La sensación de bloqueos en las relaciones es uno de los motivos
más frecuentes por los que muchas personas deciden revisar o replantear su
mundo interior.
De hecho, en muchas ocasiones, he podido comprobar cómo el objetivo
real de una reforma no era en sí la búsqueda de bienestar personal sino la
búsqueda inconsciente de lograr una apertura interior a través de la apertura
de tabiques creyendo que la nueva realidad exterior mejoraría o daría un aire
nuevo a la relación, generando así, todavía, más inconsciencia.
Por suerte, hay personas que escuchan sus propios tiempos, sus
ritmos y los mensajes que la vida nuestra en ellos logrando entender que la
realidad exterior tiene muchos ingredientes que nacen del propio reflejo
interior y deciden, a su manera, comenzar la reforma en su propio mundo
interno.
Este es el caso de un chico, relativamente joven, de unos 40 años,
que tras sentir dificultades tanto en sus relaciones personales como con sus
socios, decidió profundizar en los diferentes aspectos que pudieran estar
influyendo. Optó, tras conocernos, por empezar su propio trabajo interior y al
poco tiempo decidió trabajar en el interior de la empresa.
Tanto en su proceso interior como exterior se percibía el mismo
tipo de bloqueo. Un bloqueo vital que se materializaba en relaciones
conflictivas, exigentes y que le llevaban a expresar un aspecto de su carácter
poco conciliador que generaba más conflicto todavía.
Con el afán de crear una realidad exterior diferente comenzó a
prestar menos atención a su proceso interior personal y a poner más atención a
la realidad material.
En cuestión de varios meses, su luz interior se fue debilitando y
en el mundo exterior en el cuál se enfocó fueron surgiendo, todavía, más
conflictos.
Fue, tras una acumulación de situaciones tensas y tras observar que
su propio camino se desviaba de dónde realmente quería estar, cuando decidió,
de nuevo, volver al origen del trabajo real: su propia relación interior.
En sólo 4 semanas observó cómo se exigía a sí mismo mucho más de lo
que sentía que le exigían a su alrededor. Que la explosión de su carácter no
era más que en reflejo de la represión que vivía dentro de él por la presión
que él mismo se ponía. Que todo el mimo y facilidad que no encontraba y
anhelaba en las relaciones era una carencia que nacía hacia su propio trato
interno.
Una vez tomó consciencia de lo incómodo que vivía dentro de sí,
decidió mejorar su propia relación interior con una renovada visión del amor a
sí mismo.
Dos semanas después, su nueva realidad interior se manifestó a su
alrededor: una de las relaciones más conflictivas se alejó, una nueva relación
de pareja se activó con un trato hacia él como nunca antes había sentido, y fue
entonces, por sí mismo, cuando decidió ordenar la zona conflictiva de la
empresa logrando que la energía vital de las relaciones volviese a fluir
disfrutando así de un nuevo orden.
Este tipo de casos son los que, no sólo a la persona implicada,
sino a todos los que la rodeamos, nos recuerda que el verdadero orden y el
verdadero amor van de la mano comienzan en nuestro interior.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
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los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de
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