Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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7/2/22

6.- Teoría del valor

Entropía y Bioeconomía.

Las teorías del valor han seguido una trayectoria evolutiva de acuerdo con la importancia que los economistas han dado a cada factor de producción. La Teoría del valor del Trabajo fue invocada cuando los economistas pensaron en la labor y el trabajo físico como el más importante factor de producción. Fue presentada por Smith y Ricardo para explicar cómo los bienes y servicios podías ser apreciados. En este caso el precio de un producto queda determinado en términos de trabajo físico empleado para producirlo, ignorando la importancia de su valor intrínseco, tanto del recurso natural como del medioambiente.

No obstante, la estimación de los precios de cada recurso, depende de su abundancia o escasez para otros. Los economistas explicaron el precio en términos de coste de producción solamente, lo que es una vía muy simple porque no consideraron la cantidad producida (el precio unitario decae en función del incremento de la producción) Alfred Marshall influyó mucho en el desarrollo de la teoría de la utilidad y por el contrario de otros los precios estaban relacionados con ambos costes (producción, oferta) como por la demanda.

Como ya se mencionó, Marx extendió la teoría laboral del valor para defender la teoría laboral del superávit con la explotación del trabajo como tema central. Ahora, no obstante, con la globalización de la Economía, este sistema se manifiesta así mismo en forma de la explotación del Tercer Mundo, cuya fuerza laboral no está justamente recompensada por su trabajo ni por, obviamente por la sobreexplotación física a la que es sometida por las corporaciones multinacionales.

Algunos economistas como Walras quitó énfasis al rol de los recursos naturales y de la energía como capital circulante y sacó la teórica posibilidad de considerar “salida” (output) desde un punto de vista de cada unidad individual de entrada como valor marginal. La debilidad de esta teoría del Valor útil es que no explica la paradoja de los precios de dos productos, por ejemplo, un metal precioso y el pan. Aunque es mucho más necesario y útil el pan que el metal precioso, aquel es mucho más barato que este. Esto, junto al hecho de que el precio depende de la oferta y de la demanda (utilidad) y no de cada uno de los factores por separado, esto sustituye la Teoría de la Utilidad por la Teoría del Valor de Utilidad Marginal.

A medida que la economía humana ha llegado a ser ampliamente basada en el capital, se ha llegado a dar cada vez más importancia al proceso productivo. Como establecieron Funtowicz y Ravert (1992), el capital en el periodo clásico fue usado para facilitar la producción de bienes y servicios. En el moderno periodo industrial ha sido usado a través del mercado de capitales para financiar la producción industrial. De todas formas, ahora en la era postmoderna, cuando el capital ha sido sobreestimado, ha perdido lentamente importancia como factor de producción y está siendo usado a través del proceso de financiación para asegurar su propio incremento.

El significado de los varios componentes del capital en forma de capital monetario, capital manufacturado, capital humano y capital natural y el hecho de que el primero es muy dependiente que el tercero, ha sido apreciado en una comprensiva Teoría del Valor del Capital. El capital natural, por sí mismo es piedra angular de los recursos biológicos renovables, los recursos no renovables junto con el poder de asimilación de la basura por el medioambiente y su capacidad regeneradora. El asunto que preocupa a la teoría del capital, es cómo conseguir la reemplazabilidad, complementariedad, compensación, incertidumbre, irreversibilidad y, por último, pero no menos importante sostenibilidad. Aunque es verdad que la teoría del valor del capital por los componentes biológicos, aborda el consumo de los recursos, la contaminación y degradación del medioambiente debido a las bases termodinámicas de la degradación ambiental.

Es por esto que yo he propuesto otra teoría del valor denominada La Teoría de la entropía del valor (Mahoammadian 1999).  Esta teoría del valor puede dar cuenta del incremento de la entropía mediante la provisión real de resultados empíricos obtenidos por la degradación entrópica de la materia y la energía que está sometida al proceso productivo. Así como es la teoría del valor que tiene el concepto de sostenibilidad incorporada en ella, permitiéndonos apreciar cuán (in)sostenibles son los recursos.

La teoría de la entropía del valor podría, pienso, responder a la cuestión planteada por O’Connor en 1996, sobre la sostenibilidad como “¿qué tipo de teoría del valor implica esto? Cualquier teoría del valor relativa a la sostenibilidad tiene que contener estos aspectos esenciales.

1.- Interdependencia entre procesos biológicos y socioeconómicos.

2.- Reciprocidad entre los procesos biológicos y socioeconómicos.

3.- Énfasis en la calidad frente a la cantidad en pos-procesos productivos.

4.- Equidad intergeneracional.

5.- Mantenimiento de la integridad biológica heredada mediante la utilización dinámica y regeneración de los recursos biológicos.

6.- No interferencia entre los ciclos temporales de la Naturaleza, ya que ellos contribuyen al reciclado natural de la basura de los humanos.

Además, la Teoría de la entropía del valor es un objetivo de la teoría del valor ya que nos permite apreciar a la biosfera como fuente real de riqueza a ser utilizada ahora y ser sostenible en el futuro también. Esta teoría del valor hace posible evaluar los procesos socioeconómicos dentro de un marco evolutivo y “no una abstracción intemporal”.

Incluso esta teoría del valor junto a la teoría del valor del trabajo y la teoría del valor del capital, nos proporciona una holística teoría del valor bioeconómico, que hace posible una mucho más grande y plenamente abarcable visión de la naturaleza no por el valor de su uso, o como eliminador de residuos generados por el sistema socioeconómico, sino por su valor intrínseco como fuente de placer estético y de inspiración. Además, semejante teoría holística del valor puede tener en cuenta la evolución conjunta del desarrollo socioeconómico con el de la Biosfera en una vía mutuamente beneficiosa para ambos, así como la gran capacidad de sostenibilidad.

Las teorías del valor del trabajo, capital y la entropía son todas y cada una de ellas, reflejos de ciertos aspectos de la cultura humana, mientras que la teoría del valor de la bioeconomía refleja la holística naturaleza de la cultura. Además, semejante teoría del valor hace posible un tratamiento integral de los problemas relacionados con estos factores y, el dominio de la actividad socioeconómica puede evaluarse acorde con las realidades biológicas, socioeconómicas y medioambientales.

Información, conocimiento e ideas se están incrementando de modo importante como fuente de valor añadido para el sistema socioeconómico. La idea del trabajo como actividad física está cambiando por la de trabajo intelectual llegando a ser fundamental en el proceso productivo y en la economía de mercado, creando un ciclo perpetuo de innovación. La creación de conocimiento por la investigación científica y el procesado de la información está encontrando un lugar central en la economía global. Por otra parte, la rápida innovación ha significado que el factor tiempo está alcanzando una importante posición en los procesos productivos. Esto es debido al hecho de que el valor de una mercancía está determinado, además de por el capital, energía y trabajo físico, por cuánto tiempo es necesario para producirla.

De todas formas, la entropía en el proceso de producción se incrementa con el tiempo y, por lo tanto, el tiempo es una variable significativa que ha de ser tenida en cuenta por y para incluirla dentro de los factores de producción, con su propio valor en la teoría. La teoría del valor de la entropía, no obstante, lleva tiempo incorporado en ella y, por lo tanto, no se necesita una “teoría del valor del tiempo”. Es por todas estas razones que la teoría del valor de la Bioeconomía es ciertamente la teoría del valor holística, realmente competente de los imperativos biológicos, medioambientales, socioeconómicos y éticos de nuestro tiempo y, ciertamente refleja la gran transformación que está barriendo la sociedad humana.

Conclusiones

Se puede suponer, desde lo expuesto en este capítulo, que ha tenido lugar una lenta transición desde la total importancia de la tierra, el recurso natural y la idea de la autosuficiencia de las naciones debido a su natural stock de capital. El sistema socioeconómico humano, con su indiscutible dependencia de los recursos naturales es como un astronómico “gran atractor”, devorando estos recursos de los que es totalmente dependiente. No obstante, sólo un servicio labios está siendo pagado por la importancia de los recursos naturales y el sistema económico sigue produciendo artículos de lujo como si estos recursos no importaran con la esperanza de satisfacer lo que Georgescu-Roegen ha denominado el ansia mórbida de artilugios.

El mercantilismo ha sido la ideología económica en Europa durante dos siglos y fue regulado por los gobiernos para asegurar una sólida economía y como resultado, una nación fuerte. Ello se consiguió mediante la colonización importando metales preciosos y recursos naturales y la manufactura de los productos que eran exportados a eses colonias donde la manufactura era prohibida por las metrópolis. Detrás de esta estrategia estaba el concepto del balance de mercado para cumplir objetivos políticos y estratégicos. Los objetivos económicos eran cumplidos mediante subsidios a los fabricantes locales y con tarifas protectoras. Como tal la economía mercantilista fue muy positiva para la prosperidad de las naciones, pero con negativas consecuencias para la tierra y los recursos naturales.

La economía fisiocrática se desarrolló como reacción al mercantilismo con el énfasis en el comercio mediante la facturación, en detrimento de la tierra y de los recursos naturales. Los fisiócratas creían que el trabajo transformaba sólo lo creado por la naturaleza, la agricultura era productiva pero no así el proceso de fabricación. Esto indicaba su deseo por el imperio de las leyes de la naturaleza. Por otra parte, estaban en contra de muchas propuestas de regulación del mercantilismo, las cuales pensaban, amarrarían el flujo económico de la actividad agrícola. Esto se reflejó en la famosa frase “laissez faire, laissez passer” (dejar hacer, dejar ir).

De acuerdo con los primeros economistas clásicos “sólo la naturaleza genera riqueza que el hombre puede organizar”, lo que significa que el sistema económico humano no es una economía autopoiética, (que se crea y mantiene a sí misma), pero sólo reorganiza los recursos naturales para producir objetos útiles para la vida humana. El sistema socioeconómico está para producir lo que sea, ha de usar en ello procesos de producción que antes han sido creados por la naturaleza. La idea original de Smith de la libre empresa por la competitividad y la cooperación se ha convertido en su famosa frase: “El vicio privado frente a la virtud pública”.

El modelo económico capitalista en realidad no está configurado para mejorar la justicia y reducir las desigualdades económicas y sociales además promover las buenas prácticas ambientales. Su principal propósito es administrar la producción de bienes de lujo y alto precio y por lo tanto maximizar beneficios para las compañías, pero si los trabajadores sufren en el proceso, peor para ellos… El sistema socioeconómico humano con su mercado capitalista es gradualmente pero seguro, subestimando los recursos naturales, se está transformando de lo que solía ser un proceso parcialmente creativo a uno completamente organizador

La idea del crecimiento económico constante de algunos economistas neoclásicos ha sido generalmente aceptada por la mayoría, en contra del consejo de otros incluidos los biólogos. El crecimiento económico continuo no es posible por muchas y válidas razones como la degradación medioambiental, el agotamiento de los recursos naturales y por estar frontalmente en contra de los principios biológicos de la conservación y regeneración. Por otra parte, no podría practicarse por imperativo ético de nuestra responsabilidad para las generaciones venideras. El pensamiento económico está, de nuevo, evolucionando gradualmente hacia la toma de conciencia de que el sistema socioeconómico es completamente dependiente de la economía de la naturaleza y los sistemas socioeconómicos y biológicos son altamente interdependientes, interrelacionados e interactivos.

La economía clásica abandonó la teoría del valor del trabajo y la teoría neoclásica abandonó la teoría del valor del capital a favor de la idea de la escasez. Es decir, los precios están determinados, no por cómo cuánto trabajo y capital son usados para producir bienes y por cómo de abundante o escasos estos productos son; en otras palabras, oferta y demanda. En este tema, los economistas neoclásicos perdieron lentamente el interés en los objetivos de crecimiento a largo plazo y se preocuparon en la utilidad a corto plazo y el manejo de los recursos naturales no renovables, lo que resultaría en su agotamiento y escasez. Esto sigue siendo muy cierto a pesar de que el concepto de escasez está perdiendo su brillo esencial en la economía global, totalmente dominada por la sociedad de la información.

La economía neoclásica, con su énfasis en el precio y el dinero lentamente se ha convertido lentamente en valor libre desde el punto de vista del atractivo social. Acorde con el modelo neoclásico, el mercado es el lugar donde la persona egoísta, que es un agente económico que actúa en su propio interés para maximizar su propio beneficio, independientemente del atractivo social y la optimización de Pareto. Esto es en contraste con la persona social que aprende y cambia, esto es, evoluciona. Por lo tanto sus deseos y  utilidades evolucionan acorde con las circunstancias tales como en el caso de la escasez de recursos y la degradación medioambiental entre otros.

Por otra parte, la economía neoclásica no ha tenido demasiado éxito en sentar las bases de las relaciones comerciales con los problemas reales de la economía como se pudo evidenciar en la crisis de las economías del Este asiático en 1997-98. Es claro que la economía neoclásica sobrevivió a su utilidad y de no ser por el soporte que algunas organizaciones internacionales influyentes le han aportado, habría desaparecido hace mucho tiempo. Las razones son muchas y serán expuestas en el capítulo seis, donde comentaré por qué nuestro presente sistema socioeconómico basado en este modelo con sus conceptos que carecen de base científica, son irreales. Aquí sólo basta decir que hay una gran pérdida de interés en la economía convencional como objeto de estudio como así lo indica el descenso de estudiantes universitarios. No obstante, el interés en disciplinas económicas heterodoxas e interdisciplinares y los libros al respecto es evidente, como “la Economía de la mariposa (Butterfly Economics) de Paul Ormerod, y los cursos sobre economía ambiental y ecológica así como mis propios cursos sobre Bioeconomía. 

Las ideas de Keynes, se puede decir que se formaron, al menos parcialmente, sobre las bases intelectuales de la socioeconomía marxista, en su creencia de que la interferencia gubernamental es realmente una vía democrática de planificación económica similar a la idea de Marx de la planificación centralista, que es la vía socialista de la economía planificada. A Keynes no se le puede etiquetar realmente de economista del crecimiento, aunque como se ha dicho, él tuvo más interés en promover la alta demanda de bienes a través de un alto nivel de producción. No obstante, su interés en la producción se debió por su preocupación por el empleo y el incremento de la población. Pensó que, si el desempleo persiste, entonces los salarios podrían caer y con ello los precios debido a la pérdida de poder adquisitivo y, por lo tanto, un equilibrio ilusorio podría surgir en el mercado de oferta-demanda. Por supuesto, él era un gran creyente en el concepto de equilibrio y en la manipulación del mercado para alcanzar ese equilibrio. Como he explicado brevemente y me extenderé más adelante, la teoría del equilibrio general es ciertamente ilusoria, pero ha sido utilizada para el surgimiento de ideas innovadoras en economía. Esta teoría no es operativa y, especialmente en nuestra economía globalizada y con mercados inundados de mercancías y con el sistema de crédito a pleno funcionamiento. Significa que la sentencia del economista Jean Baptiste Say la oferta genera su propia demanda, se confirma que es verdad, después de todo.

La economía keynesiana ha contribuido a extender nuestra comprensión de la Economía a gran escala con la ventaja que el problema del desequilibrio puede ser aliviado con decisiones políticas. Esto es muy importante en la era de la economía globalizada donde hay una gran ligadura entre las economías de los países industrialmente desarrollados y no desarrollados, así como nuestra preocupación por el agotamiento de los recursos naturales y la degradación medioambiental. La toma de decisiones políticas a través de la cooperación global en áreas como la protección y utilización de la biodiversidad y adecuado manejo de los recursos naturales y combustibles fósiles, su auténtico valor y las consecuencias medioambientales, la limpieza de las costas son de máxima importancia. 

La economía marxista, comenzó con gran esperanza y optimismo, pero no ha sido de gran influencia en la teoría ni en la práctica económica. Su mayor debilidad ha sido no proponer soluciones a los problemas reales del mundo. Esto lo interpretó el mismo Marx da que era debido a que de hecho los economistas institucionales eran “lacayos de la clase capitalista”. Sin embargo, sus ideas podrían revivir en las ciencias sociales, incluyendo la economía, si, por ninguna otra razón que el puro número de población, particularmente de la clase trabajadora, que ha perdido la esperanza en el capitalismo y está otra vez, buscando ideas similares de salvación de la injusticia social.

Incluso el abstracto concepto de Marx es exactamente abstracto porque su valor puede ser medido mediante una entidad tan abstracta como el dinero. Igualmente se puede decir que el sistema socioeconómico humano trata la biosfera como una entidad abstracta valorada en términos de dinero (argumento reduccionista) y no como un valor intrínseco en sí mismo (argumento holístico). Es desafortunado que el sistema socioeconómico humano se base en y esté dirigido por el modelo de mercado competitivo y la biosfera se valore sólo por su valor económico (precio – dinero) lo que es la némesis del sistema de valor capitalista.

La información emana de dos fuentes; por un lado está toda la información originada por los sistemas de actividad de los humanos (socioeconómica, científica, tecnológica y cultural) y por el otro está toda la información disponible en la biosfera. Hay, no obstante, otra fuente de información que puede tener interés, si no más, que es la resultante de la interacción de los organismos, ellos mismos, así como la información que surge de su interacción con el medio ambiente. Como se podría apreciar, este resultado es muy complejo y, si no fuera suficiente, toda la actividad humana se superpone sobre ella.

El significado de la información de los sistemas de producción socioeconómicos, es debido al hecho de que la información puede, hasta cierto punto compensar el incremento de entropía en un sistema auto regulado y auto organizado. Esto significa que, usando la información, el sistema tomaría menos energía en el futuro para llevar a cabo una función similar y así se produciría menos entropía. Obtener información, sin embargo, supone bastante tiempo, esfuerzo e inversión de capital.

Las teorías del valor sobre cuales los diversos modelos económicos se han basado durante las pasadas centurias, se pueden comparar con una teoría sobre los icebergs, los cuales ocultan su mayor masa que no ha sido usada. Una teoría funcional del valor tiene que incorporar los tres factores de producción incorporados para ser utilizados. Los procesos socioeconómicos no funcionan con un solo factor de producción, sino con los tres, aunque en cada periodo y debido a cualquier imperativo biológico o socioeconómico uno u otro puede tomar especial relevancia. Una teoría del valor orientada hacia lo biológico tal como la Teoría del valor de la entropía”, debe ser instituida.

La Teoría del valor de la entropía es una teoría del valor objetivo y funcional, porque incorpora información y tiempo sobre los otros factores tradicionales de producción. Esto significa que la Teoría del valor de la entropía, con el paso del tiempo, hacen comprensibles las variables biológicas y socioeconómicas dentro de una “Teoría del valor de la bioeconomía” que sepa reflejar los cambios de la sociedad. La Teoría del valor de la bioeconomía toma el tiempo como una variable intrínseca del sistema socioeconómico y en ello reside una de sus mayores ventajas.

Se debe prestar más atención a la ciencia de la Biología, así como a las bases científicas de la Economía que ha de aceptar el imperativo de la visión a largo plazo que ha sido ignorada por tanto tiempo.  En breve, una nueva teoría económica y un nuevo modelo operacional ha de ser desarrollado para tener en cuenta todos los nuevos factores y variables que influyen en la socioeconomía global y en los sistemas de la Biosfera. Esta es la teoría bioeconómica global e interdisciplinaria, que es el tema central de esta serie.

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Autores: Mansour Mohammadiam y José Alfonso Delgado

Nota: La publicación de las diferentes entregas de El Tercer Camino

se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.

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