Hay una zona energética en nuestra vivienda que, para las personas que damos valor a vivir con integridad desde nuestra esencia, es muy importante y que, de forma habitual, suele estar frenada. Se trata de la zona que vibra en sintonía con la sabiduría interior.
Cuando esta zona energética está decorada con los materiales y colores que le ayudan a tener una vibración alta, el ambiente general de la vivienda facilita la conexión con la sabiduría interna, resulta fácil crear y mantener el hábito de la meditación, de la lectura profunda, de la reflexión... Además, ayuda a mantener una dirección interior coherente que muestra, en cada acto y decisión, nuestro propio nivel de consciencia.
Por diversos motivos, esta zona suele, por norma general, estar poco atendida en la gran mayoría de las viviendas que estudio reflejando, esa misma falta de atención, en el interior de las personas.
Este es el caso de una chica que contactó conmigo tras sentir que ella misma estaba boicoteando su camino de vida y su vocación.
La búsqueda de su camino se había convertido en una lucha consigo misma que no lograba apaciguar y le impedía sentir la lucidez que deseaba.
Me contó que había leído varios libros de Feng Shui con la esperanza de que algún cambio en casa le aportara luz, pero pese haber puesto en práctica lo que había aprendido en ellos, no lograba conseguir desbloquear su camino de vida y alinearse con su vocación real.
Me envió el plano de su vivienda y fotos de diferentes zonas.
Una vez revisé toda la información, comprobé que lo que había aplicado a nivel energético en la zona vital de la vocación estaba bien, pero pude percibir, al ver cómo estaba decorada la zona vital de la sabiduría, que el bloqueo de la chica estaba relacionado con este aspecto de la vida.
La zona en concreto tenía una gran estantería y en ella pude ver unos objetos relacionados con temas interiores profundos y místicos que estaban escondidos detrás de objetos decorativos más convencionales.
Al ver aquel detalle estuve casi convencido de que el origen de su bloqueo estaba ahí y no en su camino de vida, por lo que concretamos una videollamada.
Tras exponerle mi sensación sobre aquellos objetos, la chica se puso a llorar sin casi poder hablar.
Cuando logró recomponer su emoción, comenzó a explicar algo que llevaba meses observando en sí misma y no sabía cómo gestionar.
Me contó que desde muy joven comenzó a hacerse preguntas profundas, a comprar libros que le daban respuestas y le gustaba tener a la vista figuras que le inspiraban y le recordaban el verdadero sentido de su camino interior. Al verlos, le ayudaban a sentir una apertura y conexión consciente y constante con aspectos más elevados y trascendentes de la vida.
Continuó explicándome que hacía unos años que había acabado la carrera de psicología y había decidido, unos meses atrás, abrir su propia consulta.
Conforme me seguía contando, fue tomando conciencia de que desde que la abrió, fue ocultando esta visión profunda de la vida por miedo a que sus pacientes no la tomaran tan en serio.
Nunca se hubiese imaginado que su propia sabiduría, al sentirse saboteada por ella misma, pudiese frenar su propia expansión vocacional, pero conforme ella misma lo pronunciaba, iba integrando el sentido de lo que ella misma decía.
Fue bonito, no fue necesario nada más. Ni siquiera tuve que darle pautas. Sólo hizo falta aquella videollamada.
La sonrisa con la que se despidió mostraba la liberación del bloqueo y la impaciencia bonita de desear levantarse de donde estaba sentada para redecorar la estantería y mostrarse coherente con sus principios profundos en sus consultas.
Ese mismo día me envió fotos de cómo había sentido redecorar la estantería dando importancia de nuevo a lo que ella realmente sentía.
A las pocas semanas recibí una llamada suya preciosa en la que me contaba, por orden, su renovada paz interior, su ilusión por volver a ver la vida desde una mirada profunda sin juzgarse a ella misma y una curiosa fluidez de casos en su consulta que le permitían poner en valor su propia visión de la vida.
En muchas ocasiones nos focalizamos en poner luz en un área concreta de nuestra vida cuando la vida, en su sentido amplio, incluye todas las áreas.
Es necesaria una mirada elevada y profunda para lograr interpretar un bloqueo como una forma en que nuestra esencia interior nos pide que revisemos nuestra vida en toda su amplitud.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
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