https://emiliocarrillobenito.blogspot.com/2022/08/cuando-dejaremos-de-matar-cualquier.html
Desgraciadamente, a pesar de que en la plataforma "Change" se recogieron más de 50.000 firmas para evitar el corte del árbol, su tala comenzó a primera hora del martes 16 de agosto.
Ahora bien, en cuanto los operarios encargados de la ejecución comenzaron a ser vistos por los vecinos, se puso en marcha una intensa, espontánea, consciente y pacífica acción ciudadana que, finalmente, el jueves 18 de agosto, impidió la tala completa del centenario ficus, aunque la agresión ha sido brutal y ha quedado gravemente herido y maltrecho.
Mas lo vivido en estos tres días, del 16 al 18 de agosto, ha servido para transformar lo ocurrido al ficus en un punto de inflexión, actuando como espoleta para fomentar la cohesión vecinal y promover la consciencia ecológica de muchas personas no solo de Sevilla, sino también de Andalucía y del resto de España.
Por tanto, ha dado frutos en términos de consciencia el atroz sufrimiento afligido al árbol por las motosierras de los operarios contratados por la parroquia -con la autorización del Ayuntamiento y la protección de la Policía Local-. Como también lo han dado las lágrimas de tantas personas que presenciaban tamaño dislate y contemplaban, tan atónitas como desconsoladas, los grandes borbotones de savia que el ficus sangraba durante las sucesivas amputaciones que se le fueron efectuando de manera salvaje hasta 23:30 horas del miércoles 17 de agosto.
Y ello a pesar de que diez horas antes, a las 13:30 de ese día, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 de Sevilla había admitido a trámite la denuncia vecinal que solicitaba medidas cautelarísimas para la suspensión de la tala. Lo que derivó poco después, a las 11:30 horas del jueves 18, en que el citado Juzgado dictara un auto acordando la suspensión de la ejecución de la tala.
El ficus había quedado al borde de la muerte, pero los técnicos en la materia consideran que volverá a resurgir.
Por tanto, lo que comenzó siendo un "problema" de barrio -con la prensa local mayoritariamente posicionada a favor de la Iglesia y el Ayuntamiento- ha terminado provocando una re-evolución en la consciencia de muchas personas.
Y de la mano de la acción de los vecinos, el intento de tala del árbol centenario ha logrado aparecer con amplia cobertura en televisiones nacionales e, incluso, de fuera de España, agitando mentes y corazones para hacer ver que una forma distinta de hacer las cosas es posible y que se requieren ojos nuevos -los de la Reverencia por la Vida en todas sus modalidades- para un mundo nuevo.
Cambiar las políticas municipales: del arboricidio al cuidado de los árboles
Talar árboles es absolutamente inadmisible en un contexto de emergencia climática provocada por los efectos, cada vez más rotundos y evidentes, del cambio climático.
Las políticas públicas y, en especial, las municipales no pueden tener el arboricidio como eje de actuación y deben dar absoluta prioridad al mantenimiento y cuidado de los árboles, así como a la salvación de los potencialmente afectados por acciones urbanísticas, sean de la propia Administración o privadas.
En defensa del interés general al que se deben, los Ayuntamientos han de cambiar de raíz su política al respecto. Lo que significa establecer como regla general de sus actuaciones el mantenimiento y cuidado de los árboles. Y convertir la tala de estos en la excepción a tal regla, solo aplicable para casos extraordinarios en los que, en términos ecológicos, que no políticos ni económicos, no haya otra alternativa posible.
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