La visión divina del suicidio, especial para ignorantes
Nota preliminar: En Informe VIII se avisó
que la parte del descarnar mediante el suicidio se trataría en la actual, y así
lo decidí por lo extenso que iba a suponer como para incluirlo en el VIII, así
que aquí to tienes.
Nota preliminar 2: Sí, en el título especifico que esto es
un especial para los ignorantes que desconoce, por el motivo que sea, qué
sucede tras la muerte, se produzca como se produzca, más desde la satanización
que el suicido posee en todas las culturas. Empecemos con un ejemplo de una
paciente en regresión; extraído del libro “Memorias del Alma” de Michael
Newton.
Dos
suicidios
ROSANA VINO A VERME porque sufría mucho la pena y el duelo
de haber perdido a dos de los miembros de su familia más cercanos y queridos.
Ambos se habían suicidado.
A lo largo de los años, había probado muchas cosas para
curarse; terapia convencional, viajar, quedarse en casa, y enterrarse en el
trabajo; además de pasar largas temporadas sin trabajar. Como le encanta el
arte, probó arte-terapia, así como la expresión a través de diversos medios
artísticos, para intentar liberar su profundo y constante dolor.
Nada
parecía ayudar.
Esto es lo que me contó sobre ese periodo; «Mi vida, estaba
destrozada. Tenía un gran agujero negro dentro de mí. No podía
recuperarme".
También se
quejaba de tener constantes pesadillas, de tener fantasías de suicidio, y una
autoestima tan baja, que le mutilaba la existencia.
Rosana había crecido en un hogar disfuncional,
emocionalmente frío y distante. Enemistada con su madre, irascible y abusadora
verbal desde su primera infancia, su hermano mayor, Ben, fue su único aliado,
la única persona de la familia en la que sentía que podía confiar. Él, fue su
madre adoptiva, su protector, y su mejor amigo. Su padre, raras veces estaba en
casa y, cuando lo hacía, se mostraba emocionalmente distante. Ella y su
hermano, fueron íntimos a lo largo de toda su infancia. Ella sentía que su
hermano era el único que, realmente, la quería, y sus recuerdos positivos de la
infancia eran los de los juegos felices que habían compartido.
A los diecisiete años, Ben, se suicidó. Aunque su familia
trató de convencer a Rosana de que había sido una muerte accidental, ella sabía
la verdad. Había tomado una sobredosis de la larga lista de medicamentos que
tenía su madre.
Rosana, se sintió desolada, y siguió así durante muchos
años, luchando con sus sentimientos de culpa, vergüenza, ira, abandono,
soledad, y baja autoestima. Incluso hoy, sigue sintiendo que debe haber algo
que ella podría haber hecho para cambiar las cosas; que si ella hubiera sido
diferente, Ben, seguiría acompañándola hoy. Durante años, repasó mentalmente,
una y otra vez, los días anteriores al suicidio.
El hecho de que fue ella la que acabó encargándose del
funeral, del ataúd y enterramiento de su hermano, habla de su fuerza interna, y
de la disfuncionalidad de su familia. Entonces, Rosana, sólo tenía quince años.
Creció hasta convertirse en madre soltera y esforzada, de
mediana edad, con dos hijos adolescentes. Su hijo menor, Andrés, fue
diagnosticado mentalmente como sujeto bipolar. Durante la adolescencia de
Andrés, observó, con impotencia, que su hijo empezaba a desarrollar los
síntomas de la esquizofrenia. Después de varios años de una adolescencia dura y
agónica, de subidas y bajadas tanto físicas como emocionales, Andrés se
suicidó. Y lo hizo, también, a la edad de diecisiete años.
Rosana se sintió completa, y totalmente, desolada. Se
convenció de que, si hubiera estado más por él, es decir, si hubiera sido más
amorosa, más comprensiva, o más de algo por definir, eso, su muerte, no habría
ocurrido. Creía, que había sido mala madre, y su autoestima tocó fondo. Me
contó lo siguiente;
"Cuando
murió Andrés, fui a un terapeuta. Hicimos mucha terapia juntos y, finalmente,
pude volver al trabajo, pero mi alma se había ido. Simplemente, estaba
demasiado destrozada para volver a juntarla. Aunque tomaba medicación para la
depresión, el dolor interno era muy intenso. Pensaba que me lo merecía".
Tal vez, su creencia más dañina era pensar que ella no
merecía ser feliz, ni tener cosas buenas en su vida. Creía que, como le habían
ocurrido aquellos sucesos terribles, su incapacidad de impedir los dos
suicidios demostró que no merecía amor, alegría, éxito o felicidad en su
futuro. Empezó a tener fantasías de suicidio más gráficas, viéndose a sí misma
saltar a un precipicio, con un precioso vestido blanco; por fin ya no sentiría
dolor emocional.
Éste es el
camino que había recorrido mi cliente cuando vino a verme hace dos años. Sentí
que teníamos que hacer algunas sesiones preliminares de terapia hipnótica para
prepararla para la intensa y profunda experiencia de la regresión espiritual.
Empezamos haciendo sesiones de hipnosis convencional; usando
sugestiones e imágenes para ayudarle a sentirse más relajada y en paz. Después,
hicimos alguna regresión a la infancia y a vidas pasadas. Estas sesiones iniciales
le ayudaron a soltar parte de la pena y del dolor emocional que había llevado
consigo, y a empezar a identificar, y desenredar, algunas de las creencias
distorsionadas que había adquirido en sus otras vidas, y aceptado como verdad,
en su vida actual.
Exploramos algunas vidas relacionadas en las que había
luchado por sobrevivir y, a menudo, había pasado hambre, esforzándose, día tras
día, por conseguir comida. Una de las creencias que descubrimos en aquellas
sesiones, era que la vida tenía que ser dura. Otras que encontramos en aquellas
vidas, eran que, en realidad, ella no importaba a alguien; que no hay mucha
alegría en la vida, sólo momentos libres de miedo; y que los niños mueren con
frecuencia. Todas esas vidas habían contribuido a su creencia de que su
existencia, tenía que ser ardua.
En muchas vidas pasadas, había tenido trabajos exigentes y
experimentado una serie de limitaciones y restricciones. Me dijo; «No tengo
elección. No tengo suficiente de nada; ni comida, ni ropa. Tengo frío, y paso hambre
la mayor parte del tiempo. También tuve vidas de desigualdad e injusticia, en
las que fui siervo, esclavo y granjero pobre. En una de esas vidas, me cortaron
la cabeza".
Llegados a este punto, decidí que sería mejor posponer la
revisión inmediata de la vida anterior de Rosana, hasta que estuviéramos
preparados para entrar en el mundo espiritual.
Al entrar más profundamente en la relación entre sus
problemas anteriores y los retos de su vida actual, se dio cuenta de que todas
esas vidas difíciles le habían ayudado a entender, y explorar, las múltiples
facetas de la impotencia.
Para equilibrar esta exploración, revisamos algunas de sus
vidas felices, amorosas y pacíficas, para fortalecer su actual ego humano,
integrando las experiencias en las que se había sentido segura y amada.
Nuestras
sesiones de regresión a la infancia, se enfocaron en ayudarle a resolver su
relación, todavía problemática, con su madre actual. Su madre, seguía siendo
egoísta, infeliz, e incapaz de salir de sus propias necesidades, y no era
consciente del daño que había causado a su hija. Al recordar todo esto en
nuestras sesiones de regreso a la infancia, Rosana seguía sintiéndose una
víctima; y dijo con tristeza; «Me siento tan engañada. Las cosas habrían
cambiado mucho si mi madre me hubiera cuidado».
Después de estas sesiones iniciales, mi cliente empezó a
sentirse más en paz, y centrada en su vida. También, menos deprimida. Había
llegado el momento de hacer la sesión.
Los resultados fueron espectaculares. En su sesión, Rosana fue
capaz de conectar, profundamente, con las almas de su hermano y de su hijo;
vio, y supo, que eran felices, y que estaban en paz. Recordó, y por fin
entendió con claridad, que los tres habían planeado, amorosamente, aquella vida
que pasarían juntos, para poner a prueba el coraje de Rosana. Al principio de
su sesión, al entrar en su experiencia prenatal, en el útero de su madre,
Rosana se dio cuenta de que la frialdad de su madre había empezado allí. «Ella
no quiere el embarazo. Es, como si yo no fuera humana. Ella no me quiere".
Rosana percibió cómo se preparaba para el rechazo que iba a sentir.
Siguiendo con nuestra sesión; llevo a mi cliente de vuelta,
a su vida más reciente. Se descubre como frágil mujer de dieciocho años,
viviendo con su familia en un pueblecito. Recuerda su hogar, cómodo; su
familia, ajetreada y feliz, y un hermano menor que ella ama profundamente, y
del que se suele ocupar.
Atrapada en un fuego cruzado de la Segunda Guerra Mundial,
muere sola, en el barro, cerca de la casita familiar con techo de paja. «No
podemos correr más que los tanques. El suelo vibra. Estoy desorientada,
yaciendo a gatas en el suelo, apoyada sobre manos y rodillas, y no puedo
levantarme. No puedo seguir a mi familia. Estoy aterrorizada. No entiendo lo
que ocurre. Esto parece, y huele, como un infierno. No consigo salir de esta
colina". Y, finalmente, me dice; «Estoy arriba, mirando hacia abajo. He
muerto".
Se da
cuenta, de que, en su vida inmediatamente anterior, también sintió que, si
hubiera sido más fuerte y más rápida, podría haber salvado a su hermano, y a sí
misma. Este tema del poder hacer más, continuaría, aún con más fuerza, en su
vida actual.
Al alejarse flotando, de la escena de su muerte, todo es muy
brillante a su alrededor. «Creo que esto, (el brillo), es para que me sienta
bien. Me encanta la sensación que produce".
Entonces, le rodean ocho luces color púrpura. Su primer
pensamiento es que son guardianes espirituales de algún tipo. «Quieren
hablarme, para asegurarse de que no me queda nada de la Tierra. Si te llevas
algo traumático contigo, ellos lo saben". Las luces desaparecen, y se da
cuenta de que eran seres amorosos y rejuvenecedores, que estaban allí para
ayudarle a volver a casa. Y dice; «Ya no estoy sola. Ahora me ayuda un amigo.
Es la luz que me rodeaba, informándome de que está aquí. Creo que es mi guía
espiritual, Yéison. Es una luz clara y brillante. Ahora, soy una forma simple,
una luz amarillo naranja".
Rosana sigue contando; "Ahora, ruedo por una colina
llena de hierba. Es pura alegría, tan curativa, es como volver a ser un niño.
Esto me cura de mi vida anterior. Mi hermano pequeño, (de la vida que acabo de
dejar atrás), también está aquí. Somos como dos cachorritos rodando colina
abajo. Aquí no hay juicios. Podría tener cualquier edad. La hierba es tan verde
y suave. La colina es perfecta. Todos los colores son tan brillantes".
Entonces, mi cliente toma conciencia de un banco de mármol
blanco, en donde ella y, Yéison, hablarán sobre la vida que acaba de completar.
Pero no va a ser así. Rosana quiere encontrarse, inmediatamente, con lo que
llama; «las viejas almas sabias». N quiere quedarse en el banco, ni ir con su
grupo de almas.
A medida
que llegamos al consejo de los ancianos, ella se encuentra en un ambiente de la
Grecia clásica, con pilares de mármol blanco. Allí, se le unen seis «seres de
pelo blanco, con túnicas blancas», situados alrededor de una mesa un poco
elevada. Comenta, que estos seres le parecen más grandes que ella. Ellos esperan,
en silencio, hasta que ella está preparada para empezar. Los dos del centro
abren la sesión.
Comunican amorosamente con ella, ayudándole a recordar que,
la clave de su última vida, ha sido la valentía. Su principal objetivo en esta
vida ha sido ser más valiente, demostrándose que puede ser muy fuerte frente al
dolor intenso y la adversidad.
Ahora, ella recuerda, claramente, que su alma ha orquestado
las adversidades de la infancia de su vida actual, infancia difícil y
solitaria; y los demás retos de su vida, como madre soltera. Incluso, los dos
suicidios que tanto le han afectado, fueron, también, planeados cuidadosamente,
para poner a prueba, y potenciar, su valentía y fuerza interior. Entiende, que
esta vida, sólo es una de toda una serie de vidas planeadas para ayudarle a
potenciar las cualidades que su alma busca. Las vidas pasadas difíciles que
habíamos explorado, también eran ejemplos de esta misma lección.
Los ancianos quieren que sepa que su hijo, Andrés, es un
alma vieja, que ha hecho lo que habían acordado, para ayudarla a crecer, y que
ella también ha ayudado a Andrés, a lo largo de su camino.
A pesar de ser un niño difícil y terco, ella fue capaz de
darle la libertad de ser él mismo, ofreciéndole seguridad sin juzgarle. Gracias
a su apoyo y amor, él tuvo una vida plena durante diecisiete años, a pesar de
su enfermedad mental. Se da cuenta de que dejarle ir, después de su muerte,
también formaba parte de sus pruebas. Y supo, que había cumplido su parte del
trato.
Además de arrojar luz sobre otra serie de cuestionamientos
que Rosana tenía sobre sucesos importantes de su vida actual, los sabios le
recuerdan la necesidad de diferenciar entre, fuerza, y obstinación. Ella se da
cuenta de que, aunque a veces la obstinación se considera un producto de la
fuerza, la valentía y la obstinación son cualidades muy diferentes. Los
ancianos también le comunican, que quieren que se rejuvenezca con más
frecuencia. Le dicen, que tiene que protegerse más de su culpabilidad, que ha
sido demasiado dura consigo misma. «Necesito quererme más. Todo está
bien". Se da cuenta, con certeza, de que lo que ha creado sus dificultades
en la vida, no han sido sus errores, o su falta de tenacidad, sino la cuidadosa
planificación y acuerdos que hizo con varias almas, para ayudarse a fortalecer
la suya.
Al final de la reunión con los ancianos, ellos le recuerdan
que se responsabilice de sus dones psíquicos, algo que le ha costado reconocer
hasta este momento.
Rosana, ve a su hijo, Andrés, fuera de la cámara del
consejo, y va a su encuentro. Él se presenta como nunca le vio antes; maduro,
sabio, brillante, y fuerte, un hombre mayor. «Me da las gracias por la fuerza y
la valentía que demostré cuando estaba creciendo. Me pide que siga siendo
fuerte para su hermano, que sigue vivo. Siente haber tenido que hacerme pasar
por tanto dolor". Su querido hermano, Ben, también está allí. «Está
haciendo el payaso. Quiere que sea feliz, que me ría, que encuentre alegría. Me
ama". Ella le pregunta por qué le abandonó. «Ahora me muestra que su camino
se cerró al comienzo de su vida, y que su muerte también formaba parte de un
plan mayor. Los dos necesitábamos experimentar su muerte para nuestro
crecimiento. Yo necesitaba encontrar la fuerza y la valentía necesarias para
superar esa situación".
A medida que nuestra sesión continúa, empieza a contemplar
los intensos acontecimientos de su existencia a la luz de la verdad. Rosana
comprende, plenamente, que su vida, en lugar de dar testimonio de lo que ella
no se merece, ha sido cuidadosamente planificada para permitirle ejercitar la
fortaleza, la sabiduría y la valentía de su alma. «Ahora, se me da la
oportunidad de rehacer algunas cosas. Puedo verlo".
También se da cuenta, de que la causa de sus dolencias
físicas es que es muy dura consigo misma. «Tengo que aligerarme. Por más que te
prepares, las cosas ocurren". Se le dice, que puede librarse de su
constante dolor físico no siendo tan obstinada. «Tengo que entender la
diferencia entre, obstinación, y fuerza interna, y aprender a soltar algunas
cosas, porque no puedo controlarlo todo". Al final de la sesión, se siente
agradecida.
Actualmente, dos años después, el entendimiento ha hecho que
Rosana deje de sentirse víctima, y le ha permitido conectar, conscientemente,
con la fuerza interna que llevaba tanto tiempo buscando. A medida que van
encajando las piezas de su vida, Rosana sigue dejando atrás su identidad de
víctima.
Ahora entiende esto; «Mi madre me preparó para no ser
valiente, no me dio una base sólida, ni unos buenos cimientos. Me hizo creer,
que si pedía ayuda, era débil. Esto me permitió buscar muchas maneras de cuidar
de mí misma, lo que, en definitiva, me ayudó a crear la fuerza interna que
buscaba. Todo estaba diseñado".
A medida que cambia su punto de vista, de víctima por el de
tener fuerza interna, Rosana ha identificado muchos ejemplos de su vigor y
coraje. Esto le ha ayudado mucho, a encontrar paz en su vida actual. Se da
cuenta de la valentía que necesitó después de la muerte de su querido hermano.
Y entiende que tomó, conscientemente, la decisión de ser valiente después de la
muerte de su hijo, para que sus amigos adolescentes pudieran seguir adelante
con sus vidas. Sigue teniendo nuevos entendimientos cada día.
Tanto lo que comprendió, como el conocimiento que adquirió
en su sesión, la han cambiado completamente. Por fin, ha sido capaz de seguir
adelante con su vida, dejando atrás la sensación de horror, y las heridas,
aparentemente incurables, que habían producido los suicidios. Y el hecho de
saber, que esos dos miembros de la familia están bien, y están, exactamente,
donde deben estar, le ha dado la paz mental que tanto buscaba.
Ahora, sabe que tiene que seguir adelante, con alegría y
felicidad. «Estoy aprendiendo a relajarme, y a disfrutar de la vida. Las cosas
ya no son blancas o negras. El amor está por todas partes. Ellos quieren que
vea los arcoíris de la vida".
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Pues
hasta aquí el relato de hechos. Por cierto, ¿dónde aparecen los Arconte en esta
historia, los has encontrado, intervinieron, se habló de su existencia o
condicionamiento tras los fallecimientos? Ahora añado unos fragmentos del libro
“El Don de tu Alma” (Capítulo: el
suicidio) de Robert Schwartz en una regresión a una persona que había perdido
un ser querido por suicidio:
“El suicidio no es negativo de por sí.
Espiritualmente, es solo una posibilidad, una elección que uno puede hacer
entre muchas otras. No es necesariamente la peor elección que uno pueda tomar”
“El cambio es la esencia en la vida”
“…desde la perspectiva espiritual,
no existe ningún acto que sea completamente erróneo o pecaminoso. El acto más
profundo de traición a uno mismo puede llevar a alguien a un estado de claridad
interior que le ayude para siempre. El lado más oscuro puede convertirse en el
punto de partida de un nuevo camino hacia la luz. La evolución espiritual no
sigue un camino lineal. Utiliza la polaridad de la luz y la oscuridad para
provocar una dinámica de cambio”
“Aunque algunas situaciones son
fijas y están planeadas con anticipación (antes de encarnar), no se puede decir
lo mismo de tu forma de reacción ante ellas. De otro modo, la encarnación no
tendría sentido como un proceso de aprendizaje”
“Dios no
condena el suicidio y favorece un enfoque humano y compasivo para cualquiera
que considere esta opción”
“El suicidio
es simplemente una forma de transición”
En este caso concreto,
el Guía, en la regresión, comenta lo siguiente sobre la decisión del suicidio
del ser querido (Aaron) del paciente que está en la regresión: “terminar con la propia vida de forma
deliberada puede ser una decisión razonable en algunas circunstancias” Y
añade sobre la toma de decisión del alma que se suicidó: “Aaron se había liberado a sí mismo y a sus seres queridos de un mayor
sufrimiento. Después de regresar al entorno no físico, no fue juzgado ni
castigado ni por sí mismo ni por otras personas. Al contrario, se sintió
agradecido por ser lo suficientemente lúcido para tomar esa decisión.
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¿De
dónde nos llega la idea de la condena HUMANA del suicidio? Examinemos los
hechos que ocurrieron en el siglo V, dos siglos después de que la iglesia
católica fuese fundada por el emperador romano Constantino I en el año 325
donde convocó el concilio de Nicea I para tal fin. Antes del siglo V, los
católicos creían en la reencarnación, así como la mayoría de
las religiones orientales creen en la reencarnación, incluyendo
el hinduismo, el jainismo, el sintoísmo y, con matices, el budismo. Los
hinduistas creen que el alma es inmortal y se encarna sucesivamente en
distintos cuerpos, que no serían otra cosa que “contenedores” temporales de
nuestra esencia más inmanente, el alma.
Los cristianos gnósticos también
creían en la transmigración de las almas, una convicción que impregnó buena parte del cristianismo
original hasta el siglo V, cuando se convirtió en la religión oficial del
Imperio Romano. En el año 543, el emperador Justiniano,
al parecer influido por su esposa Teodora, decidió eliminar cualquier referencia a la reencarnación del
Antiguo y el Nuevo Testamento.
Los
motivos de Justiniano no eran religiosos, sino políticos: el emperador, de
entonces, consideraba que la creencia en una nueva vida socavaba el poder terrenal de la Iglesia. Al contrario,
la fe en un cielo y un infierno que premiara o castigara los actos cometidos en
esta vida confería un poder superior a la Iglesia y, de rebote, a su valedor,
en este caso el emperador.
Para dotar
de legitimidad al nuevo dogma, Justiniano convocó un sínodo en Constantinopla, curiosamente la ciudad más
próxima –geográfica y teológicamente- a la creencia en la reencarnación, cuyo
máximo valedor era el filósofo y teólogo Orígenes.
(Constantinopla era la capital del Imperio Romano de Oriente, desde que en 330
el emperador Constantino había provocado el cisma con Roma, por un quítame allá
esas prerrogativas.) Según rezan las crónicas, aquel cónclave estuvo totalmente
controlado por Justiniano, hasta el punto de que el mismo Papa rehusó
participar.
El
concilio de Constantinopla calificó de anatema (tabú) la
reencarnación, al considerarla incompatible con la resurrección. A partir de
ahí, eso se considera pecado mortal el suicidio que es castigado con el
infierno y el cuerpo no se puede enterrar en tierra santa, sino en cualquier
otro lugar, además de no asistir con sus rituales eclesiásticos en el sepelio.
Pues desde
aquel entonces se lleva arrastrando este SISTEMA DE CREENCIAS impuesto, que te
has creído a pies juntillas, y que luego repites como un loro desacompasado e
ignorante. Aunque lo grave es que el suicidio te infunde vibración de miedo,
cosa que a estas alturas ya sabemos a quiénes beneficia y sirves de alimento
energético. ¿Todo porque los Iluminatontos en el siglo V lo deciden para así
controlar mejor a la población maltratada que prefería suicidarse antes que
padecer los horrores en los que vivían a sabiendas que nada pasaba por usar del
suicidio y que podrían volver a encarnar sin que fuesen juzgados por lo divino
en modo alguno?
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Cerrando este especial
suicidio para los ignorantes de la verdad, aquellos que sólo se sustentan en
sistemas de creencias infundidos por los encargados de controlar
espiritualmente a la sociedad mediante el uso de la religión, traigo a colaciónla
carta que dejó escrita Dimitris
Christoulas, un pensionista griego que protagonizó un
episodio que tuvo amplio impacto en la opinión pública durante la crisis económica griega (2009-2015). Christoulas se suicidó en público
disparándose en la cabeza en la plaza Síntagma de Atenas, frente al parlamento griego, como protesta por su
situación personal y la situación social general provocada por la crisis
económica de Grecia y su deuda externa considerada deuda odiosa o ilegítima:
“El Gobierno de
Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se
basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna
ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite
reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un
kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de
esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de
basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día
las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza
Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945″.
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Michael
Newton comenta en la página 132 de su libro “El destino de las almas” lo
siguiente al respecto del tema a tratar hoy:
“Sabiendo lo que sé sobre cómo nuestras almas escogen la vida, con el libre
albedrío para hacer cambios durante esa vida, creo que nosotros claramente tenemos el derecho a escoger la muerte cuando no
queda ninguna calidad de vida y no hay ninguna posibilidad de recobrarla. La degradación de
nuestra humanidad no debe ser prolongada intencionalmente”
Por
tanto, es evidente que al decidir libremente la vida que se experimenta,
también se decide o se posee la libertad para acabar con la misma cuando la
degradación de la misma es palpable, bien porque el cuerpo esté en ínfimas
condiciones para un funcionamiento sin sufrimiento y/o dolor continuado, bien
porque las condiciones externas en las que se vive producen degradación en la
humanidad del ser humano. Así que vivir sin tener sentido, no tiene el más
mínimo sentido; así como sobrevivir en sí mismo tampoco lo posee a menos que se
encuentre un por qué satisfactorio y un para qué que permita el disfrute de la
vida. En caso contrario, la libertad del suicidio o la eutanasia es
perfectamente viable, y nadie, en el otro barrio, te lo echará en cara. Por
tanto, si la vida para el ser humano se torna en dolor y sufrimiento
continuado, el cuerpo ya no es útil para seguir viviendo con dignidad, y, en
especial, si la degradación humana se produce a tu alrededor impidiéndote vivir
con dignidad, es totalmente digno, plausible y alabable abandonar esta vida.
Y
si ahora quieres llamarme loco, perfecto, pero soy un loco que tiene libertad
para vivir con dignidad, ¿tú las tienes? Me refiero a ambas, a libertad y
dignidad.
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Mensaje
de la Totalidad a sus Singularidades: Sois, al igual que YO, Amor
Incondicional. Si os trato con Amor Incondicional, que es lo que SOIS, no os
pongo condiciones algunas en los que queráis SER en vuestras encarnaciones, ni
en lo que querías TENER en las mismas, ni en el modo a cómo HACER con ellas. Si
así os trato, ¿qué condiciones os puedo poner al descarnar si ninguna os pongo
al encarnar? Si os pusiera condiciones no os trataría con el Amor Incondicional
que SOY y SOIS. Por tanto, sin condiciones os dejo partir en vuestras
encarnaciones y sin condiciones os dejo salir de las mismas volviendo a Mi
Mismidad. SOIS libres, ejecutar vuestra voluntad de vivir como queráis y usar
el entendimiento para discernir cómo queréis en la vida y cómo no. No os pongo
condiciones, os las ponéis en base a esos sistemas de creencias a los que le
dais valor, cuando os olvidáis de QUIENES SOIS Y QUIEN SOY.
Mis
Dignidades, una cuestión individual a resolver en tu Singularidad dejo caer en
esto del descarnar libre y voluntario de forma consciente, y la respuesta de
mayor peso en ti te dará la clave: ¿cuál es la razón,
seguir en un mundo de miedo, denigración e indignidad, o regresar a la
infinitud del AMOR?
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Nota: Ya
sabrás a estas alturas que solo escribo para los que alma poseen, el resto es
desechable. Ah, y jamás creas mis palabras, puedo estar equivocado
absolutamente en todo.
Actualizaciones
y ¿¿¿¿….????: deeelij@gmail.com
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