—Cerrad
los ojos y dejad el cuerpo sereno descansando, y venid a volar conmigo por los
senderos que el aire hace por entre los enredados desórdenes de este tiempo.
—Venid
conmigo y sed como niños para poder llenaros de mí y sentir cómo mis manos
aprietan vuestras manos y os dicen que no soñáis.
»Hoy
he visto como las flores hablan, y como los pajarillos y cómo los árboles y las
tierras y las estrellas hablan. Pero también he visto que estáis sordos y no
oís.
»Hoy
he visto cómo los almendros se visten de blancura para vosotros, y cómo toda la
naturaleza se abre para vosotros, y cómo el hermano sol se abre para vosotros.
Pero también he visto que le volvéis la espalda y preferís contentaros con ver
vuestras sombras deformadas y vuestros reflejos ondulantes entre los cristales
del agua.
»Y
veo, hoy como ayer, que dejáis el fruto y os peleáis por comeros su cáscara
amarga.
»Hermanos
míos, ¿cómo os diría que dejéis la violencia y busquéis la comprensión, que
dejéis el egoísmo y busquéis el amor?
»Daos
todos un poco para hacer un hogar, donde vuestros hijos vivan la luz.
======================================================
Autor: Cayetano Arroyo . Fuente: Diálogos con Abul Beka (Editorial Sirio)
Nota: En homenaje a la memoria de Cayetano Arroyo y Vicente Pérez Moreno, un texto extraído de los Diálogos de Abul Beka se publica en este blog todos los miércoles desde el 4 de octubre de 2017.
======================================================
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.