El estruendo lejano y a la vez tan
cercano, el dolor tan profundo y a la vez tan fraterno está ahora marcando la
hora ya previamente señalada de un nuevo reto en nuestro largo recorrido
evolutivo como humanidad. Los cañones escupen dolor, destrucción y muerte
a tres mil kilómetros, pero la prueba se ha presentado en lo más cercano e
íntimo. La confusión nos emplaza al discernimiento; la crueldad exhibida,
propia de otros tiempos, a ensanchar nuestra capacidad de amar. Resta ahora
descubrir el poder infinito de nuestras serenas y firmes Presencias privadas de
odio, desnudas de metal.
En el momento en que las fuerzas
involutivas abren la caja de terribles truenos, en la hora en que ciudades
colmadas de hermanos civiles son asediadas y bombardeadas de forma
inmisericorde; en el tiempo en que Europa vive su mayor éxodo de refugiados
después de la II Conflagración Mundial y la guerra deja de ser un fantasma
anacrónico, un tema de novela o cine, en cualquier caso de ciencia ficción,
para colarse diaria, cruda y salvajemente en nuestros televisores; cuando la
destrucción de las fuerzas brutas y regresivas parecieran campar a sus anchas…
¿es posible la mirada de la esperanza? ¿En la hora europea contemporánea
aparentemente más oscura que nunca habíamos llegado a pensar, queda espacio
para el positivismo y el altruismo? ¿Hay en definitiva amanecer humano tras
todo este desastre, tras toda esta exhibición de crueldad y falta de mínima
humanidad…? Creemos que sí y nos disponemos a argumentarlo.
Adjuntamos nueve pensamientos simiente
para la esperanza.
1.- UNIDAD PLANETARIA
El
poderío de los tanques allende sus propias fronteras es cada vez más
cortoplacista. El sojuzgamiento de un país no se sostendrá en la Europa del
siglo XXI. La inmensa mayoría de la humanidad en todos los ámbitos de la vida,
ya político, cultural, económico o espiritual, ha mostrado una unidad
alentadora. Las fuerzas agresoras podrán aparentemente progresar, el propio
Putin pensará, si finalmente su ejército se hace con el total del territorio
ucraniano, que ha triunfado, pero no cabe lectura más errónea. No es posible
que esa ocupación se perpetúe en el tiempo con tamaña oposición dentro y fuera
del país.
La
invasión se podrá hacer con el último rincón de Ucrania, pero a la larga su
atropello no se podrá consolidar. No podrán sostener por mucho tiempo el
despropósito. El aislamiento que en el futuro habrá de padecer Rusia será
irresistible. Ello unido al descontento de la población hará que Putin y su
régimen caudillista sean cada vez más cuestionados. Las próximas generaciones
rusas no perpetuarán el desatino, no se acomodarán al triste legado de este presidente
autoritario.
2.-
CEDER LA VICTORIA
Ucrania
ya ha vencido ética, humana y políticamente ante los ojos de todo el mundo.
Ucrania ya ha ganado, no con la fuerza de las armas, sino con las de su unidad
nacional, su ánimo resistente y la fuerza de su razón. Podría ser ahora la
oportunidad de ceder la aparente y efímera victoria al adversario y proteger la
vida de sus súbditos. De lo contrario el coste de vidas humanas va a ser
altísimo. Podría ser ahora el momento de ceder a las abusivas demandas rusas de
desligarse de Crimea, de reconocer la independencia de Donetsk y Luganks y
comenzar una larga acción de resistencia civil contra el atropello del ejército
invasor.
3.-
NO COMBATIR LA OSCURIDAD, ENCENDER LA LUZ
Vivimos
momentos de tránsito. Mañana, a las cada vez más residuales fuerzas extremas
involutivas ojalá no sea necesario combatirlas con la fuerza de las armas. Al
día de hoy lamentablemente todavía hace falta un freno armado, sin embargo,
sobre el terreno concreto que ahora nos atañe, la resistencia pacífica
procuraría un mayor progreso de la justa causa ucraniana, posibilitaría hoy un
urgente ahorro de vidas física. El ejercito de la invasión, las huestes de la
regresión podrían quedar despistadas, incluso noqueadas ante el poderío
desplegado por una eventual, determinada y mayoritaria resistencia civil
no-violenta.
La
no-violencia representa nuestra incontenible fuerza interna, espiritual.
Abrazarla hoy es nuestro claro reto evolutivo, la oportunidad de salir de la
espiral de confrontación y violencia que ha significado nuestra historia
colectiva. En el caso de la invasión rusa de Ucrania la diferencia de fuerzas
militares es además muy grande y el coste de vidas que puede acarrear la
resistencia violenta es desmesurado. La Ley superior no condena a quien toma
las armas exclusivamente para defender su familia o su patria de la agresión
externa, pero más en concreto la Ley de evolución nos invita siempre a dar
pasos en nuestro desarrollo colectivo.
No
criticamos por lo tanto la resistencia armada ucraniana, pues actúa en legítima
autodefensa, pero estamos persuadidos de que es preciso ir más allá, atender al
siguiente y valiente paso evolutivo que nos aguarda. Todo es llamado a
elevarse, también la forma de frenar el empuje arrasador hoy aparentemente
imbatible de las fuerzas involutivas.
4.-
RESISTENCIA PACÍFICA
En
algunos lugares ya se ha hecho patente estos días de forma espontánea la
resistencia no-violenta ucraniana, sin que ello haya comportado una respuesta
violenta por parte de los soldados rusos. La resistencia pacífica y no violenta
expresa la acumulación de poderío de nuestras almas unidas. Aún está por
descubrir y constatar que representa también, al accionarse de forma masiva, la
fuerza más poderosa hasta el presente conocida.
La
resistencia pacífica, el "ahimsa" a la que nos invitó Mahatma Ghandi
desde su rincón en la historia con todo el poder de su testimonio, es fiel
exponente del poder inconmensurable de nuestra Presencia. Nos resta instalarnos
plenamente en ella y cuando el abuso, desbordados de su fuerza y compasión,
salir a las calles, plazas y carreteras. Nos resta presentarnos ante el agresor
desnudos de ira, cargados de un amor capaz de alcanzar el corazón supuestamente
adversario, capaz de bloquear en este caso el impulso violento del soldado
ruso, agente de la invasión, a la postre víctima sólo de la ignorancia.
Nada
puede contra la fuerza de nuestras almas. Pueden incluso disparar contra los
cuerpos, pero es entonces cuando la evolución y la liberación se acelera. El
coste en vidas humanas de cualquier forma siempre será menor desnudos de
fusiles y metralletas. La comunicación tan efectiva e inmediata de nuestros
días juega a favor del efecto e impacto planetario de una creciente, firme y
numerosa resistencia pacífica.
5.-
EUROPA SOLIDARIA.
Europa
está despertando de su letargo. Quienes criticaban a Europa y sus
instituciones, no sin su parte de razón, de exceso de mercantilismo han podido
constatar que, a la hora de la verdad, nuestro continente ha hecho
prevalecer los valores humanos en detrimento de los mercados. Europa no ha
mirado para otro lado; ha abierto sus hogares, sobre todo sus corazones en una
ola de solidaridad sin precedentes.
6.-
REFUGIADOS.
Europa
se levanta de su mullido sofá, sale de su área de confort y vive suyo el drama
ajeno. La ola de refugiados que en el momento de escribir estas letras supera
ya los dos millones de ucranianos va a traer su consecuente elevación de
conciencia. Va a originar una fecundación humana, cultural y espiritual de gran
alcance. Muchos hogares rebosarán de hermanos de otra cultura, los anfitriones
de satisfacción solidaria. La oleada de familias ucranianas huyendo del horror
nos va a procurar a muchos europeos anclados en la rutina y la cotidianidad un
campo de servicio, nos va a abrir una posibilidad de manifestarnos solidarios,
nos va por lo tanto a colocar en otro nivel de conciencia más generosa, abierta
y unitaria.
7.-
DEBIDA RECOMPENSA DEL DOLOR
Los
arreglos kármicos de esta guerra, de consecuencias aún impredecibles, se nos
escapan. La lectura oculta de todo este dolor no nos corresponde. Desconocemos
si tanto sufrimiento está balanceando agresiones pretéritas. De ninguna forma
se nos ocurriría ponderar sobre aquello que nos desborda absolutamente. Nada de
eso afirmaremos desde nuestra ignorancia supina con respeto a una Justicia que
no es de este mundo. Lo que sí estamos persuadidos es que todo este dolor no
será gratuito y que indudablemente traerá su debida su contrapartida positiva y
equilibradora.
8.-
VICTORIA INTERIOR
El
calibre agresor desatado sobre Ucrania saca a pasear nuestros propios demonios
y sin embargo no debiera encontrar respuesta y por lo tanto afinidad en esa
ira, más o menos controlada, que demasiado a menudo brota en muchas de nuestras
entrañas. La guerra de fuera nos impele también a librar una enconada guerra
interna, una batalla contra nuestra animadversión, contra un odio propio que a
veces se nos antojara igualmente desmedido. Nos ha emplazado a ensanchar una
compasión a la que aún le faltaba alcanzar e integrar a nuestros
adversarios.
9.-
ÚLTIMAS GUERRAS
Quizás
quedaba aún esta crisis para terminar de afianzar profunda y definitivamente en
nuestros corazones el espíritu de paz y de hermandad. Hasta ahora hemos
evolucionado impelidos por el sufrimiento, pero esa era está llegando a su fin.
La hermandad se afirmará sin necesidad de que vuelvan a sonar ya más los
tambores de la guerra. Pensemos y por lo tanto abriguemos la esperanza de
que, tras este duro aprendizaje, estos son los últimos conflictos en
nuestra geografía relativamente cercana, las últimas ciudades asediadas y
bombardeadas, las últimas madres e hijos huyendo despavoridos de sus
casas.
Creíamos
estar como humanidad decididamente avanzando hacia un tiempo diferente, de más
respeto generalizado, de más conciencia y paz. No sabíamos que el abuso reservara
aún en nuestro planeta tantos cartuchos, pero no tenemos ninguna duda de que,
pese a todos los presentes y luctuosos acontecimientos, el bien
prevalecerá.
No
desfalleceremos. La Luz siempre venció al invierno, la Verdad a la confusión.
¡El dolor inmenso generado por la invasión rusa de Ucrania traiga, más pronto
que tarde, su debida recompensa en la manera de progreso evolutivo colectivo,
en la forma de más Luz, Paz y Amor!
==============================
Autor: Koldo Aldai (koldo@portaldorado.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.