OFRENDADAS (Viaje a dentro de mí mismo)

CONSCIENCIA DE SER

-¿Quién puede legítimamente afirmar “Yo Soy el que Soy“?

-Todo Ser que goce de Consciencia de Ser.

-¿Consciencia de Ser?

-En cada instante de cada día, desde que te levantas hasta que te acuestas y también mientras duermes, hay “algo” que no cambia, que permanece inmutable, inalterable. Sentir ese “algo” y no olvidarlo en momento alguno es Consciencia de Ser.

-¿”Algo” que no cambia a lo largo del día?

-Ni del día, ni de la semana, ni del mes, ni del año, ni en toda la vida, ni durante todas las vidas físicas que vivamos en la dimensión humana, ni en las múltiples y diversas modalidades y formas de vida que podamos experimentar en otros planos de existencia.

-¿”Algo” que no cambia nunca, jamás?

-Efectivamente.

-No sé. Dímelo tú.

-¿No sabes?. Pues te garantizo que es lo único que sabes con certeza, lo único que sabes con absoluta seguridad.

-No te entiendo. ¿Qué es?

-Muy sencillo. Ese “algo” eres Tú, tu Ser, el hecho indudable e indiscutible de que Existes, de que Eres. En tu casa o en la calle, en tu ciudad o viajando, ahora o hace un minuto o un año, siempre Existes, Eres.

-Existo, Soy...

-¡Consciencia de Ser!. Existir o Ser está más allá de los conceptos, de las palabras, no es definible. Y más allá del espacio: es independiente de donde me encuentre en un momento dado. Y más allá del tiempo: Yo Soy en el ahora, en el presente; y lo fui en el pasado, que existió cuando fue presente; y lo seré en el futuro, que existirá cuando sea presente. Yo Soy y esto no cambia. Y Ser es, indefectiblemente, vivir el presente.

-Pero todo esto es obvio. ¿Qué importancia puede tener semejante obviedad?

-¿Importancia?. ¡Toda!. No hay nada más importante; ni menos importante. Es lo único que verdaderamente Es, lo único real. Yo Soy y Existo. Todo lo demás no son sino ilusiones con las que el ser humano se identifica; meros sueños que, sin embargo, asume como propios y confunde con él mismo. Pero su auténtico Ser nada tiene que ver con el “yo y mis circunstancias” de la vida física actual, ni con lo que piense o deje de pensar.

-Existo, ¿aunque no piense?

-“Pienso, luego existo” es la expresión máxima de la llamada racionalidad. Pero es una falacia: Soy, Existo, ni más, ni menos. El Ser no piensa, el Ser Es. La mente es la que piensa. Y ella es sólo un componente del cuerpo físico con el que efímeramente experimento mi existencia en el plano humano.

-Existo con independencia de que piense o no y de que piense una cosa u otra.

-La Consciencia de Ser está fuera de los pensamientos, no es un objeto mental. Es la plena certeza y seguridad de que Soy. Es un hecho objetivo, no subjetivo; y no requiere ser pensado, ni etiquetado, clasificado o entendido mentalmente.

-Entonces, ¿qué hago?

-Nada. Obsérvate a ti mismo en tu Existir, conócete a ti mismo en Ser, estate alerta y atento a ti mismo en el Yo Soy. La Consciencia de Ser es sencilla y directa; y es práctica, no teórica. Consiste en vivir el presente sin olvidar algo simple: que Soy, que Existo. Ser es lo único inalterable. Todo lo demás muta, cambia de momento en momento. Ser no cambia: ¡Soy!

-No olvidar que Soy.

-El ser humano ha olvidado algo tan elemental. Es el Gran Olvido de cada persona y de la Humanidad. No damos trascendencia a Ser, no saboreamos ni interiorizamos su esencia y calado. Y, por esto, buscamos fuera de Ser lo que sólo se puede hallar en el Yo Soy. Pero las ficciones mentales y los anhelos materiales del mundo exterior -mutable, cambiante, efímero,...- no pueden suplir en modo alguno lo que significa sentir que se Es, vivir el Yo Soy, la Consciencia de Ser.

-En el presente.

-En el ahora. La eternidad no es “mucho tiempo” o “eones de años”, sino un momento presente continuo. Yo Soy en un momento presente continuo en lo que lo eterno se desenvuelve.

-¿Y la vida física?

-No debe ser despreciada, sino amada y respetada. Es ajena al hecho mismo de Ser. Pero es la modalidad experiencial elegida por el Ser para que su esencia eterna e inalterable fluya e impregne la esfera material, efímera y cambiante. Es el instrumento por el que el Amor, manifestación de la Unidad de cuanto existe y esencia pura de Ser eterno, llena los confines de una dimensión ajena a tal esencia y radicalmente mutable.

-Vivir para Amar.

-Ser, en la dimensión de la eternidad; y Ser para Amar y Amar para Ser, en la dimensión material. Es así como en la experiencia de la vida física desaparece y se diluye toda ansía por “tener” o “conseguir”. No se trata de “sacrificarse” renunciado a cosas. Sencillamente, esas cosas carecen de cualquier interés ante la colosal envergadura de Ser. "Amar" y “Compartir” son su derivación espontánea.

-¿Se alcanza así el equilibrio interior?

-¿El equilibrio?. ¡Se disfruta la Felicidad!. No en balde, la Felicidad es el estado natural e innato del Yo Soy. Y en el mundo material se plasma en el hecho maravilloso de que recogemos lo que damos. Por ello, al Amar, nos realizamos como Ser y recogemos Amor.

-¿La Felicidad?

-¡La Felicidad!: Consciencia de Ser.