Muchas veces me he planteado si esa creencia en un Nuevo Mundo, en una Nueva Humanidad es eso, una simple creencia o realmente es una realidad. Es, supongo, el mismo sentimiento que un condenado a cadena perpetua puede experimentar respecto de lo que es la libertad. Cuando vi la película “The Shawshank Redemption” (Cadena perpetua), casi al final Andy Dufresne (Tim Robbins) le dice a Ellis Boyd “Red” (Morgan Freeman), ambos con la perpetua: “sólo hay dos caminos aquí, empeñarse en morir o empeñarse en vivir”, porque se corre el riesgo de terminar institucionalizado, de considerar la cárcel como lo único y todo lo que existe, que más allá de la tapia de la cárcel no hay nada.
“La
esperanza es algo bueno y, las cosas buenas no mueren”, le responde “Red”.
En
las cárceles se producen eventualmente motines, revoluciones exteriores,
acompañadas de revueltas, quema de mobiliario, agresiones a los funcionarios y
demás desmanes para conseguir mejores condiciones en ellas. Visitar las
cárceles de Honduras, fue para mí una experiencia muy triste. Me pude dar
cuenta de la locura que es pasar diez, quince, treinta años en ese lugar, donde
al entrar no tienes derecho ni a un pedazo de suelo para dormir. A los reclusos
no se les llama, ni se consideran ellos, presos, sino “privados de libertad”.
También
hay intentos de fuga, como la que consigue llevar a cabo Andy, una fuga
planeada durante veinte y cinco años, desde el primer día que entró en prisión
(perdón por el espoiler).
1.- La Revolución interior
Vivir
en este mundo, bajo la dictadura del MODELO 1, según la esperanza de virtud o,
deseos de libertad, que podamos tener o de resignación se puede asimilar a
tener que cumplir “la perpetua”. Y sólo podemos tener dos filosofías de vida,
empeñarnos en morir, es decir, resignarnos a que esto es lo que hay, “institucionalizarnos”,
siendo nuestra única ilusión acomodar lo mejor posible nuestra celda y proteger
nuestro trasero de los amigos de lo nuestro, o empeñarnos en vivir y albergar
la esperanza de que algún día podamos cruzar la tapia de la prisión y vivir en
libertad.
En
cualquier caso, hemos de ser conscientes de que nada se consigue con algaradas
exteriores, con revoluciones y motines populares, de las que tenemos decenas de
ejemplos de lamentables fracasos o como mucho alivios transitorios de la mala
vida.
Mi
buen amigo Fidel Delgado, en uno de los seminarios a los que asistí, nos ponía
el sorprendente ejemplo de cómo los aviones tienen las puertas de salida de
emergencia, que los pasajeros debemos conocer por si fuera necesario evacuar el
avión ante eso, una emergencia. Cada una de ellas es una actitud que podemos
adoptar los seres humanos para salir del confinador vital que es este mundo. La primera puerta es la del conocimiento y
aprendizaje de habilidades, estudios, curriculum; esto mola, te puedes sentir
importante y valorado. La segunda es la de llevar una vida sana, fitness, hacer ejercicio, el culto
al cuerpo; te hace sentir bien. La tercera es el control psicológico de nuestro pequeño mundo, a base de la
práctica del control mental, lecturas de libros de autoayuda, asistencia a
seminarios; es la puerta de los buscadores que quieren neutralizar la carga de
decepción que genera este valle de lágrimas. La cuarta es casi la consecuencia
de la tercera, el desarrollo y práctica de técnicas de meditación y
anti-estrés; esto les tiene entretenidos a los seguidores de la New Age. La quinta corresponde a los que han
descubierto las excelencias de la inteligencia emocional y esto es fantástico,
porque son buenos referentes de la Ética, como segunda ley sistémica, la que
hace posible, junto con los que eligen las puertas anteriores, un mundo
habitable y respetuoso con la vida humana. La sexta puerta de emergencia es
la que optan los creyentes y practicantes convencionales de las religiones.
Seis
puertas de emergencia, tres a cada lado del avión.
En
realidad, los que optan por cualesquiera de estas puertas son gente despierta,
que han tomado consciencia de que este avión, este confinador va directo a
estrellarse y pretenden salir de él. Se empeñan en vivir y no en dejarse morir
aquí.
Pero
hay algunos que descubren algo sorprendente, que la puerta de salida NO ESTÁ
hacia el exterior del avión, sino hacia el interior, así que, “en
situaciones de emergencia, quédense en el sitio”, que la salida está en el
interior de uno mismo. Es un viaje, os aseguro, hacia lo más desconocido que
podemos imaginar, hacia el Misterio. Es un viaje hacia un Universo jamás
imaginado aquí, en este mundo, un Nuevo Mundo que ni los pastores de las
iglesias y religiones han sabido explicar bien, porque no basta con aprenderlo
estudiando el Catecismo o el Corán o el Bhagavad-gita. Algunos de los que han
pasado por ello y conocen o han experimentado ese Misterio, a lo sumo, se
atreven a echar unos versos para más o menos imaginar en qué consiste. Por
ejemplo:
Esta
estrofa es de San Juan de la Cruz, que siendo consciente de que es de noche,
sabe que el Misterio es una fuente escondida, cuyo origen no conoce, pero sí
sabe que es el origen de todo lo que existe.
En
fin, esta séptima puerta permite la huida espiritual de este confinador, de este mundo, pero
es difícil de encontrar y me explico.
Las
cosas de menos de un milímetro de grosor empiezan a ser invisibles al ojo
humano. Si iniciáramos un camino hacia lo cada vez más pequeño, nos
encontraríamos que la célula no tiene más grosor de 10-5 metros. Las
bacterias miden en torno a 10-6 m, los virus no superan los 10-8
m, el ADN 10-9 m y el átomo de Hidrógeno 10-10 m. El
núcleo atómico 10-13 m y los quarks 10-17 m. Si esta
infinitud es inconcebible por la mente, la mecánica cuántica ha logrado
profundizar hasta la denominada “longitud de Plank”, que se supone es el tamaño
de las cuerdas o “algo” que se supone es la vibración del vacío, la nada, cuyo
tamaño es un inimaginable “10-10 yoctómetros” o 10-34
metros. Con lo que nos damos cuenta de que, en esencia, la materia no existe y
somos simple información, somos únicamente información o cantidades
inimaginables de vacío vibrando, es decir de nada. Pero de esa nada está
constituido todo el Universo. La séptima puerta da entrada a ese Universo
interior invisible al ojo humano.
Cada
uno de nosotros reconocemos fácilmente que vivimos una vida exterior a
nosotros, en relación con los demás, pero también todos tenemos nuestra propia
intimidad, aquella parte de nosotros que tenemos el derecho de no compartir con
nadie o, a lo sumo, con nuestra almohada. Esa intimidad personal, al abrigo de
los demás, ese yo conmigo mismo, es como si dijéramos, la puerta de entrada a
nuestra vida interior, de modo que esa vida íntima es como un castillo, que ya
describió magistralmente Teresa de Jesús en su obra principal, “Las Moradas del
Castillo interior”, o la puerta de entrada al desconocido Monte Carmelo de San
Juan de la Cruz. En cualquier caso, ambas obras describen como el alma ha de
recorrer un largo camino hacia la cumbre del Carmelo o hacia las profundidades
de esa séptima morada, donde simple y llanamente, Dios habita, porque es Dios
el que “es Todo”.
Cada
vez son más los que habiendo ensayado escapar de aquí por las seis primeras
puertas, entran en razón y casi por simple intuición, se barruntan que es mejor
permanecer sentado en el asiento y hacerlo por la séptima puerta.
Y
dicho esto, “este cuento se acabó”, como diría el conejo Bugs Bunny,
porque el que tome consciencia de esto que acabo de escribir, tiene la séptima
puerta abierta, la puerta al infinito, ala que hace posible el MODELO 2 del
mundo.
A
partir de aquí, de descubrir esa séptima puerta imperceptible a ojo humano, el
aprendizaje de ese Misterio es personal y por experiencia; los libros de
mística de los diferentes autores que lo refieren son simples guías turísticas
de un viaje a un territorio, que sólo se puede conocer viajando a él.
2.- Historia de Marta y María
Marta
y María son los dos personajes evangélicos que aparecen en el pasaje de
Betania, la casa de Lázaro. Marta, atareada con las cosas de la casa y María,
embobada escuchando a Jesús. Marta la comparo con nuestra mente,
permanentemente atareada con el día a día, con los trajines de lo cotidiano, el
trabajo, la familia, los amigos, la política, el susto en el cuerpo por el Covid,
etc. Marta vive inmersa en y tiene su cabeza modelada por, el MODELO 1 del
mundo. Marta es capaz de estudiar este modelo, ver sus pros y contras y hasta
es capaz de llegar a tener una “visión sistémica del mundo”, como hemos ido
desgranando a lo largo de estos 50 capítulos o entregas de esta serie. Marta es
la mente concreta, lo que creemos ser o, en palabras de Gaitama Buda “Yo soy
lo que mi imaginación ha elaborado sobre mí”. Un modelo de mí mismo.
María
es simplemente “una chica dormida que sueña ser despertada con un beso de su
Amado”. Se pasa la vida soñando con su Amado, pero Marta, enfadada porque María
no la ayuda, la tiene encerrada en la Torre de Doña Urraca. En el mejor de los
casos, los domingos la saca a misa y la vuelve a encerrar hasta la siguiente
semana.
Así
que Marta no se lleva bien con su hermana, como nuestra mente no se lleva nada
bien con nosotros, dado que, en realidad, nosotros no somos Marta, que forma
parte del coche de Emilio Carrillo, sino el conductor, que vivirá después de
que el coche haya sido convertido en chatarra. Existe un muro que es necesario
derribar o atravesar por esa puerta estrecha, imperceptible al ojo humano
porque tiene una anchura de 10-4 metros, que el ojo no puede ni sabe
captar.
Si
Marta es capaz de descubrir esa séptima puerta y entrar en el mundo de María,
ambas pueden iniciar un viaje, un largo viaje que yo asocio con el Camino de
Santiago (los que lo hayáis recorrido me entenderéis), que parte de cualquier
lugar del mundo, desde cualquier situación personal, cualquier cultura o
religión y se dirige realmente, no a Santiago, aunque los cristianos hacemos
allí parada y fonda, sino a Finisterre, al cabo Finisterre (el fin del mundo, el
fin del MODELO 1 del mundo).
El
Camino, lo digo por triple experiencia de haberlo recorrido, lo recorren todo
tipo de peregrinos, judíos, moros y cristianos, budistas, taoístas y ateos
también. Es atractivo y sugerente. La gente lo recorre por razones múltiples y
a veces “peregrinas” y, como decía un cura del albergue de Nájera en la Rioja,
“lo importante no es la razón por la que se empieza a hacer el Camino, sino
por la que se termina”. Y es verdad, sólo cuando uno se encuentra en el
Monte do Gozo, y ve por primera vez las agujas de la Catedral, es cuanto toma
conciencia y es consciente de lo que ha hecho y se pregunta por qué. Es decir,
Marta, viendo la Catedral, se pregunta por qué se dejó arrastrar por María para
meterse 800 km entre pecho y espalda.
Al
llegar a Santiago, la Iglesia católica se da por contenta, pero en realidad lo
recorrido no es más que el cumplimiento de un código religioso (el de cualquier
religión, la cuarta, quinta o sexta puerta) fácil de cumplir siguiendo las
flechas amarillas que marcan el Camino y ponen los sacerdotes, pastores, imanes
y gurúes para dirigir a sus seguidores. Pero entre los peregrinos de todo tipo
que llegan a Santiago, se corre la voz de que más allá, un poco más allá, está
Finisterre, el fin, el final del mundo. Y María, que cuando despierta es muy
persuasiva, convence a Marta de seguir hasta allí. Y al llegar se encuentran
con el Océano, realmente el fin del mundo, del MODELO 1 que han vivido toda su
vida, la Tierra, el camino. Y ahora se enfrentan a la Mar, sin caminos,
montados en una barca sin timón, pero con un mástil y velas arriadas que, una
vez izadas, ha de llevarlas (a Marta y a María) a donde el viento disponga.
3.- Cambio total de paradigma
“Yo
no soy Dios; Dios es yo. Y yo soy Dios, cuando ceso de ser yo”.
Esta
perla de sabiduría de Al-Hallaj el gran místico sufí del Siglo IX, creo que es
bastante elocuente. Atreverse a embarcarse en una barca sin timón, con un
mástil cuyas velas izadas permitirá que el viento nos lleve por el Océano de
Dios a donde Él quiera, es aceptar que “yo empiezo a ser Dios, cuando dejo
de ser yo”. Es decir, cuando acepto, cuando Marta y María juntas (una sin
segundo) aceptan dejar de ser “ellas” las directoras de su propia vida,
para dejar que “ella” (en singular), su vida transcurra donde el corazón
de Dios la lleve.
Creo
que lo puedo decir más alto, pero no más claro.
El MODELO 2 del mundo sucede cuando este
cambio total de paradigma sucede.
Es
decir, lo del MODELO 1 ó 2, no es nada más que cómo vemos nosotros el mundo, la
vida, la realidad, si desde una perspectiva humana, de seres arrojados del
Paraíso por pretender ser como dioses, tratando de que nuestro castillo de
naipes no se venga abajo, o almas que, regresando a casa, se dejan inundar por
el Océano del Amor de Dios, que no es otra cosa que lo que ya explicábamos en
el capítulo de Espiritualidad del libro “Consciencia y Sociedad distópica”,
saber transformar el conocimiento en fe, la memoria en esperanza y la voluntad
en Amor, siendo plenamente conscientes de que:
“Amar
ES una decisión consciente de 1.- no hacer daño, 2.- hacer el bien, 3.- ser ecuánimes, 4.- respetar
la autonomía del otro y sobre todo, de 5.- amarle como Él nos ha amado, con
donación total, amor sin condiciones”
4.- Fundamento del MODELO 2
Existen
diferentes formas de imaginar el Cielo. Cada religión tiene su imaginario
propio sobre ese idílico paraíso donde iremos las personas de bien. Y siempre
lo ubican en un lugar celestial, etéreo, lleno de angelotes y seres celestiales
que arpa en mano se dedican a dar gloria a Dios eternamente. Más o menos.
Pero
poca gente se atreve a imaginar que el Cielo es simplemente un estado del Alma,
el “alma en el Amado transformada”
Para
poder hacer realidad el MODELO 2 en el mundo, se necesitan las tres condiciones
de San Juan de la Cruz. Hay que creer para poder verlo, hay que vencer la
memoria y saber perdonar para tener esperanza y hay que entregar nuestra
voluntad en manos de la Divinidad, para poder amar de verdad.
Estas
tres condiciones suponen que Marta ceda el mando de nuestra vida a María, única
forma de poder dar ese salto cuántico que supone erradicar la estupidez humana,
la cizaña que ha contaminado nuestros corazones desde que salimos del Edén.
Entiendo
que, para los agnósticos y ateos, este discurso les chirríe, pues para ellos la
Divinidad es una quimera y un montaje del clero, el “opio del pueblo”, que
diría Karl Marx allá por 1844. Bueno, la duda no es punible, sino una razonable
postura ante algo que no se conoce personalmente, pero “la India existe”, que
diría Vicente Marcos, y la Tierra es redonda, aunque desde su superficie su
redondez no sea evidente para el ojo desnudo. Es decir, la Espiritualidad es una
realidad en el ser humano, una constante a lo largo de la Historia de la
Humanidad que resulta cansino tener que incidir sobre su veracidad a personas
que no pueden ver más allá de lo que la mente es capaz de comprender. Y aún
más, diría lo de Pascal, “you bet”, apuéstalo. Si apuestas que sí existe Dios y
finalmente no existe, pues no habrás perdido nada y al menos, te habrás
esforzado en ser una buena persona. Pero si dices que no existe y al final
resulta que sí, puedes que te quedes ante la puerta de la Nueva Humanidad,
cerrada a cal y canto y el Esposo dirá “no os conozco”. En suma, Mateo24 y 25.
No
obstante, llegado el momento, si al hambriento o al sediento o al desvalido, le
socorrieron, incluso los que decían no creer, no importa, porque lo que importa
es vivir el amor y, el que vive preocupado por los demás, obedece sin saberlo
la Voluntad de Dios, que no es otra que el respeto de las leyes de la Naturaleza,
la Ética y el Amor incondicional.
Es
por todo ello que el MODELO 2 es “el Cielo en nuestra vida” o “vivir el Cielo
en la Tierra”. Es decir, el MODELO 2 lo construimos nosotros, haciendo el
Camino a Santiago, llegando a Finisterre y embarcándonos finalmente en el
Océano de Dios, en el Océano del Misterio, a donde Él nos lleve. Y esto no es
sumisión, sino el místico abandono a la Divina Providencia. Es vivir “El Plan
de Dios”.
Viviendo
el Cielo en la Tierra, a nivel económico, poco a poco, la Bioeconomía de
Mohammadian irá extendiéndose en una reacción en cadena, la Ética y el Derecho volverá
a reinar en las relaciones humanas y el Amor será la ley suprema que guiará
nuestros pasos en esta vida.
Qué
duda cabe que los defensores a ultranza del MODELO 1, se defenderán con uñas y
dientes y, con el poder que ostentan en la actualidad, difícilmente van a
dejarse vencer.
5.- Acuario
Caroline
Myss, en uno de sus libros, “La anatomía del espíritu”, hace referencia
a cómo la filosofía oriental irrumpió en Occidente a causa (según ella) de dos
hechos fundamentales que ocurrieron casi al mismo tiempo, la invasión del Tibet
por China comunista en los cincuenta y el Concilio Vaticano II en los sesenta.
Por la primera causa, los monjes tibetanos se exilaron a cientos o miles a Occidente,
fundamentalmente Estados Unidos y por la segunda, los cristianos con esa apertura
de puertas al mundo de la Iglesia católica, en vez conseguir que el mundo
entrara, consiguió que muchos cristianos nos pusiéramos en “modo frontera”, es
decir, miráramos al mundo, más allá de las tapias de la diócesis y
descubriéramos que hay Vida más allá de la Iglesia católica, que nosotros, los
católicos, apenas alcanzamos el 15% de la Humanidad y los cristianos, acaso el
25%, pero ahí queda un casi 80% de gente que no ha entrado en contacto formal
con Jesús.
Si
sumamos los primeros, difundiendo el pensamiento oriental a los segundos y
llámale New Age, Nuevos Movimientos espirituales, o como queráis denominar a
esa toma de consciencia de que la Humanidad es Una, pero que ha vivido sometida
al imperio religioso, fragmentando las conciencias en cientos de religiones y
de sectas, tenemos una megatendencia social que podría suponer el alcance de
esa “masa crítica” que dispare la expansión del MODELO 2 en la Sociedad. Si
queremos llamarlo el tránsito de Piscis a Acuario, no hay problema.
6.- Filosofía perenne
Acuñada
por Leibniz en torno a 1700, la
Filosofía perenne es un término metafísico que reconoce una
Divina Realidad en el mundo de las cosas, vidas y mentes. Y es el factor común
donde convergen o pueden converger todas las religiones y sistemas de
pensamiento centrados en la espiritualidad. Caí en la cuenta de que la
Filosofía perenne podía resumir y acoger lo que todas las personas buscamos en la
Verdad, que caminamos al Finisterre de la vida y más allá, embarcándonos en el
Océano de Dios, y podía ser el punto de encuentro de todos nosotros. Lo
descubrí en un encuentro con Consuelo Martín en junio de 2009, tras el cual leí
el libro de Aldous Huxley “Filosofía perenne”, que recomiendo
encarecidamente leer, para todos aquellos que queráis profundizar en este
apasionante misterio.
Desde
mi condición de católico, la Filosofía perenne me ha permitido aproximar el
mensaje de Jesús de Nazareth y mi vivencia espiritual del cristianismo al resto
de manifestaciones religiosas de la espiritualidad, reconociendo que mi
condición de católico es por el hecho de haber nacido en España en el seno de
una familia católica, pero que si hubiera nacido en Turquía sería musulmán o si
en India, budista o hindú, probablemente (o también católico, quien sabe). Es
decir, que ser de una religión o de otra o, incluso ateo, es una aparente
casualidad geográfica ligada a la familia y lugar de la Tierra donde uno nace,
o es cosa de la Divina Providencia. Pero si es esto último, es Ella la que ha
decidido que unos seamos cristianos, otros moros y otros judíos o budistas. Es
decir, que somos fruto, bien de la casualidad para unos o de la Providencia
para otros, con todas sus consecuencias. En cualquier caso, todo está bien.
Es
pues, para entendernos, la Filosofía perenne, el común de pensamiento y
filosofía de vida que aúna a todos los que creemos en la evolución en
consciencia del Ser Humano, y en el salto evolutivo de esta Quinta generación a
la siguiente. Y, de alguna forma, las corrientes actuales de espiritualidad que
inundan nuestra vida social se dirigen a esta dirección. Y, de alguna forma
también, el Nuevo Mundo basado en el MODELO 2 que hemos visto fugazmente en
estas entregas, se está gestando ya en nuestros corazones, en todos y cada uno
de nosotros que hemos decidido dar el paso al frente de empeñarnos en vivir, en
vez de dejarnos morir en este valle de dolor.
7.- La vida oculta
Como
el fruto del árbol crecido vive de lo que tiene sepultado, así la auténtica
Vida del mundo actual, se manifiesta gracias a lo que tiene también sepultado,
a la vida interior, oculta a los demás, dónde se produce el auténtico encuentro
entre el alma y el Amado, porque “El bien creciente del mundo depende en
gran medida de actos al margen de la Historia y, que la vida nos vaya
razonablemente bien o, no tan mal como pudiera haber sido, se debe a los que
vivieron fielmente una vida oculta, interior y descansan en tumbas que nadie
visita”. Esta frase de George Eliot (pseudónimo de Mary Ann Evans,
escritora británica del XIX), revela lo que los cristianos reconocemos como la
Comunión de los santos, o esa sinergia espiritual de “Todos los Santos de
Dios”, todos nosotros, que hemos sido conscientes de la realidad de este
mundo y del mundo que deseamos y al que estamos dispuestos a luchar por hacerlo
realidad.
Es
la vida interior, esa revolución interna que se produce en el ser humano, en la
mente que descubre la puerta estrecha que le separa del alma y que al
esforzarse en comprender este mundo, este MODELO 1, es capaz de soñar un nuevo
mundo, un nuevo MODELO 2; ese “Straw model” modelo de paja ideal y soñado y sabe concebir un nuevo modelo mental y,
sabe deshacerse del antiguo, aunque sea el que machaconamente nos muestren los
medios de comunicación todos los días y sentimos en nuestras carnes doloridas,
que más vale saber soportar el mal que cometerlo.
8.- Un nuevo visado para el futuro
Estas
son las claves, los requisitos del nuestro nuevo visado para el futuro, no es un futuro idílico
tocando con el arpa cánticos inspirados, sino vivir el Cielo en nuestras almas
y nuestras mentes aquí en esta Tierra o en otros mundos más allá de la muerte,
donde la Divina Providencia determine.
Yo
como cristiano, conozco y ofrezco el camino que nos mostró Jesús de Nazareth,
pero cualquier otro que sepa profundizar en el conocimiento de la religión y
espiritualidad, comprobará que en el fondo no hay gran diferencia significativa
entre los mensajes que nos han dado los diferentes maestros de la Historia, con
el debido respecto a los respectivos sumos sacerdotes.
Y
como diría Mahatma Gandhi:
“El
conocimiento profundo de las religiones permite derribar las barreras que las
separan”.
Así
que no enfaticemos en el inevitable diálogo entre todos nosotros en los
aspectos que nos separan, sino en los que hacen de todos nosotros una sola
entidad, la Humanidad.
Que
luego quiere Dios montarla de modo espectacular con la Segunda Venida, pues
bueno, aunque si atendemos al hecho de la Resurrección de Jesús, que habiendo
podido aparecerse a Caifás y los suyos para darles en el morro, no lo hizo, no
hubo efectos especiales y se apareció sólo a sus íntimos. En el fondo nadie se
enteró. Pues así puede que suceda, que nadie se entere de la Segunda Venida
porque los cielos no se abran de par en par y la figura de Cristo victorioso no
reluzca desde donde sale el Sol hasta el ocaso. Posiblemente nada de eso
ocurra, porque todo sucederá en lo oculto, en la vida interior de cada uno de
nosotros. Pero será una fuerza tan arrolladora, que ninguna fuerza distópica
podrá detener su avance.
Sólo
es necesario creer para ver, perdonar para tener esperanza y transformar
nuestra voluntad en amor incondicional.
Así
pues, ¡sed bienvenidos al Reino de los Cielos!
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Autor: José Alfonso Delgado (Doctor en Medicina especializado en Gestión Sanitaria y
en Teoría de Sistemas) (joseadelgado54@gmail.com)
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La publicación de las diferentes
entregas de Visión
sistémica del mundo se
realiza en
este blog, en el contexto del Proyecto Consciencia y Sociedad
Distópica, todos los lunes
desde el 20 de enero de 2020.
Se puede tener información detallada
sobre los objetivos y contenidos de tal Proyecto
por medio de su web: http://sociedaddistopica.com/
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