Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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2/11/10

Semilla del corazón

Estas palabras escritas están cargadas de significados y evocaciones. Tan diversas en su interpretación como el estado y la dimensión desde donde las estés leyendo; pero se consciente de que son tan tuyas como todo lo que percibes.

Puede que las percibas como una resonancia en tu corazón, de algo de lo que eres consciente pero que tu silencio aún guarda; o que se articule una resistencia molesta por ser evocadoras de actitudes o situaciones enterradas y no resueltas o que aún no se han "materializado". En cualquier caso van dirigidas de corazon a corazón. El corazón que las escribe son todos los corazones y desde todos son "escuchadas".

La consciencia desde el corazón no está circunscrita; este es el gran secreto que se descubre en tu liberación de forma experiencial.

Cuando termines de leerlas dejando abiertos todos tus canales perceptivos, para darles la oportunidad de que sus vibraciones puedan resonar allí donde se den las condiciones, ¡párate el tiempo que sea necesario! Se generoso en esta actitud y observa con honestidad valiente y desnuda.

Descubre,"vaciando la taza", la gran semilla del corazón y disponte a ejercer tu libre albedrío.

¿Cuantos pensamientos incontrolados han asaltado hoy tu mente arrastrándote a un torbellino de emociones sacándote del presente, perdiendo la consciencia de tu propia presencia?

¿En cuantas ocasiones te has visto infectado por todos los acontecimientos y noticias que deliberadamente te ofrecen los mal llamados medios de comunicación para mantenerte atad@ a unas frecuencias desde las que se pueda manipular tu mente?

¿Cuantas veces has abierto las puertas de tu presencia al morboso entretenimiento en que se han convertido las desgracias y conflictos de otras personas?

¡Date cuenta de las energías con las que te permites resonar cuando vives inconsciente!

No hay descanso y si angustia y degradación para una mente desbocada que permite estas intervenciones constantes de un poder que las genera con el único objetivo de tenerte distraid@ o mantenerte bajo la influencia de las energías del miedo, la culpa, la rabia, el odio o la "necesidad" permanente.

Estas energías te convierten en un instrumento fácil de moldear e influir; así se te pueden implantar desde emociones arrolladoras de tu propia presencia hasta ficticios conocimientos o creencias radicales, para que seas un instrumento eficaz a las intenciones de todo un sistema de poder que va más allá de lo meramente material y que necesita de tu acción o pasividad inconsciente.

Con seguridad también te habrás encontrado a lo largo de esta vida con situaciones y obstáculos que en ese momento te han parecido insuperables o que en este momento aún te lo parecen.

Sin embargo para algunas personas estos acontecimientos pueden llegar a ser insuperables, mientras que para otras se convierten en un trampolín que las catapulta a otros niveles de consciencia, dotándolas de una energía, comprensión y capacidad transformadoras.

¿Cual es la clave de esta diferencia?

La clave está en tu interior y no fuera ni dependiente de que las cosas sean de otra manera de las que son. La clave es descubrir una forma de relacionarnos con todo que se abre desde el interior y solo desde tu interior.

Para ello hemos de reconocernos en nuestra auténtica dimensión, rompiendo la armadura psicológica de seguridad y control que tan alto precio nos cobra al entronizar al ego como supremo Rey, y bajo cuya ilusoria perspectiva de independencia del cuerpo-mente, estático y permanente, surge una hipnótica sensación de estar separados de cuanto nos rodea, instaurando la conflictividad y el enfrentamiento como forma de relación, borrando del mapa toda consciencia de unidad.

Las relaciones, las ideas, los comportamientos, las actitudes y los pensamientos son distintas formas en que se manifiestan las energías y estas manifestaciones dejan su huella mucho más allá del sistema perceptivo que normalmente tenemos activado.

Siempre podemos elegir vivir plenamente conscientes de estas manifestaciones o vivir encerrados en melodramas emocionales y atrapados en las vibraciones de un pasado que se perpetúa en el presente alimentado por los deseos del ego que jamás llega a desvincularse de sus pretensiones de un determinado resultado de sus intenciones y deseos.

Vivir desde el ego, aunque sea de una forma honesta solo nos lleva a situaciones de angustia y depresión, nadando en muchas ocasiones en contra del fluir de la vida, forzando a que el presente se convierta en el futuro deseado por el ego y que el pasado no resuelto, no agotado en su propio presente, se active una y otra vez.

La serenidad, la calma y la paz no pueden venir de fuera, han de encontrarse en nuestro interior y desde luego no aparecen desligadas de nuestros actos.
Cuando comprendemos la interdependencia de todo, cuando nos damos cuenta de que las relaciones y no solo entre personas, son el espejo en el que aparecen las partes que nos completan; cuando abrazamos lo que nos sucede sin que el ego entre a enjuiciar; cuando entendemos las necesidades, los miedos y las angustias de nuestros otros y cuando abrazamos de forma incondicional toda forma de vida viéndonos reflejados en ella, estamos esparciendo semillas de paz, estamos dejando que el corazón nos guíe, que afloren los sentimientos.

Es desde el corazón donde aparece esa consciencia no circunscrita que alumbra la unidad de todo y comprende toda singularidad.

Al vivir conscientes desde el corazón, cuya amplitud integra también toda perspectiva física, mental y emocional, podemos encontrar la paz interior y desde esta paz interior reflejar un mundo nuevo para nuestros otros.
Cuando brilla esta paz interior se alumbra nuestra verdadera esencia, la de todos los seres y aparece una energía que nos permite afrontar todas las circunstancias de la vida y reconocer la armonía en la que todo se envuelve.

Esto no significa la ausencia de dolor o de reveses, tampoco quiere decir que no se pueda estar contentos o tristes. Simplemente es estar conscientes sin apegos ni aversiones, en una condición íntima que va más allá de lo que suele entenderse como estado de ánimo.

Dejemos que se abra el portal del corazón, es el comienzo de un tiempo nuevo para la humanidad. Aquí y ahora es muy importante. Como decía Einstein: "Dios no juega a los dados".

Cuando la consciencia deja de estar circunscrita al ámbito del ego, cuando el centro de nuestra vida deja de ser la perspectiva del ego, cuando se abre la puerta del corazón, se entra en otra dimensión y no podemos evitar ser lo que en verdad somos, no podemos dejar de sanar, no podemos no servir al orden cósmico, no podemos no recordar nuestra completa y verdadera historia, el camino andado y las experiencias vividas que nos han traído hasta aquí y ahora.

No podemos no ser. Y la luz que abre la puerta del corazón es el Amor Incondicional.

Esta es la gran semilla que ha sido sembrada en esta humanidad para que pudiese brotar cuando se dieran las condiciones. Y tras un largo recorrido es aquí y ahora.

Esta es la ascensión, esto es acceder a la dimensión del Amor y comprender desde ahí que la Vida una sostiene a todas las criaturas del la existencia, desde los Universos todos, hasta las galaxias, las estrellas, los planetas, nuestra madre Tierra y a todos los seres en todas las escalas de sensibilidad y consciencia, y hasta las mas densas o etéreas manifestaciones de la creación.

Cuando brota la semilla del corazón; cuando el amor incondicional se revela como la esencia del ser; cuando se abre la puerta del corazón, cuando la humanidad se reconoce en su madre Tierra, en el Sol que la sostiene y en el Universo que nos integra; cuando se hace evidente y se percibe desde el corazón la conexión de todas las dimensiones, las amarras se sueltan y con la liberación la humanidad asciende a la dimensión del Amor.

Las condiciones están dadas, ahora toca ejercer el libre albedrío y vivir desde el corazón o continuar vinculado a las acciones y deseos desde el ego, produciendo un futuro condicionado por un pasado siempre inacabado. Tú sabrás perfectamente donde te sitúas, ya que no puedes engañarte y también puedes comprender que el engaño nunca existió, era solamente un artilugio de la consciencia desde el ego para mantenerte atrapado en su dimensión.

Si existe apego, no estamos en la dimensión del Amor.

Si no tienes paz interior, no estamos en la dimensión del Amor.

Si aún sentimos sensación de triunfo por la destrucción del enemigo, no estamos en la dimensión del Amor.

Si aún acogemos en nuestro interior alguna molécula de sentimientos como el odio, el miedo, la culpa, la envidia, etc., no estamos en la dimensión del Amor.

Si guardamos mientras los demás, nuestros otros, necesitan, no estamos en la dimensión del Amor.

Si...

Pero nada ni nadie puede evadirse porque la Vida es una y sigue y seguirán existiendo mundos internos en los que los pensamientos y los sentimientos de separación, de odio, ira, venganza, posesión, envidia y apegos son el combustible incendiario de mundos de sufrimiento que se perpetúan más allá de la vida y la muerte del cuerpo que los acogía, creando y repitiendo ciclos de oscuridad.

Todos los mundos y todos los fenómenos son olas del espíritu original, al igual que las olas son formas del océano, de la misma naturaleza pero a la vez diferentes.

De un soplo de viento nacen un millar de olas.

Una sola maquinación mental desencadena un incalculable numero de fenómenos, que se reflejan entre si y resuenan hasta el infinito. La resonancia es la forma de funcionamiento de la creación y tiene lugar en todos los rincones y a todas las escalas.

Por eso los mundos no ascendidos a la dimensión del Amor y que seguirán coexistiendo con todos los demás mundos, no pueden quedar yermos y desolados para que las llamas de los sentimientos de desamor sean reavivadas continuamente en un ciclo interminable.

La consciencia no circunscrita desde el ámbito del corazón, no puede dejar de ser lo que es y seguirá desempeñando la labor de siembra en estos mundos de las semillas del corazón: el perdón, la compasión, la comprensión, la humildad, el desapego, la caridad,..., preparándolos para que sigan evolucionando hasta poder acoger la gran semilla del corazón: El Amor Incondicional.

La ascensión consciente de un solo mundo resuena en todos los universos y provoca una cadena de expansión continua.

Sigue la Creación recreándose en su sueño infinito, también desde la dimensión del Amor.

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Autor: Juan Antonio Lorenzo

Fuente: Bodhisattva (http://juanantoniolr.blogspot.com/)

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