Dios…

Me encontré hoy a Diosdesorientado caminando por la calle. Arrastraba/arrastra los pies y tenía/tiene la mirada un poco perdida. Era/es un ser anciano profundamente triste. Me dio pena de él.  No recuerda quién es ni a dónde va.

Me acerqué, yo, Diosperplejo, y leyendo su pensamiento, que era/es el mío, le dije:

-No recuerdas nada, no recuerdas quien eres, ¿verdad?

Le cayó una lágrima:

-No. Y quizás sea mejor. Me avergonzaría haber tenido tan poca imaginación como para haber permitido esta contradanza de despropósitos.

Diosperplejo le recordé:

-Pero eres todopoderoso.

Diosquenadarecuerda me contestó infinitamente cansado:

-No lo soy. Ya lo sabes. Y además he debido perder mucho como Dioscreador. No sé porqué soy Diosqueseahogaensuspropiaslágrimas,  Diosconelalmahechagirones, es incomprensible para mí. He oído decir (y digo que oído decir, porque no recuerdo nada) que me fragmenté en incontables formas. He visto que las cegué, las mutilé, privé del oído y del recuerdo con la brillante idea de que fueran felices...cuando recobraran la vista, la memoria, la dignidad de las que previamente las había privado. Y siendo Diosinevitablemente, estoy tan dolorido, tan desolado, que quisiera dejar de serlo. Pero ni tan siquiera puedo dormir por las noches. Estoy cansado de llorar, de vivir a ciegas, sin saber a donde ni para qué.  Está claro que el dolor hasta a Dios cansa. Porque al parecer soy Dios a pesar de todo ¿no?

Diosperplejo, ya casi tan triste como él, convertido en Diosdesolado, le contesté que eso dicen. Y, por animarle un poco, le recordé:

-Ya sabes que también eres Diosquesírecuerda.

Y me contestó Diosinfinitamentetriste:

-Si dicen que "un hombre sin memoria de sí mismo, es nada", ¿qué podrá decirse del Diosquenosabequeloes?. Me alegro por Diosquesírecuerda. Pero eso no aliviará el dolor de Diosdesvalido. Sólo espero que de todo esto se beneficie alguien, porque si es algo caprichoso, sin pies ni cabeza, sentiría desprecio por mí mismo. Y tendría que seguir siendo Diosdejadoasusuerte a pesar de todo.¿no?

-Sí, creo que sí, le dije Diosconelcorazónencogido: -Pero también está Diosinfinitamentefeliz, tenlo presente.

-A penas lo recuerdo cuando soy Diosconunhijoquesufre, Diossinamor, Diosenfermo, Diosasustado.

-¿Cuanto durará tanto sufrir? le pregunté (yo tampoco recordaba la respuesta).

-Temo que infinitamente, pero no lo sé, no me acuerdo... Pero sigo siendo Dios ¿o no?

-Creo que sí. Tendrás que seguir sufriendo atado a tu Creación como Sísifo a su piedra, intentando subirla inútilmente.

-Si, al parecer esta Creación a sido una "genialidad".  A veces soy Diosqueenloquece...

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Autora: Elvira Tovar Castellanos

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