Hay personas en nuestras vidas, en nuestro entorno, que cuando llega la ocasión de hablar con ellas de los temas que nos gustan, que nos apasionan, reaccionan con escepticismo e incredulidad, algunas incluso se ríen, las más educadas solo esbozan una forzada sonrisa y tratan de cualquier manera de cambiar la conversación, a otros temas menos “escabrosos”.
Me refiero a los temas relacionados con el Crecimiento Personal, las Medicinas Alternativas Naturales o complementarias, a las técnicas de mejoramiento físico y mental, a la historia no oficial, a las enseñanzas de Maestros Místicos y auténticos Sanadores, etc., etc., y no digamos si en la conversación, hablamos de lo que ellos denominan “Teorías Conspirativas” como la verdad sobre el 11-S, el Cambio Climático, H.A.A.R.P, Sumerios y Anunakis, contactos extraterrestres, OVNIS, Pleyadianos y Oriones o de pueblos como los Mayas, los indios Hopi, los Dogones de Malí o los Habasis de Etiopía, por poner algunos ejemplos y no alargar el argumento.
Esas personas, no admiten nuevas interpretaciones ni de la “Ciencia, ni de
No las llamare ni personas dormidas, ni borregos, ni nada parecido, porque eso implica el aceptar que nosotros somos personas despiertas, iluminados, iniciados, etc., etc., porque sin duda, esa distinción nos convierte en presuntuosos, en separados de ellos, en distintos, es una forma de sentimiento egóico, de creernos ser superiores a ellas y lo cierto es, que convivimos con ellas en el mismo “Planeta Escuela”, que es nuestra querida Tierra GAIA, Pachamama o EA Madre de
Esas personas incrédulas, se encuentras en su Zona de Confort, en su Zona de Seguridad y no quieren saber nada de aquello que no sea, lo que tenga que ver con lo que ellos creen que dominan o controlan, en el fondo tiene Miedo a lo desconocido, porque les desestabiliza su zona de seguridad. Tenemos que aceptar a esas personas como son (¡siempre que no sean dañinas para nuestra salud!), quererlas y amarlas y no hay ninguna obligación en tratar de cambiarlas o enseñarlas, mientras no te lo demanden.
Sin embargo, esas mismas personas si son creyentes de alguna doctrina religiosa, no tienen reparos en aceptar los dogmas y credos de esa doctrina religiosa que profesan.
Pongamos como ejemplo la religión que tenemos más cerca y que mejor conocemos, la judeocristiana. Si yo te digo que voy asistir el día dedicado al Sol a un culto, que me voy a arrodillar ante un antiguo instrumento de tortura, que voy a consumir ritualmente sangre y carne, probablemente te llevaras las manos a la cabeza y me tacharas como mínimo de pagano, pero en realidad el próximo domingo si quiero, puedo asistir a una Misa Cristina en la catedral de mi ciudad.
Vamos analizar tranquilamente este hecho, ¿porque el día del Sol?, bueno como sabemos, los cristianos eligieron el domingo para celebrar su día para “Santificar las Fiestas”, porque los judíos lo hacen el sábado (shábat) y había que distinguirse de ellos, de hecho cientos de años más tarde los musulmanes, eligieron también para distinguirse de judíos y cristianos el Viernes (al-Jum'ah) como su día Sagrado.
Demos un paso más, ya sabemos porque los días de la semana tiene el nombre que tienen, están basados en la observación de cielo; el lunes a
Sigamos este sencillo análisis, “me arrodillo ante un antiguo instrumento de tortura”,¿alguien tiene duda de que
“Voy a consumir ritualmente sangre y carne”,
Y así podíamos seguir con más dogmas de Fe, que son aceptados sin reparos, sin rechistar, porque a sido así de “toda la vida”, porque es la tradición de mis padres, de mis abuelos, de mi pueblo, de mi patria, de mi religión, de Mi, de Mi, de Mi… mío, mío, mío y por supuesto lo tuyo, lo tuyo, lo tuyo… es decir
En la última película de Leonardo Dí Caprio, titulada “El Origen”, al principio hay un dialogo interesante que reproduzco a continuación: “¿Cuál es el parasito más resistente? ¿una bacteria? ¿un virus? ¿una lombriz intestinal?, ¡Una IDEA!, resistente, muy contagiosa, una vez que una idea se ha apoderado del cerebro, es casi imposible erradicarla. Una Idea totalmente formada, entendida y aceptada, se queda ¡ahí aferrada!”.
Las doctrinas religiosas, parte de ideas de hombres sobre
Adonde queremos llegar con estos argumentos, pues amigos esta claro,
"Toda verdad pasa por tres etapas. Primero se la ridiculiza. Segundo, genera una violenta oposición. Tercero, resulta aceptada como si fuera algo evidente" (Arthur Schopenhauer)
-----------------------------------------------------------------------------------------
Autor: Emilio y Tina
Fuente: Radio Tierra Viva (http://radiotierraviva.blogspot.com)
100%100 de acuerdo en todo lo que ahí se dice. Mi experiencia personal con mucha gente de diferentes perfiles y niveles con las que he tratado por motivos familiares, de vecindad o amistad, me ha hecho resumir en tres categorías, los diferentes motivos por los que las personas reaccionan de esa manera y no avanzan ante lo nuevo:
ResponderEliminar1º) Los soberbi@s: ¡Cómo van a admitir ese tipo de gente, que vengan otr@s (presumiblemente "con menos preparación" que ell@s) a contarles algo que ellos no sepan! ¡Imposible!
2ª) Los miedosos: son aquell@s que tienen grabado a fuego los dogmas de su iglesia y no van a admitir ni creer nada que previamente "su pastor" no le haya enseñado o dado permiso.
3º) Los materialistas o indiferentes: No tienen por qué tener necesariamente soberbia ni miedo, pero les falta MOTIVACIÓN.
Según la experiencia de mi observación, de estos tres frenos que impiden a mucha gente evolucionar, el más fácil de quitar es este último, ya que buscarle a una persona "esa motivación", es mucho más fácil que despojarle de la soberbia o el miedo. De éste, decía Eric Fromm, que una persona estaría antes mucho más dispuesta a desprenderse de su piel, que de una tan sola de sus creencias. Y Einstein antes dejó dicho que es más fácil destruir un átomo, que un prejuicio.
100%100 de acuerdo en todo lo que ahí se dice. Mi experiencia personal con mucha gente de diferentes perfiles y niveles con las que he tratado por motivos familiares, de vecindad o amistad, me ha hecho resumir en tres categorías, los diferentes motivos por los que las personas reaccionan de esa manera y no avanzan ante lo nuevo:
ResponderEliminar1º) Los soberbi@s: ¡Cómo van a admitir ese tipo de gente, que vengan otr@s (presumiblemente "con menos preparación" que ell@s) a contarles algo que ellos no sepan! ¡Imposible!
2ª) Los miedosos: son aquell@s que tienen grabado a fuego los dogmas de su iglesia y no van a admitir ni creer nada que previamente "su pastor" no le haya enseñado o dado permiso.
3º) Los materialistas o indiferentes: No tienen por qué tener necesariamente soberbia ni miedo, pero les falta MOTIVACIÓN.
Según la experiencia de mi observación, de estos tres frenos que impiden a mucha gente evolucionar, el más fácil de quitar es este último, ya que buscarle a una persona "esa motivación", es mucho más fácil que despojarle de la soberbia o el miedo. De éste, decía Eric Fromm, que una persona estaría antes mucho más dispuesta a desprenderse de su piel, que de una tan sola de sus creencias. Y Einstein antes dejó dicho que es más fácil destruir un átomo, que un prejuicio.
100%100 de acuerdo en todo lo que ahí se dice. Mi experiencia personal con mucha gente de diferentes perfiles y niveles con las que he tratado por motivos familiares, de vecindad o amistad, me ha hecho resumir en tres categorías, los diferentes motivos por los que las personas reaccionan de esa manera y no avanzan ante lo nuevo:
ResponderEliminar1º) Los soberbi@s: ¡Cómo van a admitir ese tipo de gente, que vengan otr@s (presumiblemente "con menos preparación" que ell@s) a contarles algo que ellos no sepan! ¡Imposible!
2ª) Los miedosos: son aquell@s que tienen grabado a fuego los dogmas de su iglesia y no van a admitir ni creer nada que previamente "su pastor" no le haya enseñado o dado permiso.
3º) Los materialistas o indiferentes: No tienen por qué tener necesariamente soberbia ni miedo, pero les falta MOTIVACIÓN.
Según la experiencia de mi observación, de estos tres frenos que impiden a mucha gente evolucionar, el más fácil de quitar es este último, ya que buscarle a una persona "esa motivación", es mucho más fácil que despojarle de la soberbia o el miedo. De éste, decía Eric Fromm, que una persona estaría antes mucho más dispuesta a desprenderse de su piel, que de una tan sola de sus creencias. Y Einstein antes dejó dicho que es más fácil destruir un átomo, que un prejuicio.
Disculpad: no pretendía en ningún momento ser reiterativa: es que a ¡veces el ordenador te deja en cada estacada...!
ResponderEliminarNada, sin problemas. Asi nos enteramos mejor, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
e
Pues yo, igual que R.C., estoy al 300x100 de acuerdo, y no es un error de manejo del ordenador en mi caso, sino intencionado plenamente. Es tan dificil como necesario liberarse de esas ataduras para poder avanzar. La "fe" metida a la fuerza en nuestra mente infantil debe ser elevada de nivel a una Fe nueva, al alcance de todo el que la busque. Pero antes, lo dificil: liberarse de las cadenas implantadas de pequeño. ¡Vamos a ello!
ResponderEliminarClaro que sí, José Antonio: ¡vamos a ello!. En ello estamos y queda ya tan poco...
ResponderEliminarUn abrazo.