Se acerca la navidad y todos chocamos
copas y brindamos:
¡¡Salud!!
"Es un estado de bienestar físico,
mental, emocional, energético, social y espiritual y no solamente la ausencia
de síntomas"
Hace unos días, a una persona que
conozco alguien le preguntó:
¿Qué tal estáis?
Y ella respondió:
-Todo bien, gracias a Dios, solo que mi
marido ha tenido un pequeño problemita en camino de solución.
(El hombre tiene un tumor cerebral
bastante avanzado)
De veras sentí pena.
¿Somos ingenuos, ciegos o cobardes que
tenemos pánico a la vida y nos tapamos la cabeza debajo del ala, como el
Avestruz?
Oye que si, que hay que ser optimista,
aplausos, pero tampoco negar las evidencias.
La salud integral, se asemeja al
concepto de asíntota, donde una línea se acerca a otra sin tocarla jamás.
Incluye la capacidad del cuerpo para
recobrar su equilibrio, ante una desviación:
¿Te da un catarro y pasas 3 meses en
cama, la tos no desaparece y te sientes hecho polvo, sin energía para dar un
paseo al parque?
Pues tú sistema inmune está deprimido,
los soldados que te defienden están desnutridos y desorganizados, sin recursos
y a punto de salir huyendo.
¿Priman en ti la preocupación por las
circunstancias en que vives, el temor, disgusto, inseguridad y momentos de
rabia, rencor reprimido, quejas? ¿Sientes que vives en un mundo hostil?
¿Eso sientes?
Pues tu salud emocional no es buena, no
estás bien "gracias a Dios" ni tienes "pequeños problemitas en
vías de solución"
Sería bueno aceptar que estas jodido,
aceptarlo y tener la voluntad de hacer algo, de pedir ayuda, si fuera necesario
(que lo es)
¿Te sientes siempre cansado, añorando
el sofá y esos estados de hipnosis frente a la "taravisión" como si
fuera una droga que te libera un rato de la voz en tu cabeza que dice huye o
pelea?
¡¡Pues estás enfermo!!
¿No hay ni una gota de atención hacia
dentro de ti, estás únicamente identificado con lo que se ve en el espejo, con
tu mundo mental y emocional, no estás curioso, ni asombrado, ni humilde ante
una inteligencia emergente que está latente y esperando que la descubras? ¿No
ves a Dios por ningún lado, o lo percibes como algo distante e inalcanzable,
que simplemente te juzgará un día? ¿Le temes y piensas que arderás en el
infierno?
¡¡pues estás enfermo y grave, aunque no
estés en las UCI!!
¿Me percibo yo saludable, totalmente a
salvo de toda dolencia y veo al resto del mundo enfermo?
Dios me libre.
Me percibo a mi mismo en el camino del
despertar de la consciencia, en un punto de los infinitos de esa recta, como
una asíntota que jamás llega a tocar a la curva. Sin atreverme a decir cuán
lejos estoy o cerca, porque no lo sé.
Simplemente en este instante hago dos
cosas:
Comparto con mucho amor y respeto el
entendimiento que he ido adquiriendo en esta experiencia vital, por si a
alguien le pudiera servir y lo hago lo mejor que puedo y se hacer.
Y además gozo de hacerlo, con una
satisfacción legítima y alejada de los velos absurdos con que intenta el ego
cubrir lo mágico que resulta.
Ahora, sin tener que esperar al 31 de
diciembre, levanto mi copa y brindo:
¡¡Les deseo mucha salud amigos!!
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Autor: José Miguel Vale (josemiguelvale@gmail.com)
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