ME SIENTO
EN CASA
Cuando la pasión nuestra es estar en casa, nos volcamos al cuerpo para liberar los archivos más densos de la información que todavía puede estar en los tres primeros centros energéticos, de la vida del mamífero. Así lo estoy haciendo para ir desarrollando una carga electromagnética mayor para la transición
Descubro cómo la
visión interna se vuelve más real, cómo se desarrollan sustancias maravillosas;
una de ellas, por ej., es la que se desarrolla cuando estoy en estado de total
calma, cero estreses, inmovilidad total. “Creo que es la misma sustancia o el
mismo líquido que la oruga suelta cuando necesita ser mariposa.”
Desbloquear
energías densas del cuerpo se vuelve nuestra mayor opción, para rendirnos a esa
vida sobrenatural que nos espera que, como digo, es lo más natural a lo que
debemos acceder.
Este paso
electromagnético hay que vivirlo en el cuerpo para apagar las memorias de
mamíferos, sus dolores y sus traumas; para sentir el orden que en el corazón habita,
para sentirme conectada, y no tener que participar de los dolores del parto de
una vida que está agonizando.
Así percibo cómo
el universo y yo, somos uno. Pues he
cambiado totalmente la relación con lo sagrado. En esta conexión del corazón con la
consciencia Cósmica el miedo se desvanece; pues se vive la total confianza en
lo que no se ve. Esta es la unión
perfecta en donde el corazón emite luz propia, sin intervenciones
incoherentes. El corazón funciona con su
propia frecuencia, con su propia información.
Los centros
energéticos inferiores del cuerpo, van liberando la información más densa; “así
confirmo cómo se van modificando todas mis experiencias en esta nueva relación
con lo sagrado”.
EL GEN
SAGRADO, LA ENERGÍA QUE SOY
“Ya no soy yo quien vive en mí, es mi padre, quien lo hace a través de mí”
Verifico
que cuando las respuestas en mi sentir son coherentes con lo descubierto; es el
momento en que la identidad DIVINA empieza a disponerse en este cuerpo-mente.
¿Qué es lo
que en realidad estoy desplegando? El Gen
Sagrado que me habita. Y es por esto que
me estoy haciendo correspondiente a otra realidad. Esta es mi tarea y lo seguiré sosteniendo
pues es la pasión de este, mi momento presente.
Esto ha cambiado en forma radical, la manera como me relacionaba conmigo
misma, con los otros, con la vida y con el universo; ahora me Veo, ahora los
Veo.
Mi opción en este
instante es vivir el Estado Místico que tiene que producirse para la
transición.
Sin rendición,
sin honrar la vida, sin honrar lo vivido y lo experimentado, sin llegar al
punto cero de esa naturaleza inferior, no se podrá reconocer ni sentir la nueva
energía que nos define. Aclaro, pues,
que acceder a una nueva naturaleza, es acceder a otra frecuencia. Pues el sentir del corazón es de una
frecuencia diferente al deseo o capricho de los quereres del personaje. El sentir del corazón ES LO QUE ÉS.
¡Qué diferencia
tan grande hay entre sentir y pedir!
Sentir es una combinación entre ver y descansar en eso que se
siente. Cuando se siente, se descansa en
la vida, porque lo que es, ÉS, y hecho está.
Esta es la certeza que mueve montañas, que mueve el campo, porque de lo
que del corazón procede, lo que sigue es la manifestación. Cuando el corazón siente, no dice: necesito,
dice SOY eso que se ÉS. Por eso en el corazón tengo la certeza que lo que es,
ÉS. Esta es una combinación entre
sabiduría, agradecimiento, entrega y paz.
Es una fuerza no
mental de necesitar que algo suceda, es la fuerza del recorrido que te dice que
lo que ÉS, hecho está.
Este sentir del
corazón diluye la teoría de la evolución como está planteada. Es energía electromagnética definiendo la
forma, modelos de vida que se definen con la frecuencia. Me faltan palabras
para explicar lo inexplicable porque mis palabras no tienen aún el vocablo de
lo que ÉS.
Debo confesar que
cuando escribo para mí, es más fácil que cuando escribo para otros, porque sé
que el otro es una mente que lo recibe y…
MI EXPERIENCIA
MÍSTICA
Hoy, estoy aprendiendo a relacionarme más con lo no físico, con la no forma, sabiendo que de esta manera avanzaré más en mi propósito interno de vida; pues es, en lo no físico, donde estoy accediendo a nuevas realidades.
Hoy sé que para descubrir
los secretos del universo es necesario pensar, sentir y actuar, más como
energía, en medida, en frecuencia y en vibraciones altas, para así diluirme en la
no forma
Me estoy
entrenando para ir más allá de los cinco sentidos. Estoy aprendiendo a desaprender para vivir de
otra manera, sintiendo las intenciones más profundas de mi corazón. Cada vez
siento más, cómo el yo personal no opera; y es el observador el que me enseña a
desaprender, a vivir de otra manera.
Cuando desaprendo, la atención, la concentración y la observación, se
hacen presentes.
Me estoy dando el
permiso de desdoblar mi SER frente a la experiencia. Esta se vuelve más sagrada, haciendo que mi
momento presente se viva en más esplendor.
Me estoy dando el permiso de vivir diferente. A veces no tengo el lenguaje apropiado para
describir lo que estoy viviendo en este momento.
Estoy
desarrollando conscientemente la sabiduría adquirida en el recorrido, para
acabar de cumplir el viaje. Y que ya no es, desde luego, una preocupación por
sacar adelante nada. Y por supuesto, sí
una realidad sin miedo. Esto lo
estoy consiguiendo con un gran amor por mí misma. Cuando hablo de un gran amor, hablo de amar
mi recorrido, de amar mi vida, amar mis experiencias, siguiendo mi corazón.
Me doy cuenta
cómo el plan Divino está funcionando en mi vida, cuando suelto el control,
cuando suelto la duda. Me doy cuenta que la energía asciende a su más alto
nivel, cuando estoy en ese estado, me Veo como lo que no se ve. y, por lo
tanto, confío y me doy cuenta que mi conexión primordial es con lo que no ven
los cinco sentidos. Claro, para esto se
requiere una mente sana y elaborada en otra frecuencia; para la comprensión de
la Divinidad que somos.
He descubierto
que, muriendo todos los días no tendré que morir nunca. Por supuesto dejaré el cuerpo, pero el velo ya
se ha caído, esto es lo que concibo como vida eterna.
Si el mamífero
pensante desea sobrevivir a este tránsito que nos plantea hoy la vida, deberá
dar este paso, más allá de los que le plantean los cinco sentidos, pues
solamente así podrá atender las exigencias que la vida le demandan, para poder
sobrevivir a la próxima especie.
LA VIDA DIVINA
EN LA MATERIA, EL ESPÍRITU ELECTROMAGNÉTICO QUE TODO LO UNE
En primera instancia, debo salir de los programas más densos de la información, contenidos en las primeras capas de las células; programas más primarios, para ir subiendo la vibración de la materia, hacia nuestro siguiente nivel, poco a poco, así la conexión con el campo se va haciendo más evidente.
Este paso humano
está en sincronía, como ya lo he comentado, con el proceso tridimensional que,
a mi sentir, comenzó en 1987, “porque así ocurrió en mi”, un cambio acelerado
en su primera etapa, hasta el 2012.
Momento tras
momento, siento más esta manifestación del cambio, tanto en la tierra como en
mi cuerpo. Percibo con mucha frecuencia que entro en este campo
electromagnético, y me permito sentirme en dimensiones diferentes, de acuerdo a
mis movimientos internos. Me voy dando cuenta de las diferentes frecuencias en
las que me mantengo, de acuerdo a lo que voy experimentando.
El cambio
frecuencial que hoy estoy viviendo, es real.
Este no es un cuento de hadas ni algo paranormal porque es un encuentro entre
espíritu y materia. Me doy cuenta
entonces, que el cuerpo también tiene su propio proceso y hago continuamente
ajustes para equilibrar mi energía
Hoy más que nunca
percibo la entrada a otra dimensión de la tierra y la humanidad y, por lo tanto,
me estoy dando el permiso de darme el espacio para vivenciarlo, en vez de salir
corriendo a las demandas de un mundo convulsionado. Sé que los cambios de la
tierra, que están surgiendo, me están ayudando a sutilizar la materia en la que
vivo y por ello estoy agradecida
No es con la
mente analítica, sino con el corazón y la consciencia que he desdoblado, que
estoy viviendo esta experiencia, en donde me exijo muchísimos momentos en
silencio, observando lo que me está pasando, con lo que está pasando. Es ese estado de observación que me da tanta
paz, tranquilidad y que me permite ver y encontrar la coherencia del momento
presente.
En este proceso
me voy dando cuenta, cómo la mente emocional va perdiendo la fuerza y el poder
en mí. Este nuevo estado que voy alcanzando es el despliegue de la conciencia
cósmica en la materia en la que vivo.
Esto requiere que lo inferior vaya dejando de ser funcional en mí. Entre tanto, voy recibiendo señales de la
consciencia universal, trascendentes para mantener la frecuencia en la que hoy
me encuentro. Es como si sintiera que el
universo se dobla a mi favor, doblándose a mis intenciones y a la coherencia de
mi corazón. Quitando de mí todo
obstáculo o toda hostilidad que me impida ir construyéndome en lo esencial, “lo que estaba buscando, me encontró”.
Entre más
profundo es el despliegue de mi SER, más consciente me hago de esta fuerza
espiritual electromagnética que todo lo une.
Así también me acerco más a lo sagrado; a la vida divina en la tierra.
Aclaro que mi
comunicación con el universo es a través del “sentir” que cuando siento, ya no
tengo que recorrer el espacio-tiempo que antes recorría, para que eso que
buscaba, me llegara. Ahora, aquello que
yo buscaba, me encontró en el punto donde estoy. Haciendo realidad, sin espacio ni tiempo, la
manifestación de lo ya creado. De esta
manera, los secretos del universo quedan en mí, y yo en ÉL. Esta es la fusión del
UNIVERSO místico de alta frecuencia en mi materia consciente.
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Autora: Ananda Castro (graciasananda@gmail.com)
Fechas de las entregas de Ananda Desplegada publicadas en este
blog:
+Facsímil 1: 5 de abril.
+Facsímil 2: 5 de mayo.
+Facsímil 3: 5 de junio.
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