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El blog El Cielo en la Tierra publica todos los lunes, desde el 3 de septiembre de 2018, una entrada relacionada con el Proyecto de investigación Consciencia y Sociedad Distópica. Por medio de la web del Proyecto se puede tener información detallada sobre sus objetivos y contenidos y cómo colaborar con él:
http://sociedaddistopica.com/
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Un millón de especies, de las 8 millones existentes, están en
peligro de extinción por la sobreexplotación de los recursos terrestres y
marino.
La humanidad está
haciendo un uso tan abusivo e insostenible de los recursos naturales y de su
riqueza biológica, que está socavando las bases de su propio desarrollo. La
pérdida de biodiversidad (sobre la que se asienta la disponibilidad de
alimentos, medicinas y muchos servicios ambientales) tiene un ritmo galopante.
Desde el año 1500, el hombre ha propiciado la desaparición de 680 especies de
vertebrados, mientras que un millón de especies de animales y plantas (de los 8
millones existentes) están en peligro de extinción. Así lo indica el estudio
más completo realizado hasta ahora sobre la vida en la Tierra, obra de expertos
convocados por la Unesco y presentado en París.
Tanto las personas que
viven en la actualidad como las generaciones futuras están en riesgo a causa
del deterioro de la riqueza biológica.
La naturaleza provee una
amplia diversidad de servicios ambientales y recursos. Esta riqueza es vital
para nuestra subsistencia, pues proporciona comida, ayuda a combatir o reducir
las enfermedades y sirve, entre otras cosas, para mejorar la salud mental a
través de una aproximación a los espacios verdes.
La humanidad obtiene
actualmente más alimentos, energía y materiales que nunca. Sin embargo, la
explotación de estos recursos se está haciendo a expensas de la capacidad de la
naturaleza de seguir proporcionando materias primas que garanticen el bienestar
futuro. Está en juego calidad la calidad de vida, a no ser que se tomen medidas
urgentes para revertir el declive de plantas, insectos y otros organismos
vitales.
Desde 1970, la producción
agrícola, pesquera, forestal y la extracción de materias primas han crecido.
Pero, la capacidad de recuperación de los ecosistemas está disminuyendo
rápidamente.
El valor de la polinización
La importancia de los
servicios ambientales que se ven acosados es enorme. Por ejemplo, más del 75%
de las cosechas agrícolas mundiales, incluidas las de frutas y verduras, y
algunos de los más importantes cultivos comerciales (como el café, el cacao o
la almendra), dependen de la polinización.
Se estima que cada año
están en riesgo ingresos mundiales procedentes de las cosechas valorados entre
210.000 millones y 515.00 millones de euros como resultado de la pérdida de
polinizadores.
Además, la degradación de
las tierras ha reducido la productividad un 23% en el conjunto de las ares
terrestres).
Globalmente, las
actividades humanas han alterado significativamente la naturaleza en todo el
planeta.
El 75% de los ambientes
terrestres y el 66% de los ecosistemas marinos han sido severamente
modificados, y la mayoría de ellos continúa sufriendo un proceso de degradación
(muchos a un ritmo de al menos, un 4% por década), mientras ecosistemas
sensibles, como los humedales y los bosques maduros de crecimiento largo,
sufren el declive más rápido.
Muchas especies están
ahora más amenazadas que nunca antes en la historia de la humanidad.
Especies salvajes y biodiversidad
Desde 1500, las acciones
del hombre han provocado ya la desaparición de 680 especies de vertebrados
incluyendo la tortuga gigante de Pina, en las Galápagos (en 2012), aunque ha
habido exitosos esfuerzos de conservación, como la conservación del óryx de
Arabia o el caballo Przewalsky mongol, entre otros.
De hecho, la mayoría de
las especies en peligro de extinción han visto agravada su situación los últimos
años.
Actualmente, están
amenazadas de extinción un promedio del 25% de especies terrestres, de agua
dulce y vertebrados marinos así como de invertebrados y grupos de plantas
estudiados.
Más de un 40% de las
especies de anfibios, casi un 33% de los corales de arrecifes y más de un
tercio de los mamíferos marinos se encuentran en esta misma situación.
Y la cobertura de corales
vivos en los arrecifes se ha reducido a la mitad respecto a los pasados 150
años.
La proporción de insectos
amenazados de extinción es incierta, pero algunas estimaciones la sitúan en un
10%. Se calcula que hay unos 8 millones de especies de animales y plantas (5,5
millones de las cuales son insectos), y de esa suma, 1 millón están amenazadas
de extinción.
Aproximadamente, el 9% de
las 5,9 millones de especies estimadas que existen (es decir, más de 500.000
especies) tienen unos hábitats tan fragmentados y escasos, que son
insuficientes para garantizar su supervivencia a lago plazo. De ahí que el
informe crea que pueden ser consideradas como especies muertas que caminan
(zombis), a no ser que sus espacios naturales sean restaurados.
Ecosistemas marinos
Los bosques de manglares
han reducido al menos un 25% su extensión original mientras que las praderas de
fanerógamas marinas merman su superficie a un ritmo del 10% por década.
La pérdida y el deterioro
de estos hábitats costeros resta capacidad de proteger la costa mientras que
esa mayor debilidad en la protección de las zonas litorales hace que entre 100
y 300 millones de personas viven en áreas por debajo del nivel de inundación
que se da cada 100 años.
Bosques
El diagnóstico sobre los
bosques es dispar. Hay una ganancia en las latitudes altas y templadas, y una
pérdida en el trópico.
Globalmente la tasa de
pérdida de bosque se ha reducido a la mitad desde el decenio de los 90 del
siglo pasado (exceptuando los gestionados para extracción maderera y las talas
por razones agrícolas).
Pero la superficie de los
bosques continúa disminuyendo y ocupan en todo el mundo el 68% del espacio que
tenían en la época preindustrial.
Entre un 10% y un 15% del
suministro maderero mundial procede de talas forestales ilegales (porcentaje
que alcanza el 50% en algunas áreas).
La expansión agrícola, la
mitad de la cual se ha hecho en detrimento de los bosques intactos, se ha dado
principalmente en los trópicos (que han perdido un millón de km2 entre 1980 y
2000), como resultado sobre todo de la creación de haciendas ganaderas en
Latinoamérica y de plantaciones en el sudeste de Asia, sobre todo para palma
aceitera (para productos de alimentación, cosméticos y combustibles).
Alimentos
El número de variedades
vegetales empleadas en los cultivos así como de razas animales usadas se ha
reducido drásticamente como resultado de los cambios de uso del suelo, la
pérdida de conocimientos tradicionales, las preferencias del mercado o el
comercio internacional a gran escala.
Muy pocas variedades de
plantas están siendo cultivadas, desarrolladas, comercializadas y conservadas
en todo el mundo.
El informe alerta de que
muchas variedades agrícolas (importantes para garantizar la seguridad
alimentaria a largo plazo) carecen de protección legal.
La homogeneización
agraria y los monocultivos han dado lugar a que se hayan registrado cientos de
especies invasoras en todo el mundo, lo que distorsiona los ecosistemas
afectados.
La diversidad genética en
el mundo rural y agrícola se ha reducido, principalmente a causa de la
extinción de razas y variedades.
En el año 2016, se
estimaba que aproximadamente el 10% de las razas y variedades domesticadas
habían quedado extinguidas.
Muchos de los puntos
calientes (hotspots) de mayor riqueza agraria (esenciales para mantener las
variedades de los cultivos y fortalecer la seguridad alimentaria) están bajo
amenaza o no están formalmente protegidos. Se pone en peligro, pues, una
reserva de genes que puede proporcionar fortaleza frente al cambio climático y
resistencia contra los pesticidas y patógenos y que puede ayudar a combatir la
destrucción de genes (semillas, animales domésticos).
Pérdida a un ritmo insostenible
La redacción del resumen
del documento para los responsables de formular político finalizó el pasado fin
de semana en París en una reunión en la que estuvieron presentes de expertos y
representantes gubernamentales.
“La salud de los
ecosistemas, de los que dependemos nosotros y todas las demás especies, está
deteriorándose más rápidamente que nunca. Estamos erosionando los principales
fundamentos de nuestras economías, sociedades, seguridad alimentaria, salud y
calidad de vida en todo el mundo”, denuncia Robert Watson, presidente de la
Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y
Servicios Ecosistémicos (IPBES), autora del informe. “No hay duda de que
estamos perdiendo la biodiversidad a un ritmo verdaderamente insostenible que
afectará el bienestar humano tanto de las generaciones actuales como de las
futuras”, añade Watson.
“Vamos a tener problemas
si no actuamos, pero hay una serie de acciones que se pueden llevar a cabo para
proteger la naturaleza y cumplir los objetivos humanos de salud y desarrollo”.
Los autores del estudio
esperan que esta primera evaluación global de la biodiversidad del planeta
sitúe esta crisis ecológica en el centro de atención pública, de la misma manera
en que la emergencia climática ha sido objeto de amplio debate social tras los
cinco informes de evaluación del cambio climático del Panel Intergubernamental
de Expertos de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC), especialmente el
estudio El calentamiento de 1,5
ºC . Esta plataforma, que forma parte de la UNESCO, ha
elaborado el informe con participación de 145 expertos de 50 países y ha
contado también con contribuciones adicionales de otros 310 expertos
Amplia recopilación
El informe es una recopilación
de estudios académicos (sobre asuntos que van desde el plancton marino y las
bacterias subterráneas hasta las abejas de miel o la botánica amazónica).
Se espera que todos estos
hallazgos ofrezcan como resultado un panorama general sobre el estado de la
naturaleza del mundo que proporcione evidencias de que el mundo se enfrenta al
riesgo de una sexta ola de extinción.
Mike Barrett, director
ejecutivo de conservación y ciencia de WWF, dijo: “Todos nuestros ecosistemas
tienen problemas. Este es el informe más completo sobre el estado del medio
ambiente. Confirma de manera irrefutable que la naturaleza sufre un fuerte
declive”.
Los expertos estiman que
la humanidad se ve amenazada por un desafío triple: el clima, la naturaleza y
la producción de alimentos. “No tenemos tiempo para desesperarse”, dijo.
“Debemos tener la esperanza de tener la oportunidad de hacer algo al respecto
durante estos dos años”, añadió Barret en declaraciones a The Guardian.
El informe esboza
posibles escenarios futuros que variarían según las decisiones tomadas por los
gobiernos, las empresas y los individuos. Es probable que el próximo año y
medio sea crucial porque los líderes mundiales deben acordar planes de acción
para la naturaleza y el clima en dos grandes conferencias a fines de 2020.
China será la sede de la
nueva conferencia de la ONU sobre biodiversidad en Kunming, que establecerá
nuevos objetivos a 20 años vista para actualizar el Acuerdo de Aichi (Japón),
en 2010. Poco después, la convención marco de la ONU sobre el cambio climático
revisará el acuerdo de París contra el calentamiento.
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Autor:
UNESCO
Fuente:
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