Amigas y amigos:
De vez en cuando es necesario lanzar bombas de verdad. Nunca lo haré para ofender o lastimar a nadie, porque eso para mí no es posible (no creo que ustedes quieran darme ese poder sobre sus mentes), sino para contribuir a despertar consciencias y despejar dudas.
Va entonces la siguiente aclaración, a propósito de las celebridades que han dejado de ser veganas, como si se tratara de una dieta:
El veganismo no es una dieta, no es un estilo de vida, no es una moda. No.
El veganismo es una postura ética y política que aboga por el respeto, compasión y cuidado hacia los animales no humanos (recuerden que la especie humana también pertenece al reino animal). Sobre todo, hacia los miles de millones de seres sintientes invisibilizados por las industrias de comida, que a diario son criados, usados, explotados, torturados y sí, asesinados innecesariamente para satisfacer el placer, el entretenimiento, la vanidad y en muchos casos, el ego humano.
Una persona no se hace vegana por su salud. Si es por salud, entonces se hace vegetariana (que es el término correcto para la alimentación basada en plantas sin ingredientes de origen animal), o mejor aún, decide llevar una dieta basada en plantas y alimentos integrales, sin aceites ni productos procesados.
Una persona tampoco se hace vegana por el medio ambiente. Sí, las consecuencias positivas y beneficios del veganismo son enormes y cada vez hay más evidencia científica de esto, tanto en la salud humana como en el cuidado del planeta. Es indiscutible que la alimentación más ética resulta ser a su vez la alimentación más sana para humanos y para el planeta, sin embargo, esto no debe desviar la atención del objetivo del veganismo.
Cuando una persona se hace vegana, lo hace por los animales. En términos de alimentación, deja de comer los cuerpos de animales muertos y sus secreciones, que es lo que mayor impacto tiene diariamente. En términos de vestido, calzado, productos de higiene, productos de belleza, entretenimiento y demás, deja de consumir, en la medida de lo posible y practicable, todos los productos que provienen de animales, los productos que contienen ingredientes animales o que han sido experimentados en animales. Igualmente deja de asistir a espectáculos en los que hay animales esclavizados o encerrados y nunca comprará animales para que le hagan compañía. En todo caso y por contribuir, decidirá adoptarlos.
Apoyar o rechazar el maltrato animal no tiene términos medios. Lo que a mucha gente se le hace difícil es ponerlo en práctica en la vida cotidiana, debido al profundo adoctrinamiento al que somos expuestas y expuestos desde la infancia. Nos cuesta trabajo entender que no es posible amar a los animales y a la vez, comprar animales muertos para comerlos. Sin embargo, cuando recordamos nuestro por qué, entendemos que no es difícil, sino que es un desafío solamente. Nada comparado a lo que viven los animales en un matadero.
Es entendible que al tratarse de un sistema de creencias impuesto a nivel global desde hace mucho tiempo, veamos el consumo de animales y sus secreciones como algo "normal". Sin embargo, algo normalizado no significa que sea normal.
También es comprensible que cada persona tenga un proceso individual de toma de consciencia, en el que asume la responsabilidad de sus conductas y se da cuenta de que tiene la opción y el poder de elegir consumir o no estos productos.
Si partimos del hecho de que uno de los valores inherentes de las y los humanos es la compasión, queda claro que no querríamos hacer daño a otro ser sintiente (al menos no de manera consciente, a no ser que seamos psicópatas).
Es un tema ampliamente difundido el hecho de que los animales no humanos también son seres sintientes, con consciencia y capacidad de disfrutar y de sufrir. Muy poca gente ignora esto actualmente. Entonces, queda claro que la mayoría de las y los humanos tenemos la opción y el poder de elegir si queremos o no ser partícipes del sistema de opresión y explotación animal (que, curiosamente es el mismo sistema que oprime a humanos por su raza, por su sexo, por su origen, por su edad, por su condición social, etc.).
Así de simple. Que esto sea una tarea fácil o difícil, es asunto aparte. Aquí lo que importa es la voluntad. Y donde hay voluntad, existe al menos una vía.
Si elegimos el lado opresor, omitiremos la información y la evidencia científica, haremos como si no pasara nada, diremos que "tenemos derecho", o quizá diremos que como todos lo hacen, por qué nosotros no. Y algo importante, evadiremos la evidencia y voltearemos la mirada ante las imágenes de dolor y sufrimiento animal que se muestran en cientos de documentales. Porque sabemos que todo eso que le hacen a los animales, no está bien, pero nos incomoda tanto cambiar nuestros hábitos, que preferimos ir por la vía fácil.
Disonancia cognitiva, le llaman en psicología al estado de incomodidad que surge en nosotros cuando nos vemos en una disyuntiva moral. Y tenemos dos opciones: una, la más común, optamos por cambiar nuestros valores para que estos se ajusten a nuestras conductas; y dos, la menos común, optamos por cambiar nuestras conductas para que estas estén alineadas y en coherencia con nuestros valores.
Tienes el poder de elegir el lado de la compasión, el respeto y el amor a la vida. No estás sola, no estás solo. Cada vez somos más las personas que hacemos el cambio de hábitos a favor de los animales.
Y recuerda que nada que haga daño a otros podrá hacerte bien a ti.
=================================================================
Autora: Tannia Falconer (t@tanniafalconer.com) (Asesora a quienes quieren llevar una
vida más consciente y compasiva, mediante el veganismo, alimentación basada en
plantas, meditación y herramientas de autoconocimiento para una transformación
profunda. Se guía por el Ahimsā, principio de Noviolencia)
Página en Facebook:
https://www.facebook.com/Tannia-Falconer-101274598317268
Sitio web:
https://tanniafalconer.com/ (en construcción)
=================================================================
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.