Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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10/2/20

Bases del pensamiento sistémico: Conceptos sobre la ciencia de los sistemas (Visión sistémica del mundo: 4)


2.1.- PENSAMIENTO SISTÉMICO


El pensamiento sistémico tiene una base conceptual asombrosamente simple. En esencia consiste solamente en ser capaces de contemplar el bosque desde un alto, renunciando, eso sí al detalle de ver cada árbol individualmente. La sabiduría popular dice y sentencia que “el árbol no deja ver el bosque”. Todos, diariamente hacemos el esfuerzo de separarnos del cuadro para verlo en su conjunto. Es la actitud que toma un pintor para lograr evaluar el resultado de su trabajo; da unos pasos hacia atrás para ver el marco completo, y no sólo el detalle mínimo de una pequeña parte del lienzo. Pero esta actitud la tomamos por instinto, porque somos conscientes de que cuando nuestra empresa va mal, los problemas no suelen ser sólo de personal, o financieros, o de suministros. Algo nos dice que múltiples factores y agentes están implicados en mayor o menor medida en el problema. Sólo la experiencia de los años y las lecciones aprendidas (el tiempo se mide, según la filosofía oriental en lecciones aprendidas y no en años, meses o días), nos permiten adquirir ese conocimiento heurístico que nos hace expertos, personas experimentadas que logramos generar un sistema de retroalimentación, feed back de aprendizaje que consigue aproximarnos a esa visión sistémica que permite una más o menos profunda aproximación al entendimiento de la totalidad de la realidad que tenemos ante nosotros.

Sin embargo, más allá de la heurística y de la capacidad empírica que nos aportan los años, el pensamiento sistémico nos facilita un conjunto de herramientas metodológicas, para contextualizar, formalizar y comprender la realidad. Hablamos del empleo de técnicas de modelización, que es lo que hacemos todos, a todas horas, para tratar de comprender la realidad que se nos presenta ante nuestros ojos.


2.2.- MODELOS


Un modelo se define como la representación formal de un sistema.

La realidad está ahí fuera. Nosotros somos seres inteligentes que disponemos de un sistema de información que captura, procesa, almacena y asocia la información que captan nuestros sentidos. Internamente, en nuestro cerebro, que es donde residimos, no existe la realidad, sino los modelos mentales, más o menos estructurados que de ella nos forjamos mediante la observación, memoria, asociación de idea y los diferentes métodos inductivo – deductivos que empíricamente o formalmente utilizamos. El modelo más asombrosamente simple de realidad que se conoce es e = mc2”. Es decir, la realidad, a nivel cósmico se comporta como si la energía tomara valores resultantes de multiplicar la masa por la velocidad de la luz al cuadrado. Detrás de este simple modelo se esconde toda la Teoría de la Relatividad. Pues bien, el diseño de modelo es lo que todos, absolutamente todos, hacemos para comprender la realidad que nos rodea.

Los modelos pueden recorrer un amplio espectro de complejidad, desde un simple esquema mental, hasta un modelo formal de “n” ecuaciones (siendo “n” cualquier número imaginable), que sólo ordenadores vectoriales de muy alta capacidad de proceso pueden correr. Pero el objetivo es el mismo.

Algo sorprendente de los modelos, que es con lo que nos manejamos los seres humanos es que están configurados con “información” procedente de nuestros sentidos y el posterior proceso de análisis y asociación de ideas. Es decir, la “realidad” para nosotros es simple información basada en datos procesados. No hay nada tangible en lo que basarnos.

Uno puede decir que, al tocar una piedra, eso es muy tangible y además, puede hacernos daño si nos golpea. Ciertamente, pero ese tacto duro y esa percepción de dolor al impacto, al final, no son otra cosa que “datos” que captan nuestros sentidos y procesa nuestro cerebro. De hecho, todo pasa por la generación de potenciales de acción que recorren nuestras neuronas, de modo que, si nos anestesian una superficie cutánea, así nos hieran con un cuchillo, nosotros no sentiremos nada, porque no recibimos ninguna información de que nos están cortando la piel, aunque así sea. Y supongo que a todos nos han aplicado anestesia local para quitarnos un grano. Luego “todo es información procesada”.

Los modelos pueden ser de tres tipos.

Están los modelos mentales, que es lo que todos elaboramos para hacernos una idea de la realidad que ven nuestros ojos y resto de sentidos. Y eso lo podemos explicar y describir con mayor o menor lujo de detalles. Por ejemplo, si vemos un automóvil, un objeto, nuestro modelo mental lo explicaría más o menos así:

Veo un coche de tamaño medio, de color gris metalizado, de cuatro puertas, dos volúmenes, híbrido, con llantas de aleación, faros halógenos, lunas traseras tintadas.

Con esa descripción un tercero puede descartar la mayoría de los coches grandes, tres volúmenes o monovolúmenes.

O decimos: “es un coche Tal de la marca Cual”. Aquellos que conozcan el modelo, ya saben qué coche es.

Otro ejemplo de modelo mental es el llenado de un vaso de agua:

Comienzo a llenar un vaso vacío, y mientras tengo el grifo abierto, veo cómo el vaso se llena y, cuando veo que está a dos tercios de su capacidad, voy cerrando el grifo para que no rebose y cuando llega el agua al borde del vaso, cierro totalmente el grifo.

En el primer caso he descrito mentalmente un objeto y en el segundo he descrito un proceso donde intervienen un vaso, un grifo, un líquido que fluye y un sistema de mando y control, que son mis ojos que ven y controlan la mano que regula el grifo.

Están los modelos gráficos, que pueden ser un dibujo de los objetos o un gráfico que represente las diferentes relaciones entre cada uno de los elementos que intervienen en el proceso. En el caso del llenado del vaso de agua, tenemos un elemento de nivel, el vaso, un elemento de flujo, el grifo que regula el paso del agua y un elemento de manto y control, nuestro ojo que ve asociado a la mano sobre el grifo.

Se puede profundizar más en la representación de los sistemas hasta llegar al “modelo formal”, habitualmente formulado como una ecuación o conjunto de ecuaciones, con los que podemos efectuar “simulaciones” de la realidad, calculando valores de las diferentes variables en función del tiempo. Este es un extremo en el que no vamos a entrar en estas exposiciones. Si haremos referencia será a nivel de gráficos (curvas) que representen los resultados de alguna que otra simulación.


2.3.- SIMILITUDES E ISOMORFISMOS


Cuando diseñamos modelos, y si tenemos conocimientos más o menos aceptables de varias disciplinas, una de las primeras cosas que nos viene a la mente es la “similitud”. Poniendo el ejemplo en la Economía y la Biología; ¿Es de alguna forma comparable la extinción de los dinosaurios con la caída de los imperios económicos, de las grandes empresas? ¿Podemos considerar el comportamiento de la sociedad, de las organizaciones humanas como si fueran seres vivos?

¿Son realmente seres vivos?

A estas tres preguntas la respuesta es categóricamente “si”.

Y decir “sí” es afirmar que la Economía, la Física y la Biología son ciencias que utilizan en el extremo –aunque no lo parezca o no seamos conscientes- los mismos conceptos sistémicos para estudiar y comprender las realidades ante las que cada una se enfrenta. Es decir, en el fondo no es que se aplique la Física a la Economía, o los conceptos de la Biología a la Economía o los de la Economía a la Física. Las tres beben de una misma fuente – esto sostiene la Teoría de Sistemas-. Y esa fuente común es, o trata de ser el método sistémico. Aunque ciertamente lo que hagamos sea aplicar los conceptos y procedimientos de una para la otra.

Con el término “símil” nos referimos a que dos sistemas, es decir, dos realidades, impresionan de tener un cierto parecido y comportamiento. Con el término “isomorfismo”, se afirma que, sobre la base del desarrollo de modelos formales, con base matemática, dos sistemas, dos realidades, se comportan soportados por el mismo “modelo genérico”, es decir, mismas variables y relaciones. Es como sustituir las variables por las letras del álgebra, permaneciendo las ecuaciones sin variación.

Pongamos un ejemplo de símil, las parábolas de Jesús de Nazareth. Jesús enseñaba en parábolas para poder explicar algo tan sublime como el Reino de los Cielos a las gentes sencillas. Y acudía a ejemplos de la vida diaria, “el Reino de los Cielos es como un hijo que le pidió su herencia a su padre y se fue, se la gastó en diversiones y despilfarro” y etc., etc…, la parábola del hijo pródigo. Es un símil, porque la historia del hijo pródigo es sólo una apariencia de algo, una esencia, que de otra forma sería difícil de descubrir. Son comparaciones entre dos cosas o dos procesos que se parecen, pero sólo eso, se parecen.

Los isomorfismos son dos sistemas que en esencia se comportan igual aunque no se parezcan. El ejemplo clarísimo es el isomorfismo entre la propagación de un rumor, un bulo y una enfermedad epidémica. El proceso es el mismo: un bulo (una bacteria o un virus) surge en un caso cero (primera persona afectada, que se cree el bulo o que es infectada) y se comienza a transmitir a gente susceptible (personas que se creen el bulo o que se contagian con el germen). Estas a su vez dispersan el bulo o el germen a otras. Pasado unos días, el bulo comienza a desmentirse (aparece y se aplica el tratamiento a los contagiados) y tanto engañados como contagiados se curan y a su vez los no afectados por el bulo (lo no contagiados) se vacunan contra el bulo (contra el germen), de modo que cuando alguien le cuente el bulo (entren en contacto con una persona enferma) no se van a contagiar de la mentira (o de la enfermedad).

En ambos casos, bulo o infección, los elementos, las relaciones y el modo en que estas se establecen, son idénticamente las mismas; es decir, el sistema gráfico y el modelo matemático es exactamente el mismo. Esto es un isomorfismo.

Acaso no encontremos muchos isomorfismos exactamente iguales, pero sí bastantes con ligeras diferencias, como por ejemplo, la competencia entre especies (zorros que se alimentan de conejos), la estabilidad financiera y el vuelo de los aviones o los ciclos circadianos (noche y vigilia) de la gente.

De hecho, cuando hemos de explicar procesos poco evidentes, donde la esencia cuesta sacarla a la luz, utilizamos expresiones de la vida diaria, luz del día como ejemplo de conocer, de entender, de tomar conciencia, de mejorar las expectativas, versus oscuridad de la noche como ejemplo de desconocimiento, de confusión, de perspectivas sombrías. Es decir, explicamos con términos físicos, conceptos complejos.

Otro claro ejemplo es el Camino de Santiago. El que lo haya recorrido, estará conmigo que prácticamente, cada situación de la vida diaria de una persona puede asemejarse a una situación vivida en el camino. Es aquello de decir, la vida es como el Camino de Santiago, cuando ante un cruce de caminos (en la vida), no sabes por dónde tirar, qué camino tomar (qué decisión vital, qué salto de fe, sin vuelta atrás has de decidir) hasta que descubres una señal, una flecha.

El cansancio tras una brusca subida, el frescor de un bosque de hayas, las ampollas de los pies, la monotonía de la meseta castellana, el cansancio al final de una jornada, etc, etc. Es decir, a mí me pasa que, tras haberlo recorrido, no me cuesta trabajo asemejar cada momento del día o cada experiencia vivida, con un momento vivido en el Camino. Estos son símiles, que hasta en el cristianismo pueden convertirse, en boca de Leonardo Bof, en sacramentos de la vida. Una experiencia espiritual evocada por un pasaje vivido en el caminar del peregrino.

Es por ello, que el pensamiento sistémico, que la gente utiliza sin saberlo (al hablar de símiles) es extraordinariamente útil para poder efectuar aproximaciones a las esencias de las apariencias.

En la siguiente entrega abordaremos cómo elaborar pequeños modelos, simples ejemplos en los que introduciremos los principios básicos del pensamiento sistémico.

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Autor: José Alfonso Delgado (Doctor en Medicina especializado en Gestión Sanitaria y
en Teoría de Sistemas) (joseadelgado54@gmail.com)
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La publicación de las diferentes entregas de Visión sistémica del mundo se realiza en
este blog, en el contexto del Proyecto Consciencia y Sociedad Distópica, todos los lunes
desde el 20 de enero de 2020.
Se puede tener información detallada sobre los objetivos y contenidos de tal Proyecto
por medio de su web: http://sociedaddistopica.com/
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