Capítulo 3 del libro “Bioeconomics,
Biological Economics”
La Bioeconomía debería
permitir un estudio más profundo de las cuestiones éticas que surgen del modelo
de mercado capitalista debido al hecho de que está intrínsecamente preocupada, no
sólo por los aspectos biológicos y socioeconómicos humanos, sino también del bienestar
de la presente generación, pero todo ello teniendo presente el bienestar de las
futuras generaciones. Esto quiere decir que no debemos estar simplemente
satisfechos “Tocar ahora los recursos más fácilmente accesibles, dejando así
los más difíciles para las generaciones futuras”. Otras cuestiones como el
valor (no el precio) de los recursos biológicos, la existencia de derechos de
otras criaturas, la capacidad de carga del Planeta en relación con la población
humana y la generación de residuos, han de ser tenidas en cuenta.
El hecho es que la Bioeconomía
no es de libre valor; de lo contrario está completamente orientada a
proporcionar valor biológico, es decir, un sistema biocéntrico de valores que
dé cuenta de todos los valores, ya sean biológicos, económicos o éticos
asociados con las generaciones presentes y futuras y todas las características
de los seres vivos y sus actividades. En otras palabras, la Bioeconomía se basa
en el “realismo imperativo”; esto es, en el realismo
medioambiental (el medio ambiente no puede soportar más debido a la
contaminación y también a la explosión demográfica), el realismo
económico (crecimiento económico según el modelo actual y en su forma presente,
no puede continuar debido al agotamiento de los recursos biológicos), realismo
social (distribución desigual de la riqueza que enfrenta la Humanidad
ahora) y realismo biológico (las muchas discontinuidades e
incertidumbres biológicas).
El realismo biológico se
basa en:
4 Diversidad de niveles tróficos.
4 Diversidad de niveles de energía.
4 Naturaleza cíclica de la aceleración y desaceleración del
crecimiento biológico.
4 Regeneración y aprovechamiento sostenible de los recursos
biológicos.
4 Reciclaje de material de desecho.
4 Restricciones energéticas; esto es, un biosistema solo puede
usar tanta energía como la que recibe de la fuente solar.
Esto contrasta con el
sistema socioeconómico, que no está limitado por cualquier fuente de energía y
ha estado funcionando de acuerdo con un número cada vez mayores fuentes de energía
y dando lugar a una contaminación cada vez mayor. Respecto a esto, la
contaminación es realmente el resultado de un desequilibrio entre el realismo biológico
basado en la energía ambientalmente inofensiva y el realismo socioeconómico basado
en energías nocivas para el medio ambiente.
La Bioeconomía es objetiva al abordar las cuestiones intergeneracionales y mantiene una lógica biocéntrica, pero a la vez es pluralista en orden a un antropocentrismo cuando sea necesario. En otras palabras, la Bioeconomía proporciona la “ética de la elección” mediante la búsqueda de soluciones basadas en diferentes criterios de varias partes interesadas, donde las cualidades socioeconómicas o técnicas son no las únicas preocupaciones. Los paradigmas económicos dominantes como el neoclasicismo económico y el keynesianismo tienen un enfoque demasiado limitado para proporcionar una solución aceptable. Se requiere una disciplina interactiva innovadora como la Bioeconomía.
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Autores: Mansour Mohammadiam y José
Alfonso Delgado (traducción)
Nota: La publicación de las diferentes entregas
de El Tercer Camino
se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.
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