Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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13/10/20

Decapante espiritual. Deéelij

               De nuevo llegan las preguntas, de nuevo coincidentes. Solicitáis una fórmula mágica; una receta única, para eliminar el Ego, para ser espirituales de verdad. La he dado anteriormente. En el PDF que envío a quien lo pide, y van más de 500 páginas, he escrito mucho al respecto, de una forma o de otra. Pero si quieres sintetizarlo, es sencillo, es práctico, pero sé que costoso para muchos; es perder el miedo al qué dirán.

Sí, es el puñetero miedo social que se aprendió desde pequeño. Recuerdo tantas veces como mi madre decía ¿qué van a decir de nosotros? Y recuerdo ese niño pequeño que no comprendía por qué le importaba a su madre lo que los demás pudieran decir o pensar. Mientras mi madre decía eso, a mí me la sudaba mucho lo que dijeran o pensaran los demás. Es más, me encantaba provocar a la gente a ver qué pensaban de mí… y cómo me reía de lo que le importaba lo que pensaban de mí, siendo ellos, esos a los que le importaba algo de mí, los que padecían y sufrían, cuando a mí me importaba absolutamente nada lo que pensaran o dijeran de mí.

 A ver, Almita ¿te has dado cuenta de quién es quien sufre en esto del qué dirán? Yo, desde luego que no, a mí me la suda como ni te imaginas, pero me la suda cantidad; cantidades ingentes y brutales; pues ni sufro ni padezco, al contrario, me río y me encanta ver cómo alguien está enojado al pensar que soy esto o lo otro; es su puñetero problema, nunca el mío. No obstante, aquí os coloco algo que va en el PDF de “Seriales Deéelij 2018-2020” para quien lo solicita:       

HAY GENTE A LA QUE NO LE CAIGO BIEN POR LAS COSAS QUE DIGO                 

De quién es realmente el problema tuyo o mío si a ti te importa lo que yo haga, piense o diga? ¿Quién sufre o padece? Te aseguro que nunca yo. ¿Sabes la de gente que escribe diciendo lo malo que soy, lo mal que escribo, y que no tengo ni idea de espiritualidad ni de nada de lo que escribo? ¿Sabes lo que me importa lo que digan? Pues nada, no importa nada. Es más, lo bien que me lo paso riendo al leer esos mal encolerizados donde sufren porque no pueden enmudecerme, porque no pueden cortarme la cabeza o tirarme al lago de los cocodrilos. Hace un mes que no recibo ninguno de estos mails. ¿Te animas a ponerme uno y echar unas risas yo, y unos momentos de sufrimiento tú? Ánimo, espero con gozo tu crispar, tus enojos y tus vómitos, te lo digo una vez más: me la suda.

             Sería por enero de 2019, cuando recibo un mail que más o menos decía lo siguiente: ¿no te das cuenta de cómo estás desprestigiando a Emilio Carrillo publicando en su Blog las cosas que escribes? Acto seguido le contesté y de camino se lo mandé en CC a Emilio pidiéndole que borase de su Blog todo lo que yo había escrito y que no me permitiera escribir más dado el tremendo daño que le estaba causando. Te advierto que sabía cuál iba a ser la respuesta de Emilio. Y Emilio contestó a los dos, más o menos así: Deéelij, tu y yo perdimos el miedo al qué dirán hace mucho. No borraré nada de lo que has escrito en mi Blog, y si no quieres publicar más, no hay problemas. Acto seguido, el que me increpaba, le contesta a Emilio pidiéndole una audiencia y que volarían desde Costa Rica a Sevilla a verle cuando él dijera.

            David Icke, pasados los años, en una entrevista que le hacen en TV, habla de aquel día donde quisieron ridiculizarle con el qué dirán, cuando tras su exposición pública, la gente del plató empezó a reírse, y el presentador le pregunta ¿se da cuenta de que se ríen de usted y no con usted? Bien, pues años después habló de ese momento pues lo recordaba perfectamente y dijo: ese día perdí el miedo al qué dirán cuando observé que se reían de mí, de lo que decía, pero ese día aprendí a ser LIBRE de verdad; cuando se acabó el miedo al qué dirán. 

            Todo esto hay que verlo desde otro punto de vista ¿quién es quién dice algo de lo que sea contra ti? ¿Quién es quién te critica en lo que sea de tu vida o acciones? Si observas a quien lo hace, se observan tres cosas claras: (1), que quien lo hace, sufre, algo ya dicho, sufre por ti, por cómo eres, haces o dices; (2), que evidentemente no te acepta, y que si no hay aceptación de ti, es su Ego quien habla, no su Alma (si es que es de los que tienen Alma) pues es el Alma quien puede aplicar aceptación; y (3), que si lo observas bien… mira su cara… sus ojos… mira su faz.., fijamente, sin inmutarte, y podrás ver la figura de un payaso con la pelota roja en su nariz. Sí, son payasos los que te critican, pero no se dan cuenta que son payasos. Encima se creen en el poder de la verdad e incluso que tienen gracia. Bueno gracia tienes si observas al payaso haciendo payasadas, y entonces puedes reírte a carcajadas, no del payaso, que también, sino de lo que hace y dice el payaso. 

            Fíjate lo que me puede importar contarte lo siguiente. Lo que me puede importar lo que pienses o digas de lo que vas a leer. Y lo que me puede importar que dejes de leerme. En unas cuantas ocasiones me ha sucedido. El relato de los hechos es breve. Le he dicho a un interlocutor lo siguiente: ¿tú crees que tienes algún poder de control sobre mí, si ni mi puta madre nunca pudo controlarme? Claro, que el que recibe mis palabras se le olvida lo que pretendía imponerme o con lo que quería someterme, y pasa a decir lo siguiente: ¿cómo dices eso de tu madre? Y mi respuesta siempre ha sido la misma: se casó por interés, para que la mantuvieran, no por amor. Claro, que ahí acaba todo, y sigo a lo mío. 

¿Crees, ahora que me lees, que me importa lo que digas de mí tras leer estas palabras? Pues si es que sí, tienes un problema, desde luego que yo no. Así que consejo tomar el siguiente medicamento, que te aseguro que cura este mal que puedes padecer del miedo al qué dirán: Melasuda, con Pasodetol, Laboratorio del Dr. Refanfinfla. 

En otras ocasiones me escriben, y de nuevo incidiendo en el tema de cómo es que Emilio me deja escribir en su Blog. A ver Almita de los cojones divinizados, beato espiritual en pañales, ¿crees que Emilio no lee cada cosa que escribo antes de publicarla? Tienes que ser rematadamente estúpido de las narices para pensar que se la cuelo y que no sabe lo que se publica en su Blog, cuando es él quien carga y programa toda la edición de lo que se publica en su Blog. Nunca he tenido entrada a su Blog, ni me interesa, es su Blog y que lo maneje como le dé la gana. 

            No sé qué más ejemplos ponerte para que te des cuenta que el lazo más fuerte que te tiene sumido en el Ego es eso del miedo al qué dirán. Pero si te desligas del látigo del qué dirán, realmente emerges a una espiritualidad llena de libertad y sin miedos. Pero esto es cosa tuya. Es cosa tuya dejar de sufrir por el qué dirán los demás de ti, porque si te importa sufres tú y el que piensa como piense de ti; ambos sufrís, pues a ambos os importa. 

            Mirad, Almitas, las menos de 149 que ya siguen leyéndome, o quizá sean solo 50 las que aún me lean, pero en nada importa las que sean, como si solo me lee una ¿tú sabes el placer y el gozo que supone para mí escribir y decir lo que me place aunque no me lean? Mirad, Almitas, tengo cosas escritas que nunca publicaré, son mías, y es mucho el placer en escribirlas y eso es lo que cuenta. Bueno, a lo que voy que me pierdo. Da igual las Almitas (y las sin alma) que me lean, ¿sabes lo que importa? Pues que soy libre escribiendo, soy libre siendo yo pese a lo que pese o pase, y a quien le pese o que se ponga como se ponga. A lo que voy, que de nuevo me pierdo. El puñetero tema de la mascarilla. Mirad, desde el inicio dije que no me pondría la mascarilla, y así ha sido. Si ellos hacen trampas, más las hago yo. Así que me he fabricado un certificado de excepción que voy mostrando cuando me dicen algo, y la mayor parte de las veces ni lo leen. Hasta me han fabricado un sello para ponerlo en el papelito. Pero voy a más, encargué un bozal con el dedito hacia arriba. 

No me lo pongo, lo llevo por si me dicen de ponerlo y no queda otra. Pero me es que me la suda lo que digan; me da igual lo que expresan esas caras desencajadas que me miran al ir sin bozal por la calle.  Voy libre y sin importar el qué dirán. 

En fin, Almita, ¿te atreves a quitarte el miedo al qué dirán o prefieres seguir siendo el esclavo emocional al que otros controlan por lo que digan o piensen de ti? Es tu problema, que conste. Y es que solo al Ego le importa el qué dirán, y si hay ego, poca espiritualidad emerge, más bien emerge el miedo, y si hay miedo, pues te controlan. 

Si no te atreves a quitarte el miedo al qué dirán, pues ya sabes: a seguir sufriendo y padeciendo del acoso y maltrato de los demás porque te importa lo que piensen o digan de ti. Sigue siendo un esclavo del sistema y un esclavo sin control emocional sometido a tu Ego y al de los demás si te importa el qué dirán. 

Por mi parte ya sabes lo que pienso del qué dirán de mí. Lo dejo aquí, he sido muy claro. Pero en realidad no lo dejo aquí, pues hasta aquí se lo pasé a Emilio para que viera si era publicable todo esto tal y como lo estaba escribiendo. Su respuesta fue afirmativa, no enmendó ninguna de mis palabras y me animó a que terminara de matizar dado que así se lo comenté.

Bien, pues sigamos matizando un poco más. Es por ello que traigo a colación unas palabras de Juliet en su segunda regresión: “la huella energética o la impronta energética no es igual al hecho físico” Y por si esto de Juliet no te suena es que has de leer “regresiones a una contactada” Por tanto, ¿qué huella energética estás dejando en tu vida si aún tienes miedo al qué dirán? Pues te lo diré: estás dejando una huella energética de miedo. Justo estás dejando aquí la huella que quieren los Amos del mundo: que este mundo sea más y más de miedo para así poder seguir controlándolo y controlándote. 

En serio, examina tu huella energética, pues es lo mismo que sigues atrayendo a tu vida: más miedo. Atraes más del qué dirán. En cambio, si lo frenas, si pasas del qué dirán, (1), recuperas tu control emocional; (2), reconectas tu Particularidad a tu Singularidad; (3), empiezas a llenarte de amor y vaciarte de miedo; (4), obras en libertad; (5), recuperas autoestima; (6), te dignificas; (7), empiezas a respetarte; (8), la confianza en ti aumenta; (9), estás seguro de ti; (10), dejas de medirte con los demás y que los demás te midan con sus sistemas de creencias; (11), dejas de infravalorarte, de disminuirte; (12), la desvalorización se acaba… y podría seguir enumerando las ventajas de perder el miedo al qué dirán, pese a ello, ya tiene doce ventajas que consigues dejando al qué dirán en la basura, que es donde tuvo que estar desde el inicio. 

Desde pequeño jugaron contigo con eso del qué dirán para formarte o, mejor dicho: reformarte en el cómo se ha de vivir de cara a la sociedad, con el miedo al qué dirán, con miedo a que te ridiculicen, a que te humillen… y por miedo a no sentirte ridículo o humillado, caíste en la trampa del miserable “el qué dirán” y así tienes de miserable la vida, jodida por el qué dirán. 

Por otro lado, y hoy que tanto se habla de respeto, te comento que el diccionario, y muchos diccionarios que poseo desde tiempos remotos, todos son coincidentes, el respeto significa veneración a uno mismo, en su primera acepción, y es en la octava donde se dice que es una muestra de cortesía que se hace hacia los demás. Pero la miserable academia de la viperina lengua española en su última edición ha prostituído el significado invirtiendo las acepciones antes expuestas. No obstante, si quieres darle valor a la última publicación de esta academia de meretrices, pues te planteo una cuestión ¿cómo vas a respetar a los demás si no sabes respetarte a ti mismo? Es inviable, te lo adelanto. Si no sabes respetarte, venerarte a ti mismo, nunca podrás ofrecer a los demás lo que en ti no eres o posees. Si sigues con el miedo al qué dirán, ningún respeto posees por ti, en nada, ni en absoluto, te has convertido en un improperio de los demás; has dejado que te conviertan en la papelera de sus críticas. 

Has de recuperar tu respeto, tu dignidad humana, al menos, dejando el miedo al qué dirán de lado, apartándolo para siempre, si en la espiritualidad quieres emerger, resurgir y brillar, el resto es beatitud espiritual carente de veracidad. 

            Que no te importe el qué dirán no quiere decir ir por la vida faltando el respeto a los demás, es ir guardando tu respeto y dignidad humana, lo contrario es convertirse en un desvergonzado que va insultando y faltando a todos; cuando el desvergonzado es el que te mete miedo con el qué dirán. 

            Si sigues con el miedo al qué dirán, sigues en las manos de la desconsideración de los demás. ¿Queda más que claro y evidente? Pues el resto es cosa tuya, a mí me la suda que sigas sufriendo por esto del que dirán, es tu problema, jamás ha sido, ni es, ni será el mío. 

            En el caso de que ofensas vieras en mis palabras, solo las ves tú, pues en modo alguno he pretendido ello en ningún momento. Lo mío es zarandear, dar algún que otro palo a la burra a ver si se mueve y no se queda atascada, pero si la burra no se menea, su problema tiene, puedo seguir mi camino sin burra, pues el saco que cargo en mis espaldas es liviano, ligero y lleno de mis ideas magníficas sobre mí, pues las ideas de los demás sobre mí, ya te puedes imaginar dónde las mandé hace mucho, pero mucho tiempo. 

Pese a lo dicho, te dejo otros fármacos que te pueden ayudar en esto del quitarte el miedo al qué dirán, y no tienen efectos secundarios en ti, sí en los demás cuando vean que ya no pueden controlarte al no importarte el qué dirán: Keledén, de John C. Parkín. 

Lo olvidaba, ¿cómo va el mundo? Me preguntáis ¿cuáles son mis previsiones? Pues parece que todo el mundo está esperando a que el llamado grupo de los patriotas, de nombre Q, y Trump a la cabeza, pues arreglen el mundo. Ok, a ver qué arreglan. Han dicho que octubre iba a ser un octubre rojo, ok, pues veamos qué tan rojo es y quéa porta a la humanidad si no son de nuevo más falsas esperanzas y las consabidas frustraciones posteriores que llegan cuando las esperanzas se quedan en nada de nada. Por otro lado lo del reseteo parece, según los que saben de esto, que va para adelante, pero se debe de notar en lo macro, porque en lo micro, es decir, en nuestros bolsillos nada se nota. Vamos, que estamos como siempre, y veremos si algo sale en limpio de esta partida de póker mundial donde los seres humanos somos las monedas con las que juegan desde una baraja marcada. 

            P.D.: Espero que os haya gustado la I parte de héroes y villanos, que aún quedan tres más y a ver si os dais cuenta que los que están arriba nunca han sido héroes, menos aún los gorilones que de azul van vestidos y aun protegiendo a los Amos y malmetiendo contra los ciudadanos.

            P.D.2: Esta mañana estaba hablando con Dios, y le dije: ¿te das cuenta la cantidad de gente que te reza y te pide de cualquier manera tu ayuda y nunca recibe nada de ti? ¿Acaso no te importa lo que digan de ti? Y su respuesta fue: si me importara el qué diran de mis Almitas y de los sin alma, ¿quién tendría el poder ellos, o yo? Pues te contesto, listillo Deéelij, si me importara, ellos tendrían poder sobre mí y ellos serían dioses, y no yo, ¿te ha quedado claro?

            P.D.3: Soy negacionista y practico el negacionismo. Niego que los ETs vengan a salvarnos. Niego que eso del comandante Asthar, el impostor, de que pueda ayudarte en algo,  más bien engañarte en todo. Niego que aunque Trump gane la guerra silenciosa en la que se ha metido, sea el salvador de la humanidad, ni que sus logros sean la ascensión a 5D. Niego que el virus sea tan malvadete como dicen, y que exista vacuna que lo cure de forma inmediata. Niego que cualquier cosa que se haga que no sea la desobediencia civil masiva más la huelga general indefinida, sea la solución para acabar con el sistema corrupto actual. Y niego el holocausto de los pollos sacrificados en los mataderos. Por negar, me niego a mí mismo, desde mi Mismidad.

            P.D.4: Y finalmente diculpa que no me guste tu mundo, un mundo donde los alicientes son los coches, las casas, el dinero, el sexo, alcohol y drogas, perversiones varias, poder politico, religioso y económico, matones con porras y placas, y para colmo personal sanitario cobarde y asesino. Aspiro a un mundo mejor, y este desde luego,  no lo es; te lo regalo, y disfrútalo si puedes.

            P.D.5: ¿Por qué las mujeres llevan el pelo largo y lacio, planchado, incluida mi hija? ¿Acaso no se puede llevar corto y rizado? ¿Acaso las chicas ya no tienen pelo rizado como mi hija? Hasta en estos detalles os importa el qué dirán, pues hay que ir como marca la moda, pues pelo corto y rizado es de lesbianas.

                                Actualizaciones ¿…? Deelij@gmail.com

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