El diario
Emilio Carrillo no es Al Gore. La sola comparación con el ex vicepresidente estadounidense le provoca una sonora carcajada. “La verdad es que no se me ha ocurrido pensarlo...”, reconoce el que fuera vicealcalde de Sevilla y mano derecha de Alfredo Sánchez Monteseirín. Pero su nueva vida tras abandonar la política guarda algunas similitudes con el proclamado gurú de la lucha contra el cambio climático. Porque tras el desengaño, se marchó dando un discreto portazo que reabrió el enfrentamiento entre las dos facciones del PSOE sevillano. Ha transcurrido medio año desde aquella decisión y el ex concejal trata de llenar el “vacío” que deja la política –“tengo un tiempo libre del que antes no disponía como cargo público”–. El pasado 13 de noviembre su inquietud se materializó en
Entre las ambiciosas miras de esta nueva entidad tiene cabida también la “reconfiguración de la vida política cual vocación de servicio público”, según reza en su carta fundacional. “Es una de nuestras ocupaciones, por así decir. Como compromiso social, tiene que ser consciente de que la política es necesaria, pero haremos lo que modestamente podamos para incidir en la importancia de que se centre en los problemas de la gente”, relata.
Es la expresión más repetida por Carrillo al tratar de describir la amplia actividad que pretende desarrollar Fanum. Talleres, conferencias, “y cuatro o cinco publicaciones anuales” serán la base de una entidad que comenzará a andar en 2010, cuando sea oficialmente reconocida por el Registro de Fundaciones de Andalucía. En la planificación a medio plazo no se incluye hacerle sombra a la estrella mediática en que se ha convertido Al Gore. “Todos los que impulsamos Fanum le damos mucha importancia al ahora y lo que venga después, pues vendrá”. Su revolución mundial comenzará, pues, a pequeña escala.
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