miserable en la que has de pelear cada día, cada instante; y cada instante es una lucha por sobrevivir, aunque otro perezca, considerando esto de que alguien perezca, como algo asumible, e incluso lógico. Más resumido te lo digo, por si aún no has pillado algo de lo leído: la dualidad es la ley de la selva, de una selva sin compasión. ¿Comprendido hasta aquí? Seguramente no, pero un bledo me importa, no es mi problema ni me voy a pelear porque lo comprendas, menos porque lo llegues a entender, y si no sabes diferenciar entre comprender y entender, te queda mucho para salir de la dualidad, ¿sabes por qué? Lo he dicho muchas veces antes, el entendimiento es parte de la Singularidad que posibilita que tu Particularidad vaya comprendiendo, por partes, para llegar a entender, desde el entendimiento, una generalidad más amplia, sin dualismos, sin opuestos; para que llegues a donde todo es entendible pues desde el entendimiento se puede englobar todo sin ver contrarios contra los que luchar. ¿Lo pillas ahora? ¿No? Pues ya sabes, yo sigo a lo mío, y me precipito a las siguientes frases.  

 

El miedo es consecuencia de la dualidad, y viceversa. ¿No te habías dado cuenta? ¡Vaya! Siento descubrírtelo, pero es así de sencillo. O, dicho de otra forma, la dualidad y el miedo son íntimos colegas empeñados en amargarte la vida, toda la vida, y que se la amargues a los que cerca están de ti. Verás, Almita, si hay dualidad en ti, ineludiblemente tienes miedo a aquello con lo que te opositas, con lo que antagonizas, con lo que ves como contrario, distinto o desigual. Tienes miedo a que lo otro, a lo opuesto, a tenga razón, a que pueda controlarte o dominarte. Pero sobre todo tienes miedo a que lo opuesto sea lo real, incluso lo verdadero; pero el mayor miedo que te da en estas circunstancias es que tienes terror a que lo tuyo sea irreal y falso. ¿Merece la pena seguir en esto de la dualidad consumiendo miedo y consumiéndote en el miedo y la pelea? Pues la respuesta es tuya, yo claro lo tengo y me da igual lo que pienses, que lo que pienses es tu punto de vista, y a mí me da igual que tengas punto de vista diferente, que no me peleo contigo ni con tu punto de vista, ni con lo que pienses o dejes de pensar, que me da igual; que no tengo miedo de tu punto de vista, aunque sea distinto al mío, pues yo estoy seguro de mi realidad, tengo certeza de la misma, y sobre todo: acepto la tuya sin juzgarla.

Con todo esto no digo que sea yo quien tenga la razón (que la tengo, ya lo sé), sino que no me meto en la dualidad de ir contra ti porque tú te veas como opuesto a mí, pues yo te veo como un todo (parte de Todo, Uno como yo en el Todo), aunque tu Particularidad desconectada de tu Singularidad, piense lo que piense, o crea en aquello que le inculcaron como lo que ha de defender a toda costa. Que, y lo recalco, si estás metido en la dualidad, hay miedo; y yo no tengo miedo, sé Quién Soy y qué pinto en este planeta, y en modo alguno esto es meterme en la dualidad… eso es para los borregos, para los sin almas, para los estúpidos, para los que no se comprenden ni comprenden a los demás. Que la pelea a la que me inviten, no la tomo. ¿Tú quieres tener la razón? Pues para ti, yo me dedico a disfrutar; es más, gozo con los envites que se dan los dualistas como si fueran carneros cruzando a lo bestia sus cornamentas. Yo no me pienso partir los cuernos, más porque no poseo la cornamenta de la dualidad; cornamenta, que, sin darte cuenta llevas y la expones cruzándola cuando te priva eso de embestir, a lo bestia, al que consideras un contrario. A ver, que no hay contrarios, que TODOS SOMOS UNO. Cuando te entiendas en esto, se caerán las cornamentas de la dualidad. Mientras, ya sabes, a cornadas con todo o casi todo. Por cierto: ¿por qué no me mandas un mail, a cornadas, diciendo eso de lo mal que escribo, lo mal educado que soy…? Venga, dale, oposítate contra mí… ¿me vas a dar un regalo de esos por mail? Por favor, hazlo, me voy a partir cuando tus cornamentas de la dualidad se estrellen en un mail contra mí. Dame el gusto, por favor, por favor, por favor. No obstante, me des el gusto no, date cuenta de que, si el miedo y la dualidad van unidos, al mismo tiempo te desune de los demás, y al instante que estás en miedo, eres fácilmente manipulable, tremendamente manipulable; consecuentemente, pierdes tu libertad de acción convirtiéndote en el producto o efecto de lo que te manipula en una lucha, por miedo, contra otro al que consideras antagónico; por ello, te opositas, por la dualidad en la que te metieron y en la que sigues anclado. Y anclado seguirás en la dualidad bipolar mientras veas opositores a los que combatir.

 

Dije que no quería irme muy largo escribiendo, pero estoy al inicio de la quinta página. Soy incorregible, como me bautizaron las enfermeras en aquella ala de hospital tras una operación de urgencia. Y dirás, Deéelij ¿por qué te decían eso de incorregible? Pues porque hacia lo que quería, no cumplía las normas, y en especial me iba a echar un cigarro cuando me apetecía, o a por un chocolate a la cafetería, e incluso me quitaba el pijama, llamaba a un amigo, me vestía de paisano y me iba a comer a la calle con él, y claro, los del bar me veían con la pulserita identificativa en la muñeca y con la vía metida en la vena. Que no, que voy a mi bola, que no voy haciendo daño a nadie, que no lo pretendo, pero no cumplo órdenes ni normas ni leyes absurdas, que no me va la dualidad de que te fuercen a ser de una forma cuando ya eres como eres. Además, ni te imaginas lo bien que se lo pasaban los enfermos del ala esa viéndome hacer lo que me apetecía, sobre todo porque había una auxiliar de clínica que era una sargentona, y los del mismo ala me ayudaban a ocultarme tanto al salir como al entrar, cuando la sargenta estaba de turno. Qué bien me lo pasé esos días, no podían conmigo. No se olvidarán de mí, seguro. Ah, y se me olvidaba al respecto, cuando Emilio fue a verme, no me encontró, tuvo que esperar pues le dijeron, en el puesto de enfermería, que no me encontraban, así que ya sabéis donde estaba… evadido.

 

Bueno, que alargo esto con mis historias, que tengo muchas… dan para más de un libro, pero aquí tenemos que ir de nuevo a lo de la dualidad tras que hayas echado unas risas con lo que acabo de contar con esa hospitalización, además de que mandes mail diciendo que eso que hice es dualidad… pues vale, lo que tú digas, no me opongo a tu punto de vista, que sea como quieras, o más bien como te domesticaron a que fuera tu punto de vista.

 

A ver, Almita, te voy a mostrar otra cosilla de lo que lleva en sí la puñetera dualidad tridimensional. La dualidad es restrictiva. Pero para que lo puedas pillar, no digo ya comprender si estás metido en la dualidad, y, para colmo, a estas alturas del texto, el humo te sale por las orejas con todo lo que has leído, el diccionario marca lo siguiente sobre restringir, y dice que es: “ceñir, circunscribir, reducir a menores límites”. ¿No hará falta que amplíe el significado del significado de cada palabra del significado del verbo restringir? Ok, pues mira lo siguiente, dado que el diccionario habla de la restricción mental y la define como la “intención mental con la que se limita, desvirtúa evasivamente o niega el sentido expreso de lo que se dice, sin llegar a mentir” ¿Te has dado cuenta de lo que esto quiere decir? Pienso que no, así que amplío. Ya no es lo que hagas hacia otros con tus restricciones mentales desde tu dualidad bipolar tridimensional, sino lo que te haces a ti en tu realidad desde tus restricciones duales bipolares. Se trata de que, al estar metido, incrustado, en la dualidad, en la bipolaridad, te restringes a ti mismo, te encorsetas; te metes en el agujero estrecho del embudo, y de ahí no sales.

Si quieres, ampliemos un poco más el tema de las restricciones, pues ahora, en estos tiempos, te están restringiendo tu libertad por todos lados los sicópatas con sus normativas asesinas. Y quizá de esto te des cuenta ahora, pero quizá de lo que no te has dado cuenta es que lo han estado haciendo desde que naciste por aquella excusa de que es por “tu bien”, o algo que esta más de moda: “por tu seguridad” Y por tu seguridad, por esta absurda excusa, te aplican más y más restricciones. Lo nefasto de esto es que las asumes, conformándote, resignándote y se las lanzas a los demás, por ejemplo, el echarles en cara si no llevan puesto el bozal. ¿Visto? Bien, pues hay más de lo restrictiva que es la dualidad, pues la misma muestra un serial de circunstancias en las que quizás no has caído. Pero quizá en lo que nos has caído, INSISTO, además, es que la dualidad, al estar metido en la misma, muestra algo en uno y obvio que contra los demás, dado que la dualidad es la oposición a algo; por tanto, si hay oposición a algo, hay muestra hacia ese algo desde la dualidad en la que estés metido. Observemos las muestras:

+La dualidad es una restricción que ofrece acotaciones en tu vida, y tú, consecuentemente, las lanzas a la de los demás y les acotas.

+La dualidad es una restricción que ofrece anulaciones en tu vida, y tú, consecuentemente, las lanzas a la de los demás y les anulas.

+La dualidad es una restricción que ofrece limitaciones en tu vida, y tú, consecuentemente, las lanzas a la de los demás y les limitas.

+La dualidad es una restricción que ofrece imposiciones en tu vida, y tú, consecuentemente, las lanzas a la de los demás y les impones.

+La dualidad es una restricción que ofrece supresiones en tu vida, y tú, consecuentemente, las lanzas a la de los demás y les suprimes.

+La dualidad es una restricción que ofrece reproches, acusaciones y exigencias en tu vida, y tú, consecuentemente, a la vida de los demás les reprochas, acusas y exiges. (Recomiendo leer “El tratado de la sencillez de 10/01/2019)

 

Además de todas estas muestras, no queda ahí el asunto de la dualidad y sus restricciones, sino que esto conduce a tres evidencias:

1) Al pensamiento único como motivador motor, nunca al pensamiento independiente, autónomo, íntimo, personal y propio.

2) A la mente colmena que busca que los demás piensen de la misma forma.

3) A la marcación de una directiva lineal de la que no se puede salir.

 

Quizá puedan parecer simple estos tres puntos, pero, para desgracia, concluyen en tres observaciones limitativas, y son las siguientes:

A) A la no creatividad, dado el pensamiento único.

B) A las ideas de carencia, dado que sólo es posible un punto de vista.

C) A la falta de abundancia en tu vida en cualquier orden de la misma, dado que no puedes ir por donde quieras, sino por la directiva lineal marcada.

 

¿Va clara la cosa hasta aquí? Ok, Almita. Ahora aprovechemos algo muy de moda y lo hago a modo reflexiones: ¿No es esto de la dualidad es un buen y excelente virus que mata tu libertad, voluntad y entendimiento? ¿Te quitas la mascarilla de la dualidad o sigues asfixiándote? Escucha, Almita, que me la trae floja lo que hagas, que siempre he ido sin la mascarilla de la dualidad, y mucho menos con la actual que es un bozal para marcarte como ganado borrego que asiente obedeciendo sin rechistar a un pensamiento lineal de mente colmena que inculcan, a cada día, con cada nueva promulgación de más edictos, normas y leyes. Que la dualidad es un virus que te consume, te agota, te destroza, pero la vacuna la tienes tú, no has de esperarla; ya está fabricada, y he hablado mucho de ello, y es muy sencilla; la vacuna de la dualidad es aceptar que cada cual es como es, va como quiere o puede, y piensa como quiere o le inculcaron, y que no por ello ha de gustarte, ni compartirlo, ni siquiera defenderlo, que la cuestión es dejarlo ser sin entrar en conflictos, peleas, riñas, altercados... en definitiva: guerras. 

 

        Al final me consumo las ocho páginas, y porque no me dan más. Estamos en la séptima y quiero tocar cuatros aspectos que van a ser delicados, en especial para quien en la dualidad esté bien metido. Tales aspectos son: (1), el libre albedrío y la libertad; (2), el patriotismo y la izquierda; (4), La religión como única solución; (4), la bipolaridad de la dualidad. Empecemos

        Primer punto. La mar de gente se mete en decir, usar o utilizar el tema del libre albedrío como excusa, e incluso argumento, a lo que sea que exponga, sin saber lo que es el libre albedrío, y menos aun lo que es la libertad y dónde radica la misma. En su momento lo publiqué, pero ahora no lo encuentro, pero sí lo tienes en mi libro “Alas sin plumas” (que es gratis si lo solicitas) con el título “Ser libre”, y ahí me refiero a este tema. Pese a ello, lo voy a resumir aquí, y tienes que entenderlo, porque esto es como 2+2: 4. Ya he hablado mucho antes (ver: ¡Ascensión a 5ª Dimensión? –VII Parte de XII y siguientes) de que la Libertad radica en la Singularidad. Que la Singularidad es amor incondicional. Que si tenemos conectada la Particularidad a la Singularidad obraremos desde el amor incondicional; y al mismo tiempo e instante desde la libertad, y que, si usas de la libertad, desde la Singularidad conectada a la Particularidad, ofreces en amor incondicional, y si es así, nunca haces daño a la libertad de los demás. Bien, ¿comprendido? esto de 2+2: 4. Bien, pues cuando no tenemos conectada la Particularidad con la Singularidad (busca en Informe VIII) se está en eso del libre albedrío, que es lo que existe aquí, en esta dimensión vivencial, y que el libre albedrío es la ley de los matones, donde dice: aquí vale todo. ¿Acaso en este mundo no vale todo? Valer en cuanto a que se ejecute de todo que pueda producir daño, invadiendo la libertad del otro. Aquí se da de todo, robo, asesinato, violación… de todo, otra vez 2+2: 4. Por tanto, o estás en la dualidad del libre albedrío, que lo valida todo, y ya sabes luego qué pasa: que o existes desde la Libertad en tu Singularidad conectada a tu Particularidad sin realizar daño a los demás; o desde la desconexión de tu Singularidad dañando en base a eso del libre albedrío. En serio, esto de la diferencia entre la libertad y el libre albedrío es como 2+2: 4.

Segundo punto: si dices, como aseguro, que derecha e izquierda son la cara de la misma moneda de la dualidad, vamos que todo es lo mismo dado que te quieren inculcar que seas de derecha o de izquierda, pues no hay más posibilidades.  Pero ahora se está estableciendo que quien diga que no es un patriota, directamente te tachan de izquierdoso. Aquí, con esta argumentación, falsa, quienes pretenden defender a la humanidad de los Malvadetes, desde las redes sociales están metiéndote en la dualidad de situarte a un lado u otro: o eres patriota o eres de izquierdas. A ver, Almita, ¿hay más cosas a parte de izquierdas o derechas? Para mí sí, no ser de ninguno de los dos lados y tener tu propio criterio sin entrar en ideologías que combaten entre sí. Es como decir, ¿eres pro yanqui o contra yanqui? A ver, que no soy contra ni pro nada, que a lo único que me dedico es a vivir mi vida y dejar que cada uno viva la suya sin meterme en los dos bandos de oposición a los que nos invitan cada día. Que no soy ni patriota ni antipatriota, que me gustaría que no existieran fronteras, ni pasaportes, ni nacionalidades… me gustaría que nos viéramos como lo observo, que somos una misma humanidad independientemente del lugar de nacimiento, del color de la piel o del género. Insisto, ahora te dicen que, si no eres un patriota, eres de izquierda. Quizá lo hagan con buena fe, pero invitan a definirte o posicionar de un lado contra otro, y ya estamos de nuevo en la dualidad, en la pelea.  Y lo repito, esto crea división, y no unión. Y hasta que no nos veamos todos como UNO, seguimos en la dualidad bipolar. De veras que llega el punto que me da mucho asco tanta división, tanta destrucción, es realmente vil, cruel, miserable y aberrante.

Tercer punto. El arzobispo Viganó deja escrito lo siguiente: “Recemos para que salgan a la luz las trampas que el enemigo invisible trama en las sombras, y que sean derrotados los que quieren promover el vicio, el pecado y la rebelión contra los Mandamientos de Dios y las mismas leyes de la naturaleza” A ver, Almitas, si no rezo estoy en contra del bien común. Si no practico una religión estoy diciendo que las demás religiones no son las adecuadas. Lo menciono, pues este curita venido a más, con su discurso, lo que viene a decir es que la solución está en rezar, pero rezar desde el punto de vista de esa religión caótica. ¿Por qué no invita a rezar al resto de personas que no pertenezcan a su religión? ¿Acaso no los está excluyendo? Obvio, que para mí sí. Esta es la prédica de la dualidad religiosa. De nuevo una ideología como solución mientras que las demás no lo son.

Cuarto punto. Aquí no voy a explicar nada, solo te planteo la cuestión que anuncia el título: ¿acaso la dualidad no es una manera de bipolaridad? Porque si estás metido en la dualidad, seguro que eres algo bipolar ¿sí o no? Tú sabrás.

 

Cerremos este tema con cierta contundencia: la dualidad es el único recurso de los débiles, de los inseguros, de los torpes, de los necios, de los psicópatas, de los estúpidos, de los incautos… La dualidad es un recurso sin recursos. Un recurso que lleva al desgaste, al padecimiento, al sufrimiento, a la miseria, al deshonor, a la inmoralidad, a la decadencia, a la pérdida de la razón. La dualidad, es el pasaje a la demencia, el pasaporte a la locura y el visado a la frustración y la impotencia. Y tras esto, prefiero estar en el lado de los inteligentes que usan del entendimiento para comprender la vida como un TODO unido, vivirla y disfrutarla sin ir a la lucha, al combate, a la guerra de la dualidad bipolar tridimensional.

 

Nota: para el día 08/12/2020, la vacuna a la dualidad bipolar tridimensional, y sin efectos contraproducentes, sino todo lo contrario.

 

Actualizaciones y ¿…? deeelij@gmail.com

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