Aunque hay quien ha visto en el emblema Illuminati del dolar estadounidense una referencia a la masonería (como puede observarse en la imagen anexa, la palabra "mason" se obtiene del emblema superponiendo un pentáculo), si esta relación existió fue en los siglos XVII o XVIII. Hoy día no es posible mantener tal tesis, pues las logias masónicas ni siquiera pueden ya ser consideradas sociedades secretas.
Hay que diferenciar bien entre sociedades secretas y discretas.
Las primeras son aquellas que guardan en la más absoluta confidencialidad su existencia, metas, composición y funcionamiento. Por tanto, de ellas no se sabe prácticamente nada, a lo sumo que existen, pero en un contexto de rumores, bulos y datos contradictorios.
Las segundas, las discretas, son organizaciones que no airean públicamente su existencia, pero tampoco la ocultan e, incluso, difunden al menos parte de sus objetivos y forma de operar.
A su vez, las sociedades discretas pueden ser subdivididas en tres grandes categorías: simples; complejas, que actúan cual tapaderas de sociedades secretas; e híbridas, que son instrumentos de difusión del ideario y la doctrina de sociedades secretas.
Con base en esta clasificación:
+Illuminati: son un buen exponente, quizá el mejor a escala planetaria, de sociedad secreta. Y sólo el paso de los siglos ha hecho posible que se conozca su existencia y sus objetivos básicos, pero poco más.
+Logias masónicas actuales: en su mayor parte, son sociedades discretas simples.
+El caso histórico del Temple: fue una sociedad discreta compleja, con una organización secreta, el Priorato de Sión, y una Orden religioso-militar de carácter público.
+El Club Bilderberg: configura una sociedad discreta de perfil híbrido, al ser una herramienta y medio de influencia hacia el exterior de la sociedad secreta de los Illuminati.
Hay que diferenciar bien entre sociedades secretas y discretas.
Las primeras son aquellas que guardan en la más absoluta confidencialidad su existencia, metas, composición y funcionamiento. Por tanto, de ellas no se sabe prácticamente nada, a lo sumo que existen, pero en un contexto de rumores, bulos y datos contradictorios.
Las segundas, las discretas, son organizaciones que no airean públicamente su existencia, pero tampoco la ocultan e, incluso, difunden al menos parte de sus objetivos y forma de operar.
A su vez, las sociedades discretas pueden ser subdivididas en tres grandes categorías: simples; complejas, que actúan cual tapaderas de sociedades secretas; e híbridas, que son instrumentos de difusión del ideario y la doctrina de sociedades secretas.
Con base en esta clasificación:
+Illuminati: son un buen exponente, quizá el mejor a escala planetaria, de sociedad secreta. Y sólo el paso de los siglos ha hecho posible que se conozca su existencia y sus objetivos básicos, pero poco más.
+Logias masónicas actuales: en su mayor parte, son sociedades discretas simples.
+El caso histórico del Temple: fue una sociedad discreta compleja, con una organización secreta, el Priorato de Sión, y una Orden religioso-militar de carácter público.
+El Club Bilderberg: configura una sociedad discreta de perfil híbrido, al ser una herramienta y medio de influencia hacia el exterior de la sociedad secreta de los Illuminati.
(Para los interesados en este Club, recuerdo el libro ya citado en el Blog de la periodista sevillana Cristina Martín Jiménez: El Club Bilderberg: los amos del mundo -Arcospress Producciones; Barcelona, 2007-. Como avance, señalar que el Club Bilderberg nació en 1954, pero enlaza con el Council of Foreing Relations (CFR), fundado en 1921. Investigadores como Gary Allen (None dare Call it Conspiracy) describen al Club como la prolongación mundial del CFR. Y otros autores con grupos que vienen aún de más atrás, como los Iluminados de Baviera, entroncando finalmente con los Illuminati)
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