Después del éxtasis, la colada

¿Cómo es mi actitud en la vida cotidiana después de un retiro espiritual, una clase de yoga o unos minutos de meditación...?

Pretendo llegar a despertarme, a tomar conciencia, incluso a "iluminarme" utilizando todas las técnicas que ofrece el mercado espiritual. Y después, ¿qué?

Ya me he dado cuenta que todo es apariencia, ilusión, maya. Y después ¿qué?

Ya me he percatado de que todo y todos está/están/estamos (es/son/somos) en conexión, en el Uno, en la Unidad. Y después, ¿qué?

Salvo que sea un ermitaño y no tenga otra cosa que hacer que estar sentado en contemplación, el resto de los humanos, después de la meditación, volvemos a nuestra vida cotidiana. Y es ahí –en el gimnasio de la vida- donde se demuestra si realmente hemos integrado en nosotros qué es la iluminación.

Una frase bonita, unos minutos de silencio, un mantra, una técnica espiritual… Me ayudan a elevar la vibración por un tiempo, me impulsan, claro que sí. Y después ¿qué? ¿Soy capaz de mantenerla sin utilizar nada exterior a mí? ¿Sólo con la atención que Yo Soy?

Si realmente quiero estar en el camino de la Consciencia, de la Esencia, debo mantener en mi vida cotidiana (la colada) esa vibración elevada que he obtenido en meditación, de lo contrario es postureo (se lo estoy diciendo a mi ego).

En mi vida cotidiana comienzo a desplegar ese Amor que soy: Sabiduría, Compasión.

Hago yoga (calmo mi mente-ego) para estar en yoga en mi vida cotidiana, en la colada... Si no, ¿para qué?

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Autora: Luz Robles (luzrobles10@gmail.com / WhatsApp: 626 079 374) (Fundadora de la
Asociación "El Rincón de la Luz", en León -España-, donde se encuentran, comparten y
reúnen numerosas personas que se llaman "los descubridores del corazón")

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