Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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30/12/20

Vacunas: Salud y derechos (y II)

Hoy que la “Autoridad Sanitaria”... ¿a qué mérito obedece esta calificación?... va creciéndose en derechos a costa de mermar los del Paciente, más que nunca, los segundos necesitamos recuperarlos, rescatar nuestros derechos olvidados, como a los primeros recordarles sus deberes descuidados.

Les viene bien que siga así, pues les da vía libre para ir creciendo en autoridad haciéndose notar en mando y distancia, como vemos hoy mas que nunca con el tema Covid, hasta el punto que han subido peldaños en el escalafón social.

Nos hallamos a las puertas de que nos convoquen para ponernos en la fila para recibir la vacuna del Covid. Ellos ya nos tienen visualizados en cola y con la camisa remangada como en la mili o en las aldeas del tercer mundo. Que sea así o de manera más cívica y democrática....o no sea....depende de nosotros.

Esta vacuna, al igual que la situación que estamos viviendo las personas, no es como ninguna conocida hasta hoy desde nuestra existencia como seres humanos en la Tierra. Su necesidad, en el mejor de los casos, pongamosla en cuarentena por dudosa; su eficacia a la hora de proteger nuestra salud más cuestionable aún, sus efectos adversos (RAV) desde lo cuantitativo hasta lo cualitativo aún mucho más, y los intereses no humanitarios de quienes las promueven, incluidos los gobiernos que la planifican..... en la sospecha infinita.

Ante semejante panorama de falta de empoderamiento cívico-sanitario por una parte, y de total incertidumbre ante la amenaza de la vacuna para el Covid, ¿que nos queda?, ¿que hacemos?....cualquier cosa menos bloquearnos o rezar.

A mí que me convoquen por escrito. De cara al juicio final en que terminará este culebrón sanitario, necesitamos recopilar documentación firmada. No queda otra que pasar a la acción y trabajo en equipos informativos; lo deduje  tras acudir al I Congreso de Salud Censurada celebrada en Balaguer a finales de agosto de 2.019. Organizado por Dulce Revolución, tuve ocasión de conocer, departir y escuchar a quince ponentes. Impresionante el tema de las vacunas y la información que nos llegó de Xavier Uriarte e Isabel Bellostas desde el punto de vista médico, y de Luis de Miguel Ortega desde lo legal, por la falta de aplicación de la legislación en cuanto a derechos del paciente y la impunidad médica ante los graves efectos adversos (RAV) siempre negados.

También desde el punto de vista médico-cívico-legislativo, no nos queda mas que anticiparnos. Pasar de ese acomodo mental-ideológico, derivado de delegar la acción reivindicativa a sindicatos y partidos “activos y combativos”, que permitía relajarnos como masa acrítico-pasiva, y pasar a la acción directa para empoderarnos desde, primero conocer el derecho en vigor y en segundo lugar, no quejarnos sino reclamarlo formalmente para poder ejercitarlo.

Reclamar nuestros derechos y también sus obligaciones. En el caso concreto de la vacuna, exige conocer dos documentos base: Cuestionario Prevacunal y Consentimiento Informado, recogidos implícitamente en la Ley 41/2002: Reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. Esta ley en su artículo 2 punto 2 dice: “Toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere, con caracter general, el previo consentimiento  de los pacientes o usuarios”. En el punto 4 del mismo artículo lo explicita al añadir: “Todo paciente o usuario  tiene derecho a negarse al tratamiento excepto en los casos determinados en la Ley. Su negativa al tratamiento constará por escrito”.

El primero en rellenar debe ser el Consentimiento Informado, ya que sin él

no ha lugar el segundo. Sobre esto, el artículo 8 punto 1 de la ley dice: “Toda actuación en el ámbito de la salud de un paciente necesita el consentimiento libre y voluntario del afectado”.....pero...el apartado “A” del punto 2 del artículo 9 de esa ley dice o desdice: “Los facultativos podrán llevar a cabo las intervenciones clínicas indispensables en favor de la salud del paciente, sin necesidad de contar con su consentimiento, en los siguientes casos: a) Cuando existe riesgo para la salud pública a causa de razones sanitarias establecidas por la Ley”.....y aquí amigo Sancho con la iglesia hemos topado.

Todo esto ya viene del franquismo medieval y su: “Reglamento para luchar contra las enfermedades Infecciosas” de 1.945. El artículo 22 del capítulo 5 dice: “Cuando las circunstacias aconsejaren y con ocasión de estado endémico o epidémico o peligro de éste, los Jefes Provinciales de Sanidad podrán imponer la obligatoriedad de determinadas vacunas sancionadas por la ciencia”

Pues aquí y ahora, ¾ de siglo mas tarde, de nuevo una ley franquista, nos “encinta” a la posible futura operatividad con la vacuna. Existen precedentes obligando a 35 familias el año 2.010, resueltos en la Audiencia de Granada, a favor de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, siguiendo la doctrina del Tribunal Constitucional amparada y avalada por la Ley Orgánica 3/1.986.

De nuevo las dos preguntas: ¿qué nos queda?, ¿qué hacemos?....cualquier cosa menos bloquearnos o rezar. Salud y Derechos: base y bandera en esta batalla; mesa y pancarta en la calle para trabajo en labor divulgativa, desde el Manual de Resistencia editado por la Liga para la Libertad de Vacunación. 

En la temática-problemática de las vacunas y enfermedades infecciosas con registro desde 1.900, se dan informaciones tan sospechosas y controvertidas sobre su eficacia y efectos adversos (RAV), que exigen repaso y puesta al día.

Máxime cuando la apuesta mercantil anual a favor de este producto estrella, por parte de corporaciones farmacéuticas e ideologías políticas subvencionadas por ellos, es cada día más clara, por su doble o triple función política-sanitaria.

Ellos, para mantener o recobrar nuestra salud, todo lo reducen a “soluciones” externas generadoras de IVA, cuando la mayor fuente de salud, la tenemos dentro, recibida como herencia finita y gratuita de nuestra madre física (sistema inmunitario y micicrobiota intestinal). Cuando la única e indispensable Fuente de Salud para perpetuar nuestra Existencia y crear nuestro espacio futuro, emana desde la Raíz de nuestro Árbol de la vida, heredada como Semilla sembrada en el corazón por nuestra Madre cósmica.....Sol de la Tierra.

El documento (Modelo 1): Consentimiento Informado, lo firma el paciente una vez recibida toda la información por el facultativo que nos va a vacunar. Si no lo hacen, es porque no se les ha exigido el documento... porque no nos exigimos conocer nuestros derechos...y en base a ese déficit de civismo, se vienen dando los crecientes abusos por parte de la “Autoridad Sanitaria”.

El Cuestionario Prevacunal, se rellena con las respuestas del paciente sobre supuestas contraindicaciones como condición previa para vacunar o no.

El documento (Modelo 2): Daños y Responsabilidades Médica y Administrativa, lo firman el paciente y el profesional médico responsable.

Lo que la ciudadanos en general, estamos dejando entrever con esta situación de normativa invasiva y erosión de nuestros derechos en el tema Covid, es miedo y debilidad. El hecho de haber pasado toda nuestra vida como masa acritica, delegando el conocimiento de nuestros derechos a agentes públicos, partidos políticos, etcétera, hoy nos impide ejercitarnos en el libre pensamiento, incluso temerosos para opinar con criterio propio. Por otra parte, vemos como ese coro de “bienpagaos”, alineados con las tesis oficiales del argumento uniformado, justifican todas las medidas restrictivas no médicas que enferman a la sociedad. Por todo ello, nos invade un sentimiento de desamparo tal que, a una parte de la ciudadanía le infantiliza en su miedo, y a otra, también desde su miedo, la estimula para trabajar desde el civismo democrático, a favor de la primera y la recuperación de nuestros derechos en la Salud.

Admiro a Niestzche, que fue quien delimitó una frontera entre lo cívico y lo político desde el derecho: “Donde comienza el Estado, allí termina el Hombre”.

Así, aquí y ahora se trata, no de trabajar unos para otros, sino a ser nosotros mismos; empoderarnos desde la escucha activa a favor de nuevas propuestas en equipo....y resolver con la idea de renovarnos hacia lo nunca conocido.

El embudo sociosanitario impuesto para manipulación de códigos genéticos, contraviene el acuerdo internacional (ratificado en 1977) de protocolo para Consentimiento Informado, a favor de la autonomía del paciente, que fue redactado en el Código Nuremberg de agosto de 1.947, tras los experimentos médicos en la Alemania nazi y vacunación con efectos muy adversos en 1.940 en Guatemala....y que en España suman ya 970 casos al año.

Traspasando todas las fronteras del civismo democrático, de la moral cristiana y los Principios de Bioética acuñados en el año 1.970, ya penetraron en lo mas íntimo de nuestra naturaleza humana, como es el código genético orgánico. Hoy, al amparo de esa impunidad, intentan llegar al alma, como esencia del sentimiento que nace desde una Conciencia divina y herencia genética estelar.

Hoy lo que se viene dando entre los humanos, es el reflejo de la batalla entre continuar la Existencia o involucionar hacia la no existencia, que se dirime en otros mundos. Última batalla, sobre seguir siendo o dejar de ser; la misma batalla existencial pendiente dentro de cada cual. Así, la solución de lo de fuera, parte de como lo vayamos resolviendo cada cual... en nuestro interior.

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Autor: Iulen Lizaso (iulenlizaso@gmail.com)

Nota: Este artículo se publica en el blog en dos entradas:

la primera, el miércoles 23 de diciembre; y la segunda, el miércoles 30.

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