Hay aspectos de algunas viviendas que, debido a su estructura y distribución, pueden debilitar aspectos biológicos, emocionales y psicológicos de las personas que viven en ellas.
Uno de esos aspectos que puede generar debilidad es la alineación
de puertas y ventanas.
Cuando la entrada a la vivienda tiene justo enfrente otra puerta de
salida o una ventana, o cuando al entrar a una habitación, justo en frente de
la puerta hay una ventana, se generan corrientes vitales que, según la zona
enérgica que recorren, pueden, por un lado mostrar puntos débiles de la
personalidad y por otro, quienes se ubican en dichas corrientes durante tiempo
prolongado, pueden llegar a sentir debilidad en diversos aspectos emocionales,
energéticos e inclusos físicos o mentales.
Las personas con una autoestima e integridad interior fuertes,
suelen evitar este tipo de hogares o, en el caso de vivir en uno de ellos, de
forma innata evitan dichas corrientes. Llegan, incluso, a decorar
intuitivamente las zonas débiles reforzándolas.
En cambio, las personas con tendencia a dar en exceso de sí mismas,
suelen buscar inconscientemente estas corrientes a la hora de trabajar, o
incluso para dormir o relajarse.
Esta actitud de buscar o evitar las zonas débiles es un reflejo de
cómo nos posicionamos internamente en nuestro propio interior.
Puedes posicionarte en ti cómodamente con seguridad de tu propio
aporte de valor o puedes habitar en ti con inseguridad tratando, con cada uno
de tus actos, de ganar una aprobación externa que debería nacer de ti para no
devaluar tu propia esencia.
Estos son algunos síntomas de debilidad que pueden generar o
mostrar este tipo de corrientes:
• Exceso de entrega en las relaciones
• Exceso de generosidad económica
• Poca valoración de la salud
• Baja concentración en la meditación
• Dependencia
• Creatividad volátil
• Poca valoración personal
• Falta de motivación
Si al recorrer tu vivienda observas que algunas puertas y ventanas
están alineadas y no conoces la zona energética que recorren (conocer la zona
vital te ayuda a ser más consciente del aspecto personal a reforzar), este
ejercicio puede ayudarte:
1• Reflexiona sobre tus
posibles puntos de fuga interiores. Aquellos que te hacen perder energía.
2• Toma nota de ellos y prueba a poner un obstáculo entre la puerta
y la ventana alineadas. Puede ser una sencilla alfombra, una cortina o un
objeto decorativo que no te moleste en el día a día.
3• A lo largo de una semana, observa qué aspectos internos se
refuerzan en ti y a partir de ese momento, presta siempre atención a esa nueva
fortaleza y cuídala.
La debilidad que normalizamos por fuera, es un reflejo de la que
normalizamos por dentro.
Una vez identificas tus puntos débiles, los atiendes e integras tu
verdadera fortaleza, las fugas externas son más fáciles de identificar y de
corregir.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de viviendas, comercios y
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