Ayer publicamos en el Blog una narración de Encarnación Castro titulada
Para facilitar su lectura, se publica estructurado en ocho epígrafes distribuidos en dos entradas. Una se insertará hoy y otra mañana:
Miércoles 24 de febrero
1. Energía y vibración
2. Condiciones para la transmisión de una vibración resonante
3. Resonancia.
4. Resonancia, sentimientos de simpatía y antipatía e influencia del sonido en el cuerpo
Jueves 25 de febrero
5. Ritmo
6. Melodía
7. Armonía
8. Combinación de los tres elementos
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1. Energía y vibración
La metafísica nos dice que somos un microcosmos del Universo. Eso significa que en nuestro interior poseemos hasta cierto punto todas las energías. En nuestros cuerpos físicos y sutiles radican todas las vibraciones de energía inherentes al Universo.
Esta vibración puede ser a la vez física y no física, implicando energías tangibles e intangibles. La mayoría de los seres humanos consideran que es más fácil percibir la naturaleza física de una vibración, que es más definible y tangible, como las cadencias en el aire a partir del sonido u otras fuentes. Pero las vibraciones que no son sensiblemente físicas también nos afectan y las notamos cuando se agudizan las percepciones.
Podemos estimular un gran número de vibraciones por simpatía en el interior de nuestro cuerpo y de nuestra mente aprendiendo a dirigir y controlar nuestra voz y utilizando ciertos instrumentos musicales, tono y clases de música. Donde hay desequilibrio, podemos utilizar el sonido dirigido para volver a los parámetros normales. Poseemos la capacidad de hacer resonar toda vibración de sonido o responder a ella, ya sea positiva o negativa. Debemos mantenernos alerta a los sonidos de nuestro entorno y fortalecer nuestras energías a fin de que sólo se filtren en nuestro campo de energía los sonidos beneficiosos.
2. Condiciones para la transmisión de una vibración resonante
Para que se transmita una vibración resonante hacen falta tres condiciones:
+Debe haber una fuente de energía vibrante original, que puede ser el pensamiento, los sonidos, colores, instrumentos musicales o voces.
+Ha de existir un medio de transmisión: para los humanos, el aire es el transmisor más corriente, en el que el movimiento vibrante pasa de una molécula de aire a otra en forma sucesiva. El oído humano puede captar entre 16 y 20.000 vibraciones por segundo. No obstante, el cuerpo humano puede seguir notando pulsaciones que no se oyen. Aquellos que han desarrollado la capacidad psíquica de la clariaudiencia han aumentado su propia energía para captar incluso índices de vibración superiores.
+Tiene que haber un receptor de la vibración, que reciba y responda a la vibración emitida. Todo nuestro cuerpo funciona como una caja de resonancia con la capacidad de responder a múltiples vibraciones.
3. Resonancia
Esta recepción y respuesta puede darse por simpatía o de manera forzada:
+Vibración por simpatía (resonancia): se produce cuando dos o más cuerpos tienen unas frecuencias de vibración similares o idénticas que las hacen compatibles. El factor más importante en la resonancia por simpatía es la disponibilidad de la persona a responder de una manera específica. Esto nos revela mucho sobre las relaciones que establecemos, y esclarece el axioma oculto: “Cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece”. A través de la resonancia por simpatía se establece la relación de grupo y los individuos responden a las energías de los demás. A causa de esta cualidad, enseñar será simplemente ayudar a alguien a tomar consciencia de lo que ya sabe. En los grupos que se juntan con un objetivo concreto, tal objetivo constituye el medio para establecer la resonancia por simpatía entre los participantes del grupo.
+Resonancia forzada: aconetece cuando dos sistemas de energía poseen frecuencias distintas y la vibración más potente se transmite al otro por medio de la fuerza. Esto tiene aspectos positivos y negativos (los principios del sonido son neutrales y sólo su aplicación determina la “bondad” o “maldad” inherentes). Como resultado de una resonancia forzada pueden producirse distintas formas y manifestaciones de magia negra y abuso del poder de la mente. Muchos se ven atrapados en esta práctica por su impresionante fuerza. También a causa de la resonancia forzada se dan fenómenos como los de la influencia mutua. La fuerza o energía combinadas del grupo arrolla la energía de uno de los individuos y lo fuerza hacia la resonancia con todo el grupo. Pero la resonancia forzada, bien comprendida y correctamente usada, puede utilizarse para superar estados de desequilibrio en el cuerpo y para conseguir que distintos órganos y sistemas vuelvan a su funcionamiento normal. Para destruir pautas de energía negativa limitadora pueden utilizarse tonos altos. Pueden usarse también para crear una intensidad en el campo que lleve a una mejora global.
4. Resonancia, sentimientos de simpatía y antipatía e influencia del sonido en el cuerpo
Estos aspectos de la resonancia nos ayudan a explicar los sentimientos de simpatía y antipatía que experimentamos con distintas personas. Cuando dos o más energías o realidades vibrantes se sincronizan o entran en resonancia mutua – por simpatía o por fuerza - se produce la transmisión. Las personas entran en fase, mezclándose y fusionándose en una combinada armonía de vibraciones. Es por esto que los grupos ocultos sólo poseen la fuerza de su miembro más débil.
Cuando los sonidos influyen en el cuerpo humano, la resonancia puede tener efectos beneficiosos o perjudiciales. El cuerpo humano es bioeléctrico. Nuestros campos áureos constituyen campos de energía electromagnética que rodean nuestro cuerpo físico. Estamos constantemente emitiendo (aspecto eléctrico) y absorbiendo (aspecto magnético) energía. Siempre que establecemos una actuación recíproca con otra persona, se produce un intercambio de vibraciones de energía. A menos que aprendamos a reconocerlos y a despejar nuestros campos, acabaremos con problemas físicos, emocionales, mentales y espirituales. El poder secreto de la palabra en parte implica el control y la dirección de nuestra propia resonancia con otras energías, de ahí la importancia de que aprendamos a diferenciarlas.
El ritmo puede provocar cambios en los estados físicos, la melodía en los estados emocionales y mentales, y la armonía tiene la capacidad de elevar la consciencia al grado espiritual. Los cantos, mantrams, plegarias, canciones, narraciones, música y lenguaje utilizan el ritmo, la melodía y la armonía para alcanzar la unión de cuerpo, mente y espíritu. Prácticamente en todas las sociedades ha existido lo que se denomina “el canto de lo absoluto”, o la canción triple. A nivel numerológico, el tres es el gran número creativo. Es el número del artista, el músico, el poeta y el místico.
Este canto triple utiliza tres aspectos del principio del sonido sagrado: ritmo, a partir del cual nace todo el movimiento en el universo; melodía, a partir de la cual nace la actuación recíproca entre lo divino y lo físico y nuestras interacciones con otras formas de vida; y armonía, a partir de la cual nace el auténtico poder espiritual que se manifiesta en el Universo y en los seres humanos cuando se han armonizado las actuaciones recíprocas con todos los elementos de la vida.
Se analizarán estra tríada de elementos en la entrada del Blog, continuación de ésta, que se publicará mañana.
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Mañana, jueves 25:
5. Ritmo
6. Melodía
7. Armonía
8. Combinación de los tres elementos
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es muy interesante! por favor sube el resto!
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