Y habló así:
—Un
día de entre los días, un hombre tomó cuanto tenía y lo vendió. Y tomando el
dinero, lo metió en su alforja y se fue a andar por el mundo. E iba muy tranquilo pensando: «Todo cuanto se me
apetezca lo podré comprar porque llevo dinero».
Pasaron
días y, sin darse cuenta, salió de su reino y entró en otro reino. Y
cuando le apremiaba la necesidad, quiso comprar con su dinero; pero cuál sería
su asombro cuando notó que nadie le daba su valor, y hasta lo detestaban por
él.
Entonces,
recapacitó hacia sus adentros y se dijo: «¡Qué iluso de mí!, toda mi vida luché
por tener estas monedas y, ahora, simplemente cuatro días de camino han anulado
su valor». Y se apenaba mucho de haber caído en aquel engaño.
En verdad os digo –decía Abul Beka– que aquello por lo
que sacrificáis esta existencia se quedará con el cuerpo que la vive. Mirad y
pensad bien para no ataros a cosas que no tienen valor y dejar otras, valiosas,
que se pierdan por la ociosidad.
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Autor: Cayetano Arroyo
Fuente: Diálogos con Abul Beka (Editorial Sirio)
Nota: En homenaje a la memoria de Cayetano Arroyo y Vicente Pérez Moreno,
un texto extraído de los Diálogos de Abul Beka se publica en este
blog todos los
miércoles desde el 4 de octubre de
2017.
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