A través de solo ellos dos, no percibimos la totalidad de hechos de la vida, pero sí la mayor parte de la información que recibimos, bien por una, por el otro o por ambas ventanas sensoriales a la vez.
En la mayor parte de las
circunstancias de la vida, elegimos a voluntad donde posar la vista y el oído.
No podemos decir lo propio sobre nuestras emociones, pues aún siendo sentires
inseparables en nuestra vida, la mayoría de las veces no somos autónomos para
elegir dulces o agrias.... como compañera de viaje.
Fluyen sin llamarlas, bien desde la
fuente del pensar o cuando voluntariamente situamos esos sentidos, en lecturas
y audiovisuales (cine, televisión, etc.) que pueden llegar a empaparnos desde
incertidumbre y miedo... hasta pánico.
No se si en razón a necesidad o de
estrategia psicológica, en meses, a diario y hoy, dos losas van menguando la
vitalidad de las personas y economía en nuestro país. ¿Qué pasará si un día se
demuestra que pudiera haberse evitado esos dos quebrantos, al saberse que las
medidas sanitarias realmente eran políticas? Un grupo de abogados
internacionales están a ello, apuntando a la cabeza de la OMS -que ya
rectifica- y también al gobierno central y vasco.
Desde lo más sofisticado, delicado y
sutil, hasta lo grosero, burdo y marcial, a lo largo de la historia, se han
fabricado muchos métodos de comunicación verbal y no. El lenguaje siempre fue
el medio de comunicación natural entre personas, gracias al cual y de manera
muy diversa, nos interrelacionamos con lo que nos ocupa, como vivencia y
expresión de sentimiento, emoción, pasión, creación, fantasía, necesidad,
anhelo, desde el sentido común...sentir común.
Antaño, las limitaciones de alcance para
transmitir información (bandos en la calle, campanas, boca a boca, mensajeros,
palomas, etcétera), hoy gracias a la tecnología digital y redes virtuales, nos
permite llegar hasta el último rincón del planeta casi a tiempo real y con
traducción a la carta.
Para nuestro inconsciente, las
creencias son certezas, pues no distingue una hipótesis explicada como verdad,
de una realidad verdadera. Los sistemas educativos fracasan por exceso de
teorización basada en creencias que no en saberes ni valores, pues un cerebro
lateralizado, al no distinguir realidad de ficción, el espejismo ideológico que
crea en el intelecto, genera pasiones que pueden llevar a gobernantes, desde la
abducción y fanatismo hasta el fascismo
Pero se da el hecho paradójico de que,
sabemos mucho pero asimilamos poco. Consecuencia de ello es que, no aplicamos
ni rentabilizamos, todo ese bagaje informativo en la práctica cotidiana, pues
nos enseñaron a no analizar las palabras con la razón (pensar)...sino a
procesarlas con la emoción o pasión.
Los avances tecnológicos de hoy,
permitirían la comunicación y transmisión de conocimientos útiles para la salud
y mejora de la calidad de vida hasta con los más alejados de la civilización;
ello elevaría la ilusión a cualquier criatura viva.
Pero también en esto, se da la
paradoja, de que hoy mas que nunca, ese fondo del mensaje que nos presentan
como principal y amistoso, lo modulan con tal sutileza verbal, que consiguen
que vaya calando como un gota a gota en el gran público, hasta generar una
emoción prevalente de miedo e incertidumbre.
Aplicar los conocimientos académicos
de la Ingeniería Lingüística en el discurso público, permite aprovechar
la fuerza del lenguaje. Insistir un día y otro, con el mismo componente lingüístico
(mentira), mediático y propagandístico, fue aplicada desde finales de la
primera mitad del siglo pasado por los nazis que ensayaron una década antes con
el fascismo español. Medios de comunicación que consiguen generar emociones de
euforia belicosa-partidista, alineadas con la ideología dominante, que a España
la llevaron a un gran dolor hermano… aún
En el presente siglo, la neolengua,
fue la clave psicológica que llevó al “éxito” mediático a quienes justificaban
la invasión de Irak; no importó cual era la verdad, si se podía construir otra.
Igual con el Covid, como arma principal de deformación masiva de conciencias,
-y censura a una disidencia escéptica, que se ejercita desde el
librepensamiento-.....se aplican con el mismo manual.
No es el odio sino el miedo, la
emoción inversa al amor, pues este es liberador y el miedo somete a quien es
presa de él, y en una medida, hoy todos. ¿No será esta modulación del lenguaje,
la finalidad principal, y no el contenido del mismo? Ya van logrando hacer del
miedo, el colaborador imprescindible para sus fines médico-comerciales, pero en
este de hoy, el tema no va de fines, porque estos ya se van conociendo en la
misma media que amanece más Luz cada día, sino de medios y armas, siendo la
mayor: la Ingeniería Lingüística.
Mentira, medios, miedo... doctrina,
dominio, docilidad...credo, conducta, consciencia... oscuridad, ocultamiento,
obediencia. “De modo premeditado el miedo es utilizado como instrumento
pedagógico, con el fin de obtener del receptor la conducta que trata de
imponérsele”: ser obediente sin pensar.
Se aprovechan del mecanismo
bioemocional que genera el organismo humano, como reacción necesaria para
sobrevivir ante el peligro de pérdida de un bien preciado, como es la salud y
la vida. Peligro que lo sufrimos como amenaza a través de los sentidos y las
sensaciones reales (síntomas de la enfermedad), o como hoy mayormente, por el
miedo a enfermar, generado por informaciones mediáticas reiterativas, que
procesa el inconsciente. Técnicas de neolenguaje, impiden que resuelva la mente
racional, tras un análisis descontextualizado del pánico pandémico generado por
los medios y la maquiavélica estadística de portadores asintomáticos y test PCR
positivos, que psicológicamente asimilan a contagiados-enfermos. Esta es la
verdadera pandemia: mentira, para generar emociones lesivas desde técnicas
reduccionistas de la Ingeniería Lingüística.
El miedo ante el peligro por la
pérdida de un bien preciado como es el modo de sustento familiar a través del
trabajo, altera gravemente el estado psicofísico del individuo y entorno
familiar. El estrés y ansiedad provocado por inseguridad añadida a la
incertidumbre por la falta de atención psicosanitaria personalizada siempre, y
de atención primaria presencial en tiempo de pandemia, cada vez más personas lo
somatizan desde su cerebro límbico, en enfermedades graves de raíz
psicoemocional incontrolada, como respuesta desde el inconsciente.
“El Estado exige a sus ciudadanos un
máximo de obediencia y de abnegación, pero les incapacita con un exceso de
ocultación de la verdad y una censura de la intercomunicación y de la libre
expresión de sus opiniones, que dejan indefenso el ánimo de los individuos y
verse así sometidos intelectualmente, frente a toda situación desfavorable y
todo rumor desastroso.”....aseguró hace un siglo Sigmund
Freud como una de las tareas fundamentales del Estado.
Conseguir obediencia, fue mas fácil en dogmas y credos religiosos,
al disponer de centros de idolatría por culto a imágenes de tortura y muerte,
donde reunir a su rebaño. Predican desde púlpitos y confiesan en garitos,
adoctrinando en la obediencia sin pensar, bajo amenaza del fuego eterno, más
que liberar el alma.
Más disperso y variopinto lo político,
aunque cuarenta años de NO-DO obligado en cines parroquiales y salas privadas,
más otros cuarenta de telepredicación coordinada, en torno a noticieros
televisivos exentos de debate y repletos de información opinada, lo han logrado
con el favor de “bienpagaos” tertulianos, adictos a la mofa y escarnio del
rival ideológico. Tertulias de máxima audiencia, buscando entretener e impactar
por excesos lingüísticos entre soez, grotesco y grosero, mas que enriquecer con
matices argumentales, temáticas sociales o políticas, a una audiencia con el
discernimiento ya de por si mediatizado, y el impulso a favor de la
contestación y reivindicación social, narcotizados, por efecto de la Ingeniería
Lingüística en cuarenta años de democracia fallida.
A primeros de año, el gobierno hizo un
importante reparto de dinero entre los medios de comunicación. A finales de
agosto, lo propio por parte de Google, haciéndolo llegar hasta publicaciones
locales, por su colaboración “paniquea”.
Todo ello con la disidencia crítica
silenciada y canales de Youtube censurados.
Generar emoción de miedo, permite
declarar estados de alarma innecesarios y restringir la libertad de movimiento
con pérdida de derecho y acceso presencial a servicios públicos
imprescindibles. Hoy la sensación que deja en el ciudadano medio, leer las
cabeceras de los medios y escuchar la apertura de informativos y contrastarla
con la información extraoficial que nos llega de hospitales sobre enfermos
reales por (no “con”) Covid, deja poca duda que todo obedece a una estrategia
política perversa, más que a una realidad sanitaria diferente a la de años precedentes.
Contrastar la evolución de pólizas de seguro privados de enfermedad, con
relación a los mismos meses en años precedentes, y también conocer las
sinergias intelectuales e ideológicas de los directivos de esas grandes
compañías con altos cargos de la “autoridad sanitaria”....nos reafirma.
80 años de sometimiento progresivo;
más sofisticado en los últimos 40 muy en particular en los ámbitos
universitarios, merced a la operativa psicolingüística y culto al
tecnocientifismo. Lo van logrando, en particular en jóvenes más dados a creer
que saben, que saber real, siendo los más reticentes a toda crítica.
Hoy, a esas élites que lo tienen todo
acaparado, les queda el reparto de un botín que aminore su fracaso y colapso
sistémico-económico, a costa del poco poder que aún disponía el 99% de la
humanidad. A pesar de ello, una mayoría se siente orgullosa con quienes van
logrando desviar el curso natural de la historia, la genética y supuestamente
el destino estelar de la humanidad... por primera vez en millones de años de
existencia planetaria.
Hoy, nos toca ser una generación
intranquila que pasamos de intentar salvar a un Planeta que se vale por sí
mismo a necesitar ser salvados por Él...y lo hará.
Podremos creernos víctimas neutrales
de quienes nos están infringiendo tanto dolor, pero nada es por nada, y lo que
nos ha venido podría ser consecuencia de nuestros aún hechos de dolor, a
quienes en jerarquía evolutiva, se hallan en escalones inferiores, no por ello
merecedores de menos respeto a su vida y sentir y que por capricho hasta en
celebraciones los ponemos en nuestro plato.
Tomar conciencia de esta
inconsciencia, exige corregir en clave resolutiva; salir del sueño del ego
supremacista y desandar la creciente deriva existencial que lleva al agujero
negro en este Juego de la Oca. Salir del tablero y espejismos que nos mantiene
confinados en el bazar del consumo superfluo....de todo.
La hoja de ruta evolutiva del sentir,
requiere ser desde lo espiritual, pues el mundo no puede cambiar trabajando
solo el frente físico. Tomar conciencia de nuestra realidad interior, para
recuperar el poder y la libertad personal que nos permitiría descubrir la razón
de nuestra existencia: “Siente-te y recuerda QUIEN eras, antes de que te
dijeran QUÉ tenías que ser”... pues incluso quienes nos creemos despiertos,
seguimos dormidos.
Tenemos el poder para cambiar la
realidad desde lo personal a lo global. Pero si el cambio viene de la fuerza
interior, darle la vuelta al “calcetín” y sustituir creencias de la mente, por
memoria original en el corazón, desde vivir el amor hasta el humor, es la clave
de esa espiritualidad....el sentir lo real de nosotros.
Salir de este último mal sueño; misión
imposible desde solo la mente e ideas. Nuestra divinidad íntima, para el día a
día doméstico y relacional, se ocupa, atiende y podría resolver mucho más de lo
que pensamos; sin misticismos, rezos, ni estados meditativos “elevados”, que a
menudo son distracciones.
La alimentación es el acto más
espiritual para el humano. Nacemos o morimos por la boca; si palabras con vida
vuelan abrazadas y otras caen apelmazadas respectivamente, es que ya han
elegido destino....son nuestro propio juez.
Despertar a la vida real es destino
gozoso. Requiere educar la mente, el habla, la intención y los hechos.
Comunicación amable con lo externo relacionable, desde la inteligencia del
corazón y el sentir de la mente....nuevo orden latente.
Con-fiar es compartir fe; y fe no es
creer, sino crear. Crear un anhelo y tener la certeza de que se va a
cumplir...lo que nos confió la Luz, antes de que nuestros padres nos a-trajeran
a la tierra. Ilusión en el pensamiento y Luz en la palabra, dos alas del volar
hacia la Libertad tras despertar aquí el Sentir de la vida Real.
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Autor: Iulen Lizaso (iulenlizaso@gmail.com)
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