Matizando a Pitt (2)
Aclaraciones: Antes de entrar en materia cinco cuestiones como consecuencia del
anterior. (1), dije que no pidierais las restantes partes pues pese a estar
escritas sufrirían añadidos si llegaba el caso, pero parece que no se lee
adecuadamente. No pretendo montar una intriga, es que como veis, estoy
añadiendo texto conforme llegan testimonios que quieren ser publicados como
veréis más adelante. (2), que Jesús de Nazaret no existiera, o que esa es una
historia montada, ya me he pronunciado varias veces. No creo nada que no pueda
comprobar o de lo que no tenga pruebas irrefutables. Así que sabiendo que la
historia ha sido modificada continuamente, que la TV miente, que los políticos
mienten, y que a día actual el tema del virus ha sido un cuento muy bien
elaborado que muchos se creen aún, pues no hay manera de convencer a alguien de
que ha sido engañado, ni lo pretendo. Más al respecto, si la Biblia habla de un
dios vengador y que pide sacrificios, que se enoja con sus criaturas y les
manda plagas e incluso un diluvio que los mata a todos menos a unos pocos; ese
no es el DIOS DE AMOR en el que VIVO. La Biblia, un cuento para crédulos
supremos e ignorantes, hablan de un
rescate de ese dios por medio de su hijo, y el cuento dice que su hijo llega,
lo matan pero no hubo ningún rescate, que se larga y dice que volverá a
rescatarnos en otro momento, pues si te quieres seguir creyendo el cuento como
el de los reyes magos, pues es tu problema; pero como además FOMENKO ya ha
DEMOSTRADO con PRUEBAS que la historia ha sido alterada, que el imperio romano
no existió y que la vida de Jesús de Nazaret no es más que la historia de la
vida de un rey del siglo XII, y además demuestra que la Biblia fue escrita por
los jesuitas entre el siglo XVI y XVIII, pues apaga y vámonos. Y puedo darle
valor a FOMENKO porque existe, y las
pruebas están ahí y nadie las ha
refutado en modo alguno; por tanto, Almita documéntate y deja de crear
egrégores que fomenta la iglesia caótica a la que respaldas al creer en el
cuento de la Biblia, el cuento mejor y más vendido en la historia editorial,
con múltiples versiones según cada religión. Y pese a todo esto, este es el
único punto en el que diferimos Emilio y yo, pero que pensemos distinto no nos
lleva al enfrentamiento, a la discusión, a la pelea, sencillamente es algo que
no nos une pero que en modo algunos nos separa. Pero es que hay más cosas que
no nos unen, él es futbolero y a mí eso me trae al pairo…; pero para más INRI
pese a este punto de no unión, me permite ejercer mi libertad de expresión sin
ningún tipo de censura, y jamás me ha censurado en nada de lo publicado, que
conste. (3), he leído el libro solicitado por Beth de Baird T. Spalding -
La Vida de los Maestros. Del mismo he seleccionado unas 4 páginas (de
subrayados) que me son de utilidad práctica y con resultados evidentes para mí,
pero el resto no me sirve. Lo he hablado con Beth y ella comenta que me quede
con lo que me sirva y que el resto fuera. De hecho, hemos hablado del tema de
los Maestros Ascencionados y no puedo darle crédito a ello solo porque una
serie de personas escribieran sobre ello en el pasado. No sé si existieron,
aunque San Google diga que sí. Insisto, lo que no puedo comprobar, no me sirve.
Lo que no se puede demostrar, no me sirve. Así que sigo investigando en esto de
los Maestros y Vigilantes pues no sé si son la misma figura, aunque sí lo sé
ya, pero de ello hablaré cuando hable de la conexión con el SER. Sólo puedo
confirmar lo que pasó con mi Vigilante, del resto no puedo dar crédito dado que
no he tenido la experiencia y no tengo pruebas.
Voy a seguir investigando y a ver qué consigo. Pero que Cony Méndez
escribiera sobre los Maestros Ascendidos, no me prueba nada de nada, es solo su
discurso, pero no hay pruebas. De hecho, en el libro antes mencionado, se
inicia sin explicar cómo toman contacto con esos Maestros, y termina de una
forma casi cortante sin dar explicaciones de cómo salen de aquel sitio. Además,
aparece la figura del Maestro Jesús (no el de Nazaret) y las palabras que se le
atribuyen, en muchos casos son muy edulcoradas y al estilo de una falsa
espiritualidad que no me va, que me dan ganas de vomitar. Como no hay pruebas
en el libro, no puedo dar crédito al mismo, como no debes darme crédito a mí.
No has de creer nada sin pruebas. Pero además algunas explicaciones, que ofrece
el libro, se basan en la teoría de la Tierra esférica, y si esos Maestros
fueran quienes dicen que son y hablan con honradez, deberían de decir la verdad
y no mantener la mentira de la Tierra esférica. (4), lo de mi nueva línea de
tiempo lo explicaré más adelante. Tras estas cuatro partes de matizaciones de
Pitt, viene la explicación de los cambios de líneas de tiempo y luego explicaré
la conexión con el SER, la Totalidad, la Fuente. (5), Beth me comentó que donde
ponemos nuestra atención ponemos nuestra energía y que dejar de hablar de los
Malvadetes, produce que no les demos más atención y por tanto más sustento, lo
mismo que seguir en el cuento de la Biblia y el de Nazaret inventado, pues le
damos vigor y aliento a la iglesia caótica. Así que voy a cambiar el decir
Malvadetes por el jolgorio de llamarlos con un toque de mayor humor como Gru y
los Minions.
Visto lo visto, ahora
os paso un testimonio de una chica que quiere permanecer en el anonimato:
En cuanto a contar las
experiencias, en general no las cuento para no pasar por chapita (así le
decimos por acá al loco o por estarlo) Yo las he tenido y bastante
curiosas, alguna vez te lo he comentado, pero en esas ocasiones, nunca nadie me
habló tampoco vi nada. Todo pasa por tener las sensaciones y la evidencia
física. Tampoco nada sucede si lo pido, siempre ocurre de forma
espontánea y deduzco, que cuando está en peligro mí vida física.
Tengo muchas para
contar, empezando por lo que me sucedió a los ocho meses de vida y la última,
de película, en el año 2017.
Ésta te cuento. Espero
que se entienda.
Eran las once de la
noche, yo vivía en el año 2017, en un barrio inseguro, alejado del centro. Salí
de casa para recibir a mí hija que llegaba en autobús a siete cuadras de
distancia. Bajó del autobús ella y empezamos a volver lo más rápido
posible. Pasadas seis cuadras, doblamos la esquina, ya a unos cincuenta metros
de casa y escuchamos una moto que se acercaba. No había nadie en la calle
a esa hora y mi hija me dice: mami corramos que nos van a asaltar (es una
forma de robo muy común en Argentina, se les llama motochorros a estos
señores). En efecto, una moto con dos hombres se detuvo, uno de ellos
dejó la moto tirada en medio de la calle, entonces le pedí a mi hija que
corriera adelante y llamara a un vecino y a la policía.
Entonces mi hija cruzó
la calle corriendo, uno de ellos la siguió y el otro corrió hacia donde yo
estaba.
Yo me quedé parada
esperando y cuando lo vi venir, le grité una palabrota (¡acá empezó todo,
porque en realidad yo nunca pronuncie ni una palabra, pero fue como si gritara,
no sé cómo ocurrió eso!) entonces, el joven, porque vi que era casi un
adolescente, corrió hacia mí con una navaja en la mano y cuando estuvo a
la distancia de un metro, se detuvo en seco, levantó las manos con las palmas
hacia arriba, cómo quien se choca contra algo. Se cubría, como si se
le viniera encima, no sé qué... Y empezó a gritar y a retroceder llamando al
compañero, caminaba para atrás de forma lenta y pesada, con las manos
levantadas, (con la cuchilla en la mano) y mirando para arriba...se lo veía
aterrado, como ante un fantasma o al demonio... Así, desesperado, llamaba a su
amigo, que dejó de perseguir a mí hija y llegó hasta donde estábamos. ¡Qué es
lo que te pasa! Le preguntaba el otro y el con la voz que apenas le salía,
decía: nada, nada, no sé, mira, mira, vámonos ya, vámonos...y corrieron hacía
la moto que estaba tirada en la mitad de la calle y se fueron a toda velocidad.
Mi hija volvió hasta
donde yo estaba, todavía parada y quieta, y me preguntó qué había pasado y yo
le dije: no lo sé, realmente no lo sé.
Todo esto que te cuento, es como si lo hubiera
vivido otro, lo sentí como si le sucediera a otra persona. No tuve miedo, y
ningún sentimiento negativo. Lo sigo recordando como si lo hubiese visto en
otra persona.
Imagino muchas
explicaciones, pero no tengo la respuesta que quisiera: quién o qué nos
protegió. Cómo en las otras experiencias que he tenido,
Igual de asombrosas, inexplicables y difíciles de
narrar.
Y ya pasamos a las matizaciones de lo que Pitt me trasladó.
Pitt dijo que la experiencia
define la creencia, no al revés. Es decir, y pongamos un ejemplo, un bebé
no tiene una creencia de un helado, ni siquiera es posible que sepa lo que es,
pues desconoce miles de datos que aún no han sido expuestos a él, pero el
primer día que la madre le da a probar un helado, descubre un sabor,
probablemente increíble que le gustaría volver a degustar, pero que desde luego
no sabe cómo pedirlo pues ni el concepto de helado, como palabra, tiene
almacenado en su mente. Así que el bebé tiene primero la experiencia de un
helado y luego se le forja en su mente un concepto, o una imagen mental de lo
que ello le ha supuesto. Con el tiempo aprende a decir la palabra helado y a
esa imagen mental que tenía, en un inicio, le pone un concepto verbal que con
el tiempo aprenderá a escribir, pues de entrada se aprende el idioma sin saber
escribirlo. Así que de nuevo es que el
valor y la certeza de algo se ha de dar primero en la experiencia y luego llega
la creencia en la misma.
Por el contrario, lo habitual es tener
creencias (conceptos) y desde esas creencias (conceptos) crear una experiencia.
Ejemplo, tengo el concepto de helado, y solo de imaginarlo las papilas
gustativas empiezan a crear una experiencia, esto está muy demostrado con los
perros de Pávlov. Pero a donde
quiero ir, y a ver si consigo explicarme, es que en una experiencia cercana a
la muerte (ECM), una persona puede “ver” a Jesús o a Alá, dependiendo de sus
creencias religiosas (conceptos). Y así, en la ECM crea, con el reducto aún de
su energía mental y desde sus creencias (conceptos) una experiencia acorde a
sus creencias (conceptos). De estos ejemplos hay mucho publicado, así que no me
extiendo más, lo buscas y lo compruebas, pero de entrada no me creas en nada no
sea que crees una experiencia basada en lo que escribo y a lo que das validez
sin antes haber tenido la experiencia por ti mismo, y sin que la experiencia se
base en creencias (certezas) anteriores. ¿Qué acabo de decir? Sencillo
de comprender: hay personas que tienen alucinaciones, y su cuadro clínico
refleja que “ven” arañas (aracnofobia) y esa persona, en determinados momentos,
se aleja de una pared llena de arañas que sólo ella ve, pero que tú y yo no
vemos. Ella, por sus circunstancias clínicas, manifiesta estas cuestiones, pero
antes de que le dieran miedo las arañas, ya tenía, seguramente, una experiencia
traumatizante al respecto que le da una creencia de ello, y ello le lleva a
recrear la experiencia alucinante por aquel trauma no resuelto. Pero por igual, tú y yo, y en función de
nuestras creencias (conceptos, sin certezas), podemos manifestar una
experiencia basada en esas creencias. Si ves un símbolo nazi, por ejemplo,
posiblemente te dé miedo, así que como tienes una creencia (concepto sin
experiencia) sobre los nazis almacenada de una forma determinada, al ver el
símbolo de los nazis, creas miedo en ti mismo. Luego de una creencia (concepto
sin experiencia) en algo que jamás has visto ni padecido, creas una
experiencia contra algo que no existe en realidad en tu vida; entonces a esto
lo podemos llamar crear una experiencia desde una creencia basada en un
concepto sin experiencia cierta. Yo, de pequeño, tenía miedo de entrar en la
habitación de mis padres, en concreto cuando éste no estaba en la casa, pues su
cinturón marrón con el que me zurraba estaba colgado siempre allí, en una
esquina, mientras él estaba en la base aérea donde usaba su otro cinturón azul,
propio de su uniforme. Así que, al llegar al borde de la puerta de la
habitación de mis padres, y ver el cinturón marrón, me entraba el miedo ante la
posibilidad de que el cinturón se me echara encima y me golpeara. Te parecerá
absurdo esto, pero hay personas a las que les recuerdas a Franco o a los Grises
(policía armada de aquella época) y les entra el miedo, y ni uno ni los otros
están vigentes en el panorama actual.
Dicho todo esto, Pitt,
a lo que se refería de que en agosto pasado había roto todos mis sistemas de
creencias, es que de verdad se habían roto todos. De golpe, ante el hecho de
averiguar que la Tierra no era esférica, pero no sabía cómo era, todos mis
sistemas de creencias aprendidos de cálculos de navegación aérea, naval y
terrestres, se vinieron abajo, con ellos los conocimientos (sistemas de
creencias) sobre topografía y cartografía, así con los cálculos de tiro… y
consecuentemente un sistema de creencia que iba cayendo iba arrastrando a otro…
se me fue todo. De hecho, tuve que buscar al menos dos sistemas de creencias
que fueran empíricos para partir de ahí en mi nueva realidad (¿nueva línea de
tiempo? No lo sé). Es casi como si hubiera perdido la memoria y empiezo de
cero, pero en este caso conservo el idioma, sé de las personas que existen en
mi vida… Pero había poco más, y todo aquello de atrás en lo que creía, lo creía
no porque pudiera tener una experiencia anterior a la creencia asentada, sino
porque había cosas que creí de otros dándole validez sin tener pruebas
(certezas) de esas personas en sus relatos, sino que solo se les cree por ser
ellos mismos (principios de autoridad: padres, profesores…) Personas que lo
decían y lo aseguraban porque así lo aprendieron de otros que por igual
hicieron como ellos. Un ejemplo, para comprender esto mejor, es que de pequeños
nos dicen que el barco al alejarse en el mar lo pierdes de vista y que esa es
la prueba de que la Tierra es esférica, así que de una creencia aprendida,
observas eso del barco y tienes una experiencia que es validada desde la
creencia aprendida. Pero si te vas elevando por una montaña cercana a la playa
desde donde el barco se va alejando, el barco no se hunde en la distancia, sino
que lo sigues manteniendo en tu vista, hasta que definitivamente observas que
sí lo pierdes – por mucha montaña que subas -, pero ello es debido al punto
de fuga que nuestra visión posee, y de esto te informas por tu cuenta. El
caso es que como los sistemas de creencias habían sido rotos, poco sistema de
creencia tenía para crear alguna experiencia propia, sólo iba dando por válido
(cierto) aquello que podía ser registrado por mis sentidos. Es decir, puedes
decirme que tienes pareja (creencia), y no lo pongo en duda, pero hasta que no
la vea (experiencia), no lo creo, no le doy validez (certeza), no confió en
ello, no es cierto para mí sin la experiencia, la prueba, la comprobación, la
certeza. Insisto, teniendo muy poco que crear (experiencias) desde mis
pocas creencias, no había nada concreto a experimentar que quisiera conocer o
realizar, mucho menos la experiencia con Pitt.
Así llego a inicios de
enero donde redescubro en el ordenador un audio que hacía años me había bajado
de Internet (ya no existe, lo comprobé), y que en su momento me ayudó. Así que
tenía la experiencia (certeza) anterior de que ese audio me ayudó, y eso
significa que tras una experiencia de ese audio tenía la certeza (creencia
empírica) de su ayuda en mí, y lo iba a aplicar de nuevo en poder andar más y
mejor, ya que por aquel momento solo llegaba a 15 minutos andando sin cansarme.
A final de mes ya andaba dos horas. El audio*, al final del mismo, termina diciendo que observe que ya estoy en
otra línea de tiempo, pero realmente no le di crédito ni valor al inicio de lo
que en ese punto decía sobre la línea de tiempo, pues yo estaba buscando
mejorar el movimiento de las rodillas, pero no asimilaba que eso que buscaba
tuviera que ver con el cambio a una nueva línea de tiempo, pero cuando empecé a
andar las dos horas, ya lo pillé, sí, había cambiado mi línea de tiempo sin
darle crédito a lo que el audio decía, solo al tener la experiencia de que
podía andar dos horas, creía (sistema de creencias – certeza empírica-) que
podía estar en una nueva línea de tiempo. Y desde esta experiencia propia e
inequívoca, decidí fabricar una nueva línea de tiempo; de hecho, lo dije a
varias personas, pero sé que ni caso hicieron de lo que estaba diciendo, pues
realmente dije que me estaba fabricando una nueva realidad, y nunca
hablé de fabricar una nueva línea de tiempo. Algunos preguntaron cuál era el
secreto (de mis rodillas) y le pasé el audio, pero de seguro que no lo usaron
¿por qué creer a un tipo como yo? E hicieron bien, pues partirían de una
creencia en una persona, no de una experiencia en sí mismos. Así que, sin
ninguna creencia en una nueva línea de tiempo posible en mi vida, sí creé eso,
y desde esa creencia sólida que constituye una verdad y certeza para mí, decido
crear una nueva línea de tiempo para mí donde… eso queda para mí, aunque aún no
lo observo manifestado o conseguido tal como lo diseñé, aunque Pitt dijera que
sí, aunque reconozco cambios; no obstante, una parte sí está materializada,
otra no (lo mencioné en la I parte). Al tiempo de iniciar esto de crear una
nueva realidad (línea de tiempo nueva), los más cercanos ven cambios en mí, y
se dan cuenta que estoy cambiando y lo notan perfectamente; pues sí, yo ya
sabía que estaba cambiando, pero ellos me lo confirman desde fuera de mí, lo
que da más valor a mi nueva experiencia creada desde otra anterior que
constituye una certeza, no desde una creencia en algo porque alguien dijo que
eso funcionaría.
*Sí, puedes pedir el audio, solo manda mail.
Así, que de lo que se trata, y quería MATIZAR, es que si te es
posible, partas a una nueva experiencia, pero desde una experiencia anterior
consolidada en ti, de algo que es cierto para ti, no de creencias de lo que
diga otra persona, o de lo que hayas leído en libros o prediquen los de
siempre. Por tanto, puedes crear algo nuevo, si quieres una nueva línea de
tiempo, pero si partes de una experiencia real en ti. Porque si partes de una
creencia no fundamentada en una experiencia creada antes de asumir la creencia,
lo que construyas no será real y se difuminará en breve. O al menos es como así
lo comprendo yo. Y hasta aquí esta matización.
No sé a dónde me dirijo, pero sé dónde no quiero estar. Lo mejor en
mí, es que no tengo ningún afán en luchar por ganar o no perder, me da igual el
juego que plantee la vida, el sistema o Gru y los Minions. Imaginas ¿cómo en la
II GM podrían estar viviendo los que vivían en Mozambique, ajenos a todo el
tinglado? Como que para con ellos nada de la II GM les afectaba en su vida pues
no jugaban a ese juego. Pues es lo mismo que para los que viven en la isla
Sentinel, impenetrable para el hombre llamado a sí mismo civilizado; y es que
esos indígenas –con arcos y flechas - no conocen del virus ése que no
existe, que tanto miedo ha metido al mundo desde una creencia falsa que muchos
han dado por verdadera, y que si han tenido alguna experiencia al respecto de
ese bicho que no existe es el de padecer una
excelente gripe, y otros han concluido en la experiencia de la muerte
por creer en una cosa llamada vacuna que les iba a curar cuando les ha matado.
Así que sigue creyendo a tus políticos, y verás las experiencias tan chulis y
bonitas que podéis crear, te aseguro que la implantación mundial del
totalitarismo será una experiencia inolvidable, pero, conste, que partes de la
creencia es que hay que obedecer a la OMS y al Presi guapo, y así en un suma y
sigue de cosas a creer sin dudar que predican necios llamados a sí mismos la
élite; y luego, si les sigues creyendo, se crean experiencias desagradables;
pero que conste que eres el causante de lo que experimentas en función de tus
sistemas de creencias. Mientras, yo, insisto en que no sé cómo será esa línea de tiempo en la que estoy
acoplándome, según dijo Pitt, pero no será como hasta ahora la actual quiere
ofrecer, pues ya tengo la certeza de que haciendo caso a esas creencias que el
sistema ofrece se crean experiencias que ya no van conmigo. Así que no sé
adónde voy, pero sé dónde no quiero estar ni volver a experimentar lo de siempre.
Prefiero algo nuevo, más cuando me importa un bledo elevado al infinito si esta
guerra se pierde o se gana; ya estoy fuera del juego; y si quieres jugarlo, es
cosa tuya, pero conmigo no contéis. El juego de sobrevivir como sea nunca me ha
ido, y mucho menos ahora. Así que, a jugar a tope, hasta que os canséis de las
experiencias que ese sistema de creencias que el sistema ha vendido; pues por
lo general, la gente se lo ha comido, masticado, tragado y rumiado… y ahora la
están cagando, dicho lo de cagando con el doble sentido que posee la expresión.
Paso a matizar otro aspecto. Y aquí usaré mucho los conceptos de ganar y perder. El auténtico secreto es dejar el juego adoctrinado, de luchar o pelear por ganar algo; o el juego
adoctrinado de luchar o pelear por no perder algo. Por tanto, si te
sales del juego empiezas a construir una línea de tiempo distinta, pero para
ello has de perder el miedo a perder todo y el miedo a no ganar nada. Y no te
lo recomiendo, pues el riesgo de salirse del juego es algo por lo que no sé si
estás dispuesto a pasar: no ganar nada y perderlo todo.
Una cosa saqué muy clara de Pitt, y es que Gru y los Minions no
pararán en sus acciones pues sus Vigilantes les impulsarán a que las
ejecuten, es el juego. Y la clave para que todo acabe, es no jugar al juego
propuesto, es salirse del juego, y en términos vulgares se le llamaría
desobediencia civil e insumisión fiscal. Eso te saca del juego y los saca a
ellos, pues ni unos tienen a quienes controlar y de los que ganar, ni los otros
tienen que ser controlados por nadie ni más que perder. ¿Se quiere más del
juego? Pues a jugar, a ver si algo se gana mientras juegas, porque como siempre
se perderá, si no se pierde todo lo ganado – pero antes de ampliar esto, señalo
algo-, y añado, lo más que se puede perder en este juego es la dignidad humana
y por supuesto toda la DIGNIDAD DIVINA, de la que vengo hablando en 16
capítulos anteriores. Si se deja de jugar realmente se gana, pues ya no hay
nada que perder al no tener nada que ganar al estar fuera del juego. Así pues
¿qué importa perder si ya no se gana nada ni te pueden seguir manipulando con
eso de que no ganas nada si te sales del juego inventado por el sistema de Gru
y los Minions? No obstante, traigo aquí lo que dejé antes en el aire de qué se puede perder tras lo ganado, pues
¿acaso no recuerdas eso de “no tendrás
nada y serás feliz”? ¿Acaso no estás perdiendo poder adquisitivo y ganando
lo mismo de siempre o menos? Luego ya estás perdiendo en el juego sin darte
cuenta, pues por mucho que ganes, el poder adquisitivo se pierde a la misma
velocidad que más ganas, o ¿acaso no te has dado cuenta? Te dejan ganar algo y
luego lo pierdes. Mira, Almita, en Espakistán si consigues ahorrar el 10% de tu
sueldo anual, ya eres un privilegiado, porque el poder impositivo fiscal
directo es del 56% sobre el total de tu sueldo anual; el resto lo gastas en la
hipoteca, en gasolina, en tus facturas para vivir y comer a base de una carga
impositiva brutal con impuestos indirectos, y si te queda ese 10% para ti, pues
ya puedes darte por contento. Te dejan ganar lo que ellos quieren, incluso te
convencen de que eso es lo justo acorde a tus capacidades tan cortas en
relación a las tremendas que tienen ellos que son las élites que están ahí para
salvarte y gobernarte pues por ti mismo solo sabrías devorar a los demás, o
serías un cromañón si no fuera por ellos, y vas y te lo CREES (sistema de
creencias), así que te dan algo a cambio de mucho esfuerzo y trabajo (“El trabajo te hace libre” - dice
aún en la verja de entrada de Auschwitz
-), y de ese algo que has ganado, poco a poco pierdes casi todo, sino todo. ¿Me
equivoco?
Mirad, Almitas, el panorama es tal cual. En este mundo el 99% de
las riquezas están en manos de no más de unas 1.000 personas, calculo, así que
¿quién es el esclavo que solo gana para luego perder? No me quedo aquí, sigo
explayándome, que la lengua la tengo muy suelta y el sable desenvainado.
En realidad, uniendo estas piezas y otras, se podría concluir en
que vivir esta vida no posee el más mínimo sentido a menos que sepas jugarlo o
sepas dejarlo de jugar, al menos es mi punto de vista, y os lo explico. Si el
juego de la vida es ganar y no perder, pero lo jugamos sin saber que es un
juego; nos pasamos la vida en este juego donde ganamos y perdemos a continuación,
y esto se transforma en el juego de sobrevivir como sea. Pero si eres
consciente del juego y lo juegas, aprendes a vivir dentro del juego, pese a sus
consecuencias. Es decir, siempre que se gana algo, se pierde un poco, mucho o
todo, y vuelta a empezar. Ganas para un coche, pero a los pocos años el coche
ya no sirve, está que no vale nada, y lo has perdido, pero ya lo perdiste justo
al comprarlo, pues nada más sacarlo del concesionario, al segundo de hacerlo,
el valor del coche no es el mismo, y ya has perdido, en un segundo, solo en un
segundo has perdido una buena parte de lo que ganaste. Y así con todo, con la
hipoteca, por ejemplo, luchas para pagarla y en el caso de que la consigas
pagar hasta el final, muchas veces la casa ya no posee los adelantos actuales,
está deteriorada, pues no se construyen para que duren decentemente más de
treinta años, está vieja, y no la
venderás por más de lo que la compraste si haces un comparativo entre el año de
compra y de venta acorde a lo que es la marcación del nivel de vida, pero la
pérdida puede estar antes si no pagas las cuotas mensuales. Desde hace tiempo,
en USA en concreto, en
Espakistán ahora, se está procurando ahogar a los pequeños agricultores para
que vendan sus tierras por una miserable cantidad de dinero. Se han pasado toda
la vida luchando por ese trozo de terreno de 10 hectáreas, las cultivaron, las
pagaron y ahora se las quieren quitar. De nuevo la misma película, luchas para
ganar y luego perder. Es la rueda del hámster y no nos hemos dado cuenta,
bueno, yo sí me di cuenta hace más de 20 años donde dejé de pagar impuestos a
los piratas mafiosos, pues es lo que es el estado, las instituciones, y
aquellos a quienes colocan ahí para implementar su sucio juego de ganar y
perder: los políticos, religiones, banqueros, jueces, policías, ejército,
periodistas… y ahora, con el rollo de la plandemia, se les ha unido el personal
sanitario, asesinando, y el docente, adoctrinando. Ellos son depredadores que
cuando ven que puedes prosperar y de hecho lo haces, ponen nuevas condiciones
para ahogarte, frenarte y destruirte en base a supuestos inventados por ellos
que te dicen que lo hacen por tu bien. Al final, ellos te quitan lo tuyo, y
esto de nuevo es luchar para ganar y luego perderlo, y vuelta a empezar, como
en el mito de Sísifo, quien fue condenado a subir una roca hasta una montaña
durante el día, luego la roca se caía y volvía a lo mismo al día siguiente y
así por la eternidad. Yo dejé de subir
la roca a la montaña, para que luego la roca se caiga de nuevo y volver a
empezar al día siguiente subiéndola sabiendo que caerá de nuevo y que en eso
consiste la vida, el sistema actual, en definitiva: ganar y perder. Bien, pues no juego más, y sé que en ello perderé
todo y nada ganaré (materialmente hablando), pero ten por seguro que libre soy,
mi dignidad mantengo y mi honor preservo, y eso para mí sí es ganar lo que
nunca me podrán quitar. Dejé de ser un esclavo hace mucho, y me da que adónde
voy no puedes seguirme, es cosa de valientes el no querer seguir subiendo la
roca cada día para al día siguiente hacer lo mismo, esperando que algún día
todo cambie. No, nada cambiará en este juego. Solo cambia, cuando dejas de
jugarlo. Fijaros en el juego del calamar, dijeron que no querían jugarlo cuando
se dieron cuenta de en qué consistía, y les dejaron ir, pero al poco les
invitaron a volver y regresaron todos menos unos mínimos. Pues soy de esos
mínimos que se salieron del juego. Mientras, a seguir jugando en el juego del
calamar: luchar para ganar, y luego perderlo todo. Es igual que ir a la guerra
¿Puedes ganar algo? Sí, es posible, pero puedes perder la vida. En una guerra
hay muy poco que ganar y mucho que perder, y siempre en beneficio de los que no
van a la guerra; pues esto es lo mismo que la vida actual, y no digo ya que el
sistema establecido, que también, te ha convencido de lo que vas a ganar, pues
te ponen la zanahoria por delante de las narices, pero no te enseñan todo lo
que vas a ir perdiendo en el camino sin alcanzar la zanahoria nunca. Este es el
juego, si te va, juégalo, a mí no me va ser un hámster, o un Sísifo, terminé
con ello, mi dignidad y honor están por encima de eso, me lo impiden.
Almita, de nuevo estoy al final de la aciaga página ocho, así que
nos vemos la semana que viene.
Comunicado de Emilio
Carrillo
Quien ahora escribe es Emilio Carrillo, y no soy Deéelij, pues
somos personas distintas, aunque aún hay quienes piensan que soy yo con un
pseudónimo.
Le pedí a Deéelij que anunciara la terapia, que recibió por
psicografía, en este Blog y no en otros lugares de publicidad porque, estando
más enfocada a las personas que ya han iniciado su despertar espiritual, o
están ciertamente avanzadas, pero aún les queda algo por conseguir (eliminar su
ego, reconectarse con su alma, tener control emocional…), este Blog posee los
lectores adecuados para lo que se ofrece. Además, muchas de las cuestiones que
comparto en conferencias, seminarios, retiros… se pueden asentar mejor con
ella, como un plano a construir, ayudando la terapia en la construcción.
Para solicitar la ayuda
terapéutica dirigirse a: deeelij@gmail.com
Comunicado de Deéelij
Si quieres recibir esa terapia anunciada por Emilio, quien la
imparte soy yo, no Emilio, que os asustáis cuando en el primer contacto por
video conferencia veis que no es Emilio y os lleváis un buen susto. Si quieres
recibir esa terapia, has de contar con una hora y media al día para ti para
poder ir ejecutando lo que te iré mostrando en el proceso terapéutico, así que
si no dispones de ese tiempo, no pasa nada, deja pasar el momento hasta que
tengas ese tiempo para ti. Cuando contactes conmigo deja un número de teléfono
la que mandar número de móvil o celular al que
poder enviar un WhatsApp y desde ahí establecer un contacto para explicar lo
que necesites y determinar, en su caso, cita para comienzo de sesiones online.
Audio libro: https://www.ivoox.com/podcast-deeelij-2022_sq_f11441821_1.html
Actualizaciones de “Todo Deéelij”: en deeelij@gmail.com
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