1. Santa Claus (ver entrada del 23 de diciembre)
2. El árbol de Navidad (ver entrada del 23 de diciembre)
3. El belén (ver entrada del 24 de diciembre)
4. La estrella (ver entrada del 24 de diciembre)
5. Los villancicos (ver entrada del 24 de diciembre)
6. El nacimiento de Jesús: ¿el 25 de diciembre? (ver entrada del 25 de diciembre)
7. El linaje davídico de Jesús(ver entrada del 26 de diciembre)
8. María Magdalena y la descendencia de Jesús (ver entrada del 27 de diciembre)
9. El Día de los Santos Inocentes (ver entrada del 28 de diciembre)
10. El “pueblo elegido” (ver entrada del 29 de diciembre)
11. El pavo de Navidad (ver entrada del 30 de diciembre)
12. Las piñas (ver entrada del 30 de diciembre)
13. El cava o champagne (ver entrada del 30 de diciembre)
14. Las velas (ver entrada del 31 de diciembre)
15. Las campanas (ver entrada del 31 de diciembre)
16. El Muérdago (ver entrada del 31 de diciembre)
17. El tronco de Navidad (ver entrada del 31 de diciembre)
18.
19. Año Nuevo
Obviamente, la determinación de la fecha en la que se celebra el Año Nuevo se mueve en la esfera de la relatividad. No hay reglas fijas, sino que está en función del tipo de calendario que se utilice en cada cultura y lugar. En la actualidad, la más extendida y usada a nivel mundial es la del 1 de enero, que corresponde al llamado “calendario gregoriano”, instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582. Según la tradición cristiana, el 1 de enero coincide con la circuncisión de Jesús al octavo día de su nacimiento, cuando recibe su nombre. Así lo relata el pasaje del Evangelio de Lucas (2, 21) que en la fecha en cuestión se lee en los templos católicos.
Mirando hacia atrás en la historia, la tradición en torno al 1 del enero arranca en el Imperio Romano, en general, y en Julio Cesar, en particular. Antes de él, Roma celebraba el inicio de año el primer día de marzo. Sin embargo, era en enero, el undécimo mes, cuando los cónsules asumían el gobierno, acontecimiento político y social de gran relevancia. Este hecho llevo a Julio César, en el año
Con la paulatina expansión de la cultura occidental al resto del mundo, el 1 de enero se ha convertido en una fecha de carácter planetario, incluso en países con normas de Año Nuevo distintas. Y aunque tuvo un carácter nítidamente religioso durante
No obstante, por el número de personas que lo usan, también hay que subrayar el Año Nuevo hindú, así como el chino. El primero coloca el arranque del año dos días antes del festival de Diwali, a mediados de noviembre. En cuanto al chino (se utiliza, igualmente, en países como Vietnam), se fundamenta en el calendario lunar. Conforme a él, la celebración de un nuevo año se sitúa en la segunda luna nueva después del solsticio de invierno, por lo que no puede ser relacionado con una fecha exacta del calendario gregoriano, pudiendo oscilar entre el 21 de enero y el 21 de febrero.
Entre otros sistemas seguidos para fijar el Año Nuevo, hay que destacar los siguientes:
+musulmán: se celebra el 1 de muharram (a fines de enero e inicio de febrero):
+tibetano o losar: entre enero y marzo;
+inca o Cápac Raymi: el 22 de diciembre;
+judío o Rosh Hashanah: generalmente en septiembre (en 2010, será exactamente el 7 de septiembre);
+etíope o Enkutatash: el 11 de septiembre;
+vendimiario (calendario republicano francés): 22 de septiembre.
En países del Extremo Oriente –Bengala, Birmania, Camboya, Tailandia- se festeja entre el 13 y el 15 de abril. Y aunque la mayoría de las tradiciones fijan el Año Nuevo en torno al solsticio de invierno (21 de diciembre), otras lo hacen en torno al de verano –es el caso del Año Nuevo aymara, 21 de junio, y del mapuche (We Tripantu), 24 de junio- o, cual los antiguos romanos, al equinoccio de primavera –como los rosacruces de AMORC, lo celebran entre el 21 y el 23 de marzo, o el Nouruz iraní, el 21 de marzo aproximadamente-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.