No podemos mirar el mundo ni enfocar nuestra vida desde la visión exclusiva de una raza, una cultura, pueblo o Iglesia. Nos sentimos ciudadanos del mundo, peregrinos de la historia total, responsables de la universalidad del cosmos, hermanos y hermanas de todas las criaturas.
El ecumenismo de Dios nos impide absolutizar mediaciones tales como nuestra propia Iglesia o nuestra religión. Nuestra pertenencia a una Iglesia no agota ni expresa adecuadamente nuestra pertenencia fundamental, nuestro «lugar social religioso»13, que no es ya el pequeño mundo de una confesión particular, sino –a imagen y semejanza de Dios- el amplio ámbito macroecuménico, el universo de las religiones,
El macroecumenismo de la misión cristiana
La nueva experiencia de Dios que hemos hecho… a través del redescubrimiento de Jesús, nos hace sentir también el macroecumenismo de la misión del cristiano. Hablamos de la misión fundamental de todo cristiano, más allá de toda vocación o carisma particular.
Esta misión consiste en «vivir y luchar por
Ahora bien, esta misión no es otra que la de toda persona humana.
Nuestra tarea como cristianos no es otra que la que nos compete como personas. En principio los cristianos no tenemos una misión propia, específica, distinta, reservada, sólo viable para los iniciados. Nuestra vocación coincide con la vocación humana, porque nuestro sueño coincide con el sueño de Dios.
Siendo lo que somos, personas cristianas, no nos sentimos pertenecientes a una facción, a un particularismo filosófico o teológico, a una secta que nos sustraiga de las grandes preocupaciones y perspectivas. Nuestras Causas son las Grandes Causas de
Sueño también de Dios.
Por eso, siempre que los hombres o mujeres, en cualquier circunstancia o situación, bajo cualquier bandera, trabajan por las Grandes Causas del Reino (amor, justicia, fraternidad, libertad, vida...) están cumpliendo el sentido de su vida, están haciendo la voluntad de Dios, están luchando por
cristianas y viven y luchan por sus Iglesias están haciendo la voluntad de Dios. No será otro el criterio escatológico por el que Dios juzgará a los seres humanos (Mt 25, 31ss): un criterio totalmente macroecuménico, no confesional, no eclesiástico, ni siquiera «religioso».
Común a todo ser humano
Esta «gran misión cristiana» que creemos que es común con la misión de todo ser humano, no dejamos de vivirla con nuestra propia luz de fe cristiana, con nuestra propia tradición. Hemos valorado mucho siempre nuestra propia tradición religiosa, como han hecho todas las religiones. Y como ellas también, hemos exagerado su valor cuando hemos absolutizado muchos elementos que eran realmente relativos, y cuando nos hemos considerado a nosotros mismos como el propio centro del universode las religiones... Hoy consideramos que la luz de nuestra fe es una luz «superior», porque viene de arriba, pero no es una luz superior a las demás por principio, sino una luz más entre las muchas luces de Dios que iluminan a
En relación con los otros
Por esta coincidencia entre la misión cristiana y la misión humana, nos sentimos bien en cualquier sociedad humana abierta. No necesitamos vivir en sociedades aparte, ni en sociedades cristianas, de régimen de cristiandad, porque lo que para nosotros importa no es el «decir ‘Señor, Señor’», sino estar a favor del proyecto de Dios. Nos sentimos llamados a colaborar con todos los que buscan la verdad y el amor, aunque no sean cristianos, ni siquiera creyentes. Nos alegramos de todo lo bueno que en el mundo fermenta, y nada humano lo consideramos ajeno a nosotros mismos, o irrelevante para una mirada atenta a la presencia de la salvación. El mundo, la sociedad, la historia, son nuestro propio ambiente vital, como ciudadanos del mundo y responsables de la sociedad, de su proyecto, de su misma esperanza... Ese mundo es el campo en el que nos sentimos llamados a realizarnos plenamente. Podemos y debemos colaborar con todos, sin visiones chauvinistas ni ópticas monocromáticas.
No dejamos de tener una identidad cristiana específica, pero es una diferencia accidental añadida y que no nos separa del mundo, sino que nos reenvía a él. Nuestra gran referencia no es esa identidad cristiana ni ninguna otra referencia confesional diferenciante, sino la «gran misión humana», la común vocación de constructores de
A diferencia de otros tiempos en los que los cristianos hemos medido todo lo ajeno con la medida de nuestros propios valores, hoy valoramos lo que no es cristiano reconociendo su valor intrínseco, por sí mismo. No llamamos a nadie «cristiano anónimo», ni a ningún valor lo llamamos «Verbo sembrado», ni «semillas del Evangelio» o «preparación evangélica». No importa que las personas sean cristianas o no, sino que sean ciudadanas del Reino. Y sus valores no valen por la participación que tengan de nuestros propios valores, sino de la que tengan en los valores de Dios mismo, fuente de todo bien.
El conflicto en la misión cristiana
Pero también nos encontramos con la oposición y el conflicto. Hay quienes se oponen a los intereses comunes de la comunidad humana a favor de sus propios intereses egoístas y opresores. Unas veces somos combatidos, otras debemos luchar y oponernos. A veces somos perseguidos por nuestra fe, y otras veces somos nosotros los que sentimos la necesidad de criticar la actitud de nuestra propia Iglesia o religión. El conflicto forma parte de la historia y de nuestra vida.
Ahí, nuestra actitud macroecuménica nos hace saltar por encima de fronteras chauvinistas entre «los nuestros y los otros», haciéndonos medir nuestras solidaridades y oposiciones en función de la utopía del Reino. También aquí el reinocentrismo es la medida de todo. Nos sentimos más unidos a aquellos que, aun sin ser de nuestra religión, sin referencia a Cristo o sin fe explícita en Dios, luchan por su Utopía (que nosotros llamamos Reino en lenguaje bíblico cristiano) y por tanto se posicionan a favor de la justicia, a favor de los pobres y de la liberación integral, que a aquellos que tal vez con el nombre de Cristo Rey en los labios, se posicionan a favor de la injusticia y la opresión, y se oponen a los pobres.
Si nuestra verdadera pasión es la llegada del Reino, y todo lo medimos ecuménicamente con esta medida –como decimos-, nos sentiremos más unidos a aquél que realiza
Esto es tremendo, pero es real. Y es evangélico. Jesús mismo sentía esa mayor cercanía. Él se identificó más con el samaritano que con el sacerdote y el levita, más con la liberación de los pobres que con el culto del templo (Lc 10, 25ss), más con los pecadores humildes que con los fariseos satisfechos de sí (Lc 15, 11-32; Mt 21, 31-32), más con el que hace la voluntad de Dios que con el que dice «Señor, Señor» (Mt 7, 21), más con los que dan de comer al hambriento, aun sin conocerlo (a Él) (Mt 25, 31ss), que con los que hicieron milagros en su nombre (Mt 7, 22), más con el que decía que «no» pero hacía la voluntad del padre que con el que decía que «sí» pero no la hacía (Mt 21, 28-32).
Conocemos muchos casos en la historia en los que la verdad del Reino ha estado más del lado de los que han sido perseguidos por los cristianos y hasta por la propia Iglesia, que del lado de éstos y de ésta. Cuando los indígenas de Abya Yala fueron invadidos, expulsados y masacrados o esclavizados, la razón de Dios estaba de su parte, y no de la del que esgrimía
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Autor: José María Vigil
Fuente: Espiritualidad Caminante
AMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarSolicito el ecumenismo cristiano protestante variado porque tengo la prelatura de Moyobamba concedido por el papa Benedicto XVI que me otorga ser el profeta Elias del ecumenismo cristiano en general.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Miembro Cristiano.
ESTIMADOS AMIGOS:
ResponderEliminarSolicito la firmeza de la fusion eclesiastica de las sociedades cristianas como un pacto unánime por mi inminente deceso póstumo de dividirlos.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
ESTIMADOS AMIGOS:
ResponderEliminarSolicito mi reconciliacion con la secta hechicera bruja y con la secta del curandero brujo porque ambas recibieron un oprobio sectario por unos impostores polares que me calumniaron de inminente onanista por especularme de prevaricador.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Sacerdote del hechicero brujo y Sacerdote del curandero brujo.
ESTIMADOS AMIGOS:
ResponderEliminarSolicito mi reconciliacion con la iglesia protestante y con la iglesia catolica porque ambas recibieron un oprobio cristiano por unos impostores polares que me calumniaron de inminente onanista por especularme de prevaricador.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Profeta Elias del ecumenismo cristiano eclesiastico y profeta Elias de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias.
ESTIMADOS HERMANOS CRISTIANOS:
ResponderEliminarLas diferentes deidades religiosas del mundo son sinónimos del Dios cristiano porque representan al Dios Elohim cristiano en diferentes nombres culturales que por ignorancia cristiana los tomamos como ídolos ajenos al cristianismo en la mayoría de los casos verosímiles.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Profeta Elias del ecumenismo cristiano eclesiastico.
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarSolicito ser el profeta Elias del macroecumenismo cristiano eclesiastico porque soy el profeta Elias musulman, el profeta Elias rabino, el profeta Elias testigo de Jehová, el profeta Elias de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias y el profeta Elias del ecumenismo cristiano eclesiastico como tambien el lider universal del beduismo. Confirmen a todas las diferentes iglesias cristianas sobre el siguiente versículo bíblico: No tendrás Dioses ajenos delante de mí porque eres mi pueblo sempiterno de la torre de Babel por la cual veneraste a la cobra de bronce con el profeta Moisés y al arca del pacto como una procesion levítica de Querubines alados. El becerro de oro era impostor porque lo veneraron en contra de Dios, por el cual, Dios lo prohibió.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Miembro cristiano ecuménico.
Gracias, Jorge Vinicio por tus comentarios y por compartirlos con tod@s nosotr@s.
ResponderEliminarUn abrazo.
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarSolicito una revelacion cristiana que les testifique de mis misterios divinos y demoníacos que me resarcen paradójicamente para evaluarme ecuménicamente.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Miembro rabino.