Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2023-2024

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18/5/22

El retorno del no Yedi (XVIII: 2 de 3). Deéelij

 

Sí, ya sabía a quiénes se refería Pitt. Pero de eso a que fuera verdad… Para que entendáis, en el curso de regresiones que redacté, finalmente, el año pasado, hay una mínima parte donde se habla de los distintos grados álmicos y qué es lo que realizan cada uno de esos grados dentro de lo que conocemos como el espacio de Vida Entre Vidas. El grado décimo se les conoce por “Sabios”, no encarnan, y su labor principal es custodiar la Tierra y los procesos por los que pase en su globalidad la Tierra y las almas ahí encarnadas, y a estos, concretamente, dentro de Vida Entre Vidas, se les conoce como Vigilantes. Si encarnan es en vidas sencillas, algo solitarias, nunca en ciudades, no suelen tener pareja, y están en pequeñas poblaciones, o parajes aislados.  Los Sabios poseen un nivel algo superior a los Maestros de Maestros (grado XI) y están muy cercanos a la Fuente y en contacto con las Esencias (y éstas con la Totalidad). Así que sí sabía de los Vigilantes, pero lo tenía absolutamente olvidado, pues mi memoria selectiva sabe lo que ha publicado y lo que no, y esto no estaba en el Blog de Emilio posteado. Por tanto, Pitt, me había llevado al punto en que dice que él y otros son estas almas de grado máximo cuya función es la mencionada antes. Quedaba, pues asentir y ver a dónde me conducía esto.

 

-         Correcto. Sí, sé a qué me refería con los Vigilantes en ese escrito que formulé, pero quiero recabar una prueba de ti, sobre esto que aseguras ser, un Vigilante. ¿Me explicas qué es a ver si es coincidente con lo que yo escribí y escasos ojos han leído, quizá no más de cuatro personas?

-         Incrédulo – dijo riendo -, pero me gusta la incredulidad, es algo positivo no creerse algo de entrada porque alguien te lo diga. No obstante, te diré que pese a lo que puedo manifestar, no puedo probar todo. Por ello, el ser Vigilante es algo que ya enuncié antes, solo has de recordarlo y observarás que encuadra con lo que tienes escrito en tu “curso de regresiones” – WOW, dijo curso de regresiones, esto sí que me asustó y al mismo tiempo sorprendió, pues era como darme con una prueba en las narices, pues en modo alguno le había referido que había escrito sobre los Vigilantes en el curso de regresiones, y en verdad sí es coincidente lo que escribí con lo que me ha referido él -, solo que hay un detalle que desconoces, somos tantos Vigilantes como Almas encarnadas no solo en esto que llamáis planeta, sino a cualquier espacio material donde se encarnen las Almas. Para muchos, seríamos como ángeles, arcángeles, serafines… Para otros seríamos como el angel de la guarda. Hay quienes nos ven cómo demonios caídos. Otros nos ven como Anunnakis, arcontes, entidades oscuras… Cuando estamos encarnados a vuestro lado, tenemos la capacidad de mostrarnos con cuerpo físico igual al vuestro, e incluso parecer uno más para quien nos manifestemos, por eso, para cada cual, en función de sus sistemas de creencias, crean un egregor concreto en cuanto nos manifestamos delante de cada cual. Podría manifestarme físicamente ante ti y sería una persona de unos 80 años, amable, sabia, generosa, confiable, un Pitt idealizado para ti, como el personaje de tu novela… pero podría manifestarme al siguiente instante delante de uno de tus hermanos y parecería su angel de la guarda. En cambio, si lo hago delante del tal Pepe Orsini, sería un demonio del astral al que rendir pleitesía, culto, cumpliría con unos rituales aprendidos, no cuestionados, y haría sacrificios en mi nombre dado que para él soy su deidad satánica a la que obedecer y a la que teme.

 

Y ahí se detuvo, Pitt, Almita. Supongo que esperaba mi respuesta. Pero si has leído lo anterior quizá puedas imaginarte cómo me había quedado en ese momento. Paralizado estaba. Seguía en silencio, no podía hablar, pero lo hizo él.

 

-         Encájalo, Deéelij. ¿No querías saber la verdad? Ya la tienes, y de sobra sabes que la verdad suele ser cruda y dura de asimilar, pero también conoces que la verdad te hace libre. Así que encaja. Pese a ello, y mientras colocas las piezas en su lugar, me permito recordarte que se había interrumpido el trato, y que me toca hacer preguntas y a ti responder para llegar más tarde al lugar donde es al revés: tú eres el interrogador y yo el confirmador o el ponente de más verdades. ¿Podemos, consecuentemente, seguir con el trato?

-         Sí, claro, por supuesto, pregunta – dije aún medio paralizado. Había mucho que cuadrar, encajar y asimilar. Mucha información de golpe y más preguntas que saltaban -.

-         Retomemos. Volvamos al día ese donde saltaste de nuevo a tu línea de tiempo primaria. Y desde ahí hacia atrás. Pero esta vez no te preguntaré nada en concreto. Ahora quiero que cuadres todo. Y te lo diré yo, no te pediré que lo hagas tú, pues el relato que te ofrezco constituye, al menos así ha de ser para ti, una prueba de lo que posiblemente ya has unido de momentos pasados, en principio, desconectados. Además, lo iré aplicando con este nuevo conocimiento de los Vigilantes. ¿Estás listo y recompuesto o aún andas perdido en elucubraciones y preguntas sin respuestas?

-         No sé si estoy listo, Pitt, pero sí estoy abierto a escucharte y comprobar lo que tengas que mostrarme, porque lo que me apetece es seguir preguntando sin parar.

-         Lo sé, pero dame mi tiempo, y dátelo a ti también. Será fácil. Solo escúchame y observarás cómo todo te va cuadrando. Y no me pauses, por favor. ¿De acuerdo?

-         No te garantizo nada, dispara. A ver qué pasa.

 

A partir de este instante iba a soltar andanadas que sí me encajarían, pero que a ti lector, no sé cómo te encajarán.  

 

-         Encarnar no es fácil, es duro muchas veces. Supone romper tu memoria Álmica. Llegar aquí o donde encarnes sin saber nada o muy poco de tu esencia Álmica, de tu procedencia divina, no es fácil. Imagina que al nacer un hijo tuyo lo llevas a un descampado y lo dejas ahí durante un día, a la intemperie, expuesto a toda clase de peligros. Lo más seguro es que muera a las pocas horas de frio, de calor, deshidratado o siendo pasto de las alimañas. Así es encarnar realmente. Para ello, un Vigilante encarna al lado de cada Alma encarnada sin que el Alma encarnada nada sepa de ello. El Vigilante no sería una especie de tercer padre, sino mucho más, muchísimo más. Sería su protector, su guardián, su defensor, su alentador, su soporte, apoyo, ayuda, sustento… En algunas culturas, de este mundo y de otros, pero permíteme que me centre en este, se sabe del Vigilante, aunque no lo definan con tal concepto. Unos creen en ello, pese a no verlos; les piden cosas, pese a no creer que puedan dárselas; suplican en momentos de agonía sin esperanzas de ser socorridos. Pero en verdad, siempre estamos ahí, cumpliendo la función asignada, y más en concreto porque con anterioridad en el tiempo lineal de las encarnaciones en un plano material, ya hemos pasado por lo mismo que aquella alma encarnada está pasando, así que tenemos la experiencia, el consejo adecuado y la solución a lo que se presente. Cuando encarnaste, Deéelij, yo estaba a tu lado, y siempre lo he estado. Sé por todo lo que has pasado. Sé de tus anhelos, de tus fatigas, de tus besos y abrazos, de tu sexualidad, de tus correrías y aventuras, de tu forma de ser, de expresarte, lo sé todo de ti. En realidad, no todo. Solo sé lo que puedo observar, pero no sé de lo que queda en tu recuerdo, ahí no puedo llegar, no nos es lícito. No podemos penetrar en esa intimidad que solo le pertenece al Alma encarnada. Por ello te pregunté si recordabas. Yo, obvio que sí recuerdo todo lo que has vivido, pero desconozco, como ya he dicho, lo que perdura en tu recuerdo, así como por igual no sé de lo que de memoria no borrada traes, salvo la que manifiestes cuando hablas de la misma. Así que hay una parte de cada Alma encarnada a la que no podemos penetrar. Si quieres llámame tu angel de la guarda, o como más te guste, pero no soy tu Guía, tu Guía es otra Alma que sin poder manifestarse físicamente permanece a tu lado como yo, con la diferencia que yo sí puedo hacerlo físicamente y que tu Guía sí sabe de lo que no recuerdas, así que de alguna forma, entre los dos, nos aseguramos de compartir lo necesario para poder ayudarte a cumplir tu plan de encarnación en esta vida.

 

¿Cómo lo llevas Deéelij? Yo estaba alucinando. En esos momentos nada tenía que decir, pues el velo de lo desconocido se me revelaba. Y pongo este pequeño comentario para que no sea muy cargado todo el discurso de Pitt, pues no se interrumpió ahí, el seguía hablando, así que sigamos escuchándole.

 

-         Si vieras la cara de tus padres cuando te vieron por primera vez. Sí, eso sé que lo recuerdas, fue de susto. Apareció un cuerpo algo deforme. No podrían creer que eso fuese natural, pero por no se sabe cómo, para ellos un milagro, aquellas deformidades se “arreglaron” y al final a tu madre le parecías hasta guapo, cuando el primer día al verte casi le da un infarto, pero no de verte, sino de culpa por haber traído a este mundo un engendro. Realmente, tenía mucho miedo a tu padre. Pensó que le había defraudado, que ella no era una mujer que pudiera generar seres humanos capaces, sino deformes. De veras, Deéelij, diste mucho susto al salir, y es que no querías salir. Tiraron de ti con tanta fuerza que produjeron esas deformaciones que la naturaleza humana y el tiempo recolocaron en su sitio. Deéelij, no querías nacer. No, de ninguna forma, y por más que tu Guía y yo te animábamos, no conseguíamos convencerte. Tú no lo recuerdas, pues fue antes de nacer, cuando estabas aún en el vientre de tu madre, pero llegamos a un acuerdo, un acuerdo en el que sabíamos que íbamos a ganar, como este primer acuerdo que tomé contigo hoy en el que de entrada, como te diste cuenta luego, ganaba de entrada yo antes que tú. Acordamos que si tenías las fuerzas humanas siendo un feto de engancharte al interior de tu madre y que no hubiera forma de sacarte de su vientre, aunque fuera por cesárea, por nuestra parte estaba bien que no nacieras. Lo que no te contamos eran las ganas que tus padres tenían de tenerte, la fortaleza que tu madre demostró para expulsarte fuera, y la nobleza de aquel médico que estaba empeñado en traerte a este mundo con vida sí o sí. Y naciste.

 

Aquí sí hay partes que conocía y otras pues que no tenía ni idea, pero que además me aportan una visión distinta de mi vida actual, de mi nacimiento, de mis padres. La parte conocida es que nací muy chungo físicamente hablando, pero del resto lo desconocía por completo.

 

-         Tras que nacieras y hasta los 14-15 años, fue un placer disfrutar de un alma encarnada súper divertida, traviesa, juguetona, espontánea, con unas ideas tremendas, con repuesta a todo y para todos, había nacido un rebelde sin aparente causa. Fuiste un bebé muy feliz. Sé que tienes muchos recuerdos de aquella época, pero yo los tengo todos, y he disfrutado muchísimo contigo. No tenía que hacer prácticamente nada, tú solo te las apañabas para salirte con la tuya y salir de los líos donde te metías. Tenías mucho ingenio, eras realmente divertido, y sí, siempre fuiste algo el payaso que hacía reír a los demás con sus ocurrencias, imitaciones y la voz de ventrílocuo que aún conservas. Salvo el día que tomaste gasolina de aquella botella de cristal que tu padre tenía en casa para sus múltiples arreglos, apenas me diste problemas. Y sí, tenía que haber estado más pendiente de ti ese día de la gasolina, pero me tenías acostumbrado a que no te servía para nada. A partir de ahí ya no bajé la guardia, esa es mea culpa, y lo siento, aun te perduran los efectos de aquel desaguisado en tu estómago. Y que conste eso no estaba previsto en tus experiencias, y lo digo para que veas que pese a ser Vigilantes, cometemos fallos dado que estamos por igual encarnados, aunque nuestros cuerpos físicos no lo veáis con esos ojos actuales, pero sí nos ven muchos animales, en especial los gatos.  El día de la muerte de tu amada tía Rita, lo tenías que pasar, era parte del plan, y bien que te señaló para siempre, ese día el desapego lo venciste con creces y ya nunca más te apegaste a nada ni a nadie. Aprendiste a ir en solitario, sin apoyos, sin compañías, te empezó a gustar estar solo, muy en soledad. Parte del niño súper divertido se había ido, y también esto era parte de tu plan. Esto te hizo más duro en muchos aspectos. Pese a ello conservaste una parte que llamo de ingenuidad al dejar penetrar en tu vida a cualquiera pese a que pudiera hacerte daño, pero aprendiste que si así fuera, acto seguido se apartaba a esa persona de tu vida y fin. No soportas la irracionalidad, la corrupción, la traición y el daño, en especial, a los pequeños. Son tus puntos débiles, pero al mismo tiempo son puntales fuertes desde los que operar en la vida.

 

Sí, lo sé, Almitas, me está desnudando Pitt el Vigilante, pero ya me he desnudado tantas veces que una más importa un bledo.  Pero no he querido dejar de contar esta parte de intimidad para que comprendas lo que realizan los Vigilantes por nosotros. Que podemos acudir a ellos con total confianza. Son nuestro mejor baluarte en vida. Así que aprovechad. Obviamente, Pitt no paraba de hablar…

 

-         Luego apenas tuve más que hacer por ti hasta el punto de los 15 años, cuando te perdí. No obstante, déjame volver atrás para cerrar hilos que puedan quedar sueltos. A esos que llamas Malvadetes y que tienen el control de lo que llamáis servicios de inteligencias, saben perfectamente interpretar una carta astral. Por ello, dedican muchos recursos en cada recién nacido, no al instante de nacer, sino cuando ya tienen constancia de su existencia por los llamados registros de nacimiento, y desde ese punto realizan las cartas astrales a todos los nacidos. Aquellos que por las circunstancias personales e individuales que se marcan en esas cartas y que puedan en el futuro restar eficacia en sus emprendimientos de seguir con el control del mundo, bien son raptados y eliminados si suponen un peligro fuertísimo para ellos, o bien como fue tu caso, implantan un chip condicionador inhibidor con el que tenerte programado para el resto de tus días. Luego no monitorean a todos, pues no tienen medios para ello (o no los tenían a los inicios de esta tecnología), como tampoco tienen medios para implantar el chip a todos en todas partes de este mundo ni consiguen localizar a todos los que puedan ser oponentes fuertes en el futuro es sus malvadas acciones. Así que cuando te lo implantaron fue porque de alguna forma ibas a ser algo que ellos no querían que fueras en la sociedad. De alguna forma era de cierto peligro dejarte suelto haciendo tu vida sin estar controlado por medio del chip. El caso es que, pese a que lo desactivamos sin retirarlo, el chip, de alguna forma técnica que por aquel momento no conocíamos que tuvieran a su disposición consiguieron reactivarlo en ti. Tras la activación entraste en una línea de tiempo secundaria donde sí podría observarte, pero no estaba a tu lado físicamente para ayudarte y socorrerte como era lo que me tocaba hacer. En ese momento nos pusimos a investigar y averiguamos de su nueva tecnología, que no era complicada, solo consistía en que había conseguido introducir en una base de datos común a todos los que teníais implantado un chip. Querían comprobar cuántos funcionaban aún, y eran la minoría, así que introdujeron una nueva señal de activación para los desconectados y en tu caso les funcionó. A ti te lo anulamos en su momento dado que en tu plan de vida no habías decidido pasar por ese trance del chip. Pero sigamos adelantando…

-         No. Espera. Una pregunta que necesito que resuelvas ahora. ¿Por qué no podías acompañarme en tu vigilancia hacia mí cuando salté a una línea de tiempo secundaria? No lo entiendo.

-         Porque así está pactado antes de nacer. No hay más razón. Te pongo un ejemplo, imagina que a tu hija la meten en la cárcel ¿qué puedes hacer por ella mientras está en prisión? Pues en las mismas me encontré contigo. Tuve que esperar a encontrar el momento propicio de hacer que salieras de esa línea de tiempo y volvieras a la principal, y a ello iba ahora. ¿Respondí a tu pregunta, Deéelij?

-         Sí, gracias, continúa, por el momento muchas preguntas se están resolviendo solas.

 

Entonces escuché que alguien le hablaba y que él le respondía, pero también noté que desde hacía un tiempo atrás su español ya no tenía acento de ningún idioma extranjero, sino que era parecido al acento de la España central, lo que aquí se conoce como acento de castilla. Y aprovechando que se había quedado en silencio al atender a quien fuera que tuviera cerca, le espeté esta cuestión.

 

-         Antes de seguir, ¿Por qué ya no tienes acento extranjero? – Soltó una carcajada y contestó-.

-         Lo puse al inicio para captar tu atención de posible mafioso al otro lado del aparato e intimidarte un poco.

-         Gracioso, muy gracioso para un Vigilante que ha de custodiar por mí en vez de ir asustándome. No sé si estoy muy orgulloso de tenerte como Vigilante personal, porque dado lo que llevas contado, no parece que hayas hecho un buen trabajo hacia mí.

 

De nuevo se quedó en silencio… hablaba con otra persona cercana pero no entendía lo que decían.

 

-         Una cuestión a resolver ahora mismo, Deéelij, ¿quisieras conocerme en persona, físicamente? Sería hoy mismo y en poco tiempo. Cuidado, será tu única oportunidad en esta vida. Piénsalo.

 

¡¡¡WOW!!! Esta sí que era buena. No supe qué decir. Y habló él.

 

-         Te explico, estoy en un vuelo privado, me acaban de anunciar que nos han desviado de la ruta original a una alternativa por cuestiones de posibles interferencias con otros vuelos en el curso que teníamos previsto, tú sabes de esto, así que en este desvío tenemos que pasar muy cerca de tu ciudad de residencia y podemos solicitar aterrizar para repostar. Insisto ¿quieres que nos conozcamos en persona?

 

Yo seguía sin respuesta. Estaba trabado. Por un lado, sí, pues así no solo le conocía, sino que comprobaba de su existencia física, pero por otro me daba cierto reparo. No supe qué decir e intervino él.

 

-         Entiendo, Deéelij, es una propuesta complicada de digerir. Haremos una cosa, vamos a desviarnos a Sevilla para repostar. Cuando estemos llegando te aviso por si quieres desplazarte y en la zona de tránsito de vuelos generales podemos vernos. Mientras déjame seguir con el relato que tengo pendiente de concluir en poco si así lo permites y luego haces tus preguntas.

-         No, déjame hacerte una pregunta, necesito hacerla. ¿Si eres mi Vigilante qué haces en un vuelo y no a mi lado, o es que podéis estar en varios sitios a la vez o desplazaros a la velocidad de la luz?

-         Esto tiene que ver con lo que quiero contarte, y es quizá precipitado adelantarte la respuesta, pero si la necesitas ahora, lo hago, ¿la necesitas ahora o puedes esperar?

-         La necesito ya, de eso depende que quiera conocerte.

-         De acuerdo, ahí va. He estado a tu lado hasta que cambiaste de línea de tiempo a los 15, luego por igual desde que regresaste, y hasta hace una semana en que por fin pediste una respuesta que solicitaste y que era coincidente con tu decisión de cambiar voluntariamente tu línea de tiempo principal dado que has estado trabajando en construir una alternativa en la que acabas de iniciar el camino, y por ello, al cambiar de línea de tiempo, y además ser voluntario, yo ya nada tengo que hacer a tu lado. Ahora ya vas por tu cuenta. Por ello quería contactar contigo, explicarte todo y despedirme ya que estás en tu nueva realidad recién inaugurada donde ya no puedo estar pues no es la que me pertenece, así que estoy en otros digamos “deberes” con respecto al plan general de otras Almas encarnadas

 

Sí, Almita, ¿cómo me había quedado? No hay palabras. Pero sí te digo que por el instante ese me sentí desamparado, abandonado, traicionado, desprotegido. Acababa de conocer a mi Vigilante y resulta que al mismo tiempo me entero que ya le había despedido de sus funciones con anterioridad y por su tono de voz y la invitación a conocernos iba a ser de forma irrevocable. Era como si nunca hubieras tenido padre, de pronto te dicen quién es, le ves, y te dice que adiós, que es solo para un instante y que no podrá hacer de padre más pues yo lo he decidido sin pretenderlo. Alucinante.

 

-         ¿Desconcertado, Deéelij?

-         Pues sí, y mucho.

-         Por favor, permíteme seguir con el relato, todo se comprenderá. Te dije que me dieras tiempo y que te lo dieras. ¿Puedo seguir, que además queda poco?

-         Dispara, no me queda otra.

 

Entonces sí oí como al hablar con alguien – voz femenina - en el avión le comunicaba la intención de aterrizar en el aeropuerto de Sevilla.

 

-         Regresemos a aquella noche del segundo año de academia. Estabas en unos ejercicios tácticos nocturnos muy lejos de los terrenos que normalmente usabais, muy lejos de la academia. Los profesores os indicaron que tuvierais cuidado porque había caminos en los mapas que en el terreno habían sido arados y que por tanto podría daros lugar a error y por ello perderos. Estabas al mando aquel día. Sé que todo esto lo recuerdas bien pues lo has referido alguna vez. Al caso. En todo momento todos, muy expertos en orientación y no habiéndoos perdido jamás y pese a que todos iban pendientes del mapa y de la brújula, de pronto sabíais donde estabais y de pronto ya no lo sabéis. Incluso al buscar orientación con las estrellas, el cielo no os era conocido de pronto no lo reconocéis. Estabais perdidos. Decidiste seguir en dirección norte acorde a lo que la Luna sí os podía marcar como tal en aquella noche de luna llena esperando encontrar alguna referencia en el terreno que poder identificar con el mapa y así situaros de nuevo. Encontrasteis un camino, o derecha o izquierda, y fue izquierda dado que había luz en una casa que se divisaba más adelante. Eran las 02:00 de la mañana, aproximadamente, pues ahí el tiempo empezó a bailar en vuestros relojes, pero no os disteis cuenta de ello. Os sorprendió que tan majestuosa casa estuviera sola en medio del campo, abierta la reja de par en par y con muchas luces encendidas. Decidiste entrar y diste la orden para que te siguieran. De pronto a todos se os erizó el pelo. Teníais la sensación de que muchas miradas que no podíais ver os estaban escrutando de una forma que no se adivinaba cariñosa. Llegasteis al final de la gran casa, donde había una piscina con el agua removida y pisadas recientes de que al menos dos personas habían salido de la misma. Ahí fue donde te pusiste en alerta y tras haber dado voces para ver si alguien os atendía y decía dónde estabais, solo tuviste, a mi modo de ver acertado, la idea de dar la orden de cargar armas pues siempre llevabais munición de guerra en el cargador. Nadie discutió la orden. Fue la primera y única vez que diste esa orden, que en cualquier circunstancia se discute, pero en tales circunstancias nadie se atrevió a decir lo contrario. Solicitaste que os retirarais por binomios protegiéndoos las espaldas. Salisteis y emprendisteis el camino de la derecha hasta llegar a un pueblo que pudisteis identificar, ahí mandaste sacar la munición de la recámara, pasaste revista a las mismas y de nuevo el seguro puesto. En ese momento decidisteis todos que no hablaríais de nada de lo que había pasado. Mirasteis el reloj y eran las 22:00, aún estabais a tiempo de llegar dentro de los plazos horarios establecidos al destino de llegada sin tener que dar explicaciones por un posible retraso a los profesores. El fin de semana, tras las maniobras, los miembros de tu pelotón disponían de dos coches, uno el tuyo, para ir a ese sitio y averiguar qué había pasado.  Pero de los doce, cuatro ya no quisieron saber más de la historia. Los ocho que fuisteis en dos coches os quedasteis sin palabras cuando comprobasteis que la casa aquella no existía, que todo era un páramo sin cultivo, una especie de terreno baldío. Al regreso los cuatro que no fueron preguntaron, y tras vuestra respuesta decidisteis conjuraros en no hablar jamás de aquello. De hecho, lo olvidasteis casi al instante y seguisteis con vuestras vidas. En tu caso lo hablaste pasados casi 20 años, y en privado. Pues bien, cuando os perdisteis, en ese momento se había abierto en ese espacio un portal de tiempo, no un portal dimensional, por esos vuestros relojes fallaban, por eso entrasteis a las 02:00 y salisteis a las 22:00. En ese momento ya estaba a tu lado, te había recuperado, pero no las tenía todas conmigo. Fue cuando llegó el momento en que llegaste al final de la casa, junto a la piscina, donde ya había conseguido desactivarte el chip, y fue justo en ese momento donde perdiste el miedo por lo que antes sentías como una mala sombra a vuestro alrededor, y si bien algo te decía que si seguías avanzando más allá de la piscina encontrarías qué estaba pasando allí y lo averiguarías, pero también sabías que lo que fuera que encontrases te haría usar el arma y disparar a matar y que tus compañeros te seguirían por lo que ibais a descubrir. Pero preservando el bien de los tuyos porque presentiste que iba a ser una carnicería si seguías adelante, decidiste retirarte y proteger al pelotón. Justo al salir de ese lugar, salisteis del portal del tiempo y justo ahí cambiaste no solo tú sino los demás de línea de tiempo. Recuerda que a la salida de la casa todos estaban aturdidos y te siguieron como zombis hasta la llegada al pueblo, y que uno de ellos estaba aún tan perturbado, que estaba buscando en la matrícula de los coches en qué pueblo estabais y que solo fue cuando le dijiste que en la matricula solo se indicaba, por aquella época, las siglas de la ciudad y no la de un pueblo, fue cuando entró de alguna manera en razón. ¿Lo recuerdas?

-         Perfectamente. Eso nunca lo olvidaré.

-         Pues así te recuperé de nuevo y ya no te soltaría hasta que hace una semana pediste una respuesta y ya habías construido una nueva línea de tiempo para ti a la que te estás conduciendo. ¿Comprendido?

 

Sí, ya lo tenía todo enlazado y comprendido, quizá algún fleco por indagar, pero la línea general de tiempo de mi vida ahora cobraba sentido, la comprendía.

 

-         Por cierto, Deéelij, en 45 minutos aterrizamos en Sevilla para repostar ¿Qué dices?

 

Almitas, de nuevo me he pasado, estoy en la página 9 de las ocho permitidas. Paro aquí, sigo escribiendo el relato de aconteceres. Por cierto, son las 21:47 del 06/05/2022 cuando termino de escribir esta parte.

 

        Comunicado de Emilio Carrillo.

Quien ahora escribe es Emilio Carrillo, y no soy Deéelij, pues somos personas distintas, aunque aún hay quienes piensan que soy yo con un pseudónimo.

Le pedí a Deéelij que anunciara la terapia, que recibió por psicografía, en este Blog y no en otros lugares de publicidad porque, estando más enfocada a las personas que ya han iniciado su despertar espiritual, o están ciertamente avanzadas, pero aún les queda algo por conseguir (eliminar su ego, reconectarse con su alma, tener control emocional…), este Blog posee los lectores adecuados para lo que se ofrece. Además, muchas de las cuestiones que comparto en conferencias, seminarios, retiros… se pueden asentar mejor con ella, como un plano a construir, ayudando la terapia en la construcción.

Para solicitar tanto la ayuda terapéutica como la asistencia al curso de regresiones, dirigirse a: deeelij@gmail.com

 

Comunicado de Deéelij

El 01/12/2020 comuniqué que personalmente había recibido por psicografía una serie de técnicas y procesos para aplicar en psicoterapia que solucionaba el 80% de los problemas psicológicos del ser humano. La explicación resumida de esta psicoterapia es que elimina el ego, te reconecta con tu alma (conecta la Particularidad con la Singularidad) y tienes control emocional siendo feliz en tu vida actual. Durante el año pasado lo dejé en otras manos el ofrecerla, no obstante desde inicio de 2022 la he retomado, por ello si queréis recibir este tratamiento terapéutico sólo has de ponerte en contacto conmigo (deeelij@gmail.com) ofreciendo un número de móvil o celular al que poder enviar un WhatsApp y desde ahí establecer un contacto para explicar lo que necesites y determinar, en su caso, cita para comienzo de sesiones online. No obstante, quiero disuadirte antes de que inicies el contacto. Este proceso requiere que dispongas para ti mismo al menos una hora y media al día. Se necesita ese tiempo para poder ir realizando los ejercicios que te conducen a la reconexión con tu alma, tener control emocional y eliminar el ego, así que sin ese tiempo, déjalo estar para cuando tengas ese tiempo para ti.

  Audio libro: https://www.ivoox.com/podcast-deeelij-2022_sq_f11441821_1.html

  Actualizaciones de “Todo Deéelij”: en deeelij@gmail.com

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