Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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20/10/10

Comparte con nosotr@s: “Nube Blanca”, de Encarnación Castro

Pronto verá la luz un libro de relatos cortos de Encarnación Castro (La tejedora de sueños), amiga personal y del Blog, titulado Cuentos del Jardín Encantado (Editorial Hufeland). El acto tendrá lugar el próximo jueves 4 de noviembre, a las 20:00 horas, en el Salón de Actos del Círculo Mercantil de Sevilla (C/ Sierpes, 65) y Encarnación ha tenido la amabilidad de pedirme que me encargue de la presentación, lo que haré encantado.

Como aperitivo, se inserta seguidamente uno de los relatos recogidos en la obra.

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NUBE BLANCA

Ese día Nube Blanca bajaba contento la colina que separaba su poblado del lago donde acostumbraba a pescar, con su abuelo ojo de Águila.

Juntos pasaban las mañanas recorriendo el bosque, en busca de caza y pescando, para mantener la familia.

Nube Blanca era un niño muy despierto, audaz, y al mismo tiempo tierno y amoroso.

Ayudaba a su madre, Pluma Gris a cortar la leña y a encender el fuego.

No llegó a conocer a su padre, Águila Veloz, pues este desapareció cuando la nieve en el desfiladero, estuvo a punto de acabar con toda la tribu.

Su abuelo Ojo de Águila guió a su gente a través del paso, hacia el gran valle.

Nube Blanca creció, rodeado del amor de su madre y de su abuelo al que acompañaba siempre que salían del poblado.

Hacia tiempo que ya no salían juntos a pescar.

¡Cómo lo echaba de menos!

Su madre le dijo un día: Pequeño Nube blanca, de ahora en adelante, tendrás que tener mas cuidado cuando te alejes demasiado; ojo de Águila no podrá caminar a tu lado por un tiempo, sus fuerzas le han abandonado y esta cansado, se está preparando para iniciar el camino hacia las cumbres, y desde allí volar con el viento.

Por eso deseaba tanto contarle, que había visto el gran pez el más viejo del lago.

Su abuelo Ojo de águila, le contaba que solo salía a la superficie cuando algo extraordinario iba a ocurrir.

Entró en el pequeño tipy, que era su casa, llamando a su abuelo.

¡Abuelo, abuelo lo he visto, lo he visto, tú llevabas razón!

Estaba pescando, cuando algo se movió en el fondo del lago y salió de debajo de las piedras.

Sabes es un pez muy extraño no tiene color, se confunde con el agua y se mueve con gran rapidez, sus ojos son del color de la noche pero tienen el brillo del sol.

¿Abuelo me escuchas?

Pero ojo de Águila ya no estaba, su madre lo abrazó y le dijo: Nube Blanca, tu abuelo emprendió el vuelo para reunirse con el viento, pero su espíritu te protegerá siempre.

De pronto se le vino abajo la alegría y la tristeza se apoderó de su alma, hasta caer enfermo.

Su mamà Pluma Gris no sabía que hacer, intentó toda clase de remedios, que la sabiduría de su pueblo le había legado.

Emplastes para bajarle la fiebre, cocimientos de hierbas que curaban el alma y el cuerpo.

Hasta le hizo un atrapasueños para que durmiera tranquilo, pero Nube Blanca no mejoraba.

Pluma Gris envió a buscar al viejo chaman, confiando en que él sabría devolverle la salud y la alegría a Nube Blanca.

Estaba encendiendo el fuego cuando lo vio llegar a caballo, miró hacia las cumbres blancas, y dio las gracias a Ojo de Águila.

El viejo chaman se arrodilló junto al pequeño y le susurró al oído, mientras posaba una mano sobre la cabeza y la otra en el corazón de Nube Blanca.

Pluma Gris Observó, como el color volvía a sus mejillas.

El viejo Chaman le dijo: No ha podido despedirse de su abuelo y cree que Ojo de águila no lo esperó para decirle adiós, y la tristeza se ha apoderado de su corazón.

El atrapasueños que le has hecho con tanto amor, le dará el sueño que tanto necesita.

Al despuntar el día, Nube Blanca abrió los ojos y llamando a su mamà se puso de pie gritando.

¡Ya sé, porque vi., Al viejo pez del lago, y por qué sus ojos tenían el brillo del sol!

Vino a decirme adiós.

¡Ojo de Águila vino a despedirse de mí! Y no lo supe ver.

Ahora sé que está conmigo siempre.

El abuelo llevaba razón el viejo pez se deja ver, cuando algo extraordinario va a pasar.

¡Mamà! gritaba entusiasmado.

Ojo de Águila y Águila Veloz, vuelan juntos.

Y reía de alegría abrazando a su mamà.

Sintiéndose el niño más feliz del mundo.

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Otros textos de Encarnación Castro publicados en el Blog:

+El gran engaño (9 de febrero de 2010)

+La música del alma (23 de febrero de 2010)

+Intuición (26 de marzo de 2010)

+El Árbol de Nube Blanca (12 de abril de 2010)

+Bibia, la hija del herrero (16 de abril de 2010)

+Renacer (2 de mayo de 2010)

+El tiempo del sueño (17 de mayo de 2010)

+El niño tejedor de alfombras (4 de junio de 2010)

+Sueños de cartón (9 de septiembre de 2010)

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2 comentarios:

  1. ¡Muy bonito..., muy bonito!. Me ha encantado. Es un lujo que haya gente que pueda contar historias tan sencillas y tan entrañables.Un beso.

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