Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2023-2024

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16/11/09

Crónicas de Ávalon: Llegada a la isla de Cristal

Acaba de nacer la revista Ávalon, una idea original de José Manuel García Bautista, desarrollada por Alberto Luis Fernández, a la que nos hemos sumando un grupo de amigos como Cristina Martín Jiménez, José Antonio Colinet, Juan Antonio Romero o yo mismo.

Como se explica en el Editorial del Numero 1, “hoy nace una revista llamada “Ávalon”, como aquella brumosa y perdida isla que la mitología confundió con uno de sus hijos y guardó celosamente como un secreto indescifrable. Por eso “Ávalon” va a tratar de hacer un sueño realidad y desvelarle todos aquellos misterios con los que un día soñó y puede que nunca encontrara explicación. Todo eso y mucho más, por que la pretensión no sólo es hablar de misterios, también queremos hacerlo de Historia, de Arte, de actualidad, de Ciencia, de Cine y de la esencia misma del Misterio. Todo eso y mucho más es “Ávalon”. Nacida como el sueño de unos amigos por compartir, por enseñar, por divulgar, por llevarle entretenimiento y riqueza cultural o espiritual, o tal vez sólo por el mismo valor del Conocimiento. Todo eso es “Ávalon” (…) Es la apuesta de este grupo de amigos que huyeron un día de convencionalismos y se hicieron a la mar de un mundo lleno de fenómenos extraños y de enigmas que desvelar, teniendo como compañía a usted, amigo lector, que a buen seguro, encontrará en nuestra travesía los motivos y razones necesarias para cada mes volver a enrolarse en nuestro viaje y surcar los mares en busca de lo desconocido”.

La revista es de formato electrónico y puede ser descargada gratuitamente en:

http://www.revistadigitalavalon.es/Pagina_descarga1.htm

Dentro de ella, voy a ocuparme de una sección fija denominada Crónicas de Ávalon. Su contenido en el Número 1 (página 46 y siguientes) tiene como titulo Llegada a la Isla de Cristal. Lo reproduzco a continuación:

CRÓNICAS DE ÁVALON: Llegada a la Isla de Cristal

Busco la inspiración para estas líneas oteando por el amplio ventanal que configura una de las cuatro paredes, de idéntico tamaño, que conforman mi habitación, orientada al este y situada en la planta más alta y noble del castillo de la Reina de las Tempestades. Contemplo el despertar de la mañana y al Sol enamorándola con sus refulgentes atractivos. La Luna se resiste a salir del escenario celeste y observa impasible estos devaneos matutinos, como pensando para sus adentros “¡todos los días lo mismo!”. Al fondo, la inmensidad del Océano Atlántico parece embravecerse cuanto más me concentro en su azul intenso. Y cercano, al alcance de la mano, se abre en extensión el multicolor paisaje de Ávalon, la isla en la que me dispongo a disfrutar de unas prolongadas vacaciones, ¡medio año sabático!, gracias a la invitación de Nimue.

Sobre el variado verdor de las lomas, que se suceden de forma raramente armónica hasta perderse en el horizonte, destaca la bella estampa de los manzanos, que en enorme número dan aquí durante todo el año sabrosas frutas. Nimue las llama “abal”, aunque sus dos mejores amigas, las también hadas Elaine y Igraine, prefieren denominarlas “aval” -remarcando la “v”- y “afal” -pronunciando la “f” entre “f” y “v”-, respectivamente. Según me explican, estas diferencias fonéticas obedecen al distinto origen geográfico, cultural e idiomático de cada una de ellas, pues Nimue nació en una ciudadela celta de Finisterre, muy próxima al lugar donde la conocí hace algunos años, Elaine en la Bretaña francesa e Igraine en las costas de Gales. En lo que sí coinciden las tres es en que el nombre de la isla deriva precisamente del otorgado a la fruta y no, como a veces se oye, de la palabra celta “Annawyn” (o “Annauvin”), que significa literalmente “Reino de Hadas”, por mas que aquí vivan las tres citadas junto a otras seis reinas hadas más.

Hace ya unos días que llegue a Ávalon, no me pregunten exactamente cómo. Pero hasta ahora no había tenido un rato de sosiego en el que encender el portátil y meditar como más me gusta: vaciando mi mente de pensamientos en la medida en que me vuelco mi Ser en el teclado del ordenador. Sé que soy un privilegiado al poder residir durante unos meses en esta isla, vedada rotundamente a foráneos y escondida a extraños con un mágico velo que simula una densa bruma, curioso disfraz para una tierra tan llena de brillo. Por ello, tengo la intención de redactar y distribuir entre l@s amig@s una especie de crónicas, así las llamare, Crónicas de Ávalon, de lo que aquí vea y experimente. Es lo menos que puedo hacer en solidaridad con quienes no comparten mi suerte. Y, en esta primera entrega, he de contar lo más excitante que me ha acontecido hasta ahora: el encuentro con Morgana, la mayor de las mencionadas nueve reinas hadas.

Nimue, para que no me dejara engañar por las mentiras que se cuentan sobre Morgana –personificación, según algunos, del mal, el odio y la venganza-, me había hablado tanto de ella que creía que ya la conocía sobradamente. ¡Qué ingenuidad!. Estaba en aviso acerca de su belleza ardiente y el deseo, la tentación y la pasión que enciende, pero la realidad de Morgana supera cualquier expectativa. Su cara, moldeada con luz incolora; sus gestos, expresión del equilibrio mismo; sus palabras, precisas y cargadas de plenitud; su porte, ángel de fuego; su risa, imán de alegría; su aura, explosión cósmica; y sus lágrimas, cascada de amor. Sí, sus lágrimas, que la asaltan en cuanto empieza a hablar de su hermanastro Arturo, el célebre y mítico rey, cuyo cuerpo fenecido reposa desde hace quince siglos en una holgada cama dorada ubicada en medio de la Sala del Trono del castillo palaciego que Morgana, ella sola, habita: Arturo quedó moribundo en la Batalla de Camlann, en el año 537; y casi muerto fue traído a Ávalon en un navío pilotado por la propia Morgana, a la que Nimue, La Reina de Gales del Norte y la Reina de las Tierras Baldías acompañaron en tan triste travesía

Para que la conociera, Nimue convenció a Morgana de que organizara una cena para un puñado de comensales y me incluyera entre los invitados. Al terminar la sobremesa, me adentré en el Salón del Trono y me dirigí al lecho donde yace Arturo. Al acercarme, quedé paralizado por una fuerza invisible que me impedía continuar mi aproximación. Desde la distancia que me vi forzado a respetar, contemplé el cuerpo de Arturo, incorrupto y hermoso a pesar de las centurias transcurridas desde su fallecimiento. En un momento dado, Morgana se situó a mi espalda para tomarme luego de la mano y alejarme a un rincón de la estancia, lejos del resto de contertulios. Me ofreció asiento en un confortable sillón, a la par que ella se dejaba caer en otro contiguo. Y, clavando sus ojos en los míos, me dijo:

-Querido Emilio, en tu entrecejo es muy visible el Tercer Ojo, que me indica que eres una persona en la que se puede confiar. Y antes de que te enteres por terceros, prefiero contártelo yo-.

-A que te refieres, Morgana-, le pregunté sorprendido.

-A mi hermanastro Arturo y a su enfrentamiento con Mordred, que llevó a la muerte a los dos-, afirmó con visible dolor.

-¿Mordred?-, musité.

-¿Nimue no te ha contado nada?-, me inquirió a la par que cruzaba las manos sobre su regazo.

-No, Morgana, nada en absoluto-, le contesté tranquilo, pues era la verdad.

-Lo debí suponer, dada su discreción. Mejor así, que lo sepas por mí-.

Y tras unos segundos de silencio y respiración profunda, prosiguió:

-Lady Igraine fue madre de Arturo y mía. De su primer matrimonio, con Gorlois, duque de Cornualles, nací yo. Y Arturo de sus segundas nupcias, con Uther Pendragon. Nunca nos encontramos antes de ser jóvenes. Y cuando lo hicimos, no nos reconocimos como hermanastros e, increíblemente, nos enamoramos. Apasionadamente, Emilio, locamente…-.

Aunque calló, no pude articular palabra y me limité a hundirme un poco más en mi asiento. Afortunadamente, pronto continuó:

-De nuestro amor nació un lindo bebe, al que pusimos como nombre Mordred. Pero cuando Arturo se dio cuenta de que éramos hermanos y nuestro hijo fruto del incesto, perdió la cabeza y quiso asesinarlo-.

-¡Cielos!-, exclamé sin poderlo evitar.

-Como madre, Emilio, no podía consentirlo y puse al pequeño a salvo, en los dominios de mi hermana Morgause. Sin embargo, Arturo era ya otra persona, nada que ver con el hombre honesto y generoso del que me enamoré. Inmerso en la demencia, mutó en Herodes y promulgó un bando ordenando que todos los niños que hubieran nacido por esa época fueran abandonados en una barca a merced del océano. Muchos inocentes perecieron por tan vil decisión. Aunque, protegido por su tía, Mordred logró sobrevivir. Y, ya de adulto, Morgause lo envío de retorno a la corte de Arturo para que ejerciera sus derechos reales.

-Y Arturo, ¿qué hizo?-, pregunté con el corazón dándome brincos ante la sinceridad de Morgana y la confianza que mostraba a pesar de acabarme de conocer.

-Nunca lo reconoció ni como hijo ni, mucho menos, como sucesor. Y cuando la confrontación entre Arturo y su caballero Lanzarote, a causa de los amores de Ginebra, debilitó al reino, Mordred aprovechó para proclamarse soberano. Lo que provocó la contienda entre sus partidarios y los de Arturo. ¡Padre e hijo en guerra abierta!. Por fin, en la Batalla de Camlann, Arturo mató a Mordred, aunque él también quedó herido de muerte-.

-Fue entonces cuando lo trajiste a Ávalon-, apostillé.

-Efectivamente. Y aquí falleció poco después. Desde entonces he custodiado y cuidado de su cuerpo esperando el día en que su alma asuma el reto de encarnarse en un nacido en Ávalon. Esa será la señal de que, en la cadena de vidas que constituye nuestra verdadera existencia, estará ya preparada para afrontar las asignaturas de índole espiritual que dejó pendiente cuando encarnó cual rey. Y yo estaré aquí para ayudarla y, a la vez, atar los cabos existenciales que, igualmente, tengo por cerrar-.

Llegados a este punto de la conversación, Morgana se levantó con lentitud y, sin mediar más palabras, puso el dedo índice de su mano izquierda sobre mis labios, me beso en el entrecejo y se alejó.

De retorno al castillo de la Reina de las Tempestades, Nimue me acompañó en silencio. Era consciente de que Morgana me había abierto su corazón. E intuía el efecto que ello había causado en el mío.

Aquella noche no quería dormir, sino refugiarme en el sueño. Pero me costó. No obstante, me levanté, como acostumbro, al amanecer y con una idea clara que emanaba pletórica y entusiasta de mi interior: si había llegado a Ávalon con unas ganas inmensas de acumular experiencias y conocimientos, ahora sabía que en la isla me aguardaba algo más trascendente. Exactamente aquello que Nimue me había anunciado al invitarme, pero entonces no entendí:

-En la isla tendrás la oportunidad de pasar al otro lado del espejo. En libertad, Emilio, siempre conforme a tu voluntad y en libre albedrío, en Ávalon podrás cruzar al otro lado del espejo. Es por eso que también la llamamos Ynys Witrin, es decir, la Isla de Cristal-.

14 comentarios:

  1. Todo es hermoso,pero la pregunta es, que tengo que pensar al respecto? Emilio,esto fue un viaje interior o fue un viaje físico?porque sinceramente el viaje de Avalon esta cubierto por un velo y yo pienso, que los seres humanos se entienden bien con las transparencias,transparencia en el dialogo ,en la comunicacion ,entendernos y esta historia creo que ,para mi ,en mi manera de querer entender nuestro mundo entiendo que no me sirve ,me agrada como historia como sueño como un juego mental para salir de la incomoda rutina de nuestro sistema,me serviría si todo fuera transparente porque ciegos somos y no somos mas bien un poco fáciles de manipular en otros aspectos ,supongo que sera síntoma de inocencia,porque el ser humano es inocente y mas cosas también...
    Si el Amor se da igual que se recibe ,Emilio, podrías darle transparencia a mi duda, e incluso a mi pregunta respecto Avalon, o quizas estoy pecando de inocencia ?
    Un abrazo Emilio...
    Miguel Angel

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    1. Hola, Miguel Ángel.
      Buscamos otros mundos, pero queremos que sean reflejos de este. Ciertamente, esos mundos existen, pero no son reflejos de este. Más bien al reves, este es un reflejo de ellos.
      Las experiencias vividas en Ávalon fueron reales y físicas, tal cmo en este plano entendemos ambas expresiones, y fueron también, por supuesto, interiores. Y, desde luego, no fueron un sueño o una fantasia.
      En cualquier caso, lo importante no es como lo anterior resuene en tu interior, sino como lo hagan las "enseñanzas" que las Crónicas transmiten.
      Si me lo permites, te invito a disfrutarlas dejando aun lado los juegos, dudas y florituaras mentales que tanto gustan a nuestro ego.
      Abrazos y Bendiciones.

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    2. Me gustaría saber más Emilio, de estas enseñanzas si es que hay maestros , entender un poco mas y ser participe de su entendimiento...Podría comentarme algo al respecto? Gracias Emilio por contactar tan rápido,por cierto, el abrazo sigue en alza . Miguel Ángel

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  2. No puedo aconsejarte ninguna fuente específica, salvo tu propio ser interior y la Sabiduría Innata que todos atesoramos. Por otra parte, Internet está llena de webs y sitios donde michas peronas comparten lo que perciben y sienten al respecto.
    Lo que sí puedo hacer, para facilitarte la lectura de las Crónicas, es enviártelas íntegras a la dirección de correro que me indiques.
    Abrazos

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    1. Estupendo!.
      Gracias Emilio, por supuesto que quiero leer las crónicas de Avalon esta es mi dirección de email M.A.MAYAL@GMAIL.COM y ya le comentaré cuales han sido mis sensaciones al respecto...abrazos, y gracias por su tiempo.

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    2. Te acabo de enviar las Crónicas al email indicado.
      Abrazos.

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    3. Emilio,¿podrías mandarme las crónicas de Avalon?.Estoy enganchada, y me gustaría tenerlas todas juntas.
      Gracias por todo, gracias por la mano que nos tiendes en éstos tiempos de incertidumbre. Gracias, hermano de camino.
      Namasté.
      Mi correo es coral_namaste@hotmail.com
      Un enorme abrazo.
      Namasté.

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    4. Hola, Coral.
      Te las acabo de enviar.
      Abrazos

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  3. Hola Emilio,
    Muchas Gracias por compartir tus experiencias y conocimientos.
    Es una pasada que hayas podido estar tanto tiempo en Avalón!!
    Por lo que he leído en este Post parece que es una Isla cercana a Inglaterra y oculta al común de los mortales, ¿son inmortales todos los que viven allí?
    Por favor podrías enviarme las Crónicas de Avalón, Muchas Gracias!
    mi email : ada.pfp(arroba)gmail.com
    Un fuerte Abrazo,
    Ada

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    1. Hola, Ada.
      Efectivamente, son inmortales.
      Y te acabdo de enviar las Crónicas al email indicado.
      Abrazos

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  4. Hola Emilio!Darte Mil Gracias Por nutrirnos con tus Experiencias llenas de Sabiduria*.
    Me gustaria Si Por favor podrías enviarme las Crónicas de Avalón,
    Muchas Gracias y que tu Recuperada Salud te Colme siempre!!

    este es mi email: juangrisss@hotmail.com

    recibe Un Gran Abrazo <3

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  5. ¡Hola!
    Puedes descargar las Crónicas en la web asociada a este blog (http://elcieloenlatierra.wix.com/descargasyenlaces), en la sección de "Documentos".
    Abrazos

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  6. Sr. Emilio Carrillo vivo en Argentina y me interesa leer las cronicas de Avalon, no las puedo encontrar en las librerias, quisiera por favor saber la editorial, asi pido que me lo traigan, o si por favor me las pudiera enviar a este mail sanhallow@gmail.com. Ademas quisiera saber como Ud. llego a vivir esa experiencia?, a traves de una meditacion?, en trance?, o un sueño?, etc. Saludos y Gracias.

    Sandra.

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    Respuestas
    1. En la web asociada a este blog:
      http://elcieloenlatierra.wix.com/descargasyenlaces
      dispones del material que aquí se maneja: Documentos, Libros, Transcripciones de charlas y entrevistas y Audios y Vídeos de las mismas.
      En concreto, en la sección Documentos pudes descargar Las Crónicas de Ávalon.
      ¡Salud!

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