A ver cómo escribo esto para que se me entienda.
El pensamiento sistémico es un modo de pensar la vida de modo tal
que los detalles de los hechos que acontecen próximos a nosotros, tanto en el
tiempo como en el espacio, no nos impidan ver el conjunto de la realidad, tanto
a lo largo del tiempo como del espacio. Es por eso por lo que pensar
sistémicamente nos obliga a alejarnos prudentemente de la realidad cotidiana
para intentar ver hasta donde nos alcance la vista, como un pintor, para
contemplar el cuadro, ha de verlo con cierta distancia, aunque ello le impida
ver acaso pequeños errores en los trazos de la pintura.
Una visión sistémica del mundo
En los debates y tertulias de la televisión y de la radio, los
contertulios comentan las noticias de hoy o de ayer (hace 24 horas) y debaten
sobre ellas. Es muy difícil escucharles proyecciones de gran amplitud
témporoespacial. La política es un juego táctico, pero con una planificación
estratégica que se trata de ocultar. Es aquello de que un político actúa
siempre con segundas intenciones. Las que vemos son las maniobras tácticas que
reflejan los diarios y las “segundas intenciones” suponen su estrategia, que
jamás darán a conocer porque son su “arma silenciosa”.
Pues bien, voy a tratar de explicar lo que significan las armas
silenciosas que se utilizan para un tipo de guerra, en la que estamos inmersos
los seres humanos desde exactamente 1954. Es la denominada “Guerra Tranquila”.
Un documento de 30 páginas, fechado en 1979 y encontrado
casualmente el 7 de julio de 1986 en una fotocopiadora IBM comprada en una
subasta de material militar en Estados Unidos, revelaba un conjunto de
reflexiones escritas en el 25 aniversario de la Tercera Guerra Mundial (1954
como hemos dicho), llevada a cabo con armas silenciosas de tipo biológico, y de
información. Por eso la califican de Guerra Tranquila.
Se trata del uso de la ingeniería social para el control de las
conciencias y la pérdida de la libertad de las personas, tal que sea posible un
control prácticamente absoluto de nuestras vidas. Y todo ello dentro de unas
estrictas normas de legalidad y moralidad, por supuesto, sin perturbar estos
sagrados valores. Por cierto, que esto se ha tratado de hacer toda la vida. Las
organizaciones religiosas han sido siempre maestras en este tipo de guerras
tranquilas con el uso masivo de armas silenciosas.
Avances en Investigación Operativa
Todo es fruto de lo que se conoce como Investigación Operativa,
técnica militar inventada en 1946, para el estudio estratégico, operativo y
táctico de la guerra y la defensa. En la actualidad es de uso obligado en
cualquier operación militar.
El desarrollo de la informática en la década de los 40 y 50,
permitió a las más altas esferas del poder de las naciones presentir
clarísimamente la capacidad que alcanzarían en pocas décadas de controlar “el
conjunto del mundo” apoyándose en un botón.
La Fundación Rockefeller se olió la tostada e invirtió todo el
dinero necesario para potenciar el desarrollo de la técnica. Este desarrollo,
junto con la tecnología nuclear, permitió a los miembros de la ya reconocida
como “Élite mundial” declarar la Tercera Guerra Mundial o Guerra Tranquila en
un encuentro mantenido en 1954.
En el arte de la guerra, la ciencia y la tecnología son el medio
que permite alcanzar el objetivo que no es otro que el control del territorio
conquistado. En la Guerra Tranquila el objetivo no es el territorio, sino la
población. El vencedor es aquel “ente” capaz de controlar la población. Por
entonces ya hacía un siglo que el término “Nuevo Orden Mundial” estaba acuñado
y se sabía qué era y cómo alcanzarlo. Ese NOM no es otra cosa que el control
absoluto de la Energía.
Desde que Einstein asoció materia y energía mediante la ecuación
e=mc2, para el Poder mundial, e=mc2 es la materia/energía que pudiéndose
contar, medir y comprender, se transforma en algo virtual pero bastante más
manejable que e=mc2, y se llama información sobre e=mc2, es decir, “dinero”.
Así que quien controle el dinero controla la materia/energía del mundo, desde
ahora, la denominaremos “la Energía”. Energía = materia = información = dinero.
Objetivo: el control de la Energía
El objetivo de la Guerra Tranquila no ha sido otro que desplazar la
energía social y natural (riqueza) de la masa indisciplinada e irresponsable
del pueblo inicialmente americano, hacia manos selectas capaces de manejarla de
un modo más eficiente.
Igual que los físicos teóricos vienen tratando de comprender y
encapsular la física en “algo” comprensible y capaz de ser contado y medido y,
con ello, que pueda ser predecible y manipulable, los dirigentes del Capital
(la banca) y las entidades financieras tratan de convertir el dinero (la
Economía) en algo igualmente predecible y manipulable.
Pero esa capacidad de dominio de la Energía tiene el problema de
que cuantos más la sepan manejar, más competencia habrá, así que queda claro
que es importante mantener al enemigo detrás de la brecha de la ignorancia, que
aísla a las clases inferiores de las Elites. Como la competencia supone lucha,
cuanta menos competencia haya, más paz y orden habrá en el mundo. Por ello, es
esencial la esclavitud de la ignorancia para el mejor desenvolvimiento de la
clase dirigente.
El efecto de un arma es abatir al enemigo. Las armas convencionales
y las silenciosas tienen el mismo efecto, pero funcionan de un modo diferente,
evitando en estas el efecto cruento de las primeras (habitualmente). Las armas
convencionales disparan balas o misiles. Las armas silenciosas disparan
“situaciones” mediante el tratamiento de datos o noticias. Disparan bytes en
vez de explosivo a partir de un ordenador en vez de un cañón. Y el operario es
un programador de ordenadores, o un periódico, radio o TV en vez de un
artillero.
El público general no puede comprender este tipo de armas y no las
considera como tales. Sienten que algo no va bien y que poco a poco las
noticias de situación van haciendo mella provocándole lo que en guerra
psicológica se denomina “decepción”, un estado de depresión, de falta de
vitalidad, de pesimismo, de debilidad y de “tirar la toalla”. Hasta caer
rendidos a la evidencia de que “no se puede hacer nada”. En ese momento el
enemigo ha perdido la guerra.
Para Mr. Mayer Amshel Rothschild, quedó bastante claro en los
albores del Siglo XIX, que el manejo del dinero era mucho más fácil que el
manejo de la materia y de la energía, por eso pronunció la frase de que,
teniendo la máquina de hacer dinero, no tendría que preocuparse de quienes
hicieran las leyes, porque sería dueño de “todo”, de la materia y de la
energía. Y algo muy importante, cuando la gente ve quién ostenta el poder, el
que ellos puedan tener se lo van a dar pronto, cayendo en el campo de atracción
magnético, dando su riqueza a cambio de una promesa de riqueza más grande.
Llámese a esto “hipoteca” o “deuda”.
Mediante el arte de la compra y venta del dinero con intereses,
cosa que los judíos no consideraban pecado, como lo hacía la Iglesia católica,
vio que su capacidad de manejar dinero a voluntad le otorgaba el mayor de los
poderes, mucho mayor que el poder político, que ni siquiera necesitaba.
Con el tiempo, el uso de los ordenadores le aportaría (a la
familia) capacidad para conocer en tiempo real las oscilaciones del mercado y
saber anticiparse a ellas.
Shock testing
Cuando un avance científico en un área del conocimiento se aplica a
otras áreas, se produce una revolución. El término resiliencia, originalmente
aplicado a la ingeniería como la capacidad de soportar deformaciones por
impacto, se utiliza ahora a nivel de la psicología, indicando lo mismo, la
resistencia a la adversidad. Pues una técnica aeronáutica denominada “shock
testing” o reacción del fuselaje de un avión al disparo de un misil o cañón a
bordo, indica la capacidad de la célula del avión de resistir las vibraciones
que el retroceso provoca.
La aplicación de este principio a la Economía equivale al impacto
de la variación de precios sobre la estructura bancaria; es el eco resultante
del choque económico a la estructura “psico-económica”. Y esto llega hasta el
ámbito de la unidad familiar. De este modo, las variaciones de precios, de
oferta y demanda pueden ser predichas, y con ello, se puede saber cómo
reaccionará la gente a las manipulaciones que los reguladores económicos
introduzcan en la vida social. De este modo se provocan y se resuelven las
crisis y se describen los ciclos económicos que todos conocemos. Todo se sabe
de antemano.
A lo largo de los últimos cincuenta años, las metodologías se han
ido refinando, especialmente con el denominado Proyecto Harvard, diseñado para
descubrir la estructura económica y qué fuerzas son capaces de modificarla. En
suma, conseguir un completo modelo matemático de cómo funciona el mundo y poder
simular sobre él todo tipo de ensayo, sabiendo con ello y de antemano, el
efecto que provocará las perturbaciones que se provoquen.
Acaso el elemento más errático en su comportamiento es la unidad de
consumo, el consumidor, el ciudadano, cuyos criterios de coste de oportunidad
están sometidos a algo tan impredecible como el deseo o el capricho. Pero la
técnica del shock testing y esencialmente la introducción de las compras “on
line” más el uso de los macrodatos “BigData”, con lo que ya “ellos” son capaces
de saber cuáles son nuestros patrones de consumo con una exactitud apabullante,
parece que está resolviendo el problema.
Modelo E
Con todos estos recursos tecnológicos y especialmente, los
incorporados con la revolución industrial 4.0 a saber, la Inteligencia
Artificial, el Internet de las cosas, los Madrodatos (BigData), la tecnología
5G y la Robótica, la Economía está llegando a comprenderse básicamente igual que
se comprende la Física de Newton y falta poco para asemejarse a la física
cuántica.
Así, qué pasa si asociamos la economía a un flujo constante de
producción, distribución, consumo e inversión, como si fuera una corriente
eléctrica. Es decir, elaboramos un Modelo Económico como un modelo Eléctrico
(Modelo E). Pues parece que el modelo funciona a la perfección.
Pero como el mercado, por el arquetipo de los límites al
crecimiento, tiende a mostrar un comportamiento de crecimiento continuo, para
mantenerlo es necesario inventar un dispositivo económico que sirva de
amplificador de señal, capaz de descubrir nuevas fuentes de energía, es decir,
de dinero. Y esto se encuentra en las materias primas y en el consentimiento
del pueblo para trabajar.
Cada clase social, obrando a garantizar su propio nivel de
ingresos, controla el nivel inmediatamente inferior a éste, y así preserva la
estructura de clase. Ello asegura la estabilidad y la seguridad, pero también
un gobierno desde arriba. Pero la educación y el conocimiento, así como el
acceso a la información (Internet), provoca en las clases inferiores la envidia
de querer ser como las superiores. Esto, para la Élite es una amenaza.
Hasta que no sea posible el control total de la Energía y el
consentimiento del pueblo a trabajar y a dejar a los otros que tomen en sus
manos sus asuntos (los de la gente), es en la medida en que se corre el peligro
de que el pueblo se atreva a interferir en la transferencia final de las
fuentes de energía al control de la Élite.
Es decir, si el Nuevo Orden Mundial supone el control absoluto de
la Energía por parte de la Élite, esto pasa porque “la masa poblacional”
acepte, se rinda a que la Élite asuma completamente el control de sus vidas.
Armas silenciosas para guerras tranquilas
El arma silenciosa por excelencia es “la información”, la entrega
obligatoria de datos a la población, contenidos en todo tipo de plataformas,
impuestos, nóminas, subvenciones, lo que le permite al Gobierno “dimensionar la
propiedad privada sin justa compensación”, por Real decreto. Si este
procedimiento no produce la indignación del pueblo, es señal de que éste está
preparado para rendirse y consentir su puesta en estado de esclavitud. Dicho de
otra forma, si cada vez más proporción de población asiente en vivir a base de
las subvenciones que recibe del Estado, esto es señal clara de que se ha
rendido, ha dejado de luchar y acepta vivir a base de la limosna del Gobierno.
Y no digamos nada, el hecho de aceptar subida de impuestos sin reciprocidad de
servicios añadidos por parte del Estado.
Pero esta arma silenciosa ha de ir acompañada de algo fundamental,
la distracción masiva, es decir, la capacidad de mantener a la gente embobada
con actividades disuasorias, distracciones tipo deporte, espectáculos,
videojuegos, etc. O también generación de noticias de escándalos que son
tapadas con nuevos escándalos. O simplemente la postverdad, o ese estado de
información mediática cuyo objetivo es mantener a la gente absolutamente
despistada respecto de lo que está sucediendo.
Pero esto ya lo sabían los romanos. Se llama “pan y circo”, “panem
et circenses”.
En resumen
Este es el conjunto de armas silenciosas destinadas a mantener una
Guerra Tranquila contra un enemigo, que se llama población, cuyo objetivo es su
rendición ante el hecho de dejarse manipular y dar el control de nuestras vidas
a aquellos que desde hace doscientos años se erigieron en los dueños del mundo,
una historia que arranca con la creación de sociedades secretas tipo Masonería
y los Iluminatti. De todo ello, nuestro libro “Consciencia y Sociedad
Distópica” lo aborda en el imponente capítulo V- Política.
Se pueden resumir en cuatro tipos de armas:
Medios de comunicación: Mantener la atención del publico adulto
distraído con la postverdad, las fakes news y demás distractores de la verdad,
lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivándolo con temas sin
importancia real.
Enseñanza: Mantener al publico ignorante de las verdaderas
matemáticas, de la verdadera economía, de la verdadera ley, y de la verdadera
Historia.
Espectáculos: Mantener el entretenimiento publico debajo del nivel
del sexto año de primaria. Con “armas de distracción masiva”
Trabajo: Mantener el publico ocupado, ocupado y ocupado, sin tiempo
para pensar, de vuelta a la granja con los demás animales.
Y un acontecimiento inesperado… o no
Señoras y señores, con ustedes, la pandemia del Coronavirus.
Mira por donde un pequeño pangolín nos ha venido a traer la
oportunidad de adelantar en décadas el control total de la población. Es
aquello de que “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid” o…
“Que parezca una pandemia”.
Dejo a cada cual la interpretación del hecho que desde aquí
calificamos de Suceso Cisne Negro… para nosotros, los ciudadanos, no para
ellos, para los que supone su gran oportunidad de cumplir el sueño esperado
hace doscientos años.
Los efectos económicos de la pandemia, que todos nos llevamos las
manos a la cabeza, los que están implicados en el “evento”, lo conocen
perfectamente y cuentan con el desplome de la economía de muchos de los países,
entre ellos el nuestro.
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Autor: José Alfonso Delgado (Doctor en Medicina especializado en Gestión Sanitaria y
en Teoría de Sistemas) (joseadelgado54@gmail.com)
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La publicación de las diferentes entregas de Visión sistémica del
mundo se
realiza en
este blog, en el contexto del Proyecto Consciencia y
Sociedad Distópica, todos los lunes
desde el 20 de enero de 2020.
Se puede tener información detallada sobre los objetivos y
contenidos de tal Proyecto
por medio de su web: http://sociedaddistopica.com/
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