Hay todavía otros que, aunque escapen a los engaños que acabo de describir, caen víctimas de su orgullo, de su curiosidad intelectual y de su saber de eruditos. Estas personas y sus seguidores confían demasiado en su propio saber. Nunca estuvieron enraizados en esa humilde y ciega experiencia del amor contemplativo y de la bondad de vida que le acompaña.
26/10/09
La Nube del No-Saber: Orientación Particular (LVI)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.