Anagramas

A propósito de la entrada Juegos Matemáticos publicada el pasado sábado 19 de diciembre, Moisés Guzmán, de Montevideo (Uruguay), me pregunta con relación a los denominados anagramas.

Muy usados actualmente en el ámbito de los pasatiempos, los anagramas cuentan con una larga historia y un gran simbolismo sagrado. Por ejemplo, las enseñanzas místicas de la Kabalah hebrea se basan fundamentalmente en anagramas en los que, mediante la alteración del orden de palabras, se obtienen nuevos significados. Igualmente, los romanos otorgaron al estudio de anagramas la categoría de “ars magna” o arte mayor. Y los reyes franceses del Renacimiento estaban tan convencidos de que los anagramas cuentan con propiedades mágicas que tenían anagramistas reales, cuya misión consistía en ayudarles a tomar decisiones a través del examen de las palabras de los documentos importantes.

En esta dilatada historia de los anagramas, también se han producido hechos curiosos que permiten hablar, por expresarlo de alguna manera, de anagramas imposibles. Verbigracia, el siguiente:

“Smaismrmilmepoetaleumibunenugttaurias”

¿Qué es esto?. Pues un anagrama que esconde una frase en latín:

“He observado el planeta más alto en triple forma”.

Fue así como el italiano Galileo, en agosto de 1610, comunicó en secreto al alemán Kepler su descubrimiento de que Saturno -el planeta más alto (alejado del Sol) entonces conocido- cuenta con dos satélites (creencia errónea debida a que confundió con tales los extremos de su anillo).

Sin embargo, Kepler, cuando recibió el jeroglífico, formó con las mismas letras otra frase:

“Salve, furiosos gemelos, prole de Marte”

Dedujo de ello que Marte posee un par de satélites. Conclusión que sí es correcta, pero inverosímil para una época en la que se carecía de telescopios aptos para divisar las pequeñas lunas del planeta rojo.

En diciembre del mismo año, Galileo transmitió de nuevo a Kepler otro anagrama:

“haec immatura a me iam frustra legunturoy”

Detrás de él se disfraza otra frase latina, con esta traducción:

“La madre del amor emula las formas de Cynthia”

Es decir, que Venus -madre del amor- muestra unas fases cíclicas análogas a las de la Luna -Cynthia-.

Y, de nuevo, Kepler llegó a una solución diferente:

“En Júpiter hay una mancha roja que gira matemáticamente”

Algo tan verdadero como de imposible contenido para el momento. ¡Hubo que esperar dos siglos y medio para que la mancha fuese descubierta!.

¿Qué probabilidad hay de que un anagrama de más de treinta letras admita, por puro azar, una segunda reordenación coherente?. Muy escasa. ¿Y de que, para colmo, el otro significado se corresponda con un hecho real y desconocido?. Prácticamente nula. ¿Y de que ello ocurra dos veces casi consecutivas?. Un milagro que queda para los enigmas de la historia.

Si os queréis divertir formando anagramas, os aconsejo este enlace:

http://freespace.virgin.net/martin.mamo/fspanish.html

Por ejemplo, si se introducen las palabras “emilio carrillo”, da como resultado una batería de anagramas, como, por ejemplo, “licorera lio mil”. ¡Es lo que os aconsejo para que disfrutéis la Nochebuena como se merece!.Eso sí, si bebes, no conduzcas.