En muchas
ocasiones, la calidad de nuestra vibración depende de la posición que tomamos
dentro de nosotros mismos.
La
comodidad con la que habitamos dentro de nosotros, la proyectamos en nuestras
relaciones y también en la forma en que habitamos nuestro hogar.
Al igual
que ocurre con la inocencia, la forma de entender el valor real de la comodidad
es observando a un bebé.
Un bebé
elige siempre la opción más cómoda para todo: para sentarse, levantarse, comer,
jugar... Ante el menor síntoma de incomodidad, un bebé protesta.
Con los
años, lo que suele ocurrir es que acabamos normalizando la incomodidad en
multitud de situaciones: en las relaciones de pareja, en nuestra forma de ganar
dinero, en nuestros vínculos familiares, en el deporte, en nuestra casa,
etcétera.
Este es el
caso de un chico que desde muy joven había normalizado, e incluso justificado,
su incomodidad y cómo, con sencillas pautas en su vivienda, logró posicionarse
en la vida de una forma mucho más sana.
Contactó
conmigo ante un cambio de vida importante. Se había separado y debía regresar a
su vivienda familiar. En la vivienda de su familia no había mucho orden y el
ambiente, en algunas ocasiones, era tenso debido a muchas diferencias de
carácter.
Su
intención era encontrar, en medio de tantos cambios, un espacio para recuperar
energía y volver a comenzar.
Recibí un
video de la vivienda y respondió a unas preguntas en las que mostraba y
confesaba su tendencia a elegir los lugares más incómodos en favor del
bienestar de los demás. Defendía esta actitud como un acto de consciencia por
el que lograba sentirse con más paz, sin embargo, confesaba que mirando hacia atrás
en su vida, esta tendencia le había llevado a situaciones con mucho sufrimiento
y poco sentido.
Tuvimos una
sencilla charla telefónica en la que le animé a seguir unas sencillos consejos
con la intención de despertar su brújula interior, esa brújula que le ayudaría
a reconocer el camino sano para todos, incluyendo el suyo.
Las pautas
fueron las siguientes:
+Elegir un
lugar en la vivienda en el que se sintiese realmente cómodo o preparar uno.
+Cada día,
un mínimo de dos veces, debía acomodarse en este lugar y durante unos minutos,
sentir la comodidad que le proporcionaba e intentar grabar dicha sensación en
su cuerpo y en sus emociones.
+Cada
semana debía añadir un nuevo lugar cómodo hasta completar las pautas a las 3
semanas.
Mantuvimos
contacto por teléfono cada martes de esas tres semanas.
+La primera
semana me contó que había comprado un nuevo cojín ya que solía sentarse en su
cama con la espalda contra la pared y el cojín le hacía sentirse más cómodo a
la hora de meditar o leer. Me contó que le suponía un esfuerzo seguir la
rutina, pero que conforme más la aplicaba, más tomaba consciencia de la
cantidad de veces que en su día a día optaba por la incomodidad en muchos
aspectos.
+La segunda
semana comenzó también a sentarse, a la hora de comer y de cenar, en una silla
que le permitía disfrutar de las vistas por la ventana.
+La tercera
semana me contó que había seguido su intuición a la hora de aplicar un cambio de distribución en la vivienda de
los padres y que el cambio había mejorado la experiencia de todos. Sentía que
había mucho mejor ambiente, que tanto él como todos estaban mucho más cómodos y
su actitud en todos los aspectos de su vida estaba cambiando en la misma
frecuencia. Me contó, además, que había estado observando cómo cada vez que
elegía la incomodidad, su vibración bajaba y con ella el resultado de las
decisiones que tomaba desde esa actitud. Sentía que gracias a haber puesto
atención a una comodidad sana, había conectado con una forma más intuitiva y
cómoda de vivir.
La
vibración de la comodidad no tiene sintonía con la pereza ni con la dejadez.
Tampoco es una vibración que esté reñida con la dificultad.
Sentir
comodidad es una señal de estar en el lugar adecuado en la posición adecuada.
Puedes
estar en una situación difícil, pero viviéndola desde una posición cómoda
dentro de ti.
Si en
algún momento observas una tendencia a elegir la incomodidad, poner atención y
consciencia a tu comodidad física, iluminará el camino para acomodarte de nuevo
en ti.
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Autor: Andrés
Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de
publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de
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