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Su carácter es mensual y acaba de ver la luz el número 9, que puede ser descargarse de manera gratuita en el referido sitio web.
Como ocurrió en los números anteriores, mi aportación consiste en una sección fija denominada Crónicas de Ávalon. En esta ocasión tiene como título Ho´oponopono.
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1. Llegada a
2. Ritmo de Vida (9 de diciembre)
3. Merlín (20 de enero)
4. Iapetus y Nibiru (22 de febrero)
5. Viaje al centro Galáctico y a mi interior (22 de marzo)
6. Fanum (19 de abril)
7. Vamos a contar mentiras (17 de mayo)
8. Práctica del ahora (21 y 22 de junio)
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9. HO´OPONOPONO (1/2)
Hacia semanas que no veía a Morgana y me alegró saludarla en la puerta principal del Tor, poco antes de comenzar la tercera jornada del encuentro de hadas jóvenes, en la que ella sería la encargada de ilustrarnos acerca del denominado ho´oponopono.
-También yo me alegro de volver a verte-, respondió con cariño a mi saludo, -así como de que asistas a la charla. Seguro que te gustarán sus contenidos. Y como ha ocurrido en Dywrnad precedentes con las intervenciones de
-Muchas gracias, Morgana-.
-En absoluto, Emilio. Soy yo quien te agradezco que difundas mi exposición, que así podrá ser de ayuda para personas que viven en lugares muy lejanos de Ávalon-.
Correspondí a su comentario con un ligero gesto de cabeza y, antes de que pudiera decir algo, continuó hablándome:
-Como no tendré ayudantes y seré la única ponente, para evitar que las hadas jóvenes se duerman-, se río sonoramente de su propio comentario,-haré un breve descanso en el ecuador de la disertación. Si te parece bien, podemos aprovecharlo para compartir un rato de plática en el Chalice Well-.
-¡Magnífico!-, le contesté señalando ligeramente con mi brazo derecho la dirección del referido lugar, un pequeño, bello y muy cuidado jardín, considerado por las hadas cual lugar mágico, anexo a la parte delantera de la edificación del Tor.
Sin más preámbulos, nos adentramos en el salón de celebración de la reunión, el mismo que se había usado en las fechas anteriores. La totalidad de las hadas aguardaban ya en sus respectivos asientos. Y casi antes de que hubiera podido acomodarme, Morgana arrancó su discurso.
-El denominado ho´oponopono se fundamenta en la consciencia de ser y en la doble dimensión de ésta como “alerta” y “espacio” que ya fue resaltada en las intervenciones de
Nada es, por tanto, ajeno a mi Ser: ni mi Yo verdadero, pues es mi Ser mismo; ni las formas mutables del ahora continuo, pues yo soy el espacio en el que existen y se desenvuelven. Al adquirir esta conexión con el Yo verdadero, no utilizo el ahora en otra cosa que no sea para Amar. Y comprendo y acepto que tengo el 100 por 100 de la responsabilidad de todas las cosas que me ocurren y suceden a mi alrededor y de la globalidad de las formas mutables del momento presente, del ahora, de la vida. El pecado no existe, ni nadie nos juzga, pero cada uno tiene la completa responsabilidad de su vida y de los hechos, relaciones, encuentros y eventos que en ella se producen.
Este convencimiento estaba presente en antiguas culturas que creían firmemente, utilizando un símil actual, que la vida de cada cual es una película en la que uno mismo es el guionista, director, cámara y protagonista. Y en ese mismo convencimiento se basa precisamente el ho´oponopono, que nos recuerda que la vida es realmente una cadena de vidas físicas y que guardamos en nuestra memoria trascendente, en el “disco duro” sutil de cada uno, todos los pensamientos generados y experiencias acontecidas a lo largo de la citada cadena vital. Son estos pensamientos (los plenos de Amor, pero también los dolorosos y funestos) y experiencias (las llenas de Amor, pero igualmente las carentes de él y que han causado daño a nosotros mismos o a los demás) los que mantenemos en nuestro disco duro y proyectamos hacia la dimensión superficial (formas y contenidos) del momento presente y del mundo exterior. Así, esa dimensión superficial y ese mundo exterior son moldeados por nosotros mismos a semejanza nuestra-.
Gracias a la autoridad y al convencimiento con el que lanzaba sus palabras, Morgana se había ganado pronto al auditorio. Ataviada con una veste negra idéntica a la usada por
-El ho´oponopono proviene de tradiciones indígenas del Pacífico, en general, y de la cultura hawaiana, en particular. Literalmente significa “acertar el paso” o “corregir el error”. De acuerdo con arcaicas creencias, el error proviene de experiencias dañinas y pensamientos frustrantes desplegados en otras vidas y que se acumulan en la memoria donde almacenamos nuestra existencia (cadena de vidas). Esta memoria trascendente, incluida la parte de la misma contaminada por tales experiencias y pensamientos faltos de Amor, aflora y se manifiesta en nuestra vida actual, reflejándose y explicando multitud de actos, sucesos y circunstancias que vivimos y nos rodean. Ante esto, la práctica del ho´oponopono nos enseña a agradecer conscientemente a nuestro Ser profundo las cosas bellas y hermosas que ahora vivimos, cual modo de subrayar y poner en valor la parte (archivos del disco duro) repleta de Amor que la memoria trascendente atesora. Y nos enseña, igualmente, a reconocer y a asumir como responsabilidad propia la totalidad de las vivencias dolorosas del presente, cual forma de eliminar y borrar la parte (archivos del disco duro) carente de Amor que la misma memoria guarda. De esta manera, ho´oponopono ofrece la posibilidad de revalorizar los archivos con Amor y eliminar los sin Amor, liberando la energía de experiencias y pensamientos cargados de daño y error que son causa y origen de desequilibrios, desasosiegos, insatisfacciones, enojos, enemistades y enfermedades.
El ser humano es una unidad energética y vibracional en la que conviven tres gamas o modos vibratorios: Espíritu o Yo verdadero (en terminología ho´oponopono, “Aumakua”, “Superconsciente” o Padre); cuerpo físico, con la mente y el intelecto como componentes más desarrollados (“Uhane”, “Consciente” o Madre); y alma, que, junto al ADN sutil (“células del alma”), almacena las experiencias acumuladas durante la cadena de vida (en ho´oponopono se llama “Unihipili”, Subconsciente” o “Niño Interior”).
Pues bien, éste último componente es el responsable de todo lo que proyectamos desde nuestro disco duro hacia las formas del mundo exterior. El Unihipili acumula los archivos de memoria, tanto de esta vida como de las restantes de la cadena de vidas que recorremos en nuestra encarnación en el plano humano; y lanza sus contenidos a las formas del momento presente, moldeándolas a nuestra semejanza. Sin embargo, el ser humano consciente está en condiciones de incidir sobre esa memoria y los archivos para afianzar las experiencias y pensamientos plenos de Amor (que se manifiestan en hechos positivos y hermosos de nuestra vida de ahora) y eliminar los llenos de odio, frustración y resentimiento (que se plasman en circunstancias y vivencias negativas y dolorosas de la vida presente).
¿Cómo hacerlo?. Por medio del Uhane o Consciente, que es a quien corresponde decidir que aceptamos al 100 por 100 la responsabilidad de nuestra vida. Esta aceptación posibilita que trabajemos en el archivo que haya generado la situación que nos afecta en la actualidad, en la idea de que todo en nuestra vida nos llega para que borremos energías perniciosas guardadas en la memoria trascendente o afiancemos los archivos llenos de Amor que también atesora-.
Morgana interrumpió su exposición y permaneció en silencio varios hanadles. Por fin, dio una pequeña palmada y exclamó:
-¡Bueno, llegó el momento de hacer un breve descanso!. Lo necesitáis vosotras y lo preciso yo. Nos tomamos el tiempo justo para resarcirnos con un tentempié y disfrutar tanto del entorno del Tor como de la hermosa climatología con la que se ha engalanado hoy
A la par que Morgana se volvía sobre sí misma, pasando a dar la espalda al auditorio, las hadas jóvenes se levantaron de sus sillas y ordenadamente empezaron a abandonar el salón. Yo me fui hacia ella y la felicité por la marcha de la exposición. Sin mediar palabra por su parte, me cogió de la mano y me arrastro con suavidad hacia el exterior, en dirección al Chalice Well, al que nos encaminamos en silencio dando un lento paseo. En cuanto llegamos al coqueto jardín, Morgana se acomodó en el banco más cercano al Pozo del Cáliz y me invitó a hacer lo mismo.
El Pozo del Cáliz está siempre rebosante de agua fresca y cristalina gracias a un rico manantial que brota de las profundidades de Ávalon. Acostumbra a estar tapado por una plancha de piedra sobre la que luce uno de los signos más notables de la geometría sagrada: el Vesica Piscis o Símbolo de
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Mañana martes 27 se publicará la segunda y última parte de esta Crónica de Ávalon centrada en el ho´oponopono.
Sencillamente... conmovedor.
ResponderEliminarGracias
Gracias, Soy.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Emilio, no sé qué desearte y creo que no quiero desearte nada, te amo y sentir eso hacia tí me es muy fácil.
ResponderEliminarQuisiera que si es posible me aclarases la forma de pedir que se borren o limpien las memorias acumuladas individuales y colectivas, me es un poco confuso el proceso en el que no sé a quien pedirle que borre dichas memorias y si el proceso lo hago correctamente, muchas veces lo siento sin fuerza, vacio porque pensamientos y emociones muy alejadas del amor no paran en mí. Creo saber de tu compromiso Contigo mismo y por ende con el Amor (Todo). En fin estoy cansado de mis lios mentales y de mi separación. Emilio, muchas gracias por aparecer en mi vida.
Hola, Jose A.
EliminarLo más curioso es que en el Aquí y Ahora no hay que hacer nada para que memorias, karmas y cargas arrastradas se diluyan. La energía de Amor que envuelve la Tierra y la Humanidad es tan potente que desaparecen solas. Basta con permitir que tal hecho se produzca dejándonos fluir en Paz y absoluta Confianza en la Providencia.
Vive de instante en instante en una Frecuencia de Amor y todo vendrá por añadidura.
Grandes Abrazos