Capítulo 3 del libro “Bioeconomics,
Biological Economics”
6.- La Bioeconomía como ciencia
dialéctica
La Bioeconomía podría
proporcionar un foro dialéctico donde los economistas y los científicos
sociales en general, junto con los biólogos se comprometerían, en un
"imperativo dialéctico", en la interdisciplinariedad teórica y en la
investigación empírica. Ellos deben generar un modelo para un tipo de actividad
económica más consciente de su fundamento biológico, menos derrochador en la
utilización de recursos biológicos y también menos contaminante del medio
ambiente.
El actual sistema
socioeconómico humano es un enorme, complejo, de estructuras interconectadas,
interactivas y globales que envuelve toda la actividad de la Humanidad en una
gran tela de araña. Esta monstruosa estructura implica interrelaciones y interacciones
entre las personas y sus actividades en la producción, el intercambio y el
consumo de bienes y servicios, todos los cuales tienen lugar contra sin tener
en cuenta los procesos físicos y biológicos que subyacen en esa actividad.
Comprender estas
interacciones es el problema ante el que nos enfrentamos ahora. Sin embargo, no
pueden ser investigados por separado y de acuerdo con una metodología
reduccionista porque se han desarrollado en un contexto histórico y según un
esquema filogenético. La metodología dialéctica brinda la posibilidad de
considerar el “todo” y las interacciones como inseparables de ella. Sin embargo,
el “todo” es tan grande y complejo que las partes interactivas habrá de
estudiarlas por separado, pero apreciando todas al tiempo en que cada parte
tiene el “todo” inherente a ella. Así la dialéctica del método se lleva a cabo
a través del análisis y la síntesis que son realmente los dos aspectos
complementarios de un mismo proceso interactivo.
Según Bertell Ollman
(1998) el método dialéctico se compone de seis pasos sucesivos o “momentos”.
Aplicando su clasificación a la Bioeconomía, el
paradigma económico indicaría la Naturaleza dialéctica de la Bioeconomía
y su importancia como ciencia dialéctica. Estos pasos, explicados desde el
punto de vista de la Bioeconomía, son:
4 Ontológico: el estado actual del
sistema socioeconómico humano.
4 Epistemológico:
nuestro intento de comprender mejor este sistema.
4 Indagación: investigando las
interacciones entre el sistema socioeconómico y el sistema de la Biosfera.
4 Intelectual: sintetizar los
resultados de esta investigación para establecer la nueva disciplina de la Bioeconomía.
4 Exposición: exponer los resultados
a otros. Y finalmente
4 Praxis: los resultados se
ponen en práctica para ayudarnos a una comprensión más completa del sistema
socioeconómico humano y su impacto destructivo en el Biosfera a través de
interacciones entre estos dos sistemas.
Sobre los «momentos» de
Ollman, me gustaría añadir un séptimo paso que es el desarrollo histórico y
filogenético del comportamiento de la Humanidad y acción hacia la Naturaleza y
sus recursos.
Una investigación
holística e interdisciplinar, resultado de una dialéctica metodológica, hecha
posible por la disciplina de la Bioeconomía podría proporcionar respuestas a
varias preguntas relacionadas con los esfuerzos de la Humanidad para “ganarse
la vida” en este planeta. Estas preguntas son:
1.
¿Por qué los recursos
biológicos se utilizan tal como son y no como un poco diferentes? Es decir;
¿Por qué no se utilizan de una manera más eficiente y con menos residuos y
menos contaminación?
2.
¿Se puede perpetuar una
Economía de crecimiento continuo? ¿Por qué el sistema socioeconómico humano
debe basarse en producción cada vez mayor de bienes y servicios? En otras
palabras, ¿Es posible un sistema económico de estado estacionario? Y lo mejor,
¿es factible?
3.
Considerando que la
actividad biológica se basa en la cooperación sinérgica y la actividad
económica se basa en la competencia entonces ¿Se puede defender la validez de
la racionalidad económica?
4.
¿Cómo se puede lograr la sustitución de
recursos? ¿Se puede encontrar una solución para la “sustituibilidad” de las
diferentes formas de capital?
Las respuestas a las dos
primeras preguntas aclararán los problemas asociados con el actual sistema
socioeconómico internacional y por lo tanto las causas de la crisis ecológica.
También existe la respuesta newtoniana que es que el orden es el estado normal
de las cosas y el cambio y el desorden deben ser tenidos en cuenta. Sin
embargo, desde un punto de vista dialéctico se puede argumentar que el desorden
es la norma y el orden la excepción, pero eso hay que explicarlo. Parece
entonces que estamos aceptando el punto de vista dialéctico en el sentido de
que nuestro mal uso de los recursos biológicos y degradación del medio ambiente
que tienden a causar desorden y caos deben ser considerados como cambios
aceptables. En otras palabras, el efecto secundario negativo de la actividad
socioeconómica humana es la norma y una consecuencia inevitable; de lo
contrario, habría que dar explicaciones.
El hecho de que los
recursos biológicos no se utilicen de manera diferente ahora; de modo más
eficiente, se debe a la trayectoria evolutiva del pensamiento humano y su acción
durante siglos. La Humanidad es básicamente una criatura a corto plazo. y no
está realmente preocupada por las consecuencias a largo plazo. Bueno, quiero
decir, la Humanidad no está realmente preocupada por eso, sino que, como ha
sido explicado por Ornstein y Ehrlich (1991) el hecho es que su cerebro ha
evolucionado para imaginar las consecuencias de los acontecimientos a corto
plazo. Estos son eventos que han sido muy importante para su
supervivencia. Este problema se ve agravado por el hecho de que los eventos a
largo plazo son lentos; acumulativo y sus consecuencias suelen ser
imperceptibles durante cortos períodos de tiempo. Por eso hemos estado ignorante
de los efectos nocivos a largo plazo de la utilización continua de recursos
biológicos no renovables, el uso continuo de tierras fértiles y el uso
continuado de biocidas y los daños que han causado al medio físico ambiente y a
la base biológica de la vida.
A este problema obedece
la frase del sociólogo Paul Ehrlich:
“El ser humano sabe responder muy bien a las emergencias, pero es incapaz
de prevenirlas.”
La respuesta a las
preguntas tercera y cuarta debe resultar de una visión holística, de una investigación
bioeconómica que indicaría posibles soluciones a estos problemas con la
esperanza de que se puedan realizar cambios y ajustes para mostrar una posible
salida a la crisis. La verdad es que la ciencia de la Biología ha descuidado la
disciplina de la Economía y sólo se ha interesado con la interdependencia de la
Humanidad con otros organismos para su beneficio económico, estudiados a través
de la disciplina de la biología económica. También la Economía se ha interesado
sólo en el estudio disciplinario de la Humanidad, de la dependencia de bienes y
servicios manufacturados que utilizan fuentes no-renovables recursos biológicos.
Este interés miope ha ignorado un estudio holístico de los efectos del proceso
socioeconómico sobre el medio ambiente. Además, ha resultado en ignorar un
estudio científico de las interacciones no-lineales de sistemas complejos tales
como los sistemas socioeconómicos y biológicos con sus incertidumbres
inherentes.
La Bioeconomía también
ofrece un desafío dialéctico tanto a la Biología como a la Economía para que
cada uno a su vez desafíe al otro a esforzarse en su contribución para con el
otro. Es decir, que cada uno se desarrolle y llegue a ser más en esta unidad y no
menos en este intercambio dinámico. Como tal, daría lugar a una teoría
científica más profunda para la asignación y utilización de recursos no
renovables, los recursos biológicos disponibles y la gestión del medio
ambiente. Además, la Bioeconomía promueve la noción de que las disciplinas
pueden estar dialécticamente vinculadas a través de interacciones de sistemas en
las que las disciplinas individuales están interesadas, así como a través de
cerrar la brecha entre ellas debido a su independencia.
Por lo tanto, la síntesis de Biología y Economía en la Bioeconomía debería permitir un estudio holístico de algunos problemas que aquejan a la Humanidad. La perspectiva bioeconómica se propone para “comprender” la paradoja dialéctica del sistema socioeconómico humano y tratar de “resolver” sus defectos e imperfecciones teóricas. Desde la perspectiva dialéctica la Bioeconomía puede ayudar a enfocar el panorama biosférico más amplio del cual la Humanidad y todas sus actividades forman parte. Además, esta perspectiva dialéctica permitirá evaluar el sistema socioeconómico humano como sistema cognitivo abierto a mejoras, a través del aprendizaje y la adaptación. Debería ayudarnos a aclarar el problema de la realidad, asociado con nuestro sistema socioeconómico y nuestra forma de vida. Todo ello, probablemente podría lograrse a través de una reinterpretación profunda de las relaciones dialécticas entre las esferas de actividad de la vida (Biosfera), de la sociedad (sociosfera) y de signos, sonidos y señales (semiosfera). Esto requerirá una reevaluación de las relaciones estructurales entre el Grandes esferas y otras esferas de la actividad humana como la Tecnología, la Economía y sus respectivos impactos a través de la contaminación y los desechos (necrósfera). Esto es, a través de un paso constante de información hacia y desde todos estos ámbitos de las esferas para tener una actividad cognitiva efectiva (cognosfera) lo que lleva a una mejora constante en todas las esferas de actividad de la Humanidad. Las relaciones descritas se representan en la siguiente figura:
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Autores: Mansour Mohammadiam y José
Alfonso Delgado (traducción)
Nota: La publicación de las diferentes entregas
de El Tercer Camino
se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.
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