Concepto de Economía medioambiental
El crecimiento económico desenfrenado en
los años sesenta a través del uso de combustibles fósiles no renovables como
fuentes de energía que causan una contaminación creciente hizo que los
economistas se dieran cuenta de que su preocupación por el agotamiento de los
recursos naturales que, hemos visto en el capítulo anterior, no era suficiente.
Una cuestión mayor e importante a la que se enfrentaban no sólo era qué iba a
hacer la Humanidad una vez que se agotaran los recursos naturales, una
preocupación y consideración a largo plazo, sino el problema a corto plazo de
contaminación al que estaba sometido el medio ambiente natural como resultado
de la contaminación, a causa de un crecimiento económico continuo. En palabras
del conservacionista estadounidense Aldo Leopold, "los criterios
económicos no son suficientes para ajustar la sociedad a su entorno".
Sin embargo, esta preocupación no era
compartida por todos los economistas y había quienes pensaban que el
crecimiento económico continuo era deseable y factible. Creían que el viejo
caballo de batalla de la Economía, que es la manipulación de precios, combinado
con una mayor dosis de eficiencia a través de la tecnología, resolvería los
problemas ambientales y permitiría que continuara el crecimiento económico.
Afortunadamente, este grupo de
economistas más conocidos también como tecno-optimistas, eran y están en
minoría y los otros conocidos como tecno-pesimistas han tratado desde la década
de 1970 de ampliar la teoría económica en la disciplina de la economía ambiental
para dar cuenta también del tema de la contaminación. En otras palabras, la
economía ambiental se trata de la aplicación de la teoría neoclásica a los
problemas que surgen de la actividad socioeconómica humana y su impacto sobre
el medio ambiente. Enfatiza la utilización económica y la gestión del medio
ambiente. La economía ambiental es la disciplina que se ocupa del medio
ambiente principalmente desde el punto de vista del flujo de energía a través
de varios sistemas tróficos y las "externalidades" con el flujo de
energía que produce. Se mide por índices de calidad.
La economía ambiental se estableció a través del trabajo de un grupo de economistas de vanguardia que quiso renovar el análisis económico y hacerlo compatible con los problemas sociales y prioritarios sin provocar realmente un cambio drástico en su fundamento teórico. Se ha definido como "Una nueva disciplina creada básicamente por la actual generación de economistas pero sus raíces se pueden encontrar en la teoría de las externalidades de Marshall y Pigou, la teoría de los bienes públicos de Wicksell y Bowen, la teoría del equilibrio general de Walras y el campo de aplicación del análisis de costes-beneficios ". (Kneese y Russell, 1987). Sin embargo, según Passet "la noción de economía ambiental me parece absurda. No existe un cuerpo de conocimientos con la coherencia adecuada para contemplar el medio ambiente como campo de aplicación: lo que realmente existe es un cuerpo de pensamiento que es, o no es, susceptible de concebir los fenómenos de la biosfera en la que está inscrito”.
Paradigmas medioambientales
La gestión ambiental se ha caracterizado por varios paradigmas. Según Colby (1990), la gestión del medio ambiente en la década de 1960 estuvo influida por el paradigma de la "economía de frontera", que dominaba las actividades socioeconómicas de los países industriales y cuyo credo era que el medio ambiente importaba poco y todo era justo en el camino hacia el máximo crecimiento económico. A esto le siguió el paradigma de la "protección medioambiental", que en la década de 1970 enfatizó en la solución de "final de tubería" (end-of-pipe), como las plantas de tratamiento de residuos. Luego se publicó el Informe Brundtland "Nuestro futuro común" en 1987 y el paradigma del "desarrollo sostenible" que centró nuestra atención en la gestión sostenible del medio ambiente basada, entre otros, en el Principio de quien contamina paga (PPP). Sin embargo, debido a que la sostenibilidad es un objetivo a largo plazo, el paradigma de la "gestión sostenible" adolece de al menos dos debilidades importantes:
(1) Se preocupa sólo y completamente por
los requisitos económicos y sociales y estos sólo en el momento actual y para
la generación actual.
(2) A través del PPP da carta blanca a
los individuos y corporaciones para contaminar a voluntad, aceptando sin
reservas que si son y, cuando son atrapados, pagarán el costo de limpieza. En
otras palabras, nos regimos por nuestro afán de lucro muy antropocéntrico, que
deberá mitigarse si queremos tener un medio ambiente más limpio y saludable.
La idea de prevención parece haber sido
la principal preocupación de Pigou quien también parece haber estado a favor de
designar a una propiedad el uso menos dañino y de llegar a un acuerdo
voluntario entre quienes contaminan y los que sufren las consecuencias. Sin
embargo, estaba malinterpretado como puede deducirse de la crítica de Coase,
quien pensó de él, como un intervencionista a favor de la legislación (De
Serpa, 1993).
El paradigma bioeconómico
Me gustaría proponer otro paradigma. Esta
es el paradigma bioeconómico, paradigma basado en la idea de que la
contaminación debe evitarse principalmente mediante la integración de
principios socioeconómicos y biológicos para el desarrollo de una biotecnología
que no dañe el medio ambiente. Este paradigma también se basa en el PPP pero
con la única diferencia principal; es decir, significa el principio "El
Principio la Prevención Paga".
Es debido a los economistas ambientales
que el vínculo principal entre la economía y el medio ambiente ha sido establecido
a través del concepto de capital natural. Al considerar la naturaleza y sus
recursos, producidos por procesos que duran algunos millones de años, es
obviamente necesario para los economistas dar cuenta de este capital natural.
Fue exactamente esta contabilidad la que faltaba en la teoría del valor del
capital de la economía clásica. Ahora en combinación con el capital monetario,
capital manufacturado y capital humano la teoría del capital se ha completado.
Debería ser obvio a estas alturas que la
economía de los recursos naturales y el medio ambiente se ha ocupado de los
problemas de la naturaleza y el medio ambiente, respectivamente, pero de forma
individual y subjetiva. El siguiente paso que debían dar los economistas es acerca
de un enfoque integrado de estos problemas que podría tratarse simultáneamente
y con objetividad. Esto se logró en parte combinando dos disciplinas, la
economía y la ecología en una disciplina unificada de Economía Ecológica, que
veremos en la próxima entrega.
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Autores: Mansour Mohammadiam y José
Alfonso Delgado (traducción)
Nota: La publicación de las diferentes entregas
de El Tercer Camino
se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.
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